Crónica de una noche (4, final)

Ya te estaba echando de menos –mordiéndose el labio inferior y mirándola pícaramente-

Bueno gentecilla, la historia se llama "Crónica de una noche" y ya se ha hecho de día, así que esto ha llegado a su fin... Muchísimas gracias por vuestros comentarios, con sólo uno ya me animaba a seguir escribiendo...  COntinuaré escribiendo cosillas por aquí ;).

Los primeros rayos de luz del día entraron por la ventana y con eso se despertó Paula, estaba abrazada a la chica que tenía al lado y que, como ella, estaba completamente desnuda, dándole la espalda… siempre le costaba unos segundos estar despierta y reaccionar del todo, pero enseguida se acordó de lo sucedido anoche, e inconscientemente se le dibujó una sonrisa en la cara. Observó detalladamente todo la espalda de Alba… consideraba que la espalda era una de las partes más eróticas de una mujer.

P: No me lo puedo creer… al final va a ser verdad que estas cosas llegan cuando menos te lo esperas… anoche sentí lo que no había sentido nunca, ya no sólo a nivel carnal… aunque conociera a Alba desde apenas hacía unas horas, nunca había tenido tanta conexión con nadie, nunca me habían mirado de esa manera y nunca me había sentido tan deseada… definitivamente esto le ha dado un empujón a mi autoestima

Cuando todavía no había acabado de reflexionar sobre todo esto, su “YO” más carnal ya le estaba sugiriendo que continuara lo que había empezado anoche… así que sin darse cuenta empezó a darle pequeños picos a Alba por detrás de la oreja, le bajó un poco por el cuello y le siguió por la nuca, mientras con sus dedos le acariciaba muy suavemente, apenas rozando, la espalda y el costado, de arriba a abajo y de abajo a arriba.

A: ¿Qué siento por la espalda? al final lo de anoche no fue un sueño? –mientras empezaba a despertar y notaba que estaba sin ropa y en una cama que no era la suya- Me alegro tanto… esta chica me gusta de verdad… Mmmm… qué bonita manera de despertar… buenos días princesa!

P: Buenos días, ¿qué tal ha dormido la bella durmiente?

A: -Girándose para quedar de frente a Paula- deliciosamente bien, aunque ahora me alegro más de estar despierta.

P: Ya te estaba echando de menos –mordiéndose el labio inferior y mirándola pícaramente-

A: Anda ven aquí –mientras la arrimaba más a ella atrayéndola por la espalda, quedando sus piernas entrelazadas y sus pechos rozandose-

Unieron sus labios y estuvieron a base de picos y jugando con sus labios durante un buen rato, mientras Alba jugaba con las ondas del pelo de Paula y ésta disfrutaba de la suavidad de la piel de Alba, acariciándole el costado. Simplemente, estaban disfrutando de la tranquilidad y la paz del momento. Aunque pronto la cosa empezó a ir a más y se acabaron de juntar sus cuerpos del todo, no había ni un milímetro que no estuviera en contacto con el otro cuerpo, y empezaron a intervenir las lenguas en el beso, aunque no muy apasionadamente todavía, todo con mucha delicadeza… Paula quería ir despacio para ir excitando a Alba poco a poco, esta vez quería tener ella el control de la situación.

Cuando se deshizo de los labios de su amiga, Paula empezó a besuquear las mejillas, el mentón y el cuello de Alba, hasta llegar a la oreja; muy disimuladamente, mientrastanto, su mano había ido a parar a uno de los pechos de Alba, que lo acariciaba con firmeza y a la vez con suavidad. Le mordió y chupó varias veces el lóbulo de la oreja , cosa con la que Alba soltó un pequeño gemido; esto animó a Paula para seguir como lo estaba haciendo… sólo estaba siguiendo su intuición y le estaba dando buenos resultados. Siguió bajando por el cuello con pequeños mordiscos y llegó a su hombro, otra de las partes más sexys según su punto de vista, así que se entretuvo con pequeños besos ahí también; mientras, su mano en la teta de Alba iba haciendo que ésta suspirara cada vez con más frecuencia, soltando algún gemido de vez en cuando… es obvio que con lo que estaba sintiendo una y lo que veía que estaba causando la otra, ambas estaban volviendo a soltar flujos por su entrepierna.

Paula continuó su ruta hacia el sur, pasando por la autovía entre los dos montes que eran los pechos de su amiga y llegando al vientre.

A: Ehh!! Te has saltado una parada!!

P: Vaya, si estás aquí! Yo pensaba que ya estabas en otro mundo…

A: Mírala que chula!!! No te las des de sobrada eh..!

Apenas acabó de contestar que Paula ya estaba por faena dándole besos y pasándole la lengua por los dos pechos, y concentrándose después en uno de ellos, más concretamente en la cima, chupándole con suavidad como si fuera un caramelo, y mordiéndole de vez en cuando con sólo dos dientes. Alba empezó a entrar en éxtasis, soltando varios gemidos, mientras Paula la miraba con cara de satisfacción, lo estaba haciendo bien. Estaba sentada a horcajadas sobre la pelvis de Alba, creando un vaivén bastante rápido, y entre eso y los mordiscos y succiones que le propiciaba en los pezones cada vez con más énfasis, le hizo llegar a un primer orgasmo.

A: UUUFffffff Paulaaaaaa… ¿Dónde aprendiste eso?

P:¿ Que dónde? Bueno, en mi cama me dieron algunas nociones básicas

A: Pero no decías que…?

P: Bueno, fue anoche, una pervertida muy muy guapa y muy muy sabia me desvirgó no sin antes mostrarme cuatro cosas importantes para mi supervivencia de ahora en adelante…

A: Ah, entonces si dices que era guapa y sabia te perdono lo de pervertida, seguro que no se lo merece…

P: La que no se merecía lo que me hizo era yo, así que he decidido que tengo que hacer algo para devolverle el favor.

A: Y a qué esperas con tanta tertulia?

P: Tendrá morro???!! Si has empezado tú a hablar!! –bromeando con cara de ofendida-

A: Hija, empiezo con una pregunta retórica y le das al palique…

P: Ssshhhhh ya vale pues –le dijo dándole a continuación un pequeño beso en los labios -

Comenzó un camino con la punta de su lengua desde su barbilla bajando en línea recta por el cuello, el pecho, el canalillo, la barriga (más bien, el abdomen… tenía los abdominales un poco marcados, lo justo para que aquella chica le pusiera todavía más) y se paró justo en el bajovientre, ahí donde empieza el monte de venus y la piel es muy sensible, para pasarle la lengua de derecha a izquierda. La parada en este lugar tan sensible tomó de sorpresa a Paula y no pudo evitar soltar un leve gemido; Paula la miraba con cara de éxtasis también, y decidió seguir bajando, esta vez tomó una de las dos ingles y se entretuvo ahí; mientrastanto le puso las piernas semiflexionadas y aprovechó para acariciarle los muslos y el culo… esa suavidad, esa firmeza, se estaba poniendo cachonda sólo de tocarla, así que decidió no tardar más, y al ver el clítoris de Alba tan grueso aprovechó y de repente y sin avisar lo estuvo chupando un rato como si fuera un caramelo. El gemido de Alba se debió oir a la altura de la calle; mientras Paula le hacía ver el cielo, le agarró del pelo para poder canalizar la excitación que sentía.

A: Paula cariño sigue así, lo estás haciendo de puta madre.

Era la primera vez que Paula probaba el sabor de una mujer… y le gustaba, así que cuando se cansó del clítoris y quiso cambiar, metió su lengua en la vagina de su chica y con sus labios hacía como si besara los de Alba; estaba tan caliente que del ímpetu del momento le empezó a apretar con las manos en el culo, casi  le dejó la marca de las uñas, aunque la otra no se enterara, pues tenía una mano tocándose agresivamente uno de sus pechos y la otra hacia atrás, agarrándose al cabecero de la cama. Tenía los ojos cerrados con fuerza, los gemidos venían uno detrás de otro cada vez más fuertes… Paula soltó una de sus manos del trasero de su compañera y empezó a tocarle el clítoris con dos dedos haciendo círculos… las piernas de Alba iban por su cuenta, se estaba retorciendo, el abdomen subía y bajaba agitado al ritmo de su respiración, cada vez se arqueaba más, hasta que Paula hizo un movimiento distinto con su lengua y Alba separó mucho más la espalda de la cama, pegando un grito oído en la otra punta de la ciudad. Estuvo unos segundos paralizada, arqueada y con una mano apoyada todavía en el cabecero y la otra agarrando con fuerza la sábana.

Paula se estiró al lado de Alba, observándola mientras se relajaba y volvía a su estado normal.

P: Creo que mis vecinos me van a llamar la atención, tendrías que haber sido más discreta…

A: Y tú tendrías que haberlo hecho de pena, pero no se ha dado el caso, me has dejado muerta!

P: En ese caso que le den a los vecinos, que se mueran de envidia!!

A: Te gusta mucho hablar… -se le acercó como si fuera la primera vez que le besara y se dieron un beso largo y con mucha pasión… probó de sus fluidos a través de la boca de Paula… ese era uno de los momentos que más le gustaba … la relajación, notando toda la sangre circulando a borbotones por sus venas, el rubor emanando de todos los poros de su piel… después de unos largos minutos pararon para tomar aire… -

P: Es una pena pero me tengo que ir al laboratorio unas horas ¿qué harás hoy?- Dijo mientras se empezaba a incorporar de la cama.

A: Pues no lo sé… los domingos no suelo hacer nada… así que si te apetece quedamos luego.

P: Me apetece mucho … ¿quedamos en tu casa o en la mía?

A: - riendo a carcajadas- no pierdes el tiempo tu, eh!?

P: Hombre, tengo que recuperar el tiempo perdido!

A: Tienes toda la razón… nos damos los teléfonos y nos llamamos; pero igualmente podemos quedar un rato antes para quedar como personas normales, y luego vamos a tu casa, o a la mía…

P: Bueeeeeeno!!! Pero que conste que no te prestaré mucha atención a lo que me digas, tendré la cabeza en otro lado.

A: Mira la mosquita muerta si parecía tonta cuando la compramos en el mercadillo

P: Eehhh!!! No te pases ni un pelo!!

A Alba le enternecía la cara de niña que ponía cuando se indignaba, llegó a la conclusión de que le gustaba todo lo que veía en Paula, así que no pudo resistirse a besarla otra vez … la empujó lentamente hasta la pared y apoyó sus brazos en la pared dejándola atrapada. Los besos pasaron de la boca al cuello combinados con lametones, y luego subió hasta la oreja y le susurró al oído…

A: Que sepas que me pones un montón…

P: -Muerta de placer por esa minisesión de lujuria- mmMMmm… Alba… no me digas esto ahora… que me tengo que ir…

A: Lo sé, lo sé!! Pero no sé si podré estar todas estas horas conmigo.

P: Sí que podrás, porque sabes lo que te espera luego.

A: ¿Y tú sabes lo que te espera a ti? –volviendole a susurrar al oído-

P: Algo bueno, no?

A: No, rematadamente bueno, que es lo que te mereces! Y ahora vámonos que sinó soy capaz de cometer una violación aquí mismo.

Se dieron otro laaaargo beso mientras se acariciaban la espalda, los brazos, la cintura, el cuello… todas las partes de sus cuerpos que alcanzaban. Cuando lograron separarse se acabaron de vestir y salieron hacia el ascensor para tomar cada una su camino. Esa noche que empezó con una simple cena de amigas había cambiado la vida de esas dos chicas de orígenes y caracteres tan distintos.