Crónica Morbosa Presenta: Placer Carnal en Subway
Primero que nada me gustaría aclarar dos puntos, este relato es 100% real, pero desgraciadamente no me sucedió a mi, solo es una historia que me contó una fiel lectora de TodoRelatos para que la compartiera con todos ustedes, claro, con mi toque de locura, espero les guste.
Milagros es una Venezolana como pocas, divertida, activa e inteligente, que a sus 21 años recién cumplidos ya es una flamante Licenciada en Educación.
Sus 1,63mts de estatura hacen juego con su piel morena y aunque tiene el cabello corto y a la moda, sus grandes y apetecibles pechos, sus piernas y glúteos prominentes hacen que su figura sea voluptuosa y femenina.
Ella es novia de Gaby, otro ejemplo de la mujer Venezolana, bella e inteligente, es economista, su piel es aceitunada, de 1,65mts, muy delgada pero con sus atributos donde deben estar, siempre coqueta y muy atrevida.
Curiosamente ambas se conocieron casi al azar, gracias a una amistad en común, y el mismo día que se conocieron, sus personalidades atrevidas y llenas de vida las hicieron terminar en un cuarto de hotel, con dos botellas de ron y disfrutando del jacuzzi mientras hacían el amor.
Claro, no es esa la historia que les voy a contar... particularmente tengo que decir, que cuando me la contaron no pude evitar sentirme excitada de imaginar el escenario morboso que podría generar tener sexo en un lugar publico, y mi cuerpo reacciono casi de inmediato mojando mis pantis en plena jornada laboral.
Como podrán imaginar por el titulo, esta mi primera Crónica Morbosa sucedió hace aproximadamente un año, en una conocida franquicia de alimentos, Subway para ser más precisa.
Nuestras protagonistas usualmente desayunaban allí, ya que su mejor amiga en común era gerente del lugar, y usualmente las dejaba incluso pasar hasta la cocina para que comieran más a gusto en un lugar donde estaba el punto ciego de las cámaras, así incluso podrían repetir si así lo querían.
Hacia un par de semanas que no se podían ver por culpa de sus apretadas agendas, y las ganas que se tenían mutuamente prácticamente hacia que sus miradas llenas de pasión y deseo calentaran cualquier ambiente inimaginable.
Casi de inmediato que estuvieron solas en ese rincón de la cocina, Milagros la tomo del rostro y le planto un largo, suave y excitante beso como saludo después de esas dos semanas sin contacto.
Luego de ese beso casi orgásmico, hablaron un poco sobre como había sido su semana, que habían hecho, y que pensaban hacer ahora que estaban un poco más desocupadas, Milagros entre oración y oración, la besaba y acariciaba sobre la ropa, haciendo que a cada momento la tensión sexual entre ellas aumentase.
Poco a poco los besos y caricias se hicieron cada vez más intensos, hasta el punto que Milagros no aguanto y la pego contra la pared para devorar sus labios mientras metía sus manos en la Camisa de Gaby.
Sus pezones estaban súper duros y sensibles, haciendo que con cada roce de los dedos de Milagros, Gaby soltara un fuerte gemido de puro placer, ambas estaban completamente húmedas por la excitación y querían terminar de consumar el momento.
A Milagros le gustaba jugar, así que paro de golpe e incorporándose le dio la espalda a Gaby con la única intensión de provocarla, sabia lo que le esperaba por ello, y la expectación que sentía de saber su reacción la excito incluso más que cualquier caricia.
Gaby sabía a lo que Milagros jugaba, y créanme si les digo que ella también quería disfrutar del juego, se abalanzo sobre su novia y desde atrás agarro los grandes pechos sobre su blusa que tanto le gustaban y excitaban al mismo tiempo, mientras besaba apasionadamente su cuello.
Ambas estaban en la gloria, pero sabían que no podrían continuar con eso mucho tiempo más, así que hablaron con su amiga para que le prestara el baño de empleados con la excusa de acomodarse para salir.
Justo cuando Milagros cerraba la puerta con seguro, Gaby ya se había quitado su camisa y brasier para dejar sus grandes y tersos pezones a la vista, como invitándola a ser devorados con loca pasión.
Milagros no aguanto esa visión perfecta y con prisa se abalanzo sobre ellos, lamiendo y disfrutando de cada centímetro de los pequeños pero deliciosos senos de Gaby, mientras con sus manos bajaba el pantalón y las pantis de su amante, para descubrir con el tacto de sus dedos lo deliciosamente húmeda y caliente que estaba su entrepierna.
Al sentir ese calor y humedad Milagros solo dejo caer a Gaby en el excusado, inmediatamente y como si una fuerza la atrajese, no pudo hacer otra cosa que arrodillarse como rogando un manjar de los dioses, le abrió las piernas y con su lengua empezó a lamer y penetrar esa vulva que tanto le encantaba.
Sus dedos juguetones empezaron a penetrar esa cueva húmeda, al ritmo de sus lamidas, y Gaby no tardo mucho tiempo en sentir como el mundo se le movía con un fuerte y eléctrico orgasmo que hizo que cada musculo de su cuerpo de comprimiese.
Milagros solo la abrazo mientras Gaby se recuperaba del orgasmo, y poco a poco se fue incorporando para arreglarse en el levado, sabia que no podían tardar más en salir, y no quería meter en problemas a su amiga.
Pero Gaby tenia otros planes, llegándole de nuevo por la espalda metió sus manos por su blusa y ahora fue ella quien empezó a apretar sus pezones y acariciar sus senos, Milagros solo pudo voltearse y decirle que ya era muy tarde, que no podían continuar.
Gaby no respondió nada, solo se limito a bajar de golpe los pantalones y pantis de Milagros al punto que casi los rompe, para ser ahora ella quien se arrodillaba para lamer con lujuria el clítoris de su amante.
Milagros no pudo hacer otra cosa que entregarse a la pasión y el placer que estaba sintiendo, se termino de quitar una de las mangas del pantalón y subiendo la pierna en el lavado dejo que Gaby siguiera ese delicioso trabajo oral.
Cuando Gaby sintió que su amante empezaba a gemir con más fuerza, subió hasta sus pezones para seguir lamiendo y con una rápida y profunda penetración de sus dedos, empezó a embestirla frenéticamente, hasta que Milagros no pudo hacer otra cosa que rendirse en un potente orgasmo que casi la hacer doblar las rodillas.
Luego de quedarse quitas abrazadas por unos segundos, y besarse otra vez dulcemente, se vistieron rápidamente para salir otra vez al local, terminar de comer, y buscar otra aventura…
Espero que les haya gustado tanto como a mí, menos mal que tengo a mi novia para pagar los platos rotos, pero me excite muchísimo escribiendo este relato, hasta una próxima ocasión…