Crónicas de Vhaalzord - Libro 11 - 4
Por fin los Nauruem destruyen el asentamiento, aunque Val se teme que la Corporación propietaria del mismo responda de forma virulenta cuando reciban las noticias
CRONICAS DE VHAALZORD
Libro - 11
Capitulo - 4
No creo que ninguno os podáis hacer una idea del sobresalto que me lleve cuando la anciana dijo eso. Por otra parte también estaba intrigado sobre lo que fuese a decirme sobre su afirmación.
- Val : Pues tú dirás madre...
- Madre : Jajajajaja, te lo has tomado con más calma de lo que preveía, veo que realmente sabes controlarte a la perfección... está bien, escucha atentamente.
Según me comentó, cuando tiró los Naurr, probó con el humo, leyó la piel de mis manos, vio algo muy extraño en mi, según me dijo vio tres tipos distintos de poder compartiendo ese sitio donde los magos tenemos nuestras reservas, tres fuerzas diferentes y opuestas entre ellas... Según me comento eran diferentes y aparentemente incompatibles entre sí, pero por algún extraño motivo conmigo parecían poder funcionar en conjunto pero solo hasta cierto punto... Me dijo que eso fue lo que vio, aunque no entendiese nada de lo que me estaba contando. También me conto algunas otras cosas más que me guardare para mí porque me desconcertaron muchísimo, machismo mas de lo que os podáis llegar a imaginar, como por ejemplo el momento exacto en que debería de estar en tierras Talkinq si quería despedirme de una gran amiga que llevaba en mi corazón... algo que para mi sorpresa me afecto conocer, haciendo que mis ojos se volviesen acuosos... lo que para alguien que supuestamente era incapaz de tener sentimientos era algo... cuanto menos curioso a la par que tremendamente preocupante, era un nuevo cambio más en mi actual resurrección.
Sobre lo que me conto de mi magia sí que tenía alguna leve idea de lo que podría tratarse... era algo del estilo de la magia humana y la draconiana... eran incompatibles entre sí, ya que para cada una de ellas necesitabas ser de la especie para poder usarlas, sino eras un dragón no podías usar ese tipo de magia... bueno, en el caso contrario no estaba nada seguro que un Dragón no pudiese ser capaz de manejar magia humana, o por lo menos tener la capacidad para ello, mas todavía tras lo de la comunicación de R’halrhaz conmigo, lo que hasta ese mismo momento nunca se me había pasado por la cabeza, es que quizá y solo quizá, fuese yo el que podía dominar esas magias... descarte la idea, o por lo menos decidí dejarla apartada de momento, no tenía tiempo para eso, con todo el trabajo que me quedaba por hacer aun no podía perderlo en ocuparme de algo sin ninguna base lógica para poder pensarlo siquiera.
Conocía también la magia que aparecía en las ruinas del templo de la isla o del que existió donde yo nací. También que esa magia nadie podía usarla por mucho que estudiases las runas con sus conjuros... de hecho yo solo había sido capaz de usarla tras mi paso por el mundo de los dioses, cuando mate... o eso creí en esos instantes, al Dios Loco. Luego he podido comprobar que tras quedar atrapada en mi una parte de él, poco a poco he podido ir usándola cada vez con más facilidad... conjuros arcanos como el sello, como el de la hoja de mi Shilkka... etc... Pero todo esto era algo realmente confuso para mí, seguía sin entender muy bien lo de los tipos de magia.
La especialización en uso de magia se debía a razones mentales o a conocimientos, amén de una especial afinidad con algún elemento concreto, en mi caso por ejemplo era el fuego... los conjuros de tipo ígneo o energéticos se me daban especialmente bien. Digamos para entendernos que si por ejemplo no entiendes cómo funciona el viento, difícilmente podrás hacer un conjuro digno de tal nombre para que lo domine, aunque sepas recitar alguno o como convocarlo para que este sople, te saldría una nulidad de conjuro, algo sumamente debil... Luego existe gente que tiene especial habilidad natural para dominar algo, como aquel que con solo sentir el aire es capaz de decir cómo, hacia adonde soplara, como de fuerte o si lloverá... de ser mago y pese a no entender nada de forma racional, estaría enormente dotado para ese tipo de conjuros de forma totalmente intuitiva, si además de eso lograse estudiar y perfeccionar sus conocimientos sobre ello su poder se incrementaría exponencialmente en ese campo. Para ello es por lo que se recordaban los conjuros con palabras y movimientos, para hacer recordar de forma involuntaria a la mente lo que se quería que la magia hiciese, aun no siendo estrictamente necesario hacerlo así como ya explique en su momento.
Mi ventaja es que tenía más de dos mil años de experiencia y conocimientos que abarcaban multitud de aspectos de todo tipo, por lo que aun no siendo mi especialidad dominaba muchos parámetros alguno de los cuales podría llevar toda una vida a cualquier otro mago. Por ejemplo, dada mi facilidad para el fuego, paradójicamente también tenía una enorme facilidad para manejar el espectro contrario, el frio, algo que yo entendía como la ausencia de calor... esto era debido a que mi mente parecía entender de un modo muy sencillo algo que en realidad era terriblemente complicado, pero esa simplificación de que el frio solo era la ausencia de calor, a mi me parecía funcionar y era también tremendamente poderoso en este otro aspecto. Por eso la academia Imperial de magia de Khal-Tog-Kalhd en el continente sur, era tan importante para el Imperio Khrissa, sus magos tendía a salir de allí siendo muy superiores en ese mismo instante a la mayoría, solo faltos de la experiencia que les ofrecería luego la vida. Espero que más o menos hayáis entendido lo que pretendía explicaros sobre la magia y sus... digamos que peculiaridades.
No pude por menos que pensar en la traducción que encontré en el templo de lo que me llamo R’halrhaz . Según la traducción, "Shaddin-Nur", significaba algo del estilo de "Señor de la Magia"... eso quizá podría explicarlo, poder usar cualquier conjuro aun no teniendo los conocimientos necesarios. Pero seguía desconociendo eso de que tres magias confluían en mi... no tenía sentido, ningún sentido. Quizá todo lo que Madre había creído ver en mi, tan solo era el nuevo incremento en mi poder, mezclado con el sello, quien estaba detrás de él y el aumento también en mi capacidad de manejo a la vez de ese mismo poder que poseía, como ella dijo, algo revuelto y que quizá viese en realidad agitándose contra sí mismo por su misma cantidad... en todo caso, eso debería de pasar a segundo plano, como ya dije tenía todavía muchísimas cosas que hacer.
Dos días después los mismos diez guerreros volvieron a partir con el palanquín, llevándose a la anciana sacerdotisa de regreso a donde fuese que viviera. Su visita sirvió para fianza aun mas mi autoridad sobre los Nauruem, me dio su plena confianza delante de los principales jefes, guerreros, sacerdotisas y Brujos de los Nauruem presentes en la Gran Aldea. Jhorka estaba un poco reticente a permanecer junto a mí a solas, de hecho eso no se había vuelto a dar desde que averiguara quien era realmente yo. Al final tuve que ir directamente a hablar con ella para solucionar el problema entre ambos...
- Val : ¿Que ocurre Jhorka?
- Jhorka : Nada... no pasa nada...
- Val : Mira Jhorka supongo que tendrás tus recelos al saber quien soy... pero...
- Jhorka : No son recelos Val, es más que eso, es miedo... sabiendo ahora quien eres no entiendo a que viene todo esto que haces...
- Val : Como te dije en su momento, de querer, podría hacerme cargo yo mismo de eliminar el problema que hay en el Sur. Podría convocar mis propias fuerzas y terminar con el asunto, pero esto no funciona así, y tú lo sabes también como yo... Los Nauruem, tu pueblo, son guerreros, y además, guerreros más que capaces de solucionar estos problemas por si mismos si se les guía del modo adecuado...
- Jhorka : Pero...
- Val : Sin peros Jhorka, como ya te he dicho de querer podría convocar una fuerza de miles de mis propios guerreros... esos por los que soy conocido en las leyendas que tu pareces conocer extraordinariamente bien por otra parte, podría convocarlos directamente tras esas murallas exterminando a todos los que estén en su interior, y nadie de vosotros sabríais nunca que paso...
- Jhorka : Por eso no lo entiendo, siendo quien eres pues hacerlo tú solo, no entiendo porque nos necesitas...
- Val : Por el templo Jhorka, por el templo... si vosotros echáis a esos indeseables por vosotros mismos, habiendo corregido en el proceso vuestros problemas para enfrentaros a ese tipo de situación, el templo estará seguro aun cuando yo me ausente de el dejándolo solo durante algunos años antes de que necesitase regresar de nuevo a el...
- Jhorka : Pero...
- Val : No hay peros Jhorka, necesito que ese templo este protegido de curiosos, y vosotros no los permitís en vuestro territorio, con lo que estará a salvo de problemas... Es tan simple como eso, un simple intercambio de favores, o visto de otro modo, simplemente intereses comunes para ambos.
Vi que Jhorka se quedaba pensativa, por sus gestos vi que mi explicación hacia mella en sus dudas y que empezaba a aceptar que efectivamente, el terminar con la gente del sur eran intereses coincidentes tanto para su pueblo, como para mí mismo. Pareció recuperar de nuevo su anterior animo, además creo sinceramente que esto la vino bien, porque afirmo mucho mas su confianza en sus dotes y poder tras saber que lo que vio en mi al principio era simplemente la verdad, por increíble que esta pareciese. La confianza es algo muy necesario para un mago, sean cuales sean sus habilidades mágicas.
Tres días después puse en marcha hacia el sur a casi todo el mundo del que disponía. Mis halcones me habían informado de un pequeño detalle la mar de desagradable, al menos un centenar de nuevos mercenarios se habían unido al contingente ya existente... con lo que se habían repuesto las bajas que causamos sobre ellos, decidí que era hora de tomárnoslo en serio, ya que por otro lado el momento de mi reunión en el templo con cierto Dragón se acercaba.
Una importante caravana de agua fue nuestra primera víctima. La veintena de soldados y conductores que iban en ella fueron muertos y todo el material que llevaban (barriles) destruido, los animales también fueron sacrificados, ya que los Nauruem no los usaban. El grupo enviado para verificar si había algún problema con el retraso de la caravana también desapareció, sus doce soldados cayeron víctimas de los dardos de las ballestas de las mujeres Nauruem... Todos estas bajas fueron retiradas de donde cayeron y enterradas a cierta distancia, sembrando de este modo el nerviosismo y la paranoia en nuestros contrarios, yo era consciente que lo peor de todo no eran la bajas, sino la falta de información sobre lo que pudiese haber pasado con esos soldados que habían desaparecido sin dejar rastro, con esto además pretendía conseguir tiempo para que los guerreros alcanzasen sus posiciones.
Tres días después de esto ya tenía apostadas en el borde de la jungla a casi cien ballesteras, listas para obedecer mis órdenes. Tres días tardo en suceder lo que yo esperaba, las puertas se abrieron para dejar salir una nueva patrulla en busca de agua compuesta de una veintena de soldados esta vez... a mi orden todas las mujeres tomaron sus blancos entre la patrulla y los soldados de guardia. Casi cien dardos partieron de la jungla alcanzando casi todos su blancos con diversa fortuna... de unos treinta y cinco blancos posibles el resultado fue del cien por cien de efectividad, todos los soldados fueron alcanzados. Diez fueron muertos y el resto heridos de más o menos gravedad.
Vi salir por la puerta unos minutos después al menos a doscientos soldados a la carrera hacia la selva, entonces di orden a las mujeres de empezar a correr tras una última salva con los dardos que habían cargado mientras esperaban, alcanzaron una docena más de soldados, dejándolos tendidos en el suelo. Esta vez la cosa iba a ser algo diferente para los perseguidores, esta vez no se iban a encontrar con algún que otro guerrero suelto para enlentecerlos... Tres horas después de estar corriendo tras las mujeres mientras estas procuraban mantenerse dentro de determinada distancia para no desanimarlos, se encontraron de golpe frente a un muro de más de tres mil guerreros Nauruem que les estaban esperando. Sus flechas los barrieron por completo, los que intentaron escapar corriendo se encontraron que los Nauruem los dieron caza sin piedad, durante todo el camino habían pasado bajo casi dos centenares de guerreros Nauruem armados con arcos que estaban ocultos en lo más alto de los arboles, fueron tirando sus flechas siempre contra alguno de los últimos guerreros que pasaban bajo ellos. Los soldados estaban asustados, además de cansados y los Nauruem no, estos parecían perfectamente conscientes de todo lo que hacían al perseguirlos o depararles desde los arboles, cazándolos uno a uno... no creo que llegara tras las murallas de nuevo más de una docena de supervivientes... Los Nauruem apenas tuvieron cuarenta bajas y lo más importante, solo fueron heridos, ningún muerto.
La fuerza militar del asentamiento había quedado bajo mínimos, calculaba que no debía de pasar de cincuenta o sesenta soldados útiles de los que disponían. Trace mis planes para tres noches después, el asentamiento estaba rodeado por guerreros y ballesteras. Durante tres días las ballesteras se encargaron de que nadie olvidase que los Nauruem estaban allí afuera, según se asomaba alguien, rápidamente un proyectil salía en su busca. Mientras los Nauruem habían traído hasta una cala cercana casi medio centenar de sus canoas más grandes, cada una podría llevar fácilmente una decena de Nauruem.
El siguiente movimiento fue el definitivo para el asentamiento, por la noche montamos en las canoas... una docena de brujos, seis sacerdotisas, treinta ballesteras y unos cuatrocientos guerreros. Con los remos envueltos en pieles para evitar hacer ruido entramos en la bahía del emplazamiento pegados a la costa. Tal y como yo suponía la presencia de patrullas fuera de las murallas era completamente nula... todos los soldados disponibles debían de estar en ellas o en sus cercanías descansando.
Yo fui por delante, seguido de cerca por cinco ballesteras a pocos pasos. Nada mas meterme por un callejón me tope con un distraído marinero por las pintas, estaba orinando y no tuvo tiempo de decir ni media, una de mis dagas Khlomn se encargo de él. Sin más contratiempo llegamos donde yo pretendía, desde allí fui moviéndome distribuyendo grupos de cinco ballesteras escoltadas por cinco guerreros, el resto los dispuse en zonas desde donde acceder rápidamente a las murallas, con especial interés en donde estaban las poleas que movían las grandes puertas de la muralla.
Gracias a los halcones también tenía más o menos localizado el barracón donde descansaban los soldados que no estaban de guardia en las murallas. Sesenta guerreros Nauruem fueron dispuestos para hacerse cargo de ellos cuando diese la señal, entrarían rápidamente por las tres puertas de acceso que este tenía con instrucciones precisas de cómo actuar. Yo me adelante a una posición donde me pudiese asegurar de que los tres soldados que controlaban las poleas de las puertas no pudiesen destruirlas. Cuando di la orden de ataque las ballesteras dispararon contra los guardias, alcanzándolos a todos, tras eso los guerrero se lanzaron al asalto de la muralla junto con el barracón mientras yo remataba a los tres soldados y abría las puertas del emplazamiento.
Vi por encima del parapeto de la muralla como los guerreros Nauruem avanzaban a todo correr con dirección a la puerta, entrando por ella solo unos minutos después, siguiendo mis órdenes todas las ballesteras subieron a las murallas para hacer su trabajo desde allí. Pelotones de 20 guerreros ocuparon los accesos a las mismas con orden de defenderlos, aunque no fue necesario ya que al terminar con los escasos mercenarios que quedaban de forma tan expeditiva anulamos cualquier posible reacción seria u organizada contra nosotros. Dos barcos intentaron huir por el paso atraves del arrecife, uno lo logro, el otro toco con el fondo destrozándoselo y se hundió apenas un poco más adelante. Todos los que estaban en el emplazamiento fueron pasados a cuchillo... afortunadamente no había mujeres ni niños, aunque niños sabia más o menos con seguridad que no había, supuse que todas las prostitutas que si que debía de haber habido allí, mas las mujeres de los mandamases, debían de estar en alguno de aquellos dos barcos que escapaban de allí.
Si no me equivocaba mucho en cuestión de más o menos un mes desde que el barco que escapo informase, llegaría la respuesta de la Corporación Comercial Tholinsen por este desastre, y sin dura su respuesta seria virulenta... debía de preparar a los Nauruem para lo que se les avecinaba. Les deje festejar el éxito esa noche, pero al día siguiente empecé a trabajar con ellos en la bahía. A la pregunta de los jefes y Jhorka de cómo pensaba que podríamos impedir que regresaran, señale las murallas y después el centro del paso del arrecife... solo dije, "muy fácil, usando los bloques de piedra de la muralla para cerrar el paso por el arrecife... eso dejara a los grandes barcos fuera de su refugio natural, exponiéndolos a la inclemencia del tiempo... eso haría que el emplazamiento deje de ser importante para ellos como situación estratégica y muy complicado de mantener.
Puse a los guerreros a extraer los enormes bloques de piedra de las murallas procurando no destrozarlos, llevarlos a las canoas y desde estas tirarlos al canal de acceso más profundo... según mis cálculos había piedra más que suficiente como para sellar el canal y que ningún barco de gran calado pudiese entrar por el sin quedar desfondado por el impacto... algo que sin duda veríamos cuando la Corporación Tholinsen regresase. También les ayude a desmontar las dos Balistas que tenían en lo alto de sendas torres que enfocaban hacia la bahía, desde allí podían tirar contra cualquier barco que cruzase por el canal. Una vez desmontadas y en tierra, volví a hacer que las montasen de nuevo, después que probasen como se usaban... vi como se afanaban en intentar ver como poder transpórtalas de un sitio a otro de la forma más rápida, ya que vieron la utilidad que estas podían tener para ellos en caso de que algo así volviese a suceder.
Un mes y quince días después de haber tomado el asentamiento, habíamos desmontado la muralla piedra a piedra y tirado esta sobre el canal. Me basto bucear un poco por la zona para ver que el canal definitivamente había sido cerrado con las piedras. Después de esto quemamos todo el asentamiento e hice que los Nauruem se retirasen a la jungla, también que las canoas fuesen desplazadas tres o cuatro días hacia el norte y después en algún sitio seguro fuesen sacadas a tierra y escondidas. No quería que si a algún barco cuando llegase le daba por rodear la isla encontrara alguna canoa y pudiesen capturar a nadie, no quería que tuviesen ningún dato sobre las aguas que nos rodeaban, y algún otro emplazamiento relativamente seguro.
Después de organizarlo todo, de situar por la costa cercana centinelas que me informasen de donde aparecían barcos, aunque yo estaba seguro que cuando hicieras su aparición, estos irían directos a la bahía del emplazamiento, pero preferí curarme en salud. Tampoco quise usar mi magia, considere que era importante que los propios Nauruem se encargasen de la vigilancia, no quería que se confiasen, tampoco que cualquiera de sus brujos pudiese averiguar el alcance real de mi poder. Una vez en el campamento en la jungla, me fui a dar una vuelta para despejarme un poco encontrándome con que Diera me había estado siguiendo. Cuando le pregunte si deseaba alguna cosa, por toda contestación se lanzo a por mí, cayendo los dos al suelo... su boca busco la mia mientras sus manos se abalanzaron sobre mi miembro, sacándolo de su encierro, levantándose su túnica, poniéndose sobre mi y empalándose ella misma a toda velocidad, tardo ella menos en hacerlo que yo ahora en contarlo... me dejo asombrado su fogosidad.
Estuvo moviéndose sobre mí durante unos minutos mientras me besaba y acariciaba. No tardo mucho en alcanzar su orgasmo, a punto estuvo de lograr arrastrarme con ella al mismo tiempo, solo tuve que dar unos cuantos empujones mas mientras estaba derrengada sobre mí para también terminar dentro de ella. Después de recuperarme del orgasmo la abrace contra mí, dándole besitos en la cabeza, sobre el pelo. Minutos después nos levantamos los dos y estuvimos un buen rato paseando mientras hablábamos… también de paso estuve indicándola ciertos ejercicios a petición propia para mejorar su concentración a la hora de conjurar magia, como ella lo denominaba.
Cuando regresamos y Diera se marcho a su sitio para dormir, me sorprendió ver que Jhorka acudía a verme ya que pensé que estaría en la aldea y no en aquel campamento, me pidió de ir los dos a dar una vuelta para hablar a solas, cosa que me sorprendió…
- Jhorka : ¿Qué tal con Diera? ¿Ha sido satisfactorio?
- Val : No entiendo exactamente a que te refieres Jhorka, si me he acostado con Diera no ha sido porque sea una aprendiz y por matar el tiempo, sino porque realmente me apetecía por ser ella…
- Jhorka : No me refería a eso, pero por tu respuesta veo que no te ha dicho nada…
- Val : ¿Decirme que?
- Jhorka : ¿Que sabes de las sacerdotisas de los Nauruem?
- Val : Lo cierto es que no mucho, se a lo que os dedicáis y en que os especializáis, pero realmente poco mas…
- Jhorka : Conoces la presencia del consejo de Jefes de los Nauruem, como funciona y donde esta, ¿no?
- Val : Si, se que está en el Norte, (Indique el lugar exacto) también se que cualquier jefe que sea nombrado para el consejo debe de dejar su aldea para irse a vivir allí, a aquella aldea…
- Jhorka : Igual pasa con nosotras, la gran sacerdotisa vive también allí, también es en esa aldea donde se reúne nuestro consejo, por… (Le interrumpí)
- Val : Pero sigo sin entender a que viene todo esto, la verdad.
- Jhorka : A eso iba Val, he refrendado a Diera como sacerdotisa, algo necesario para cualquiera que quiera ser una de nosotras. Se necesita el respaldo de una Sacerdotisa de cierta experiencia para que pase a ser probada por el consejo con vistas a unirse a nosotras… deberá estar un año en esa aldea sin poder salir de allí o ver a nadie ajeno a la misma hasta ser confirmada como una de las nuestras, o bien, ser rechazada por la Gran Sacerdotisa.
- Val : Ya, solo quería despedirse de mi entonces… ya que no me vera hasta dentro de un año como mínimo, y eso si sigo en el templo, claro.
- Jhorka : Mas o menos si
- Val : ¿Mas o menos?
- Jhorka : Es muy extraño que una sacerdotisa sea reenviada a su aldea tras ser aceptada, normalmente no se hace así, se le envía a otra que este alejada, además se le prohíbe expresamente volver a ella durante cierto tiempo. Lo mínimo suelen ser cinco años, de ese modo se pretende que la sacerdotisa suelte amarras con sus conocidos, ya que pasara a ser cosa de todos los Nauruem, y no solo de su aldea… Una sacerdotisa solo es devuelta tras su prueba a su propia aldea en casos muy, muy excepcionales…
- Val : Deduzco por lo que me dices que su despedida es entonces en firme, no nos volveremos a ver salvo que yo la buscase o lograse que fuese lo suficientemente importante como para que en el consejo la devolviesen de regreso contigo tras su aceptación, ¿a eso te referías, no?
- Jhorka : Jajajajaja… la verdad es que si… Diera es en primer lugar toda una belleza, de modo que muchos jefes y guerreros querrán que esté en su aldea por motivos obvios, pero además gracias a tus enseñanzas en estos escasos meses, sus poderes curativos se han despertado de un modo asombroso… es muy, muy, muy buena, igual que sus poderes místicos adivinatorios, también se han desarrollado muchísimo… lo que la hace aun más deseable para todas las aldeas…
- Val : Y tú la quieres contigo para poder adiestrarla y que sea tu sucesora, ¿no?
- Jhorka : Tal y como tú lo cuentas, además, se lleva muy bien contigo y sé que cuando estés por aquí no tendrías muchos problemas en ir perfeccionando sus aptitudes mágicas, algo muy importante para nosotras a medio y largo plazo… como ves el quererla conmigo no es por nada altruista… si tu pudieses hacer algo… bueno… el consejo seguro que se lo pensaría detenidamente…
- Val : Vale Jhorka, comprendido, ser la sacerdotisa es un cargo de importancia e influencia en una aldea, la vuestra es la más cercana al Templo y la que se ocuparía de mantener a la gente alejada de él… La presencia de Diera también iría en mi interés, sin olvidar además de mi actual influencia personal sobre todas las aldeas del Sur y el que estas también se terminarían beneficiando de su presencia aquí… Mi apoyo a Diera la convertiría en alguien de importancia suficiente como para que la mantuviesen contigo… De acuerdo, mirare como hacerlo Jhorka, creo que al menos eso te lo debo por mantener mi secreto, ¿Verdad? (le guiñe un ojo)
- Jhorka : Desde luego que si (riéndose a carcajada limpia)
De su cara desapareció la tensión y se reflejo un profundo relax al conseguir su objetivo. De hecho estaba bastante de acuerdo con sus apreciaciones, Diera me podía ser muy útil en la aldea de la zona del Templo por varias razones, incluido ciertamente el sexo. Pero aun me interesaba más si empezaba a desarrollar sus poderes, que eran francamente fuertes, más de lo que pudiese creer Jhorka en esos momentos. También era cierto que si bien yo podría desarrollar sus poderes curativos que podrían serme muy útiles, no podría hacer lo mismo con sus poderes o capacidad de prescencia y adivinación… eso escapaba a mis conocimientos, ya que no eran un poder que yo tuviese o dominase precisamente. Pero eso si entraba dentro de la especialización de la propia Jhorka.
Al dia siguiente llego un alarmante mensaje de los vigilantes que dejamos en la costa en la zona del emplazamiento, según transmitieron, se divisaban barcos en el horizonte con rumbo a la isla. Cuando dos horas después llegamos desde el campamento de los guerreros, estos eran ya perfectamente visibles, y efectivamente no había dudas de ningún tipo con respecto a su rumbo, directo al antiguo emplazamiento. Eran un total de al menos quince barcos de gran calado por lo que vi, lance rápidamente tres halcones para ver los barcos de cerca y fue más o menos lo que supuse que seria, aunque con alguna particularidad que no me esperaba.
Atraves de los ojos de los halcones vi como esos barcos llegaban dispuestos a poner de nuevo en marcha el emplazamiento, transportaban tropas y vituallas, también llevaban algunos magos según aprecie y algo que no me esperaba de ningún modo, ¡¡¡llevaban incluso caballería…!!! Algo de género estúpido dada la espesura de la jungla en cuanto te internases unos pocos kilómetros… claro que había que llegar a internarse esa distancia… Según mis cálculos por lo que vi atraves de mis aves, debían de ser unos cien jinetes y unos quizá mil o mil trescientos infantes. Era consciente que esos barcos pese a la distancia que habrían recorrido desde su Isla de origen, podrían llevar el triple de tropas, incluso puede que el cuádruple, por lo que ese pequeño ejército debía de ir muy bien surtido de todo… Yo de ser el general hubiese intentado de llevar el material necesario para la construcción inicial de un pequeño fuerte… después lo ampliaría, pero para los primeros días eso sería vital, teniendo en cuenta que me habrían informado los que escaparon de un ataque realizado por unos pocos miles de guerreros Nauruem… si volvían a aparecer y pillasen al ejercito durmiendo al descubierto… el resultado ciertamente sería fácil de predecir.
Afortunadamente cuando me fui a toda prisa hacia la costa, di ordenes de que me siguiesen en el acto cien ballesteras y unos doscientos guerreros, también que trescientos guerreros mas tomasen posiciones para cubrir nuestra retirada por si las moscas a una hora de la costa… el resto se quedo en el campamento a la espera de más ordenes. Nos pusimos en las posiciones que preparamos para esta eventualidad, estábamos cubiertos de tierra, metidos en unos hoyos cavados en la tierra y tapados por unas trampillas de fibra trenzadas que nos permitía pasar desapercibidos, algo que preparamos antes de retirarnos tras taponar el canal en el arrecife.
El primer barco enfilo la entrada del paso del arrecife… cuando entro en él se escucho un fortísimo sonido de madera al crujir, su fondo acababa de chocar contra las piedras que lanzamos en el canal… el barco logro pasar, solo para hundirse unos metros más adelante completamente desfondado. El resto de barcos lanzo sus anclas de forma brusca e intento invertir e incluso llegaron a soltar por completo sus velas en un intento de frenar o desviarse de la entrada del canal… fue un caos, dos de los barcos chocaron entre ellos dañándose seriamente, lanzando un buen número de hombres por la borda debido a la violencia del choque.
Del barco hundido apenas cuarenta marineros lograron llegar a la orilla, quedando tumbados sobre ella recuperando el resuello… los soldados que transportaban se vieron arrastrados al fondo debido a su pesado equipo. Todos ellos llevaban puestas sus armaduras ya que se estaban preparando para desembarcar… solo cinco lograron deshacerse de ellas y nadar junto a los marineros de los barcos. No permití que nadie disparase ni una sola flecha… De los restantes barcos empezaron a partir chalupas y pequeños aunque largos botes cargados de soldados con rumbo a la playa de la bahía, justo hacia donde estaban los náufragos y nosotros.
Cuando la mayor parte de los botes estuvieron al alcance de los arcos de los guerreros di la orden de abrir fuego, los arqueros se encargaron de los náufragos y las ballesteras escogieron como blanco a los remeros de los botes. Tras la primera descarga de flechas, todos los náufragos habían caído y más de la mitad de los remeros junto a varios soldados, lo peor fue que perdieron aproximadamente la mitad de los remos al no ir sujetos a la borda de las embarcaciones, al caer el marino que lo sostenía este fue directo al agua. Tras la segunda descarga de flechas de los arcos di orden de retirada hacia la jungla previendo que los barcos no tardarían mucho en destrabar y poder usar sus catapultas, poco después de empezar a correr empezaron a caer piedras en la zona donde habíamos estado antes, para cuando quisieron cambiar su blanco nosotros ya estábamos fuera de alcance.
No fue un mal encontronazo, los Nauruem tres tobillos torcidos por tropezones al correr hacia la jungla, y la corporación Tholinsen por su parte había perdido un barco con toda su carga y tripulación, también había perdido casi un centenar de marinos en los botes y al menos dos centenares de soldados ahogados al volcar varios de ellos… En un bote cargado de hombres con armaduras, que estos se muevan a la vez para cubrirse en la misma dirección, que se abalancen sobre la borda expuesta para juntar sus escudos y formar un muro… desgraciadamente para ellos, si se hace eso, debido al repentino peso sobre una sola borda, el bote tiende a volcarse… También ocurre que un soldado con armadura y escudo de madera reforzado con metal amarrado al brazo lo tiene un pelín complicado para poder nadar o deshacerse del peso con suficiente rapidez.
La orden fue que todo el mundo se retirase al campamento, allí solo permanecí yo, Diera, las diez ballesteras más precisas y veinte de los mejores guerreros. Hubiese querido quedarme solo, pero no me lo permitieron, los dos jefes que nos habían acompañado decidieron que serian mi escolta y respondería por mi vida… me resulto gracioso, descubrí que me consideraban alguien imprescindible para poder derrotar a sus enemigos, esos guerreros y ballesteras se habían quedado por si había problemas conseguirme el tiempo necesario para huir...
Pensé con ironía, que lo cierto es que esas personas en realidad al quedarse conmigo, estaban mucho mas a salvo que los que estaban en el campamento. No podía andar perdiendo mucho más tiempo con este problema, se acercaba el momento de mi encuentro con cierto Dragón, así que tenía claro que de tener problemas serios si me quedaba allí solo, no dudaría ni un instante en convocar a los Khulgan y eso supondría el final instantáneo del problema, porque una vez convocados les dejaría divertirse con los mercenarios y la flota enemiga. Pero de momento no había llegado a esos extremos, y aun me quedaba tiempo suficiente como para hacer que los Nauruem se encargasen de estos nuevos blancos con armadura que habían enviado a morir a la isla.
CONTINUARA