Crónicas de Vhaalzord - Libro 10 - 3

Val recupera la memoria por completo de un modo un tanto brusco. También recibe un importante mensaje de un viejo conocido, importante aunque ciertamente preocupante.

CRONICAS DE VHAALZORD

Libro - 10

Capitulo- 3

La caravana a la ciudad de Shurpel se puso en marcha llevándome una nueva sorpresa, resulta que cuando pasábamos cerca de la Torre de Khaabar salieron una veintena de soldados con un oficial para según ellos cobrar los impuestos de transito de una caravana comercial... lo que en mi opinión suponía un robo en toda regla. No obstante el jefe de la caravana pago todo lo que le pidieron por poder pasar hasta Shurpel. No soy tonto, de modo que supuse que al regreso pasaría mas de lo mismo... menuda panda de ladrones.

Estuve tentado de colarme por la noche en la torre y hacer una carnicería con esa pandilla de mangantes que se hacían pasar por soldados, pero desistí por completo de ello, excesivamente peligroso para no lograr absolutamente nada con ello… por un lado eran casi tres centenares y por otro solo atraería muchos más soldados.

Entramos en la ciudad de Shurpel por la puerta Sur conduciendo nuestros carros lentamente por medio hasta el mercado de la misma. Una vez allí me pedí, no tenía ni idea de cómo funcionaba aquello, yo solo veía a gente gritando en todas direcciones e intercambiando mercancías, me pareció un autentico caos. Montamos un pequeño campamento en las afueras de la ciudad, junto a sus murallas, usando los carros para dormir por las noches.

Por lo que supe toda la mercancía había sido depositada en los almacenes del mercado, una vez que estuviesen allí por lo que me contaron saldrían a subasta, el mercado recibiría entre un 5 y un 10% del total negociado, pero aun así en este mercado se sacaban unos precio muchísimo mas altos que los de los negociantes. Después de vender nuestros productos es cuando se miraría de conseguir todo lo que nos habían pedido en la aldea, y esa era la parte más ardua y conflictiva de todas.

Al día siguiente pude ver como se vendían nuestras mercancías, aunque mentiría si pudiese explicar el proceso, porque realmente no tengo ni idea de que fue lo que sucedió. Al llegar la noche salimos de allí con una muy jugosa cantidad de dinero, todo el mundo decidió de ir a divertirse a algunos locales de la ciudad, pero a tres de nosotros, a los dos más jóvenes y el Sr. Murzon, un amable anciano que se dedicaba durante todo al año a fabricar quesos en su casa. Todo el mundo se fue en una dirección mientras que nosotros tres nos fuimos en la contraria.

Fue un error sin duda, cuando salimos del mercado íbamos unos cuarenta o por ahí, pero al separarnos solo nos quedamos tres y lo peor es que llevábamos el dinero de todo el mundo, una cantidad fabulosa. Note que nos empezaban a seguir unos sujetos de aspecto digamos que preocupante. El Sr. Murzon nos metió en un callejón, que es justo lo último que debe de hacerse y así nos fue. Entramos y nos dieron el alto casi de inmediato, lo que provoco que saliésemos corriendo...

Fue lo último que recuerdo, lo siguiente fue levantarme del suelo con un terrorífico dolor de cabeza... mirar a mi alrededor para ver tumbado al Sr. Murzon y a Pipper, el otro chico que había venido con nosotros. Ambos estaban heridos y francamente tenían mal aspecto, muy, muy mal aspecto. A mí me debían de haber golpeado con algo en la cabeza nada mas empezamos a correr, puesto que solo apreciaba la sangre que bajaba por mi cara, pero a los otros dos no, a ellos los habían acuchillado y estaban muy graves. La parte buena es que ambos tuvieron muchísima suerte de no haber muerto en el acto y de que yo me recuperase como lo hice. Por otro lado los asaltantes tuvieron malísima suerte al golpearme en la cabeza... no sé muy bien si me salve porque me dieron mal, o por mi aparente capacidad de recuperación casi mágica… o más bien sin casi, sin duda mágica del todo. Por otro lado, según pude deducir, el palazo que recibí tuvo un efecto inesperado, termino de recuperar mi memoria por completo... o casi, de eso no estaba muy seguro aun… Pero ahora sí que tenia clara una cosa, yo era Vhaalzord, precisamente ese de la leyenda por la que el viejo Tok me impidió llamarme de ese modo… También estaba meridianamente claro, que alguien se iba a arrepentir de habernos atracado… y que cuando regresáramos a la aldea, lo del nuevo peaje de regreso… bueno, de eso ya veríamos que pasaba cuando lo pidieran y yo me negara en redondo, variamos cuántos de esos soldados podrían escapar a mi ira.

Realice varios conjuros sobre ambos con intención de sanarlos y evitar sus muertes. Después de eso conseguí ayuda para trasladarlos a sus carros. Nos habían limpiado por completo, cuando llegue con ambos todo el mundo estaba allí, empezaban a organizarse en grupos para ir a buscarnos, temiendo que anduviésemos borrachos por algún local. Lo sucedido fue una enorme conmoción para todos, ya que nos habían robado el dinero de todos y cada uno de los miembros de la aldea.

Los tres hombres que dirigían la caravana se reunieron conmigo para informarme que iríamos al día siguiente a ver al alguacil para presentar la denuncia, a ver si con suerte lograban dar con los ladrones y recuperábamos parte del dinero. No me opuse a ello, pero ciertamente era consciente de que el alguacil no lograría ni lo más mínimo, en cambio yo conocía otros medios de lograr nuestro objetivo. Tras la denuncia, en la que al alguacil solo le falto reírse de nosotros y a mí un pelo para degollarlo por imbécil, volvíamos a la caravana cabizbajos cuando vi a una preciosa mujer entrar en un local de diversión, ni cortó ni perezoso me fui tras ella sin decir ni media a mis compañeros.

Entre en el local seguido de los otros tres que venían tras de mi sin saber exactamente que pensaba hacer... Nada más entrar vi a Shelby sentada en una mesa junto con un hombre al que parecían estar rindiendo cuentas el propietario del local. Me plante ante ella... rogándola de la forma más educada que me atendiera unos instantes... algo que parece que no fue del agrado de sus acompañantes, vi como se me quedaba mirando fijamente intentando recordar, cuando la interpele tenía claro que no me reconocería ya que habían pasado bastantes años desde que nos vimos la última vez, pero por su gesto creo que vio algo en mi que le debió de resultar familiar, parecía estar intentando ubicarme.

El hombre que había ido con Shelby y al que todos parecían temer se puso gallito fue escuchar lo que dije para estar levantándose en el acto como un  resorte, parecía muy, muy, muy ofendido. Cuando vi sus intenciones de hacer algo desagradablemente drástico metí mis manos bajo la manga del otro brazo, cogiendo los extremos de la empuñadura de una daga Khlomn con cada una de mis manos, lista para partir en dirección a la garganta de alguien como solía ser lo más habitual.

Creo que fue ese gesto el que ella reconoció, porque entonces abrió enormemente los ojos y sujeto a su "hombre" por el brazo, obligándole a sentarse de nuevo...

- Shelby : ¿Val?

- Val : Si, soy yo, aunque ahora me llamo Garand...

- Shelby : Que alegría verte por aquí... ¿Te puedo ayudar en algo?

- Val : Lo cierto es que si... anoche alguien nos ataco por sorpresa para robarnos (Le di el lugar exacto y le explique los hechos). Como comprenderás ando un poco enfadado, he pensado que tu podrías lograr que nos devuelvan el dinero por las buenas... además espero que te encargues tú de tan agradables sujetos antes de que… (Me interrumpió de malas maneras el "hombre" de Shelby)

- Hombre : ¿Pero tú quien coño te crees que eres para hablar a mi mujer así? ¿Te voy a matar?

Tuvo la mala idea de sacar una larga daga... y lanzarse contra mí. Le cogí la muñeca, se la retorcí desarmándole, después quitándole la daga hice que extendiese su mano sobre la mesa y se la clave en ella con toda delicadeza. Di tan fuerte que la hoja del arma atravesó la madera junto con su mano. La razón de saber que no podían ser hombres de Shelby, o por lo menos saber que si lo eran, no estaba al corriente, es que era ella con su organización quien controlaba el mercado, y este tipo de ataques a los comerciantes que llevaban allí su mercancía, a la larga era contraproducente para el negocio... El mercado le dejaba muchísimo dinero con transacciones legales como para arriesgarse a perder esos beneficios por unas pocas monedas más, que además en buena parte de los casos, muchísimas de ellas quedaban en los juegos o las mujeres de los locales, que también eran controladas por Shelby.

- Val : Si para mañana no he recuperado el dinero me voy a enfadar mucho. Entonces me encargare yo mismo de solucionar el problema del robo e investigarlo.... ya sabes que suelo esmerarme en lo que hago, y como suelo hacerlo.

El memo se desclavo de la mesa dando un alarido por el dolor, e intento volver a por mí empuñando la daga con la otra mano. Ni me lo pensé, decidí ser mas explicito en mis términos con él, saque una de mis espadas sin moverme del sitio, le esquive y después le decapite. Como digo, en ningún momento me había movido de mi sitio para nada, ni salpique con su sangre a nadie, fue algo "limpio", profesional… digamos que para todos los presentes, quedo claro a que negocios debía de dedicarme yo…

- Shelby : (Miro el cuerpo de su hombre de paja con frialdad) Está bien, hagamos una cosa, dame 48h y veré que averiguo... pero si son de mis hombres yo misma me encargare de ellos...

- Val : Gracias... me parecer bien.

- Shelby : No me las des, prefiero no tenerte por aquí descontrolado, recuerdo perfectamente de que eres capaz y lo que pasa cuando tienes que obtener resultados, sueles crear muchos daños colaterales. Pero de todos modos cuídate porque seguro que al responsable de esto si se entera no le hará nada de gracia saber que le están buscando... de hecho tengo algunos elementos externos a nosotros a los que el imbécil que has matado no ha sabido controlar bien... y confieso que yo por mi parte también me he descuidado un pelín.

- Val : Por eso no te preocupes, pero si tienes interés en ellos y quieres que "conversemos", me dices quiénes son y yo me encargare de que no vuelvan a equivocarse nunca más de objetivos... pero a condición de que en estos entren también quienes me atracaron, junto por su puesto, la recuperación del dinero.

- Shelby : Haremos una cosa, yo te indico quienes son los que te atracaron, tu conversas con ellos además de con otros que yo te indicare, y de paso si no recuperas la totalidad del dinero yo te la completo junto con una generosa cantidad adicional por... digamos que tus servicios diplomáticos, ¿te parece?

- Val : Perfecto, me va perfecto... en 48h mas o manos vendré a verte...

- Shelby : De acuerdo... pero ves a mi casa mejor... así podremos hablar tranquilos y recordar viejos tiempos... mientras tanto daré ordenes para que nadie os moleste... seréis... "mis invitados".

- Val : Gracias... te lo agradezco de verdad...

- Shelby : (Se relamió) Eso espero que hagas... Val... eso espero...

Su mirada y sus gestos me dejaron muy claro a que parte de los viejos tiempos se refería junto con lo que esperaba de mi. Después de esto salí del local con mis tres más que asombrados compañeros. Me cosieron a preguntas según salimos del local en cuestión, empezando por preguntarme quien era esa atractiva mujer con la que había hablado. Les conteste diciendo que era una conocida mia de antes de perder la memoria, y era alguien de relativa importancia en los bajos fondos de la ciudad, que por eso había acudido a ella en busca de ayuda… luego vino la parte donde mate al estúpido eso, ahí me fue mas complicado contestarles. Por otro lado sabia que necesitaba esas 48h de margen, quizá incluso más, había recuperado mi memoria, creía que por completo, sin embargo había ciertos hechos que no estaban bien conmigo. Lo primero de todo, mi magia, digamos para que me entendáis que no la sentía como siempre, que no la sentía "correcta".

Esas 48h me dieron para mucho, logre sacar en claro alguna que otra cosa sobre lo que había sucedido conmigo en esta “muerte”. En primer lugar supe que ciertamente algo había cambiado conmigo, y no hablamos ya del tema de mi Shilkka, que también era otro punto. Sobre esta averigüe que de algún modo cuando me la clave lanzando el poder almacenado en ella contra mi propia magia, sin querer debí de usar también el poder propio imbuido en la cuchilla... generando algún tipo de relación entre ella, el sello, mi poder y mi propio cuerpo, o al menos eso sospechaba. El resultado era obvio, o bien ahora estaba integrada en el, o bien estaba en alguna especie de... digamos para que me entendáis, como un limbo mágico asociado a mi fuente interna de poder. En ese tiempo descubrí que tanto podía llamar a mi bastón, como a mi Shilkka directamente, sin necesidad de llamar al primero para luego acceder a la segunda. También descubrí cierto poder intrínseco en el bastón... descubrí que no era exactamente de madera, su actual dureza era superior a la del mejor acero, daba la impresión de que la hoja de la Shilkka se hubiese intrincado con su madera, concediéndole la enorme resistencia de su hoja mágica, hoja que ahora además estaba seguro que no era de metal, aunque no lograba identificar de que narices estaba hecha en realidad.

Mi magia había cambiado sustancialmente. Mi poder era indudable que había aumentado, mi capacidad de uso también, el sello lo sentía intacto y mucho más poderoso que originalmente cuando lo use, por lo que mi preocupación por que él pudiese llegar a controlarme, disminuyo muchos enteros. De hecho y para ser sincero del todo, no era capaz de sentirlo tras el sello, de no saber que el fragmento del Dios estaba ahí, hubiese pensado que ya no le tenía. También me encontré conque mi cuerpo se sanaba más rápido de lo normal, de hecho inmensamente más rápido de lo normal aun sin ayuda mágica, con ella su velocidad de curación o recuperación era exponencial. Mi fortaleza física también había sufrido un incremento sustancial al margen de que hubiese estado estos meses en los que no sabía quién era entrenando duro...

Mi magia por otro lado era más precisa y mucho más potente... para entendernos, mi capacidad de concentrar mi poder en alguna acción sin desperdiciar nada de lo que usase había mejorado en muchos aspectos, digamos que abstractos de su uso. También estaba el hecho de volver de la “muerte” sin acceso inmediato a mi memoria y sin estar bajo el control del Dios, al menos en los primeros momentos, algo que nunca antes había ocurrido... Quizá eso se debiese al sello, algo que si bien, de todos modos daba por bueno, me dejaba claro que ahora sí que el "morir" podía ser todo un problema, ya que en esta ocasión mi recuperación de la memoria había estado íntimamente ligada a poderosos golpes recibidos en mi cabeza, sobre todo del último, el cual por cierto, ahora sabia que debería de haberme matado en el acto al romperme el cráneo. Sin embargo por un lado me hizo recuperar la memoria y por otro mi herida junto con el hueso del cráneo sanaron en solo unas horas sin que quedase rastro de nada. Estaba claro que algo muy, muy, muy extraño estaba pasando conmigo... y podéis creerme si os digo que todo esto que os he contado solo era la parte buena de lo que había sacado en claro en estas horas que tuve de margen.

La parte mala, pero mala de verdad de estas 48h, fue averiguar que era la voz que oía desde que desperté... o más bien de quien era esa voz. Tan adorable voz pertenecía a R’halrhaz ... quizá el más poderoso y anciano de los Dragones. Para terminar de arreglarlo su mensaje era... digamos que a mi juicio problemático en extremo por diversas causas a la par que extraño. Decía así...

  • " Shaddin-Nur, te pido que por favor nos reunamos lo antes posible... soy R’halrhaz, el Nahkkar Negro "

El problema real con este mensaje, es que era la primera vez en más de 2.000 años que oía a un Dragón tratar de forma tan respetuosa a un humano, sobre todo a R’halrhaz , con el que me había encontrado en un par de ocasiones y nos habíamos tratado de matar mutuamente con extraordinaria alegría, el cual por cierto siempre me había hablado con más que evidente desprecio, llamándome "humano" a modo de insulto. Sin embargo su tono de voz (o lo que fuese) en esta ocasión era extremadamente respetuoso y formal...

Conozco lo bastante bien el lenguaje Draconiano y su "cultura", como para saber que un Nahkkar es un Gran Señor, en este caso R’halrhaz por lo que me decía, debía de ser el Gran Señor de los Dragones Negros... solo un escalón por debajo del Nahkkar Dragón, lo que más o menos en su mundo equivalía a su rey, y ese puesto por lo que yo sabía sobre ellos, estaba reservado exclusivamente a los dragones Dorados desde hacía más de 10.000 años. Sin embargo no tenía ni idea de lo que significaba Shaddin-Nur, era la primera vez que lo oía... aunque… no sé, digamos que algo me rondaba. Y la otra parte mala del mensaje, es que ese vocablo iba dirigido directamente a mí personalmente, lo que hizo que me preocupase aun más si cabe.

Otro problema añadido es que para poder hablar mentalmente con alguien, este tiene que ser primero receptivo, y segundo, ducho o por lo menos capaz de usar la magia, siendo la otra parte la que llevaría el peso mágico de la conversación. En este caso yo está claro que era mago, que mi pérdida de memoria posibilitaba que al estar sin protecciones mágicas alguien me pudiese hablar mentalmente sin los obstáculos habituales... el problema con R’halrhaz es que la magia Draconiana y la magia Humana eran completamente diferentes e incompatibles entre si... No deberíamos de poder hablarnos mentalmente de ninguna de las maneras, era antinatural del todo, iba contra todas las leyes de la magia, salvo claro, que R’halrhaz fuese capaz de usar la magia humana, aunque no la dominase... para esto no le haría falta, solo necesitaría la capacidad de poder usarla aun en mínimo grado, no la necesidad de  hacerlo realmente. Y dada su, sin duda larguísima longevidad, incluso lo de dominarla, incluso aunque solo fuese en parte, era algo que tampoco podía ser descartado del todo.

Pese a todo ello, lo cierto es que se había comunicado conmigo y me ponía en un serio dilema. Otra cosa que conozco de los Dragones, es su escrupuloso sentido del honor, un tanto particular si se quiere, pero terriblemente estricto, y negarme a lo que me pedía seria casi, casi, un insulto a nivel personal para él, algo por cierto muy, muy peligroso para mi... No tenía dudas de que lo más sensato sería aceptar su propuesta y citarlo en algún lugar que me beneficiase en caso de que tuviésemos problemas los dos, ya que otra cosa que había notado es que había dejado a mi elección el lugar para la reunión. También era consciente de que eso lo debía de haber hecho como muestra de buena voluntad por su parte, aunque el sitio que eligiese debería de reunir ciertos requisitos pese a todo, el principal que no pudiésemos ser descubiertos, eso era vital ya que los Dragones llevaban miles de años ocultándose de los humanos... aun así seguía estando preocupado por su frase y como la había pronunciado, ¿si solo supiese que querría decir eso que me había llamado?... Shaddin-Nur... ¿qué diantres significaría eso?

Como dije, esas 48h me dieron para mucho, lo primero fue dar explicaciones sobre mí en cuando llegamos al campamento. No me quedo otra que contarles quien era yo, fue un precioso y bonito cuento el que me invente. Eso sí, mi nombre paso de Garand a mi habitual Val... después de que lo escuchasen de Shelby no tenía sentido negarlo pese a que como Val ciertamente en Shurpel quizá pudiesen averiguar ciertas cosas sobre mí y a lo que "supuestamente" me dedicaba anteriormente... a ser un asesino, claro que los que anteriormente coincidieron conmigo, excepto Shelby, estaban casi todos muertos a mis manos.

Con nosotros habían venido Mirtha, Niara y algunas otras jóvenes del pueblo, de hecho habían venido todas las jóvenes comprendidas en determinadas edades que estaban solteras, de las cuales las dos primeras eran ciertamente de las más bellas. Tuve algún dolor de cabeza por culpa de ambas durante nuestra estancia en Shurpel. Está en el periodo de gracia de 48h que me pidió Shelby cuando vía a Mirtha acompañada de un hombre elegantemente vestido que la conducía a uno de los locales más elegantes de la ciudad. Lo cierto es que un burdel sigue siendo un burdel por muy lujoso que sea, y cualquiera con algo de "mundo" lo sabría a los diez minutos de entrar en él, desafortunadamente Mirtha por lo que sabía era la primera vez que acudía a la ciudad, igual que las demás jóvenes...

De hecho al principio no puede evitar preguntar el porqué narices habían tenido que venir todas ellas con nosotros. La respuesta fue muy clara, los soldados últimamente se pasaban mucho por las aldeas y en este viaje venían la mayoría de los hombres, no habían querido arriesgarse a dejarlas en el pueblo y que fuesen victimas de cualquier tropelía, aunque la idea inicial era que ellas permaneciesen únicamente en el campamento... algo ciertamente de una tierna ingenuidad por su parte, una vez tuviesen a su alcance Shurpel con todos sus secretos, no habría quien las retuviese en el campamento salvo que las atasen, pero bueno, que se le va a hacer.

Como digo, vi al sujeto entrando en uno de esos agradables locales acompañado por Mirtha. Si algo sabia distinguir era a un "reclutador", o dicho de otro modo, alguien que se dedicaba a surtir de mujeres los locales de ocio, fuese con esclavas, con jóvenes secuestradas, con problemas familiares o engañadas, como sin duda era este caso. Solo que en esta ocasión el atractivo reclutador había apuntado mal, lamentablemente mal al elegir a su víctima. Entre tras ellos procurando que Mirtha no me viese, vi como el agradable señor al hacia beber de forma continua mientras le hablaba al oído y ella se reía con una risita tonta que empezaba a sonar a risita ebria... a la hora de estar allí sentados vi como el hombre se levantaba y abrazaba a Mirtha, que se tambaleaba un poquito, para dirigirse a la trasera del local...

Sabía lo que sucedería después. Una vez llegasen atrás se follarìa a Mirtha salvo que fuese virgen, en ese caso directamente pondría su desfloramiento a la venta. En cualquier caso conocía perfectamente como operaban, si tenía tiempo para "conquistar" a la chica se la follarìa o sodomizaría únicamente según el caso, le compraría algunos detallitos y poco a poco la iría enamorando para cuando quisiese darse cuenta haberla convertido en una puta y siendo puesta "en servicio". Si como en el caso de Mirtha, no tuviese ese tiempo, la haría beber algo, lo justo para que no controlara y no pudiese oponer una resistencia eficaz, incluso puede que con ayuda de alguna droga. Luego él se la follarìa todo lo que pudiese para después llamar a unos cuantos "amigos" y que se la follasen entre varios a la vez, dejándola convertida en un autentico pingajo con todos sus agujeros dados de si... tan avergonzada por su comportamiento que no dudaría en seguir adelante con el por vergüenza a que su familia se enterase...

En el campo las relaciones sexuales entre jóvenes "casaderos" eran ciertamente algo "normal", pero solo hasta cierto punto (Con esta libertad no me refiero a la nobleza, ahí también existen pero es más peliagudo), otra cuestión es lo que ya se consideraría un nivel de "perversión"... entre lo que podía incluirse por ejemplo una orgia con varias personas a la vez, de saberse podría provocar el repudio además de no encontrar nunca un marido, y cuidado, que esto no era exclusivo del sexo femenino, las perversiones estaban igual de mal vistas en ambos sexos, especialmente estando la persona soltera. Como entenderéis después de que a Mirtha se la follase hasta el apuntador, con la amenaza de contárselo a los de su aldea... lo más probable es que pudiesen hacer con ella lo que les diera la gana, sin duda la convertirían en una puta que venderían a algún local fuera de Shurpel y toda esta región, lejos de donde estuviese su anterior vida.

En este caso se habían equivocado de persona al estar en cierto modo bajo mi protección. Con mucho disimulo me levante dirigiéndome hacia la parte trasera, colándome sin ser visto. Una vez allí fui tanteando puerta por puerta, pegando la cabeza para escuchar, y cuando no oía nada mandando una pequeña criatura por debajo de la misma para ver atraves de ella si Mirtha estaba allí. Por fin encontré la puerta de la habitación donde su acompañante se la había llevado... pude escuchar un poco...

- Hombre : Sujétala bien coño, haz que se esté quieta... (Sonaron un par de sonoros guantazos, seguido por un grito de Mirtha)

- Mirtha : Hijo de puta déjame... (Se le notaba con la voz pastosa y titubeante, sin duda algo drogada)

- Hombre : De eso nada zorra, dentro de poco será otra de mis putas...

- Mirtha : Eres un cabròn... jamás me doble... gare a ti...

- Hombre : Venga tu, tápale también la boca a esta guarra para que no grite...

- Mirtha : Uhmmmmmmm.... (Supuse que le habían metido o puesto algo en la boca para que no pudiese gritar o pedir socorro)

- Hombre : Yo me tumbo en la cama bajo ella, luego tú la enculas... no tengas consideración ninguna, se lo rompes, ¿entendiste?

- Hombre : Si, no te preocupes... le voy a rajar el culo a esta zorra, no me contendré, además que esta buenísima, menudo culazo que tiene... se he hace la boca agua solo de pensarlo...

Fue ahí cuando me incorpore y me puse serio. Entre dentro casi sin hacer ruido, vi como tenían a Mirtha clavada sobre el elegante hombre, mientras uno de los otros dos hombres de la habitación se disponía a perforarla el culo con un pedazo polla de un tamaño increíble... debía de tener unos 26 o 27 cm por unos ocho o nueve de grosor... realmente un arma terrible, si le metía eso sin duda la destrozaría el culo. El otro la sujetaba los brazos hacia atrás para evitar que pudiese resistirse. Puedo decir que aun en la situación que se encontraba, con la polla de su "amigo" ya dentro de ella, Mirtha estaba intentando zafarse como buenamente podía sin éxito.

Espere un poco, justo hasta que vi como el tío le ponía la punta de la polla en el culo y empezaba a empujar dentro de Mirtha, empezando a abrirla, fue entonces cuando me moví con mi Bastón negro en la mano... golpee en la cabeza al tío que estaba intentando destrozarla el culo dejándolo inconsciente, para ocuparme después del que la sujetaba... intento saltar a por mí, pero mi bastón también lo dejo sin sentido. El amigo de Mirtha fue de un espectáculo de humor... al ver lo que les sucedo a sus amigos se puso a chillar como una niña pequeña... lamentablemente la habitación estaba protegía por un conjuro de silencio que impedía que se escuchara casi nada fuera de ella.

Hice que Mirtha se situase a un lado... después me encargue de su amigo, le corte sus bolitas con un afiladísima Daga para después metérselas en la boca y hacer que se las tragara completamente acojona... mejor sería decir, completamente descojonado. Tuve también el enorme placer de cortarle el cuello en una esquinita, por aquello de que no lo pringara todo de sangre. A continuación me ocupe de sus dos compañeros, antes de empezar con las bolitas del principal responsable ya había hecho que recuperaran la consciencia para ir a encontrarse atados, desnudos y con el culo en pompa... deje que viesen perfectamente lo que le hacía a su compañero. Al de la enorme herramienta decidí darle de su propia medicina, rompí una mesa que había en la habitación separando sus patas del tablero... estas debían de tener unos 14 a 15 cm de grosor y una de ellas fue a terminar dentro del culo del amable "perforador". Al otro no le fue mucho mejor... ya que con este use a su compañero, hice que le enterrara su herramienta en el culo... mientras me ocupaba de dar un escarmiento a Mirtha por su estupidez.

Puse a ambos maromos a follarse... sin duda lo que le paso al de las bolitas tuvo mucho que ver en que ninguno de ambos dijese ni media y el perforador se la metiese a su amigo hasta las amígdalas, mientras la pata de la mesa se movía en su culo como si fuese el astil de una bandera al embestirle con fuerza, reventándole vivo y haciendo que diera auténticos alaridos de dolor. Mientras había puesto por la fuerza a Mirtha apoyada sobre la mesa, con el culo en pompa mirando en dirección a ellos, obligándola a verlos para después perforarla yo su trasero sin piedad como castigo... o eso pensaba en ese momento.

Lo cierto es que estuve fòllandomela durante casi diez minutos, reventándola el culo sin piedad, llevándola al orgasmo en dos ocasiones debido al morbo de estar viendo a sus violadores follando entre sí. Estuve embistiéndola con dureza, buscando causarla todo el dolor posible, pero eso solo fue al principio, luego con el morbo de ver a los otros dos empezó a alcanzar orgasmos escandalosos... Después de su culo, viendo lo excitada que estaba todavía se la metí sin piedad por el coño, notando como seguía disfrutando igual que cuando la rompía el culo... sus músculos empezaron a apretarme el pene según la embestía... llevándome a mi también a un devastador orgasmo a la vez que el de ella, su tercer orgasmo.

Una vez satisfecho de ese modo, me levante e hice que Mirtha también se levantase y se visitera, después la dije de irnos, saliendo ella primero, haciendo que se quedase junto a una ventana por la que le dije que saldríamos de allí. Antes de irme con ella degollé a los dos hombres mientras todavía estaban así enganchados... dejándolos allí para que los encontrasen cuando fueran a limpiar la habitación o cuando se diesen cuenta de lo mucho que tardaban con su nueva "zorrita". Salte por la ventana, ayudando desde fuera a Mirtha a salir... al llegar abajo me dijo con los ojos muy brillantes que había sido muy divertido. Entonces fue cuando le di mi opinión al respecto, mis dos guantazos sonaron como si la muralla de la ciudad se hubiese derrumbado... le explique detenidamente la falta de gracia de lo sucedido y lo que quería que ni ella ni ninguna otra de las chicas volviese a hacer, ella asintió con lagrimas en los ojos, con lagrimas de dolor resbalando por sus mejillas, con mis dos manos marcadas en los carrillos y con los mofletes muy hinchados debido a los guantazos... pero lo cierto es que no tuvo el menor problema en comprender y hacer el resto del viaje lo que le pedí... por lo menos ella, las otras...

CONTINURA