Crónicas de La Metarmofosis (3)

Para salvar a Sara Liam deberá raptar mujeres y experimentar con ellas, hasta que las cosas se salen de control.

Sin salida.

Hecho: Biotech es una corporación muy poderosa e influyente, hay dos opciones, cooperar o morir. El destino de Sara es, en dado caso terminar sus días como animal de experimentación para la nueva causa.

-Está loco, no me voy a prestar a eso-. Hablaba Liam perplejo. -Piénselo, es un trato que le da mucho margen de ganancias: 90,000 Euros al año, todo lo que necesite sin importar costos y mientras trabaje sus gastos corren por cuenta de mis socios-. Decía el misterioso representante de Biotech, un hombre alto de ojos azules, bigote y cabello cano.

-Es que no entiendo-. -¿Aún no?-. -No hay opción ¿verdad?-. -Siempre le queda morir-. Y Liam miraba con tristeza a Sara que yacía a sus pies acurrucada y soñolienta debido al tranquilizante que le había arponeado el tipo apenas entró.

-Ya le dije, su trabajo es simple, coopere con Hanz para poder usar la Chat-10 en mujeres, de forma rápida y simple; además tiene que adaptarla para que se mimeticen con otros animales-. -Me gustaría saber como va a ver la OMS su nuevo juguetito-. -No sea estúpido, Biotech no tiene nada que ver con esto, usted trabajará para Blasnork, a ellos les vendimos la fórmula-. Liam se quería morir, era el sobrenombre de un ala de mafiosos rusos. -No se alarme, en principio no tratará con ellos, todo lo hará con equipo de Biotech y algunos científicos "mercenarios", por así llamarle, además lo protegerán personas muy influyentes-. -¿Porqué a mi?-. El extraño lo miró un tanto divertido y respondió. -No queremos involucrar mas gente de la que ya está metida, en su caso lo involucró su amiga. Además por lo que hemos visto tiene bastante capacidad para este trabajo, sabemos todo sobre usted-. -No hay opción-. -Acepta entonces-. -Ya sabe mi única condición-.

Así había vendido prácticamente su alma, comprometido a optimizar la sustancia, Liam aceptó perfeccionarla a cambio de su vida y el bienestar de Sara.

Trabajaría con Hanz y otros científicos en un laboratorio de una remota provincia de Sudamérica, donde reinaba la impunidad, pero antes debería ver a Hanz y sus nuevos colegas. Sin embargo Sara sería llevada unos días a ser exhibida con los negociantes mafiosos y le sería devuelta supuestamente sana y salva; tal vez lo único bueno era la exorbitante suma de dinero y los lujos que iba a recibir.

Los Raptos.

Aquel día estaba lloviendo en la ciudad y Liam no había podido dormir bien en toda la noche, vería a Hanz a las 9 AM en una habitación de un hotel lujoso cercano a su apartamento. Estaba triste por Sara.

-Liam, supongo-. Dijo con energía el hombre joven que le abrió la puerta de la habitación, rubio mas bien algo bajo de estatura. Liam solo asintió con la cabeza.

-Bien, empecemos entonces: yo soy Hanz, ella es la doctora Nina Sparrow-. Dijo señalando a una guapísima mujer que estaba sentada en el bar del fondo. -Hola-. Dijo ella en medio de una audaz sonrisa. -Y el es Mijail, representante del Blasnork-. -Hola-. Fue el escueto saludo de Mijail. Hanz le entregó a Liam una copa. -Brindemos, por el futuro-. Nina la alzó en medio de grandes sonrisas, Liam la imitó por inercia y Mijail no hizo caso.

-Liam, me han pedido decirle que Sara está bien y que lo estará esperando en la Casa cuando llegué-. Dijo con brusquedad Mijail. -Hanz, solo mándeme las instrucciones-. Hanz asintió alegremente y haciendo una mecánica inclinación con la cabeza, Mijail salió de la habitación.

-Bien, ahora que el gorila se ha ido, podemos platicar con calma, de hecho solo vino a verificar la reunión-. Dijo Hanz. -Creía que abría más científicos-. -¿Mas?-. Musitó Hanz con una teatral admiración. -No, Liam los tres bastamos y sobramos-. -Bien dicho, he oído mucho sobre ti Liam-. Dijo riéndose Nina. -Pero yo no sobre ti-. Contestó este. -Doctora en bioquímica Nina Sparrow, oficialmente sin permiso para tocar un laboratorio-. -¿Y eso, porqué?-. -La acusaron de asesorar terroristas-. Dijo Hanz. -Eso nunca me lo probaron del todo, bueno, hasta cierto punto, de cualquier forma no pisé la prisión-. Liam no pudo evitar estremecerse al notar de que personajes estaba rodeado.

-¿Y que es exactamente lo que vamos a hacer?-. Dijo Liam queriendo cambiar de tema. -Es simple, la primera fase es raptar mujeres-. -¿Que? ¿Vamos a raptar mujeres?-. -¿Y con que esperas que trabajemos?-. Dijo mordazmente Nina. -¿Y no podrían proporcionárnoslas los del Blasnork?-. -No seas estúpido-. Replicó Nina. -Esos tipos quieren resultados con mujeres bellas no con cualquier ramera, por eso tu las y eliges y ellos te las dan-. -Necesitamos diez para empezar, yo tengo 5, pero tú nos debes de indicar 5 de este país, porque es más rápido y yo no conozco a nadie de aquí-. -Pero ¿a quién?-. -Liam quítate la venda de dulzura, solo dinos 5 mujeres que te exciten y que te gustaría ver fundidas con algún animal y ya, esto es porque si las hembras nos excitan seremos mas eficientes, eso ya lo comprobé en Suiza-.

La primera víctima fue una ex maestra de Liam; una cuarentona muy guapa, el fingió pasar a saludarla y una hora después, cuando salía a almorzar, un hombre corpulento le tapó la boca con un pañuelo y la subió en instantes a una vagoneta blanca.

La segunda y tercera víctimas, fueron sus compañeras de los laboratorios, las biólogas Stacy y Lorena que fueron asaltadas al llegar a sus respectivos hogares.

La cuarta fue una atractiva y rubia mesera de minifalda que los atendió en una cafetería. Desapareció sin ser vista.

No hubo tiempo de una quinta víctima, ya tenían que abordar el avión. -Hubo problemas con lo de las mujeres, y los familiares de una de tus ex compañeras están armando un alboroto, creo que sospechan de ti-. -Deben ser los papás de Stacy, nunca me quisieron-. -Vámonos-. Y mientras la policía trataba de localizar a Liam, este se encontraba volando en medio de la oscura noche hacia su destino.

La Casa.

Su destino era una enorme mansión flanqueada por altos muros con enredaderas en un área a las afueras de una pequeña ciudad rodeada de vegetación, al pie de las montañas. Era llamada la Casa, antigua y descuidada de los tiempo de la colonia española, pero espaciosa y prometía tener todo lo que pudieran necesitar.

Durante el trayecto final, Liam no pudo quitar su mirada del delicioso cuerpo de Nina, una castaña clara con largos rizos, pechos medianos pero macizos, unas nalgas envidiables para cualquier mujer y unas largas piernas bronceadas al igual que su demás cuerpo. Hacia calor y a ella se le había pegado el top verde a sus tetas resaltando sus pezones; su pantaloncito café corto apenas le dejaba espacio para mover sus piernas.

-Hace un calor del diablo aquí-. Dijo Nina y se descalzó, entonces sin el menor recato se acomodó dentro de la camioneta que los transportaba y puso sus pies desnudos directamente sobre los bultos de Hanz y Liam, dándoles un firme y erótico masaje.

Ellos no se contuvieron y ya le besaban los pies y las piernas con lujuria cuando llegaron a la Casa. -Lástima chicos, será después-. Dijo seductoramente ella mientras se ponía los tenis y bajaba de la camioneta dejándolos con una terrible erección.

De primera vista era un lugar normal, pero antiguo, húmedo y fresco en medio de aquel horrible calor. Subieron a las habitaciones y la alegría de Liam estalló al encontrar en una de ellas a Sara, mientras que esta saltaba para recibirlo, aparentemente se encontraba bien, pero parecía ya haber dado a luz porque ya no tenía pancita.

Solo al fondo del lugar encontraron en una especie de bajo nivel, un laboratorio de última generación. Hanz hizo un inventario, estaba todo lo que había pedido, esto sorprendió a Liam pues de verdad no reparaban en gastos comprando equipos de hasta millones.

Cuando Hanz vio a Sara se sorprendió con su nuevo aspecto, sin embargo ella no parecía reconocerlo, solo ronroneaba y se relegaba a Liam.

-Tan solo eso ya es un éxito, imagina si logramos acelerar el proceso o fusionar otros animales-. Dijo Nina. -¿Cuando llegan las hembras?-. Preguntó Liam. -Mañana, así que a trabajar, tenemos mucho que hacer-. -¿Ahora?-. Repuso Nina. -Si, ahora, solo nos cubrirán tres meses a no ser que entreguemos resultados-. -En ese caso manos a la obra-. Repuso Liam.

Llevó a Sara a su recámara y bajó al laboratorio, prepararon todo lo necesario para empezar a trabajar al otro día temprano apenas llegaran las hembras. Ocuparon el resto del día y parte de la noche en ponerse al corriente con lo que se había descubierto hasta entonces.

La Bienvenida.

Temprano a la siguiente mañana llegaron las hembras en una furgoneta negra con vidrios polarizados que entró hasta el jardín trasero, justo en una entrada del laboratorio.

Hanz había abierto las jaulas, 20 en total, espaciosas para 1 mujer cada una. Primero bajaron las de Hanz, 5 hermosísimas suizas, dos de ellas ex compañeras de el.

Venían amordazadas y encadenadas al cuello y las manos que llevaban a la espalda. Sus ex compañeras aún llevaban bata de laboratorio. Hanz les quitó las mordazas y estas empezaron de inmediato a soltar sonoros gritos e insultos hacia el. Igual la fue metiendo a sus celdas entre protestas y forcejeos, ayudado por Liam y Nina; bastaba con quitarles la cadena del cuello, las manos hizo que se las dejáramos encadenadas.

Después vinieron las de Liam, atadas de igual forma, cínicamente Liam imitando a Hanz les quitó la mordaza. -¡Desgraciado, hijo de puta! como pudiste hacernos esto-. Dijo Stacy; Liam la calló de una sonora bofetada que casi la tira al suelo. -Ahora yo te voy a enseñar a ti, Andrea-. Le dijo con sarcasmo a la rubia cuarentona que lo miraba con miedo. La mesera estaba como en shock y Lorena Sollozaba en silencio.

Los choferes rusos desaparecieron de inmediato con la furgoneta.

-Bienvenidas, señoritas, aunque pronto ya no van a serlo; verán la revolución femenina culmina cuando las devolvemos a ser las irracionales y calientes bestias que siempre han sido, mejor dicho las volvemos un típico objeto sexual. Con ayuda de una traidorcilla, ¿verdad Nina?-. Y Hanz se volvió a ver a Nina que sonreía malévolamente, continuó. -Abreviando, las vamos a volver unas putas bestias hambrientas de sexo-. Nina soltó una carcajada mientras que las ex compañeras de Hanz le gritaban en su idioma.

Entre risas Hanz les hablaba. -Bien, para probar la sustancia en mujeres embarazadas necesitamos una mujer embarazada-. -No hay-. Objetó Liam. -De eso me encargo yo-. Y dicho esto se acercó Hanz a una celda con una Suiza ex compañera y la abrió diciéndole algo en su idioma. Después ordenó a Liam y Nina desnudar a dos mujeres de las de Liam.

Se metió a la jaula la cerró e inyectó bruscamente algo en el culo de la rubia y escultural suiza. Después esta dejó de debatirse, le quitó las cadenas, la bata y le desgarró salvajemente la ropa, ella se quejaba con mucha dificultad.

Entonces se desnudó y con una erección terrible le abrió las piernas, la montó y la penetró violentamente. -Mira lo que ocasionas Nina, ve como me pusiste-.

Nina reía mientras los otros abrían la puerta de Andrea y ella retrocedía hasta el fondo de su jaula muerta de miedo. -No Liam, no por favor-. Liam la besó en la boca y empezó a hacer saltar los botones de su blusa, uno por uno.

Entre tanto Hanz gemía desesperado sobre su hembra haciéndola chocar con los barrotes de su jaula, producto de sus embestidas.

En cuanto se le reveló el sostén de Andrea a Liam, este se apresuró a desabrocharlo y a mamar sus tetas, mientras que Nina desnudaba a Lorena y para desagrado todavía mayor de esta, se la comía a besos.

Hanz soltó un gruñido, signo inequívoco que se estaba viniendo dentro de su hembra.

Liam mamaba la vagina de Andrea que tenía abierta de piernas ya desnuda y sentada en su jaula. Mientras que Nina nalgueaba a Lorena horriblemente.

Hanz ya repuesto besaba todo el cuerpo de su mujer y la volvía a montar. Acabando de mamar a Andrea Liam le inyectó la sustancia Chat-11 y Nina la nueva Fox-10 a Lorena.

En eso acabó Hanz con su Suiza y la dejó encerrada en su jaula. Los otros dos también las dejaron. Mientras que las restantes mujeres sollozaban en silencio.

Comenzaron con las que serían las pruebas de rutina, las pesaron, fotografiaron y demás. Al final les pusieron unos tazones con comida y agua en el piso de sus jaulas.

Aquella noche cenaron a lo grande los tres, eran asistidos por una servidumbre de tres elementos, dos mulatas y un cubano. Bastante "educados" por la organización, tenían prohibido entrar al laboratorio.

Para rematar la jornada Liam fornicó a Sara hasta el cansancio, cayendo dormido exhausto sobre sus tetas.

Lo Insondable.

Al otro día comenzaron a monitorear a Sara, parecía saludable y fuerte.

Era evidente que la Chat-10 no mermaba la salud al menos a corto plazo, sin embargo aceleraba los embarazos y el paradero del hijo de Sara seguía siendo un misterio.

Durante los siguientes días y después de violarla diario, la Suiza de Hanz quedó preñada y fue expuesta a la Fox-11.

-¿Que diferencias hay entre las series 10 y 11?-. Cuestionó Liam, después de convencerse que Hanz no iba a explicárselo a el y a Nina. -Es simple, la Fox-10 es una copia idéntica de la Chat-10, solo que hecha a partir de una especie de zorro, la serie 11 de ambas es una variante que espero las esterilice y evite las fuertes hemorragias menstruales-. -¿En que te basas?-. Respondió Liam. -En una corazonada, cambié una parte esencial de la molécula que parece ser la causa, de hecho es muy parecida a otros esteroides, por lo que creo que vamos en buen camino-. -Pensé que se trataba de acelerar el proceso-. Murmuró Nina. -Paciencia mujer, estoy por desarrollar la Serie-12 de ambas y lo mejor, un súper cóctel la CF-X, una combinación de las series-11 y 12 de ambas especies-. -¿Híbridos de zorro y gato doctor? ¡Genial!-. Y Nina rompió a reír.

-El hecho es este: tu Nina, monitorea a las hembra, Liam tú me ayudarás a terminar la series-12 y el híbrido, además de trabajar en una cura-. -¿Qué, para que quieren una cura?-. -No piensas en grande bombón, no faltará quien se arrepienta y busque una cura, para que dejar que otros la descubran y lucren si nosotros podemos-.

Todo se hablaba enfrente de las hembras que por su escándalo acabaron amordazadas. Ese mismo día constataron que Andrea ya no podía hablar y tenía los ojos y orejas mutadas, uñas y melena crecían ya con celeridad al igual que una cola. Esto hizo que Stacy se llenara de horror y se golpeara dando tumbos por toda la jaula.

Dos días después Lorena estaba muy mal, vomitó toda la noche anterior y tenía mucha fiebre y ronchas. Nina no pudo ayudarla con ningún medicamento.

La Suiza de Hanz ya estaba casi a la mitad del proceso de mutación y su embarazo parecía del sexto mes.

También en esos días Sara dio muestras de estar embarazada otra vez, después de ser cogida todos los días por Liam.

Estado de Emergencia

En menos de una semana Nina notó algo muy extraño, los últimos días se había roto el ritmo de trabajo. Los dos machos parecían no querer hacer nada, excepto fornicar; Hanz cogía a diario con otra de sus mujeres y Liam que se había visto privado de sexo por el acelerado embarazo de Sara (que rondaba el laboratorio para horror de las seis hembras pensantes) estaba al borde de la desesperación.

No pudo hacer entender a Hanz, que ni siquiera pareció prestarle atención. Le molestaba que ya ni siquiera se preocuparan por vestirse.

Fue a buscar a Liam, a quién encontró caminando errático por el jardín, desnudo y con el pene erecto.

-Liam!, estas loco, si no reaccionan nos van a matar ¿entiendes?-. Liam la volteó a ver, fuera de si. Sus habituales shorts caqui embarrados y su blusa de licra negra que resaltaba las tetas y sus pezones. Así que sin decirle nada se abalanzó sobre de ella, la tiró al pasto y de un jalón desgarró su blusa, al segundo bajó su sostén descubriendo unas enormes tetas que de inmediato comenzó a mamar.

Nina gritaba y pataleaba, entonces logró golpear a Liam en los huevos y salió corriendo al Laboratorio seguida por el. Entonces abrió la jaula de la otra ex compañera de Hanz, que sabía que a el lo excitaba.

Sin piedad le hundió la Fox-11 y la aventó contra Liam. Este de inmediato la desató; ella apenas se vio libre empezó a correr, pero Liam le dio alcance, la derribó y le desgarraba la ropa con desesperación. La chica lo golpeó asustada, pero el la golpeó durísimo en la cabeza, dejándola atontada, por lo que aprovechó para subirle la falda, abrirla de piernas, desgarrarle las bragas, montarla y poseerla.

Ella lloraba a gritos mientras el la cabalgaba endemoniadamente, sintiéndose en la gloria al cogerse tan espectacular hembra exuberante, rubia y voluptuosa. Rompió su blusa y su bata para morder sin piedad sus tetas. Los gritos de Liam eran animales.

Ella luchaba con fuerza para zafarse, pero en cuanto sintió el caliente chorro de semen de su violador en su interior, dejó de luchar comprendiendo que su violación estaba consumada y no quiso arriesgarse.

En cuanto se repuso Liam, terminó de desnudar a su nueva mujer y se la llevó a su habitación donde la volvió a montar y cabalgar varias veces hasta quedar exhausto.

Hanz lo imitó con su respectiva hembra. Nina se quedó llorando un largo rato hasta que la sacaron de su trance.

-¡Eres un perra estúpida!-. Le había gritado Stacy que se había quitado su mordaza. -Cállate-. -Lo reitero, eres una estúpida, esos idiotas están fuera de si, porque las hembras producen también feromonas mutadas, que solo deberían percibir los zorros o los gatos, pero como ahora están mezcladas, también los humanos-. -¿Que sabes tu bestia?-. -Soy bióloga, maldita y por si no te has dado cuenta llevo todos estos días escuchando lo que dicen, para esos cerdos nada importa ya excepto coger-. Nina rió amargamente. -Corrección, eras bióloga y pronto solo una zorra, de eso me encargo yo, además tan estúpida para encaminarme a una solución-. Dicho esto, la golpeó con una máquina de choques eléctricos y estando aturdida la volvió a amordazar.

Después de mucho pensar llegó a la conclusión que debería haber en el ambiente grandes cantidades de feromonas despedidas por las hembras, partículas segregadas por algunos animales para atraer una pareja y poder aparearse con ella.

Así concibió un plan...