CRISTINA Y MARCOS Un nuevo comienzo 1

Mi versión personal del final de la serie CRISTINA Y MARCOS escrita por estrelladelasnieves y bajolasabanas. En esta versión le doy más protagonismo a Cristina. Está dividida en dos partes. Una narrada por Marcos y la segunda, más larga, narrada por Cristina. Espero que os guste

Granada martes 21 de junio de 2019.

-¡Hola! -llamó nada más entrar, ese día le había mandado un mensaje rogándole que llegara pronto a casa y como pude eludí sus preguntas dejándola intrigada.

-Estoy en la terraza  -grité cerrando los puños.

-¿Qué es esto? -la cara aniñada por la sorpresa de Cristina me dio fuerzas-. ¿Qué celebramos hoy?

-Siéntate  -abrí la botella de cava que permanecía en la cubitera- esto se merece un brindis.

-¿Me puedes decir de qué va todo esto?

-Toma, ábrelo  - extendí la mano ofreciéndole el sobre.

-¿Qué es esto?, cada vez me tienes más intrigada.

Apreté aún con más fuerza los puños y rezando a todos los santos que conocía no dejé ni un segundo de mirar a su rostro pero a medida que Cristina leía su cara iba cambiando, hasta que dirigió su mirada al vacío, sus ojos se oscurecieron igual que mi alma, uno, dos, tres, cuatro, cinco segundos de forma mecánica contaba y sin embargo parecía haberse detenido el tiempo en aquel instante.

-Marcos -hasta yo noté el nudo que se formaba en su garganta y que amenazaba con ahogarla-, ¿qué significa esto?  -ahí se acabaron todas las esperanzas.

-Eso es una oferta de trabajo en Barcelona, a ti siempre te gustó Gaudí, pues podrás..., podremos trabajar en una de las ciudades más punteras en arquitectura y además está más cerca de París.

-Cariño sé que igual soy injusta contigo pero ahora no es un buen momento, entiéndelo, no puedo marcharme y dejarlo todo...

-Ya, ¿y qué hay de mi?, tú tienes trabajo como arquitecta, pero ¿y yo? -no quería sacar a relucir lo de Roberto, aquel no era el camino-, yo también tengo planes, proyectos, la mayoría contigo, quiero diseñar, crear, imaginar un futuro que aquí está muerto  -el tono de mi voz iba creciendo a pasos agigantados.

-Y lo harás, dame tiempo.

- No, no quiero las migajas de Roberto.

-¿Migajas?, ¿tú crees que lo que tenemos son migajas?, ¿esto es por trabajo o por Roberto?

-Ambas cosas Cristina, ambas cosas, a estas alturas, si no estuvieras tan ciega ya deberías de saberlo...

-Sobre lo del trabajo, ahora mismo estoy en la cúspide de mi carrera, y lo de Roberto, ¡joder!, es solo sexo, igual que tú te follas a Lola  -me quedé sorprendido y desconcertado-. Lo sé, Marcos, la vi salir de casa un domingo, creo que te estás comportando como un egoísta, lo siento pero yo no dejo Granada.

Cristina se levantó de la mesa, buscó en su bolso el teléfono mientras bajaba los peldaños que daban al interior de casa.

-Laura, ¿puedo dormir esta noche en tu casa?

-¿Te vas? -grité con todas mis fuerzas.

-Sí, esta noche prefiero pasarla fuera, no me esperaba esto de ti.

-¡En cambio yo de ti tenía la esperanza de haberme equivocado pero está claro que…!

Cristina se detuvo, giró su cabeza y en su mirada vi al mismo tiempo que la ira que nunca había visto, un reflejo de decepción y hasta de dolor.

-Te lo he dicho todo desde un principio, todo; cuando volvimos te puse al día, y tú lo aceptaste.

-Ya pero nunca entendiste que aunque acepte, no soy un consentidor, y en ese acuerdo no estaba incluido los viajes a Córdoba con Roberto. Nunca lo hablamos y asumiste que yo también lo aceptaba. ¿El tatuaje?, estoy seguro que eso significa mucho más de lo que me has contado.

-¿No te gusta?, pues lo siento pero mi cuerpo es sólo mío.

-Dudo que fueras tú quien eligió ese diseño. Pero mírate, como vistes, te estás convirtiendo en una...

-¿Zorra, puta?, di lo que quieras pero ¿y tú?, mírate, ¿en qué te has convertido? Si querías que cambiáramos de trabajo habérmelo dicho.  -Cristina siguió bajando los peldaños, y a cada paso el ruido de sus finos tacones se clavaba en mi cabeza.

-Te lo dije, te lo supliqué, casi me grabé cada letra en mi cuerpo pero tú nunca quisiste leerlo, mirabas siempre a tu ombligo. ¡Si vete con Laura!, supongo que juntareis los tatuajes para vuestro amo.

-Te gustaría ¿verdad?, en el fondo no eres más que un cornudo, pues que sepas que no sería la primera vez, ¡joder!, cómo nos folló -los ojos de Cristina parecían dos hogueras en mitad de la noche-,  ni te imaginas lo que siento cuando me la mete por el culo, sin embargo tú hubieras tenido a tus pies a Laura, te la habrías podido follar igual que a Gema pero no, prefieres ir llorando por las esquinas, ¡vete a la mierda!  -el blanco de sus ojos se tornó en un rojo intenso, igual los míos habían perdido su color y tanto ella como yo rompimos con aquel pacto no escrito de absoluto respeto.

-Sí, soy un cornudo, lo reconozco y lo acepto, pero lo soy porque tú lo has querido,  yo nunca lo he elegido y nunca lo he disfrutado. Pero por favor no te vayas.

Bajé las escaleras para abrazarla, no podía ni quería permitir que volviera a salir de mi vida, sus manos rodearon mi cuerpo y dejó que las lágrimas mojaran mi pecho.

Después de esta bronca quería hablarle de Lola. Hacía tiempo que quería hacerlo pero nunca encontraba el momento.

-Sobre Lola…

-¿Qué pasa con Lola?

-Mira, hace tiempo que quiero contártelo pero nunca he tenido la oportunidad. Es verdad que follamos, pero con Lola no es solo sexo.

A Cristina se le encendió una luz roja cuanto lo oyó “…no es solo sexo”.

-¿Qué quieres decir? –preguntó asustada por la respuesta.

Y por primera vez desde que empezó esta locura, le hablé de mis sentimientos.

-Al principio, cuando te ibas a Córdoba con Roberto, intenté entenderte. Verlo como tú lo veías, que necesitabas esa liberación. Quería hacer una vida normal. Quedaba con los amigos, para el vermú de los domingos, o alguna noche para cenar y tomar alguna copa, pero se extrañaban que tú no vinieras. Yo siempre te justificaba inventando excusas, que si el trabajo, un familiar enfermo. Además, todos tienen pareja y yo me sentía marginado. Así que me cansé de ser un sujetavelas y dejé de quedar con ellos. Tampoco insistieron. La verdad es que yo no era una compañía muy agradable ya que no hacía más que pensar en ti. En ti y en Roberto, lo que estaríais haciendo y eso me estaba agriando el carácter.

Entonces empezó mi etapa de soledad, salía a correr solo, iba al cine solo, me pasaba tardes de series y palomita, solo. Pero tampoco me satisfacía. Te necesitaba Cristina, necesitaba a mi mujer para normalizar mi vida. Pero tú ni un puto fin de semana me dedicaste, ni uno solo. Un viernes que no pudo ir Roberto, te fuiste con Gema, preferiste irte con esa arpía antes de pasar un fin de semana con tu marido, a pesar de que me dices siempre que soy el primero y el centro de tu vida.

Pues yo no me siento así Cristina, no siento que soy el primero de tu vida. Pienso que Roberto o Gema están por delante de mí y no lo soporto.

Un sábado, después de estallar el cuarto botellín de cerveza contra la pared, encontré la tarjeta de Lola, ya sabes, nos dio una tarjeta por si queríamos repetir. La llamé, sí, necesitaba a alguien a mi lado y la llamé.

Cuando llegó a casa, me reconoció, se acordaba de nosotros y de nuestros nombres. Me preguntó por ti, pero  ese día no le conté mucho. Me cobró 150 por una hora más 50 para el taxi y tuvimos sexo sí, pero realmente no era eso lo que yo buscaba. Cuando estaba a punto de irse le pedí que se quedara, un rato mas, me pidió 500 euros por toda la tarde y yo le ofrecí 1000 si se quedaba hasta el día siguiente.

Repetimos al finde siguiente, y el siguiente, y el siguiente. Dejó de cobrarme, decía que yo ya no era un cliente, que era un amigo. Que se lo pasaba muy bien conmigo y por primera vez se sentía persona, no mercancía. Nos abrimos el corazón, ambos. Le conté nuestra historia, mis dudas, mis miedos. Ella me contó la suya. Deberías conocer su historia Cristina, tenéis muchas similitudes. ¿Sabías que era licenciada en económicas? Si te preguntas como una licenciada acaba siendo prostituta, no sé, quizá tú ya tengas la respuesta.

He vuelto a disfrutar los fines de semana, ya no sufro tanto cuando te vas con Roberto. Al salir del trabajo los viernes, voy a buscarla, comemos por ahí o en casa. Por las tardes vamos al cine o a algún concierto. Algunos sábados hemos ido a Madrid a ver algún montaje musical, como hacíamos nosotros. A ver obras que en Granada es difícil ver. Recuerdo cuanto te gustan esos espectáculos. ¿Cuánto hace que no disfrutas de ellos, Cristina? Te das cuenta de todo lo que nos está quitando Roberto? ¿Te compensa? No, no contestes.

También volvimos al vermú de los domingos con los amigos. Les presenté a Lola como una amiga, y ellos no preguntaron. La aceptaron muy bien porque Lola es increíble como sabe socializar con la gente y la gran conversadora que es. Ni te imaginas lo bien que se desenvuelve en cualquier tema de conversación que surja.

Con Lola he recuperado una relación de pareja que hace tiempo no siento. Había sexo sí, pero como te he dicho, no solo era sexo.

Si te preguntas si me estoy enamorando de ella, te diré que no, la quiero mucho y reconozco que sería muy fácil enamorarme, pero estoy locamente enamorado de ti, y no creo que pueda querer a alguien como te quiero a ti.

Mientras Marcos le iba relatando su relación con Lola miraba su rostro, como mostraba los diferentes estados anímicos que iba experimentando. Un par de veces intentó intervenir pero él no le dejó, tenía que soltarlo de un tirón.

Nos quedamos  en silencio.

Cristina, con la cabeza baja no se atrevía ni a mirarme, por primera vez tenía sentimiento de culpabilidad.

-Me lo podías haber dicho Marcos. No tenía ni idea de cómo te sentías.

-Porque solo pensabas en ti Cristina, en tu liberación y nunca preguntaste.

-Tampoco tú preguntas sobre mis fines de semana en Córdoba.

-Porque yo ya sé como son tus fines de semana en Córdoba, o al menos me lo imagino y sinceramente, prefiero no saber los detalles.

-Mira, este fin de semana me voy a quedar en Granada, tú y yo, solos. Sin Roberto y sin Lola. Hacemos lo que te apetezca. Mañana mismo hablo con Roberto, tendrá que entenderlo.

-¿Que tiene que entender? ¿Tan difícil es entender que quieras pasar unos días con tu marido? ¿Acaso necesitas su permiso?

-No lo compliques más Marcos, te prometo que el próximo fin de semana seremos solos tú y yo. ¿Confías en mí?

-Vale, confío en ti.

Nos abrazamos y nos besamos con ternura.

Sin embargo, aquella noche me di cuenta que Roberto era una parte muy importante en la vida de Cristina, jamás lo dejaría, me había vencido y yo no tenía más que dos opciones: terminar con todo o aceptarlo de una puñetera vez y por todas. "en el fondo no eres más que un cornudo" , no quise tomar en serio sus palabras puesto que habían sido arrojadas por la ira, sé que en el fondo ella no me veía de esa forma; "¡ joder!, como nos folló, ni te imaginas lo que siento cuando me la mete por el cul o. " , sé que no quiso herirme ni humillarme pero no pude evitar que me imaginara la escena, ojalá se me hubiera puesto dura y todo se solucionara con una simple y estúpida paja, pero no fue el caso, sólo hizo que me removiera más en la cama buscando una salida.  Al final me levanté, Cristina estaba dormida, recorrí con la vista su espalda desnuda, el lunar que tantas veces había besado, ¡Dios!, no podía perderla. La dejé durmiendo y caminé descalzo intentando no hacer ruido, tenía que encontrar una salida; busqué los auriculares y los conecté al teléfono, sólo la música conseguiría calmar el miedo que sentía, dejé que nuestra canción volviera a entrar en mi cabeza.

.... Pude rescatar mi vida...

........sin saber dónde buscar...

...puedo volver a empezar...

Pero ese fin de semana no pudo ser, ni el siguiente ni ningún otro. Y no se volvió a habla del tema.Yo seguí con Lola y ella con Roberto. Pero esto estaba a punto de terminar.

Un viernes Lola me aconsejó que hablara con El Chino, que él podía ayudarme aunque me saldría un poco caro.

Ese sábado me reuní con El Chino y entre los dos ideamos un plan, que si salía bien, podría recuperar a Cristina y Roberto desaparecería de nuestras vidas. Me pidió 50.000 por adelantado y sin garantía de devolución si el plan fracasaba.

Granada viernes 26 de julio de 2019.

* Hola cariño, ¿estás bien?, no sé qué te pasaba esta mañana, me tienes muy preocupada.

Solo me faltaba su mensaje para sentir como mi pecho se encogía, cómo me ahogaba en mi propia saliva, en mi propio aire, el mismo que me faltaba para sobrevivir a la tensión acumulada en los últimos días.

  • Todo bien, tengo mucha faena..., ya hablamos.

  • Si quieres cancelo lo del finde, nos vamos a casa y lo hablamos.., ¿quieres?

¿Qué pregunta era esa?, por supuesto que quería pero no de ese modo, nunca permitiría que fuera de esa manera.

  • No, no quiero que canceles nada, estoy bien, hablamos el domingo, te quiero.

  • Yo también amor, diviértete.

  • Tu también.

"Tú también "... No, esta vez no, Cristina, y oí aquella voz que empezaba a tomar cuerpo en lo más profundo y oscuro de mi mente.

Nuevamente comprobé la hora en el extraño reloj que no dejaba de mirarme, las agujas parecían estáticas, como de haberse quedado enganchadas, como si quisieran darme más tiempo para de igual forma dar más vida, pero ni ellas ni nadie podrían parar lo que estaba por venir.

Aquellas dos horas pasaron tan lentas que se multiplicaban por ocho pero como todo en la vida tiene su fin y así llegó el momento, faltaban treinta segundos para las doce y como si fuera a despegar, comenzó  la cuenta atrás, veintinueve, veintiocho, así hasta llegar a cero. No sé lo que esperaba pero la oficina siguió igual, los mismos teléfonos sonando, los corros formados por los empleados decidiendo qué harían el fin de semana y mi móvil muerto sin entrar las dos palabras más deseadas en mi vida, por eso llegó un momento en el que me asusté pensando que el Chino se habría echado atrás, eso que cuando éramos jóvenes decíamos de forma jocosa, ¿ se habría rajado ?, o peor aún, ¿y si me había denunciado?, igual recibía una compensación por delatar a gente tan indeseable como yo. Todas las ideas hicieron presencia en mi cabeza, quizás alguien me llamaría para que saliera fuera y entonces me detendrían, quizás no lo habían hecho por no alterar el orden o tal vez pensaran que no era peligroso y esperasen a la salida.

Miré a la puerta de entrada con miedo a que en cualquier momento apareciera una pareja de policía pero los únicos que entraron fueron Cristina y Roberto. Ella ni me miró. Entraron y se dirigieron cada uno a su mesa, cuando en ese mismo instante el teléfono volvió a vibrar,  -" Esta hecho "-, y de golpe todos los teléfonos sonaron al unísono, el Chino había cumplido a la perfección su parte. A partir de ese momento comenzaba un nuevo tiempo, una segunda oportunidad..., la mía.

Miré a Cristina, aún no se había sentado en su mesa y buscó en su bolso el teléfono. Yo me incorporé, quería que me tuviera bien visible. De repente todo se quedó en silencio y Cristina, cuando abrió el móvil, se le mudó el rostro y enseguida me buscó con la mirada, asustada. Yo la enfrenté con media sonrisa de triunfo. Durante unos segundos los dos nos quedamos mirándonos en silencio, como un duelo al sol, esperando un gesto del otro. Los demás compañeros no sabían adonde mirar, tan pronto me miraban a mí como la miraban a ella, como si de un partido de tenis se tratara. Me giré hacia la mesa, recogí mis cosas personales que ya las tenía preparadas y me encaminé hacia la salida. Mientras salía por la puerta escuché a Roberto.

-¿Qué está pasando aquí? ¿Y dónde se va el inútil de tu marido?

-¡Vete a la mierda Roberto, ya déjanos en paz!

-Cristina, no te permi…

-¡QUE TE CALLES JODER, VETE A LA MIERDA TU Y TUS CHANCHULLOS!

UN DÍA ANTES. Jueves 25 de julio de 2019

Lola me había mandado un mensaje a primera hora de la mañana.

*Necesitamos vernos, es urgente.

*¿Qué pasa? ¿Es algo grave?

*Tenemos que vernos ahora, es muy importante, no preguntes. Ven.

Inventé una excusa en el trabajo y acudí a su casa. Allí estaba El Chino. Lo miré preocupado, ¿Se habría echado para atrás? ¿Nos habrían descubierto?

-¿Se puede saber qué es eso tan urgente?

-Tranquilízate Marcos, siéntate y escucha.

El Chino me habló,

-Mira Marcos, yo cumplo mi palabra, y hemos conseguido valiosa documentación para cargarnos a ese hijo de puta para siempre, pero en su móvil hemos encontrado algo que te incumbe a ti.

Yo no entendía nada.

El Chino me acercó un portátil y le dio a reproducir un video.

En ese video aparecía Cristina y Roberto. Cristina de rodillas haciéndole una felación a Roberto y corriéndose este en su boca. Cristina, mirando a la cámara y mostrando su boca llena de semen. Cristina tragando el semen con cara de satisfacción. ” Avísame, o no te la volveré a mamar”. ¿Cuántas veces me lo había dicho?

Otro video, en este, Cristina a cuatro patas siendo follada por Roberto. Otros videos similares con Roberto, siempre sin preservativo. En algunos también aparece Laura. Supongo que están grabados en Córdoba.

-Tenemos documentación suficiente para meterlo entre rejas a él y a su padre, pero tal como está la justicia en este país, y con la influencia que sabemos tiene su familia, no tardaría mucho en estar fuera. Con estos videos le damos la estocada, pero no sé si se podría salvar a tu esposa.

Mi cabeza está echando humo, si salen a la luz estos videos pierdo a Cristina, pero si los oculto, ¿Cuánto tiempo tardaría Roberto en estar de nuevo en la calle y volver a por ella? ¿Y podría vivir con ella como si no pasar nada, sabiendo lo que ha estado haciendo?

-Aún hay más- me dijo El Chino.

-¿?

-Esto, según me ha dicho Lola, es en tu casa.

Y me mostró otro video, parecido a los otros, pero este estaba grabado en mi casa, en la cama que compartía con mi amada Cristina. Roberto se follaba a Cristina y esta a cuatro patas gemía y pedía más. En un momento de pudor, estiró la mano y giró la foto de la boda que teníamos en la mesilla. Era lo primero que veía todos los días al levantarme, me recordaba la suerte que había tenido por casarme con una mujer tan maravillosa.  Después de Roberto apareció Paco, mi amigo Paco. Durante unos segundos se paró mi corazón. ¿Qué hacía Paco ahí? Paco también se la folló. Los dos se corrieron dentro de ella, los dos follaron sin condón. Adelanté un poco el video, se veía a mi esposa a cuatro patas con Roberto sodomizándola y Paco follándole la boca de una forma bestial. Paco sí tenía una buena verga, y me sorprendía que Cristina pudiera tragarla sin dificultad. Se ve que ya tenía mucha práctica. Aunque en el video no salía la fecha, yo sabía el día exacto porque cuando llegué a casa desde el trabajo, hace aproximadamente un mes, encontré la foto vuelta contra la pared. Aunque me llamó la atención, pensé que había sido la asistenta que nos hacía la limpieza y no le di más importancia. Ese ere el día que le presenté a Cristina las ofertas de trabajo para los dos en Barcelona. Era el 21 de junio. Menuda paradoja, mientras yo buscaba un futuro para los dos lejos de Roberto, ella me ponía los cuernos con mi mejor amigo.

No quise ver más, ahora sí que estaba todo perdido. La salvación de Cristina ya era imposible.

-¿Qué hago con este material?

Ahora ya lo tenía decidido.

-De momento envía solo este, a todos los números que te pasé menos al de Roberto y añade estos dos más a la lista-. Y le di los números de D. Rafael y Esther. No solo iba a destruir a Roberto, también a Cristina y su familia. “ que les den ” pensé.

-Los demás videos, hazme una copia en una memoria pero de momento no los vamos a usar. Con lo que tenemos tiene que ser suficiente. A partir del lunes, vas filtrando toda la documentación, pero no la filtres toda de golpe, un poco cada día.

De repente, mis objetivos habían cambiado. Pensaba recuperar a Cristina eliminando a Roberto (sí, la eliminación física también me lo había planteado, pero además de que no soy un asesino, hubiera sido el primer sospechoso, una historia de cuernos y el marido ultrajado mata al amante de su mujer. En dos días caso cerrado). Ahora mi futuro pasaba por abandonar Granada cuanto antes, no aguantaba más en esta tierra.

Miré a Lola que me miraba angustiada.

-¿Estás seguro de lo que vas a hacer?

-¿Te gustaría venirte conmigo a Barcelona?- Ignoré su pregunta.

-¿Qué? ¿En calidad de qué? ¿Cómo amiga, como novia o como puta?

-No vuelvas a denominarte puta porque para mí tienes más clase que muchas mujeres que van de dignas y luego les ponen los cuernos a su marido con su mejor amigo. Me enfadare si lo vuelves a decir. Si te vienes conmigo, te prometo que nunca volverás a ser puta, pero de momento solo te puedo ofrecer mi amistad porque en estos momentos tú eres lo más valioso que tengo, si te vienes conmigo, te prometo que no te arrepentirás.

-Sí, me voy contigo ¿y sabes por qué?- preguntó abrazando mi cuerpo.- tú eres la única persona que me has respetado. Y también porque eres guapo.- dijo con sorna.

-Mañana te paso a buscar, nos iremos a casa de mis padres, dormiremos allí, me quiero despedir de ellos y el sábado, nos vamos a Barcelona. Aún no sé si tendré trabajo allí pero seguro que encontramos algo.

Se abrazó a mí con lágrimas en los ojos mientras me besaba.

-Te quiero- me dijo. Y aunque no supe responderle, vi en ese gesto más calor y más entrega que el que me había mostrado Cristina en el último año.

PRESENTE viernes 26 de julio de 2019

-¡QUE TE CALLES JODER, VETE A LA MIERDA TU Y TUS CHANCHULLOS¡

Mientras entraba en el ascensor escuché como se abría la puerta de nuestra oficina y a Cristina detrás de mí.

-¡Marcos espera, no te vayas así, tenemos que hablar!

Mientras se cerraban las puertas, levanté mi brazo derecho hasta media altura y mientras cerraba el puño extendí el dedo corazón hacia arriba.

Me fui a casa de mis padres, quería explicarles lo que había pasado antes de que se enteraran por otros. Les expliqué que me iba a ir a Barcelona, sin Cristina, que una vez allí iniciaría la demanda de divorcio por infidelidad continuada, sin dar muchos detalles. Preferí no hablarles de la implicación de Paco.

Sabía dónde encontrar a Paco y fui directamente al bar.

-Hola Marcos, como tú por aquí, ¿no deberías estar en el trabajo?

-Sí, debería pero ha pasado algo increíble.

Mientras le hablaba le hice un gesto al camarero pidiendo dos botellines.

-Sí, es que hay gente que le encanta lanzar bulos por el móvil sin pensar en el daño que pueden hacer.

-¿Os han hecho alguna putada en el trabajo y por eso habéis salido antes?

-Bueno, más o menos, verás. Nos ha llegado a todos en el trabajo este video- le entregué mi móvil con el video en reproducción, -es una broma de mal gusto porque aunque los que salen en ese video se parecen a Cristina y a ti, estoy seguro que es falso, porque mi mejor amigo nunca me haría eso ¿verdad? Además también sale mi habitación y aunque está muy bien replicada, está claro que no es la mía, pero fíjate bien, porque hasta la foto de boda han copiado. No, definitivamente es un burdo montaje, mi cuñado/jefe, que me tiene en muy alta estima, mi esposa que me ama con locura, y mi mejor amigo al que considero mi hermano, nunca me harían eso. Esto tiene que ser de alguien que nos quiere hacer daño, que nos quiere separar. ¿Tú sabes algo Paco?

Paco se había quedado pálido, no tenía palabras, y le temblaban las manos. Me devolvió el móvil y disimuladamente, activé el modo grabación

-Tranquilízate Paco y cuéntame.

- Joder Marcos, te juro que lo siento, de verdad...

-¿Qué sientes?, ¿haberte follado a mi mujer o no habérmelo dicho?

- ...te lo iba a decir...solo que...

  • ¿Cuándo pensabas contármelo?

-Creía que lo sabías. ¿No te lo contó Cristina?

-Cuéntamelo tú, sin rodeos, cuéntame todo.

-Fue hace un mes, creo. Estaba con un par de amigos tomando un café en la cafetería que hay al lado de tu trabajo, cuando entraron Cristina y tu cuñado, Roberto. Como ella no me vio, me acerqué a saludarla y hablamos un poco, nada importante, tonterías, ya sabes.

-Sigue.

-Ella nos presentó, a Roberto, tu cuñado, sabía quién era pero no lo conocía en persona. A mí me presentó como un amigo tuyo. Luego rectificó, “bueno, no es solo un amigo, Paco es su mejor amigo, prácticamente su hermano, se conocen desde pequeños” Me sentí halagado con esa presentación. No pasó nada ahí, los dejé y seguí con mis amigos.

Pero esa tarde recibí una llamada de Cristina.

*Hola Paco, ¿Tienes algo que hacer mañana? ¿Estás disponible por la mañana?

*¿Si, Cristina, estoy disponible, para que me necesitas?

*Le estoy preparando una sorpresa a Marcos y necesito que me ayudes, ¿Podemos vernos mañana por la mañana en mi casa? Allí te lo explicaré todo.

*Claro ahí estaré, ya sabes que por Marcos haría lo que fuera. ¿A las 10 te viene bien?

*Sí, perfecto, a las 10 está bien. Sobre todo, no le cuentes nada a Marcos, si no, no habría sorpresa. jeje

*Soy una tumba, Cristina, mañana nos vemos.

*Gracias Paco, mañana nos vemos.

Cuando llegué a tu casa, Cristina no estaba sola. Estaba también Roberto, algo que me extrañó, aunque como era tu cuñado, pensé que también participaba de la sorpresa. Pero es que además Cristina iba vestida de una manera que, en fin, casi estaba desnuda. Mira Marcos, a mí al ver eso se me puso la polla como una barra de hierro. Pero sabía que ahí pasaba algo raro y me quise ir. Te juro Marcos, que quería irme, pero Cristina me alcanzó ya en la puerta y me hizo entrar de nuevo

-No te vayas Paco, esto forma parte de la sorpresa. Verás… Marcos y yo tenemos una relación abierta y a él le gusta verme follar con otros hombres.

-Nunca me dijo nada, no lo sabía.

-Ya, tampoco es algo que haya que pregonar por ahí ¿No?

-Si claro.

-Una de sus fantasías es verme follar contigo Paco, y además también quiere hacerte ese regalo porque sabe lo mucho que te gusto. Pero claro, le daba mucha vergüenza pedírtelo, y por eso a mí se me ha ocurrido hacer esto para darle una sorpresa. No sabes lo feliz que le hará si aceptas. Si no quieres hacerlo, nadie te va a obligar pero Marcos se va a quedar con las ganas de vivir esa experiencia. ¿Me vas a ayudar Paco?

-¿Y Roberto?

-Roberto nos va a grabar mientras follamos, luego nos grabas tú mientras él me folla. Marcos ya sabe que es mi amante y lo acepta.

Y mientras Cristina me hablaba me fue sacando la polla del pantalón y agachándose empezó a chupármela.

-Ahórrate los detalles.

-Vale, vale. Mira Marcos, ahora al ver tu reacción, creo que me engañaron, pero en ese momento me la creí. Joder, que era Cristina, tu mujer, y Roberto, tu cuñando, no podía desconfiar de ellos. Yo sé que existen este tipo de parejas donde el marido es un consentidor y ella me convenció que eras uno de ellos.

-¿Cuantos años hace que nos conocemos Paco?

-Ya no me acuerdo, desde muy pequeños.

-Desde pequeños sí, conoces todos mis secretos, nunca te he ocultado nada. Tú y yo hemos estado horas compartiendo intimidades que no le he contado ni a Cristina. ¿Y de repente, te crees que me gusta ser cornudo? ¿Qué disfruto ver como se follan a mi mujer? Me has decepcionado Paco. Me has decepcionado y aquí en este momento, acaba nuestra amistad. No quiero volver a verte. Si nos volvemos a encontrar, no respondo de mis actos. Por tu bien, desaparece.

-Lo entiendo Marcos y me lo merezco, pero cuando estás con la polla dura y una tía como Cristina de rodillas y chupándotela, es imposible razonar con sensatez. Solo pido que te vaya bien, te lo mereces, siempre fuiste un buen amigo.

- Si, y así me lo has pagado.

-Lo siento Marcos.

Ni le contesté. Salí del bar con el cuerpo hecho trozos, me habían destripado y dejado mis vísceras para los buitres, ya ni la Alhambra podía ayudarme, ¿qué más podía pasarme? Ahora tenía que volver a casa, mirarle a la cara y decirle que me había arruinado la vida, que aquello no se parecía en nada a lo que un día, maldito el día, que acepté aquella locura.

Cuando salí del bar, conecté el teléfono, lo había puesto en modo avión cuando salí de la oficina. Como esperaba, tenía varias llamadas y mensajes, todos en el mismo tono.

*Por favor cariño, responde el teléfono o llámame, tenemos que hablar.

*He mandado a la mierda a Roberto, te prometo que ya no estará más en nuestras vidas.

*No tiremos todos estos años a la basura, empecemos de nuevo, nosotros dos solos. En Barcelona o donde tú quieras, pero por favor dime algo.

*Perdóname, por favor, me equivoqué, lo de Paco fue un error.

*Cariño dime algo, me tienes muy preocupada.

Y unos cuantos más en la misma línea.

Cuando llegué a casa, la encontré en la terraza junto a Gema.

-Vaya, esto ya se parece una casa de putas.

  • Cariño, ¿Dónde has estado? Me tenías preocupada- Cristina llevaba una cara con señales de haber estado llorando.

  • Gema, podrías hacer el puto favor de largarte, tengo cosas que hablar con mi mujer.

  • ¡Marcos!- gritó Cristina.

- ¡¿Qué? ¿No puedo tener una conversación con mi querida mujer?

Sentí los ojos de Gema cargados de odio, pero ya no podían hacerme más daño.

-Escucha cornudo, esta es la casa de Cristina y no pienso irme…

No pude ni quise reprimirme más, ya lo había hecho en exceso durante tanto tiempo. Llevé con violencia mis manos hasta el cuello de ella  que apreté con fuerza mientras  la arrastré hasta la pared.

-Es la última vez que te aviso, ESTAS EN MI CASA Y AL MENOS HOY MANDO YO. Ya me he cansado de callar ante tus continuas humillaciones pero esto se ha acabado, no va a ocurrir nunca más porque como sigas por ese camino te arruinaré la vida.

Ella no podía hablar, le costaba respirar y mis manos se iban cerrando en la garganta cada vez con más fuerza. Fue Cristina la que me hizo reaccionar.

-¡Marcos para, la estás ahogando!

Solté a Gema asustado. Estuve a punto de estrangular a Gema. ¿En qué me estaba convirtiendo? No me gustaba nada ese nuevo Marcos que estaba surgiendo.

-Gema, es mejor que te vayas, ya hablaremos.

-Está loco Cristina, aléjate de él por tu vida.

-¡Ya, Gema, déjalo! Vete de una vez, no lo estropees más.

-Y tú, ¿se puede saber qué te pasa?, parecía que querías matarla. No te conozco Marcos, tú no eres así.

No tenía respuesta.

-Llevo un día de perros, me voy a duchar.

-Luego tenemos que hablar, Marcos,

Cuando salí de la ducha ella estaba en la terraza, esperando. La noté nerviosa.

-Marcos, yo…

-No hables, no quiero oír excusas, solo escucha.

Le dejé el móvil en la mesa con el audio que le había grabado a Paco, mientras subía a la habitación a hacer la maleta. Metí la ropa de cualquier manera y algunos objetos personales. No me llevé nada que me recordara a ella, quería empezar a olvidarla desde ese mismo instante. Tomé la foto de la boda que presidía mi mesilla, saqué la foto del marco y escribí por detrás: “Ojalá pudiéramos volver a ser dos desconocidos”.

Entré a mi despacho y en una mochila metí el portátil y alguna carpeta con documentación. Volví a entrar en el dormitorio, cogí la foto y la rompí en miles de pedazos. En la mesilla dejé las llaves de casa y el anillo.

Cuando salí, el audio ya había terminado y Cristina estaba aún más pálida que antes. No paraba de llorar.

-No tengo ninguna excusa, Marcos, esto nunca debería haber ocurrido.

-Hay muchas cosas que nunca deberían haber ocurrido, pero ya no hay tiempo para lamentaciones. Me gustaría saber porque lo hiciste a pesar de las advertencias que te dije, que placer obtenías humillándome de esa manera.

-No voy  a excusarme, la jodí y lo siento, pero fue Roberto el que me empujó. Lo que cuenta Paco es cierto. Cuando los presenté en la cafetería y le conté lo que Paco significaba para ti, que erais como hermanos, yo quería ensalzarte, demostrarle a Roberto que a pesar de que te menosprecia, tienes buenos amigos que darían la vida por ti. Mi intención era que él cambiara la opinión que tiene de ti pero el resultado fue todo lo contrario.

Cuando le expliqué lo importante que era vuestra amistad se le ocurrió una idea aberrante.

-¿Porque no invitamos a Paco a nuestros encuentros sexuales?

-¿Queeee? ¡No, no, eso ni se te ocurra, con Paco nunca, eso es una línea roja que no pienso traspasar!

Pero ni te imaginas lo insistente que es Roberto cuando tiene una fantasía, hasta que no la consigue no para. Estuvo todo el día dándome la lata. Y al final cedí, porque también yo le tenía ganas a Paco, ya lo sabes y poco a poco, me fue convenciendo.

-Venga, anímate, llámalo y queda con él para mañana.

-Joder y ¿Qué le digo? “Hola Paco, ¿Podemos quedar mañana para follar? Es que a mi jefe le hace ilusión.”

-Eso estaría bien, pero igual lo asustas. Dile que le estás preparando una sorpresa a tu marido y que necesitas su ayuda.

-Vale, vale, ¿quedo con él en el hotel?

-¿Hotel? ¿Qué hotel? –pregunté extrañado.

-Eso también te lo he ocultado, algunas veces, salíamos de la oficina con excusas de trabajo pero nos íbamos a un hotel a follar.

-¿No teníais bastante con los fines de semana de Córdoba? ¡Joder Cristina! ¿Cuántas cosas me ocultas? Es igual, ahora ya no tiene importancia, sigue.

Me dijo que no, que quedara mejor en nuestra casa, que lo haríamos en nuestra cama, que le daba más morbo que el hotel. Me iba a negar pero la mirada que me echó… Y así lo hicimos, tal como él quería.

Lo demás es tal y como te lo ha contado Paco, y bueno, lo que se ve en el video. Me di cuenta demasiado tarde que su intención era humillarte, que tu mejor amigo me follara delante de él y en nuestra cama, y yo no pude frenarlo.

-¿Alguna vez pensaste en las líneas rojas que te estabas saltando?

-Continuamente. No hacía más que pensar que te estaba traicionando. Lo único que deseaba es que Paco no se fuera de la lengua y no llegaras a enterarte nunca.

A la semana siguiente Roberto quiso repetir, pero me negué rotundamente y le dije que si seguía insistiendo, abandonaba todo. A él y el trabajo. Me vio que lo decía muy en serio y nunca más me lo volvió a proponer.

Sobre el video, no sé cómo ha salido a la luz pero creo que algo has tenido que ver. Me aseguró que lo había borrado, pero ya veo que me mintió.

-Te seré sincero Cristina, no te voy a decir cómo pero sí, yo hice que ese video se distribuyera. Alguien me ayudó a investigar a Roberto para descubrir trapos sucios con los que meterlo en chirona o al menos, desprestigiarlo profesionalmente.

-¿Pero porqué? ¿Por qué odias tanto a Roberto?

-No es odio, pero además de que él no me soporta, me ha quitado a mi mujer.

-No es verdad, te he dicho siempre que lo de Roberto solo es sexo, pero a quien quiero de verdad es a ti. Soy solo tuya.

-Si Cristina ya me lo has dicho muchas veces, esto ya lo hemos hablado. Me quieres tanto que no puedes vivir sin mí, excepto los fines de semana claro, que los pasas con Roberto. Será solo sexo, pero tengo claro que ese sexo con Roberto tiene más peso que todo el amor que me tienes. Tanto lo veneras, que hasta te has dejado marcar por él, como su propiedad. Mi intención era apartarlo de ti y luego con Roberto fuera de tu influencia, intentar restaurar nuestra relación, y para eso buscamos documentación comprometida y la encontramos. Pero no me esperaba encontrar esos videos.

-¿Esos? ¿Pero es que hay más?

-Tiene el móvil lleno de videos contigo y con Laura.

-Será capullo, tampoco esos los borró.

-Bueno, el caso es que esos videos no me mostraban nada que yo no imaginara. Pero el video con Paco, me hizo trizas el corazón y comprendí que lo nuestro ya se había acabado definitivamente. Que no tenía solución, que Roberto me había ganado.

-No digas eso, Roberto no ha ganado. Hemos ganado nosotros. Roberto ya no es un problema. Lo he mandado a la mierda a él y al trabajo. Tú y yo vamos a empezar de nuevo, lejos de aquí y olvidaremos el pasado. Te prometo que esta vez no habrá terceras personas en nuestra relación.

-Ya basta Cristina, basta de promesas que no cumples, se acabó.

-Marcos yo… estoy… estoy embarazada.

Era lo que menos me esperaba.

-¿Queee? Y ¿Cuándo pensabas decírmelo?

-Te lo iba a decir el domingo, pero te lo estoy diciendo ahora. Qué más da.

-Claro, antes se lo tenías que decir a Roberto porque seguramente será el padre. Aunque también es posible que sea Paco. O cualquier otro. ¿Con cuántos has follado sin protección? ¿Sabes de cuanto estás?

-Joder Marcos, tú eres el padre, de eso estoy segura.

-¿De cuánto estás, Cristina?

-Un mes.

-Vaya, un mes, pues coincide con la fecha del video. Estoy seguro que ese niño fue engendrado en nuestra cama, pero no por mí.

-Por favor, no digas eso cariño, no te atormentes. Te digo que el niño es tuyo, lo sé.

-¿Cómo puedes estar tan segura?

-Una madre sabe esas cosas. Confía en mí, te aseguro que tú eres el padre.

Me quedé pensativo, con dudas. ¿Cómo podía estar tan segura?

-Ya todo da igual, me voy Cristina.

-No, no, cariño no te vayas, solo e tengo a ti.

-Aún tienes a Roberto, y a tu maldita familia, míralo por el lado positivo, ahora ya estás liberada del todo. ¡Ah! no, libre no puedes ser, que tienes la marca de tu amo.

-Esa marca no significa nada Marcos, solo es un tatuaje.

-¡Puta de Roberto!

-¿Qué?

-Eso es lo que significa ¿no?

-Si

-No te oigo, ¿cómo has dicho?

-He dicho que sí, joder.

-¡No, no lo oigo, dilo Cristina, que te oiga bien!

-PUTA DE ROBERTO, SÍ, ESO ES LO QUE ERA, LA PUTA DE ROBERTO, ERA SU PUTA, MARCOS. ¿ESO QUERÍAS OIR?

-No, nunca hubiera querido oírlo, nunca, pero ya era hora que me lo dijeras.

-Pero Roberto ya es historia y he dejado el trabajo, mi padre y mi hermana…  Ahora me odian y no quieren volver a verme. Solo te tengo a ti, Marcos, perdóname, amor mío, perdóname y no me dejes.

-Para pedir algo, antes hay que merecerlo. Y seguro encontrarás otros Robertos y otros Pacos, La puta Gema te ayudará con eso. Lo que no vas a encontrar es otro Marcos, porque nadie te amará tanto, como te he amado yo.

Cogí el equipaje y me dirigí hacia la puerta. Cristina me alcanzó cuando me disponía a abrirla.

-¡Marcos, Marcos! ¿Dónde vas? Llévame contigo, no me dejes sola

-Aquí ya no me queda nada. Voy a buscar la paz. ¿Sabes a lo que me refiero?

-Sólo sé que te amo con toda mi alma.

-Pues esa será tu desgracia.

Abrí la puerta y salí, pero aún me retuvo un momento.

-Si te vas, ¿Qué será de mí? ¿Qué voy a hacer?

Mirándole a los ojos fijamente y con todo el odio que pude transmitir, le respondí.

-Francamente querida, me importa un bledo.

Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón de su profundo sueño

tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido…; desengáñate,

¡así… no te querrán!

(Gustavo Adolfo Bécquer)

Cuando salí de aquella casa, me dejé caer de rodillas frente a la noche repleta de estrellas, y liberé toda la tensión que había acumulado durante todo el día. Fue entonces y sólo entonces, cuando llorando, grité “ ADIOS, GRANADA, nunca más volverás a verme ”.

“Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”

Fui a recoger a Lola y de ahí a casa de mis padres.

Mi madre había preparado algo de cena. Desde el desayuno no había comida nada en todo el día. Ahí, en esa casa estaban las únicas personas que en ese momento me importaban. Mis padres y Lola.

No sé que esperaba Lola de mí ni porqué se lanzaba a una aventura incierta. Yo tampoco sabía lo que iba a hacer, lo único que tenía claro es que tenía que huir de Granada lo antes posible.

Esa noche no dormí bien, le daba muchas vueltas a todo lo que había pasado. Pensaba en Gema, joder si no hubiera sido por Cristina la hubiera estrangulado, ¿Era eso lo que quería? Y Cristina,  “ mi padre y mi hermana…  Ahora me odian y no quieren volver a verme.” “he dejado el trabajo” Con la difusión de esos videos, sería imposible que Cristina encontrara trabajo, y encima estaba embarazada y no iba a tener el apoyo de su familia. El hijo que esperaba, ¿Sería mío? Pues a pesar de lo que le dije, hay muchas posibilidades para que lo sea, pero una notica que nos podía unir, la utilicé para hacerle más daño poniendo en duda mi paternidad. Con Paco tampoco había sido justo, estuvo mal lo que hizo, pero en una situación así, seguramente yo también habría sucumbido. ¿Sobreviviría la empresa al escándalo que se iba a montar? Seguramente no, lo que equivaldría a despidos que afectarían a familias enteras, a muchos sueños rotos. Tantas víctimas colaterales.

No estaba a gusto con mi actuación, ¿Era necesario hacer tanto daño, provocar tanto dolor? Le tenía que haber mostrado el video solo a ella y no montar el show que monté. Tanto odio que estaba acumulando me estaba destruyendo y surgía un Marcos nuevo que ni Cristina reconocía. “No te conozco Marcos, tú no eres así.”

No, yo no soy así, pero la bestia que crecía en mi interior estaba a punto de controlarme y no sabía si podría domarla.

“El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento y el sufrimiento al lado oscuro”.

(Maestro Yoda)

Granada, sábado 27 de julio de 2019

Cuando me levanté, mi madre y Lola estaban hablando en la cocina.

-Marcos es un hombre brillante, creativo y carismático, que se desvivía por Cristina, la amaba con locura, y ahora la odia. Pero ese amor no ha muerto, solo que el odio no le deja resurgir. Tienes que hacer que desaparezca ese odio para que surja de nuevo el amor por Cristina. No sé qué relación tienes con mi hijo, pero si te lleva a Barcelona, es porque eres muy importante para él. Mira Lola, a lo mejor te estoy pidiendo demasiado, pero tienes que ser su salvavidas.

-Y a Cristina, ¿quién se va a ocupar de ella? Ahora está sola.

-No, no está sola, de Cristina me encargo yo.

Se callaron al oírme llegar.

Después de desayunar, nos despedimos de mis padres y emprendimos viaje rumbo Barcelona.

Antes de meterme en el coche, volví a entrar a la casa, busque las cosas que me había traído del trabajo y cogí la foto donde estaba con Cristina. En la Alhambra.

Lola conducía, yo no estaba en condiciones para hacerlo, mil ideas me rondaban la cabeza y a cual peor.

-Os he oído.

-¿Cómo?

-Mi madre y tú, en la cocina, hablabais de mí y de Cristina.

-Está muy preocupada por ti, Marcos, y por Cristina.

-Lo sé. Pero no sé si tengo salvación. En estos momentos, me domina el odio y no sé controlarlo. Tengo que alejarme de Cristina para no hacerle más daño.

-Si tanto la odias, ¿Por qué has entrado a por la foto?

-Es como un medidor de odio.

-No entiendo

-El día que pueda mirar esa foto sin rencor, ese día, estaré preparado para pedirle perdón.

Su cálida mano acarició la mía.

Dejaba atrás Granada para ¿siempre?

Quisiera

Tenerte entre mis brazos

Para poder estrangularte

Quisiera

No haberte conocido jamás

Sin tu recuerdo viviría mejor

(Los auténticos decadentes)