Crónicas de Vhaalzord - Libro 22 - 4
Val se está enfrentando a Shargon, teniendo que luchar contra él, contra sus Nigromantes y además enfrentarse al absoluto Caos en que ha caído su poder Oscuro Con Mina al borde de la muerte, una sorpresa aterradora surge
CRONICAS DE VHAALZORD
Libro - 22
Capitulo- 4
Cuando anulé todas las restricciones existentes sobre mi fuente de poder, en el instante en que este empezó a acudir por los canales de acceso saturándolos, empecé a tener serios problemas para controlar tal cantidad, comencé a desviar todo lo que fui capaz hacia los escudos de ambos, alimentándolos y obligándolos a fortalecerse hasta incluso más allá de lo que se suponía que eran capaces, dejándolos al borde del colapso por el exceso de energía mágica en tan corto espacio de tiempo. Pero el problema, es que sabía que si quería sobrevivir, debía de emplear todo el poder posible de forma continuada, pero contra mas empleaba, más cantidad parecía llegarme…
Por fortuna para mí, Shargon no pareció darse cuenta de ello, al seguir bombardeando a Mina de un modo tan intenso y toda la presión ejercida contra los escudos por parte del núcleo de su poder al desestabilizarse, provocó que estos drenasen energía sin el menor control, y cada vez más. Pero eso solo suponía un alivio momentáneo para mí, sabía que con ese drenaje solo dilataría el momento en que tal nivel en el cauce me destruyese, aunque algo era algo, y me estaba permitiendo hacer más cosas que de otro modo no hubiese podido realizar…
No podía controlar de forma eficaz los conjuros de Mina debido a las interferencias de esta al intentar solucionarlo por ella misma, me vi obligado a moverme rápido y sujetarla por el cuello, descargando una fuerte corriente mágica hacia su mente, dejándola inconsciente y lo que era peor, sin sus propias defensas, dependiendo totalmente de mi desde ese mismo instante. Como pude la sujete contra mí cuerpo, manteniendo mi mano en su cuello, haciendo que su espalda chocase contra mi pecho, poniendo una rodilla en tierra y creando con la otra pierna un asiento para ella. Integre nuestros escudos en uno solo que nos envolvió por completo a ambos, provocando con ello aun un mayor consumo de poder, fue un aumento brutal en un solo segundo, por fortuna para mi después pareció autorregularse y medio estabilizarse por sí mismo.
A la vez que intentaba dominar el fuego que abrasaba la fuente interna de Mina, volqué por completo el resto del poder que me llegaba hacia mis adversarios, aunque cada vez perdía más el cada vez más escaso control que tenía sobre él al atacar. Dos de los Nigromantes sufrieron bastante para detener mis ataques contra ellos y no resultar muertos, de hecho tuvieron que retirarse unos minutos lejos de mi alcance para poder recuperar sus defensas… El resto seguía machacándonos mientras que Shargon continuaba empecinado en bombardear aun la fuente interna de poder de Mina, supuse además que estaba usando conjuros del libro pues todo era poder Arcano… aunque era extraño, porque no me parecía magia humana con conjuros arcanos, sino magia Arcana pura, pero en mi estado actual, eso no pasaba de ser una mera “sensación”.
Solo un par de minutos después de unir nuestros escudos me di cuenta de que Shargon había cambiado de blanco, de Mina había pasado a atacarme a mí en exclusiva, supe que mi limite estaba muy cerca del colapso total, pero fue entonces cuando en mi interior ocurrió algo, una voz o quizá sería más exacto decir, que un pensamiento fue puesto en mi mente y este me indico algo...
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“Reclámalo… Reclama tu verdadero legado Oscuro… Reclámaselo a la señora, reclámalo ante Nakriss… grítalo para que la señora te escuche…”
En ese momento mi mente empezaba a ser un caos víctima de los estragos que empezaba a causar en mí el exceso de poder que recorría mi cuerpo, de algún modo, creí que quizá fuese Amaratha queriéndome indicar algo, no sé, no recuerdo bien en esos instantes que fue lo que pensé. En esos instantes tan solo parecía tener claro que debía de hacer lo que ese pensamiento me indicaba pues, por muy estúpido que pareciese, tampoco perdería nada de nada por tratar de intentarlo, de modo que lo grite al cielo a la vez que volcaba nuevamente mi poder sobre los Nigromantes en un nuevo ataque, que termino abriendo aún más mis cauces, agravando de ese modo más el descontrol de mi magia… Grité…
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¡¡¡¡NAKRISSS… NAKRISSS… NAKRISSS… RECLAMO MI LEGADO, DAME MI LEGADO OSCURO NAKRISSSSSSSSSSS!!!!
Y así por cuatro o cinco veces, grite todo lo que pude, el ver reírse a Shargon ante mi grito de forma maligna, seguro que creyendo que estaba volviéndome loco me enfureció… Con el poco control que aún me quedaba intensifique hasta casi triplicar mi poder y lo volqué, volqué todo ese poder que recorría en ese momento mi cuerpo empezando a consumirlo. Use todo lo que no estaba usando en Mina o en defendernos y lo lance contra él gritando algo en un idioma extraño, un idioma que no conocía pero que pareció fluir a mis labios inconscientemente…
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¡¡¡¡POR NAKRISS… TAR-KHAN TAR KIALAG TASHRON VIALJATKAR, NAL RASOG… NISHINN-TAG NAKRISS!!!!
Dos de los Nigromantes se interpusieron entre Shargon y yo al avanzar, y ambos recibieron a la vez mi descarga de poder… Mis ojos se abrieron enormemente al ver como ambos resultaban alcanzados, y que tan solo medio segundo después, los dos parecieron estallar en una nube de polvo gris con un sonido de aire encerrado al salir, fue como un “pluffff”… Escuche a Shargon gritar de terror al ver aquello… De repente ocurrió lo impensable, lo increíble, lo inimaginable…
Sentí, en medio de un dolor de cabeza atroz que me obligo incluso a llevarme las manos a la cabeza y apoyarla contra un hombro de la inconsciente Mina, como si una especie de cerradura hiciese girar sus engranajes dentro de mí, abriéndose después una pesada puerta en mi mente, una puerta que hasta ese mismo instante había permanecido protegida, cerrada y oculta para todo el mundo, yo mismo incluido. Fue como un golpe seco en mi mente al completarse la apertura, luego el dolor ceso de repente y una carcajada de una insondable alegría pareció resonar en mi mente…
Mi poder en ese momento, en ese mismísimo instante en que sentí abrirse esa especie de puerta por completo, quedó completamente bajo mi control, y prácticamente la afluencia de este desde mi fuente de poder se quintuplico. Fue brutal, de un segundo a otro, un caudal inmenso estaba al borde de destruirme, al segundo siguiente este se había quintuplicado e increíblemente estaba totalmente bajo mi más absoluto control... Como decía, ante mi asombro, todo ese inmenso caudal estaba bajo mi completo control, incluso con un dominio aún muchísimo mayor que cuando mis conjuros de restricción me ayudaban a conseguirlo… no hace falta decir, que no entendía nada de nada…
De nuevo un pensamiento apareció en mi mente… o escuche ese pensamiento puesto en mi cabeza, no sé, no estaba seguro de que era aquello, como se producía la comunicación o quien era quien se comunicaba conmigo ya que estábamos…
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POR FIN SE CERRO EL CIRCULO NISHINN-TAG NAKRISS, POR FIN ACEPTASTE TU LEGADO DE NACIMIENTO… YA CASI ESTAS COMPLETAMENTE LISTO PARA PODER CUMPLIR CON TU DESTINO…
Mis siguientes ataques contra los nigromantes resultaron letales, seis más sufrieron la suerte de los dos primeros, al recibir mis ataques mágicos se disolvieron en volutas de cenizas grises… Pero lo más… “espeluznante” para mí, aparte de que realmente no me parecía que fuese yo quien hiciese realmente todo aquello, que parecía verlo como en un segundo plano, fue la aparición casi bajo mis pies de un Damok que de inmediato se abalanzo sobre mi…, pero no un Damok cualquiera, reconocí a uno de sus Señores, uno de los cinco más poderosos que se conocían, en ese momento me vi perdido. También me resulto obvio al instante que era cosa de Shargon, una nueva trampa, y esta vez mortal de necesidad e incluso peor si lograse arrastrarnos con él a su mundo…
Pero acto seguido a su aparición, ocurrió algo que me horrorizo, que me aterrorizo al cumplirse mis más terribles temores al ver como usaba sin aparentes restricciones tal cantidad de poder, sucedió que perdí totalmente el control sobre mi cuerpo. Algo tomo el mando sobre cada fibra de mi ser, fue como en mis peores tiempos bajo el control del Dios Loco cuando enloquecía…, veía todo lo que mi cuerpo hacia y quería impedirlo, pero me era totalmente imposible… y os garantizo que lo que tuve que ver… fue como para volver loco de terror a cualquiera…
Completamente horrorizado vi como mi mano derecha se cerraba sobre el cuello rugoso del Damok, como lo atraía contra mi cara alzándolo en vilo desde el agujero en que apareció, hasta ponerlo a mi altura, donde mis negros ojos se cerraron sobre los suyos, rodeándole también con mis zarcillos que se dedicaron a flagelar su carne, a torturarlo. Eso que hice era algo que como Nigromante sabia lo peligroso que era, de hecho dudo que haya algo más nefasto que poder hacer ante uno de estos seres, mirarlo directamente a los ojos. Pero lo peor es como de mi boca salieron palabras que yo no pronunciaba, para terminar de empeorarlo, además lo hacía con una voz que no era la mía, con una voz que parecía llegar de muy lejos y que termino dejándome totalmente alelado con lo que “dije”…
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Escúchame ser maldito… si tu o alguno de los tuyos le hace algo del modo que sea al NISHINN-TAG NAKRISS… Destruiré todo vuestro mundo hasta que caiga en el olvido, pero todos vosotros, toda vuestra raza será mil veces maldita, me pagareis por ello a mis manos por el resto de la eternidad y hasta el fin de los tiempos…
Después ocurrió algo aún más increíble si cabía, por primera vez vi algo que creí que era porque me estaba volviendo completamente loco, porque aquello no podía ser real. Vi a un Damok completamente aterrorizado, y no solo a un Damok cualquiera, sino a Saeltij, uno de los cinco señores más poderosos de los que se tenía conocimiento de entre su raza… Saeltij soltó un chillido, cuando mi mano le soltó, se inclinó rápidamente arrodillándose ante mí y suplico piedad, sus palabras me dejaron… anonadado…
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Perdón… perdón… suplico perdón a la KIATAL-TAG NAKRISS, suplico perdón por toda mi raza… Nadie de nuestro pueblo volverá a mirar siquiera al NISHINN-TAG… por favor te suplico KIATAL-TAG, perdona a mi raza… nunca volveremos a interferir con él…
Tras esto el aterrorizado Damok desapareció rumbo a su mundo, aunque antes, volvió su cabeza hacia Shargon y pude perfectamente escucharle murmurar…
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Arcano maldito, vas a pagarnos el habernos engañado de ese modo y puesto a todos nosotros en peligro de este modo ante la KIATAL-TAG, por esto nos pagaras con mucho más que con tu alma.
Después de esto mis ojos se centraron en Shargon que en ese momento escapaba a uña de caballo, sin embargo, esta vez en mis ojos no pareció claramente la silueta de Shargon, otra parecía superponerse sobre la suya, una especie de fantasma o algo así, aunque no me costó nada reconocerla… Apreté los dientes… “Z’MALL”, que todos los infiernos le lleven, de algún modo en ese instante lo entendí todo, comprendí que no murió cuando renací, sino que se liberó y termino allí, en ese cuerpo…, forjándose por fin un Avatar. Por primera vez me di cuenta de que no me equivoque cuando me pareció que estaban atacando a Mina con magia Arcana pura, ya que si Shargon en realidad era un Avatar completo o casi completo, tendría acceso a ella…
Deje todo de lado para centrarme en Mina, para mi horror me di cuenta que solo un hilo de vida la sostenía y que este estaba a punto de romperse, sentí en mi cara que pese a no controlar mi cuerpo por mis mejillas rodaban las lágrimas. Entonces mi cuerpo volvió a pertenecerme y esa voz, ese pensamiento puesto en mi mente o lo que fuese…
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NISHINN-TAG solo tú puedes salvarla, pero si lo haces la arrastraras contigo…, a tu lado…, para siempre… Pero debes de decidirte ahora mismo, que muera o que se una a ti en tu destino… elige NISHINN-TAG…
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¿Quién o que eres?
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No tienes tiempo para eso, su vida se agota, elige ya… ahora…
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Quiero que viva…
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Bien NISHINN-TAG la rueda de tu destino sigue girando, ahora escúchame con atención y ves haciéndolo según te lo diga. Corta las venas de tu muñeca derecha, ahora corta las venas de su muñeca derecha, bien… así, profundo. Pon muñeca sobre muñeca sujetando el antebrazo del otro, corte sobre corte, sangre sobre sangre… y ahora entrelázalos con tu poder Oscuro. Despacio… muy despacio absorbe por completo su fuente de poder y sustitúyelo por el tuyo… -el pensamiento extraño permaneció en silencio unos minutos mientras hacia lo que repicaba en mi mente, para luego cuando casi estuvo completo continuar.
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Debes de llenarla por completo, no debe de quedar ni una brizna de espacio libre o de poder propio en ella o morirá…, luego, nada más terminar de llenarlo, al instante, haz arder todo ese poder en sus venas, y nuevamente rellena su fuente de poder lo más rápido que puedas, cuanto antes mejor, aunque la veas sufrir hazlo así. Pero deja bastante espacio para que ella misma vaya recuperando la última cantidad por si sola… Es el único modo de que viva… y aun así, tendrá que luchar por sobrevivir, deberás de seguir ayudándola con tu magia hasta que venza, no te rindas ni por un instante…
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Está bien… así lo hare… -dije en voz alta sudando, apretando los dientes, concentrado y muy agotado, mientras seguía tratando de cumplir con sus instrucciones.
Ni yo mismo sabia porque motivo hacia caso, pero lo cierto es que lo hice mientras él me lo iba explicando. Con mucho cuidado tendí a Mina sobre el suelo, me abrí las venas de la muñeca derecha, luego hice lo propio con ella, tal y como dijo la voz o lo que fuese, sujete tu antebrazo con fuerza con mi mano, juntando ambos cortes uno sobre el otro y use mi magia para mantenerlos unidos y que la sangre se mezclase en nuestras venas. Después de eso empecé con la segunda parte de sus instrucciones, comencé a drenar su fuente interna a la vez que reponía su fuente interna con mi propio poder… No sé el tiempo que estuve así, era realmente agotador, mi concentración debía de ser máxima y tras el combate estaba extenuado, estaba empezando a pagar por todo el esfuerzo realizado, pero me conjure a no cejar hasta haberla salvado…
Después de esto, lo hice arder en sus venas tal y como me dijo la voz, abrí todos sus canales para que su poder se derramase sobre cada parte de su cuerpo, este se tensó de forma salvaje, y Mina grito, grito, grito de dolor, parecía como si le estuviese doliendo hasta el alma. Justo antes de agotar su poder, iniciando nuevamente el trasvase de mi fuente interna a la suya a toda velocidad mientras sellaba los canales abiertos, en una carrera por impedir que estos la dejaran seca más rápido de lo que yo era capaz de reponer su energía… Luego, cuando por fin termine, use varios conjuros de recuperación, use los más poderosos que conocía de curación, los ancle todos ellos a mis fuente interna… Ya no aguante más, en cuanto pensé que ya estaba a salvo mi cuerpo y mi cabeza por fin se relajaron dejando escapar un sonoro suspiro de alivio… al instante se hizo la negrura en mi mente, cayendo mi cuerpo a plomo hacia adelante…
Abrí los ojos y me encontré tendido en el suelo sobre mis mantas, justo sobre mi vi una cara que me miraba con preocupación, solo tuve que fijar mis ojos en esas pupilas doradas para saber de quien se trataba, Amaratha. Lo primero que hice fue usar mi poder para “reconocerme” y me lleve varias sorpresas… Primero mi fuente interna estaba al completo, estaba repleta, rebosante de poder, algo que no recordaba que hubiese pasado desde… no se… mil años o más, ni siquiera esos seiscientos de sueño recuperando lograron llenarla, tal era su magnitud y capacidad. Segundo me encontré con una sorpresa, no contaba con conjuros de salvaguarda y control del caudal mágico sobre mí, sin embargo, mi “poder” era estable, más estable de lo que yo supiese que fuese posible conseguir, en teoría era algo… “imposible”.
Lo siguiente fue preocuparme por Mina, por lo que dirigí mi mirada a mi alrededor, pero enseguida al ver mis gestos Amaratha me tranquilizo asegurándome que estaba bien. Evidentemente, luego Amaratha quiso saber que ocurrió, según me dijo me encontró tendido sobre el cuerpo frio, aunque vivo, de Mina, ambos con sendos cortes en las muñecas que comenzaban a cicatrizar, ambos en un estado lamentable pero vivos, con varios Lobos Espectrales protegiéndonos, aunque la dejaron acercarse sin problemas. No supe bien que responder, no tenía ni idea de qué coño era lo que había ocurrido, sobre todo esa última parte… no entendía nada… Pero sí que sabía una cosa, algo que vi al final y que provoco que cerrase las mandíbulas hasta casi partirme los dientes… Mire fijamente a Amaratha…
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Ese tal Shargon… -me interrumpió
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¿El hizo esto? ¿te derroto de este modo? ¿también a ella a la vez? ¿tan poderoso es? –me miro sorprendida mientras soltaba las preguntas una tras otra.
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No, el no, a él le hubiese aplastado pese a todo, fue mi propio poder, por algún motivo se descontroló. Pero ese que dices, en realidad no es Shargon, se trata de Z’mall, parece que no murió del todo cuando me transforme y fallecí al intentar cambiar a ser un Shaddin-Nur. Ese pedazo que tenía en mi alma como si fuese una sanguijuela parece que ha encontrado otro huésped del que alimentar su miseria… y quizá, incluso ya no sea únicamente un pedazo… -mi furia crecía por momentos.
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¿Eso es una broma, verdad? -me miró fijamente.
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Ni mucho menos, sentí su presencia Amaratha, créeme, ese, es Z’mall, está en el alma de Shargon. Eso en caso de que este aun tenga tal cosa y no sea ya el propio Z’mall en persona por completo, quien este habitando en ese cuerpo y usándolo como un Avatar, que fue lo que intento hacer conmigo sin conseguirlo…. Su plan original era ese, un pedazo de su esencia, alma o como quieras llamarlo, y después, aquí, completarse con ciertos ritos abandonando su otro cuerpo, el que yo maté… Puede que esos ya los haya completado si ha conseguido el control de ese cuerpo como Avatar.
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Hemos de encontrarlo… -se apartó de mi transformándose de repente en Dragón.
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¿Dónde vas? –pregunté un poco sorprendido.
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A ver a T’ldord, le ordenare que sea localizado, en estos momentos es nuestra mejor opción, preocúpate de tu compañera… No sé porque pero mi magia con ella no sirve… o al menos no como debiese, es por… -la vi dudar.
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¿Qué ocurre? –me preocupó por su forma de mirar a Mina.
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Ocurre que ella ahora, en cierto modo, es como tú y como yo, su magia es la nuestra, en sus venas solo se encuentra la magia oscura de Nakriss…
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¿Una Shaddin-Nur? –miré sorprendido a Amaratha, ya que aún no había tenido tiempo de pensar en todo esto de Mina.
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No, más aun que eso, si tuviese que especular diría que más bien ahora es “Una Guardiana”… Exactamente como tú eras antes… o casi… quizá puede que también algo más… no lo sé Val… todo en ella se ve ahora muy extraño… deja que primero se estabilice pues tu propia sangre fluye en esto momentos por sus venas…
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Entiendo… -me sobresalté- ¿Y cómo que como yo era antes? –pregunte absolutamente sorprendido.
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Vhaalzord, de nuevo has cambiado, todo tu poder ha mutado… otra vez. Ahora es… muy puro, excesivamente puro… no entiendo cómo puedes tenerlo en tu interior sin que te destruya o aún más, controlarlo como pareces hacerlo… Deberías de ser consumido por tal pureza…
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Yo… no me había dado cuenta… ¿Para qué me querías Amaratha, que era tan importante como para que vinieses hasta aquí…?
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Margatta, ha puesto por sorpresa un nuevo huevo de reina, quiere verte y que estés presente cuando la nueva reina nazca, igual que cuando yo lo hice… Ahora discúlpame, pero contra antes ponga a T’ldord al tanto más probabilidades hay de que le localicemos… luego hablamos del huevo… Cuida mientras tanto a tu cría… perdón, compañera…
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Vale, lo hare, yo la cuidare. Ves tranquila, lo de Shargon no corre tanta prisa, no creo que sea un problema aún Amaratha, solo hace un par de horas o tres como mucho que escapó.
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No Val, al menos llevas tres días inconsciente, y eso desde que yo te encontré, aunque quizá sean cuatro o cinco, calculo que yo llegue el día después de que todo ocurriese pero no lo sé seguro, y eso es mucho tiempo. Además –hizo un gesto en dirección a Mina-, ella te necesitara durante un tiempo, está estable, pero vas a tener que recuperarla con hechizos, y tendrán que ser muy potentes, puede que ahora mismo solo tú seas capaz de algo así… En estos momentos para que se reponga rápido… -meneo la dorada cabeza.
Al contarme eso me resulto obvio que había estado usando su propio poder, y sabía lo que eso significaba para ella, impedí que se marchase antes de intentar curarla. Emplee mi poder sobre ella para curar sus heridas y reforzar en lo posible su fuente interna de poder, intentando también rebajar los daños que sufría por su uso. Noté que a medida que actuaba Amaratha me miraba cada vez con los ojos más abiertos, pero sin decir nada, como si hubiese algo en todo aquello que no fuese capaz de terminarse de creer o quizá, yo de ver. Cuando finalicé, simplemente me dio las gracias mirándome de forma extraña y añadiendo después que se marchaba. Vi como alzaba el vuelo y se perdía en las alturas.
Me volví hacia Mina, emplee con ella todos los conjuros curativos que conocía, reconozco que mi puso al límite de mis conocimientos el poder salvarla, durante casi veinte días aún estuvo más cerca de la muerte que de la vida, pero al final logre que se estabilizase. Tras el regreso de Amaratha, estuvimos hablando largo y tendido sobre el asunto de Margatta, no entendí muy bien lo que me intento explicar, porque según tenía entendido solo podía haber dos reinas, y por lo que anteriormente me había explicado esto significaba que Margatta podía morir si quería y de hecho, ese sería el motivo de poner ese huevo, especialmente cuando lo había hecho sin avisar o explicarle sus planes a nadie… Pero no, según Amaratha, no se trataba de eso para nada, pero ella no podía explicármelo, únicamente Margatta tenía esa potestad en esos momentos y hasta que el huevo se abriese… Entenderéis que no entendiera nada, pero Amaratha se mantuvo inflexible en ello.
Antes de que se marchase, no pude evitar preguntarle por las extrañas palabras que escuche, bueno, al menos sobre las que recordaba…
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Oye Amaratha, te suena algo como… uhmmmm… “Nhisi-Taf” o algo así…
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Uhmmm… -quedo pensativa-, parece lenguaje antiguo, lenguaje de los Guardianes o más probablemente, incluso anterior a estos… ¿has tenido un sueño o algo?
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Si, bueno, algo parecido, y escuchaba esas palabras… Nisinn-Krag... Tag o algo así, y luego Nakriss…
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No sería Nishinn-Tag... -se detuvo un instante pensativa para luego continuar-, ¿Nishinn-Tag Nakriss quizá?
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Sí, eso, justo era eso… Nishinn-Tag Nakriss…
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Bueno, no estoy muy segura de ello, pero algo así encontré en un texto cuando estudiaba los escritos que tenemos… -dijo pensativa-. Se trataba de una antigua profecía de los Guardianes, aunque no sé qué dice exactamente, porque no he podido descifrarla más que en pequeñas partes del texto, pero eso si tengo claro que eso significa “El hijo de Nakriss”, “La Criatura de Nakriss”, “El Creado por Nakriss” o algo así, no tengo muy clara la traducción exacta, pero quiere decir eso o al menos, lo más probable es algún tipo de sinónimo de ello. ¿Escuchaste algo más en ese sueño?
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Si, algo así como "Kitag Nakriss"... no, espera... era “Kiatal-Tag Nakriss”… si, exactamente eso, "Kiatal-Tag Nakriss" -susurre temiendo escuchar su traducción si la sabia y por su cara vi que sí.
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Sí, eso si se lo que significa exactamente… Ese es el nombre que daban los antiguos Guardianes a Nakriss usando un lenguaje antiguo usado en sus más poderosas ceremonias y que solo ellos conocían, posiblemente el mismo del otro termino que mi has dicho, pero eso es algo así como una especie de nombre oficial exclusivo para dichas ceremonias. Veras, así solía ser cuando se referían a su máxima referencia… digamos para entendernos que religiosa, la Luna Oscura, Nakriss. Es para que me entiendas, algo como “Mi señora Nakriss” o una cosa similar a eso, pero de un modo mucho más profundo que lo que se hace en cualquier religión humana. Lo siento Val, no sé cómo explicártelo bien pues en vuestra lengua no puedo darte una definición mucho más exacta que eso… ni aun mentalmente hablando los dos sería capaz de ello pues es algo que tampoco existe en la nuestra.
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Vale, es suficiente, creo que más o menos entiendo a lo que te refieres con lo que me has dicho…
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Cuéntame ese sueño por favor… todo esto es muy raro Val… No me gusta nada de todo ello... el que de repente vengan a tu mente términos y vocablos en un lenguaje tan antiguo… y referidos todos a Nakriss…
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Si, dímelo a mí, pero no me acuerdo, solo recuerdo retazos, y esas palabras, que se me quedaron grabadas…
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Bien, pero si recuerdas algo más concreto, dímelo… Por cierto, cuando estéis los dos listos para emprender la marcha, ve a ver a T’ldord, te estará esperando en la ciudad portuaria de Finkal, en el norte del continente con lo que consiga averiguar, ya sabe que iras a verlo. Toma -me extendió un pergamino-, es un salvoconducto para poder llegar a él sin problemas. Por cierto, y esto te lo digo muy enserio Val -señalo con la cabeza a Mina-, deberías de ir preparándola desde ya para poder tratar con nosotros, antes o después tendrá que hacerlo…
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Lo se Amaratha, gracias por todo…
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De nada Val… cuídate, y la próxima vez que te veas con Z’mall, ten más cuidado…
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Amaratha, es mío… preferiría que no tratarais de cazarlo vosotros, es muy peligroso…
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Eso no te lo puedo prometer Val… Z’mall nos hizo machismo daño en el pasado, si me piden permiso para ir tras él, tendré que darlo, aunque sí que puedo prohibir meterse entre ambos si tú lo encuentras antes, mas es imposible…
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Gracias… será suficiente Amaratha… gracias…
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De nada Val… hasta dentro de poco… si el momento llega antes de que veas a Margatta, te enviaremos a buscar… -miro a Mina-, os enviare a buscar a ambos… Recuérdalo, habla con ella Val… Margatta también querrá verla…
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Está bien…
Tras una leve inclinación de cabeza, Amaratha alzo el vuelo perdiéndose en lo más profundo del cielo, superando las nubes en dirección al norte, hacia su reino. Tan solo diez minutos después de la marcha de Amaratha me concentre en recordar todo lo posible de estos tres meses, especialmente del tiempo de la pelea contra Z’mall, o Shargon, como prefiráis, además de investigar las posibles capacidades mágicas de Mina mediante conjuros. Unos pocos días después retire los hechizos de sueño y curación sobre Mina al considerar que ya estaba recuperada, a los diez minutos de haberlo hecho escuche la voz de Mina…
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Que… pero… Ayyyyyyy, mi cabeza… -vi como se la sujetaba poniendo cara de dolor-, ¿Val que ha pasado? –pregunto mirando en todas direcciones.
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Que has estado inconsciente más de un mes… -la cara de sorpresa que puso casi me hace reír.
Volvió a dormirse casi de inmediato. Logre que permaneciese tumbada sin moverse más de lo necesario y sin intentar hacer nada de nada durante tres días más mientras por mi parte le iba explorando discretamente sus nuevas capacidades argumentando ser conjuros para su curación y estabilidad mágica, al cuarto ya fue imposible, aunque antes de permitírselo tuvo que demostrarme que no había problema alguno en dejarla que se incorporase ya a la normalidad. Claro que ahora venía la parte peliaguda con ella, la de las explicaciones.
Me preguntó qué había ocurrido, y empecé a contárselo por encima, aunque le resulto muy evidente que le estaba omitiendo cosas. Me pregunto luego la razón por la que estaba tumbada, inquirió por el estado de sus heridas, dando por supuesto que para estar así era porque habría resultado herida de cierta gravedad. El problema vino cuando intento usar su magia y no pudo, se quedó mirando sus manos con los ojos desorbitados… le empezaron a temblar los labios, yo sabía con solo mirarla lo que debía de estar pensando en esos momentos, y aunque no consideraba que fuese lo mejor en esos momentos conociéndola, no podía verla así…
•
Tranquila Mina, no eres capaz de emplear tu poder porque yo lo estado impidiendo hasta que despertases…, digamos que he interrumpido o sellado, como quieras verlo, momentáneamente tus flujos de poder, que por cierto no sabes lo que me ha costado conseguirlo -me miro sorprendida.
•
¿Cómo que lo has sellado?
•
Pues eso mismo Mina, que lo he sellado para que no puedas usarlo de momento, pero tranquila que estoy controlándolo constantemente, no hay peligro. Mira Mina, ya no eres la misma, antes de abrirlo para que accedas a él, debes de saber algunas cosas… y tenerlas muy en cuenta antes de intentar hacer nada...
•
No entiendo… -la corté.
•
¿Recuerdas lo que te conté sobre dominar los tres poderes que tenías en tu interior, y lo que luego ocurriría…?
•
Si pero…
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Bien, has estado a punto de morir, para salvarte he tenido que forzarte a avanzar más de lo que pensaba y todo en un instante, de golpe. Ya no eres la Bruja Roja, ahora mismo tu poder esta mucho más allá de eso Mina. Para poder salvarte he tenido que transferirte mi propio poder y retirar el tuyo, por lo que este ha mutado… ahora eres más como yo…
•
¿Soy entonces eso que dijiste…? –preguntó abriendo los ojos muy sorprendida.
•
¿Una Shaddin-Nur?, no, creo firmemente que has avanzado aún más allá de eso y ahí radica la cuestión, pienso que ahora eres lo que se denomina “Una Guardiana”. Para que te hagas una idea de lo que hablo y de lo serio que es, te diré que el Templo de Nauruem era el Templo de los Guardianes por antonomasia, probablemente el más importante de todos ellos, y un Guardián debería de ser perfectamente capaz de manejar el poder que ahora mismo se encuentra encerrado en él -vi cómo se ponía pálida como una muerta-. Pero sobre todo eso, ya te explicare más con tiempo, no tengas prisa en ello y tranquilízate, aun te queda bastante para llegar a poder hacer algo así… -sufrió un escalofrió, vi claro que prisa, prisa, no creía que fuese a tener tras su experiencia con las esferas.
Estuve como unas cuatro horas hablando con ella, contándole cosas y contestando preguntas, mucho de lo cual estaba claro que no me creía por cómo me miraba, al final me hizo la petición que más temía, que levantase las restricciones y la permitiese llegar a su poder. Para mi relativa sorpresa, pues ya lo sospechaba por mis "investigaciones", y porque no decirlo, esta vez sí, la total y absoluta de la propia Mina, resulto que esta tenia total control sobre él, aunque eso sí, el susto cuando se dio cuenta de que todo lo que le conté era verdad no se lo quito nadie, estuvo temblando durante casi, casi media hora. Cuando se recuperó, decidió que ya habíamos perdido mucho tiempo y que debíamos ir de inmediato a la caza de Shargon, Z’mall o como coño quisiese que se llamase en realidad, el escuchar aquello os juro que me hizo reír como hacía mucho que no lo hacía.
Se puso rápidamente en marcha, recogiéndolo todo a la carrera, con muchas prisas y también muy animada. Me obligo a seguir su ritmo entre gritos, en este caso sí que opte por no reírme, con el genio que estaba mostrando otra vez, cualquiera hacia una estupidez de ese calibre. Una vez ambos montados a caballo y en marcha hacia el Norte del continente, hacia donde yo le dije que había escapado, fue cuando me pregunto por nuestro siguiente paso…
•
Y bien Val, ¿A dónde vamos?
•
A la ciudad portuaria de Finkal, en el norte, en la costa occidental… -vi que arrugaba el ceño.
•
Ese es uno de las principales plazas de la Hermandad de la Costa, y no creo que nos convenga mucho andar cerca de ellos tras nuestro último tropezón con ellos…
•
Eso lo se Mina, pero de hecho, si vamos allí es para ver a Lord T’ldord, el jefe de la Orden Carmesí… -se giró de improviso muy seria a mirarme y empezó a hablar interrumpiéndome.
•
Val, escúchame, en serio, no creo que sepas quien o que es en realidad ese Lord, es muy peligroso, hazme caso, por favor, no tienes idea del peligro que corremos ante él, no me preguntes y confía en mí, por favor… Además esta Golbar, su lugarteniente, aprovechara cualquier ocasión para tratar de matarnos…
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Mina, se lo que es Lord T’ldord, es un Dragón. Bueno, para ser exacto, es un Dragón Verde… un Dragón Verde del reino del Norte, y si ese Golbar vuelve a las andadas, esta vez, directamente lo matare...
Mina se sobresaltó cuando dije la palabra "Dragón", incluso no sé si me llego a escuchar el resto de lo que le dije, incluido lo del Reino. Me miro con los ojos nuevamente abiertos como platos y empezó a tartamudear, le costó recuperar la compostura o volver a coordinar dos palabras seguidas que tuviesen algún sentido, aunque eso sí, el empezar a cabrearse…, eso sí que se le dio bien, no pude evitar pensar en la enorme facilidad que tenía esta mujer para enfadarse conmigo por cualquier cosa. Incluso por un instante me pregunte si eso se incluiría como algo normal dentro del amor… y el porqué de ser así, esa parte de mi esposa no la recordaba para nada…
Mina a esas alturas ya había ido del pálido, al color difunta, pasando por el verde oscuro, el azul pálido y acabado en el rojo fuego de sus ojos… Palabra, sus ojos se volvieron Rojos por completo, no se le distinguía iris ninguno, y el halo Rojizo regreso a ella aunque muchísimo más intenso que antes… Me sorprendí, supuse que eso era como mis ojos negros y los zarcillos, solo que en ella era ese halo y sus ojitos rojos… daban autentico miedo, os lo juro… Luego me pego un berrido en la oreja que casi me deja sordo, al punto que me tambalee en el caballo, casi me caigo… me soltó un… ¡¡¡¡¡COMO QUE SABES QUE ES UN DRAGON, QUE EXISTEN LOS DRAGONES, Y NO ME HAS DICHO NADAAAAAAAAA!!!!! ¡¡¡¡VALLLLLLLLLL!!!!
CONTINUARA