Cristina y Marcos/ Obsesión (11/ 12)

Adaptación del "clásico" que a nadie ha dejado indiferente y que ha animado a muchos lectores a escribir su propio final... ahora no es Marcos quien nos cuenta su versión de la historia... ahora alguien diferente nos cuenta cómo vivió toda la historia.

Capítulo 11

  • ¿Por qué lloras Cristina?... ¡HAS GANADO! – grité poniendo mi mano sobre su hombro para intentar consolarla cuando llegué a su lado.

  • ¡NI ME TOQUES JODER! – me gritó con rabia – ¿de verdad eres tan imbécil para creer que he ganado Gema?... ¿es que nunca te enteras de nada aunque lo oigas una y otra vez?... un Sánchez no siempre gana... no sé dónde está Marcos... nadie de su familia contesta a mis llamadas... sus padres ni me han abierto la puerta cuando he ido esta tarde hasta su casa... Marcos jamás volverá conmigo Gema... he perdido... lo único que quería nunca podré volver a tenerlo... sólo un milagro...

  • Cristina yo te... – dije con un hilo de voz.

  • ¡Gema!... si no lo entendiste en mi casa al mediodía, te lo repito ahora todavía más clarito... ¡lárgate de mi vida para siempre!... ¡TÚ Y YO YA NO SOMOS AMIGAS! – me gritó interrumpiéndome.

  • ¿Entonces para que me has hecho venir? – pregunté confundida al borde del llanto.

Metió su mano en el bolso y ofreciéndome un gran sobre que tenía doblado.

  • Tengo que intentar como sea que ocurra ese milagro... para que Marcos vuelva... 60000€ de salario y diez gramos de coca como incentivos... te digo lo mismo que acabo de decirle a Rafa ... ¡tienes tres semanas si no quieres que destruya por completo tu vida!... ¡ahora vete y haz bien tu puto trabajo Gema! – me ordenó con desprecio.

  • ¡¿Qué es esto Cristina?!

  • Si conseguiste que el alcalde de Torrenueva firmase aquel contrato en dos horas... también conseguirás que Rafa llame, llame y llame... hasta que Marcos le conteste al teléfono y vuelva... ¡TIENES TRES SEMANAS!... ¡PONTE A JODER PUTA!... que joderlo todo es para lo único para lo que parece que vales – me dijo mirándome con los ojos inyectados en sangre.

  • ¿PUTA YO?... ¡PUTA TÚ!... AL MENOS YO NO VOY MARCADA COMO EL GANADO... YO NO TENGO UN TATUAJE PARA RECORDARME QUE SOY UNA PUTA DE ROBERTO – le grité a Cristina devolviéndole en insulto.

  • ¿PUTA DE ROBERTO?... esto es Granada imbécil... el tatuaje significa ¡PROPIEDAD DE RAFAEL!... ¡IMBÉCIL!... que eres imbécil... cuando hables de algo intenta saber primero de lo que hablas... vale más parecer tonta por estar callada, que abrir la boca para confirmarlo – me dijo Cristina escupiendo con rabia todas y cada una de sus palabras a un palmo de mi cara – ¿en qué estaría yo pensando cuando acudía a ti para pedirte consejo sobre mi relación de pareja con Marcos y hablarte de nuestros problemas?... ¿qué coño sabrás tú de parejas?... ¿qué coño sabrás tú de problemas?... si lo solucionas todo abriéndote de piernas o metiéndote dos rayas.

  • Pues sé, por ejemplo, que no hay que tatuarse el nombre de otro en el pubis... justo encima del coño... ¡PEDAZO DE PUTA! – le grité con rabia.

  • ¡ADEMÁS DE IMBÉCIL CIEGA!... encima de mi coño pone RR... Ruiz Ramos... las iniciales de los apellidos de mi marido Marcos... ¿necesitas ver el tatuaje más de cerca pedazo de imbécil?... ¡AHORA VETE A CONVENCER A RAFA! – me gritó Cristina de nuevo.

Me quedé completamente callada... no sabía qué decir o qué hacer... ante mi silencio Cristina se dió la vuelta y se montó en su coche... ella conducía hacia el atardecer con los ojos llenos de lágrimas mientras yo pensaba... ¿PR?... ¿RR?... ¿aquella noche en Córdoba cuando vi su tatuaje, habría visto lo que vi o sólo vi lo que quise ver?

Aquella fue la última vez que hablé con Cristina... pensé que su enfado conmigo se le pasaría con el paso del tiempo, pero eso por desgracia para mí nunca sucedió... cada día que pasaba, no sé muy bien por qué, tenía más presentes en mi cabeza aquellas palabras de Pedro – todo dependerá sólo y exclusivamente de cómo se lo tome Marcos... si se lo toma mal y se marcha para siempre, tu amiga perderá al amor de su vida, su marido... y tú perderás a tu mejor amiga, porque no te lo perdonará en la vida... ¿entiendes eso Gema? – y me puse a llorar porque, por fin, lo había entendido.

¡MARCOS!... ¡EL PUTO MARCOS!... ¡SIEMPRE MARCOS!... tras años intentándolo, conseguí que finalmente se fuera para siempre de la vida de mi amiga Cristina... e incluso habiéndolo logrado, aquel imbécil me había ganado... ¡MARCOS!... ¡EL PUTO MARCOS!... ¡SIEMPRE MARCOS!

Supongo que llegados a este punto os estaréis preguntando si finalmente me follé a Don Rafael Sánchez... pues volviendo la vista a atrás tendría que deciros que ojalá lo hubiera hecho... tal vez las cosas hubieran sido muy distintas para todos... pero lo que hice en realidad fue irme de fiesta muy enfadada con mi amiga, a gastarme su dinero y esnifarme su droga.

Fue pasando el mes de agosto... pero a pesar de mis continuas llamadas y mensajes, Cristina nunca me respondió o se puso de nuevo en contacto conmigo... no tuve ninguna noticia de mi amiga hasta que el uno de septiembre, más o menos a media tarde, recibí una llamada de Don Rafael.

  • ¡GEMA!... ¿DÓNDE DEMONIOS ESTÁ CRISTINA? – me gritó nada más responder, parecía realmente desesperado.

  • No lo sé Don Rafael... no ha contestado a ninguna de mis llamadas, ni a ninguno de mis mensajes desde aquel domingo que estuvimos en su casa... supongo que estará en el trabajo, o puede que en su casa... ¿ha probado ya en su casa si no está en el trabajo? – pregunté.

  • ¡GEMA!... ¡TENGO QUE LOCALIZAR A CRISTINA HOY! – me gritó Don Rafael.

  • ¿Qué ha pasado Don Rafael? – pregunté preocupada.

  • Cristina ha dimitido hace un par de días y se ha largado después de firmar los papeles del divorcio que le envió Marcos... ha desaparecido por completo del mapa – dijo Don Rafael.

  • ¡¿CÓMO?! – le interrumpí – ¡QUÉ ALEGRÍA ME DA DON RAFAEL! – no me lo podía creer, pero era cierto... ¡POR FIN!... ¡MARCOS!... ¡EL PUTO MARCOS!... ¡SIEMPRE MARCOS!... byebye .

  • ¿PERO QUÉ COJONES ESTÁS CELEBRANDO NIÑA ? – me gritó Don Rafael.

  • Perdone Don Rafael – dije asustada por la vehemencia de sus palabras.

  • No lo entiendes ¿verdad?... todo aquello que hablamos ella y yo aquel domingo en tu presencia, no era ningún farol... debí tomármelo mucho más en serio, pero pensé que jamás se atrevería... esto es muy grave Gema... ¡NO ERA NINGÚN FAROL!... ¡VOY A TERMINAR EN LA CÁRCEL SI NO APARECE TODO ESE DINERO! – me gritó de nuevo – eres su mejor amiga, tú tienes que saber dónde puede estar... ¡BÚSCALA! – me ordenó.

  • ¿Y si no la encuentro Don Rafael? – pregunté con timidez.

  • ¡No lo sé Gema!... la verdad es que no lo sé... no sé qué voy a hacer – y tras un rato de silencio por ambas partes... Don Rafael, muy bajito, hizo la pregunta – Gema... ¿tú sabes cómo puedo localizar a Marcos?

  • Ni idea Don Rafael – mentí de inmediato... ¿años intentando que aquel imbécil se largara y ahora iba a ser Don Rafael Sánchez en persona el que iba a llamar a Marcos para que volviera?... ni podía, ni iba a consentirlo... seguro que había otra forma de solucionar las cosas.

  • Está bien Gema – suspiró decepcionado – gracias por tu ayuda... que tengas un buen día – y Don Rafael colgó.

¿Pero qué estaba pasando allí?... rápidamente corrí a casa de Cristina, nunca he podido saber si estaba en casa o no aquel día, pero evidentemente nadie me abrió la puerta... totalmente desconcertada y sin saber qué hacer o a dónde ir sólo se me ocurrió un lugar al que acudir.

  • ¡Buenas tardes Gemita ! – me dijo Laura tras abrir la puerta de su casa, empleando su tono burlón habitual – ¿vienes a comerme el coño tan bien como sabes a cambio de un par de rayas o necesitas que te dé por el culo?

  • ¿Dónde está Cristina?... ¡TÚ TIENES QUE SABERLO! – le grité desesperada.

  • JAJAJAJA... Gemita ... ¿y si así fuera y lo supiera?... ¿crees que te lo diría precisamente a ti?... JAJAJAJA – reía Laura.

  • Me ha llamado Don Rafael muy preocupado diciéndome que necesita localizar a Cristina urgentemente, que la situación es muy grave – dije ansiosa esperando una respuesta.

  • Mira Gemita ... a mi también me ha llamado Rafael, pero yo ya no respondo ante él... ya no... me va la vida en estarme bien calladita... cuando el amo manda, sólo se puede obedecer Gemita ... bastante tengo con intentar que la mierda de todo esto no me vaya a salpicar también a mí... pero te voy a dar un consejo gratis Gemita ... olvídate de todo y de todos, en especial de buscar Cristina... vete a tu casa e intenta salvar el culo como puedas – dijo para inmediatamente darme con la puerta en las narices.

Tardé en entender lo que quería decirme Laura con aquellas palabras aproximadamente un par de días.. ese fue más o menos el tiempo que transcurrió hasta que una mañana me despertó el teléfono con varios mensajes de Manuel Enrique en los que me informaba que cancelaba oficialmente nuestro compromiso.

Todavía algo adormilada, no podía creerme lo que leía en mi teléfono móvil... ¿era una broma?... y cuando le pregunté el motivo de que rompiera nuestro compromiso de aquella manera tan precipitada, rápidamente empezaron a aparecer en mi móvil imágenes de varias portadas de revistas del corazón en las que salían fotos mías en situaciones, y posiciones, bastante explícitas y comprometidas... algunas fotos incluso estaban pixeladas para evitar mostrar totalmente mi desnudez... cuando intenté salir a la calle me encontré mi casa totalmente rodeada de paparazzi... entonces recordé aquella amenaza de Cristina – como Marcos no vuelva te pienso arruinar la vida, como has hecho tú con la mía – ¿qué otra persona podía haber sido?

Durante semanas, videos míos de alto contenido sexual comenzaron a hacerse virales en muchas páginas de internet e incluso se llegó a hablar de mí en algunos programas televisivos dedicados al corazón... finalmente tuve que acabar abandonando Granada temporalmente ante el acoso sistemático que recibía por parte de la prensa del corazón.

Pero no sólo fueron semanas turbulentas en la sección del corazón de los medios de comunicación... en las secciones de sociedad de Granada y en la de política local, provincial e incluso autonómica... también se vivió un auténtico terremoto mediático... Don Rafael Sánchez había sido detenido por apropiarse ilícitamente de varias decenas de millones de la empresa familiar y sobre su hija Cristina Sánchez Sánchez, que no pudo ser localizada, existía una orden de detención internacional... la investigación posterior por parte de la policía descubrió una red de corrupción asociada a la empresa familiar que estaba formada por varios políticos, funcionarios e incluso algún juez... que a cambio de comisiones, sobornos y fiestas privadas amenizadas con drogas y prostitutas de lujo, adjudicaban contratos de forma irregular a la empresa familiar de Don Rafael.

No tardó en volver a salir mi nombre asociado a aquellas fiestas y poco a poco comenzaron nuevamente a filtrase en internet nuevos videos sexuales protagonizados por mí... la policía acabó deteniéndome para interrogarme... me mostraron infinidad de documentación donde constaban detalladamente todos los trabajos que había realizado y todo el dinero que había cobrado ilícitamente por ellos... congelaron mis cuentas y no embargaron mi casa de auténtico milagro, puesto que conseguí demostrar que la había comprado con el dinero heredado de mis padres.

De nuevo sin dinero, me vi obligada a llamar a Hassan para negociar cómo conseguir mis ansiadas dosis, ese fue el comenzó una de las etapas más oscuras de mi vida... Hassan prácticamente, o sin prácticamente, se instaló en mi casa y me convirtió en su esclava sexual, en su sumisa, en un juguete que utilizaba a su antojo para satisfacer todas y cada una de sus más retorcidas perversiones sexuales... cuando se cansó de jugar conmigo, comenzó a ofrecerme a algunos de sus mejores amigos... primero, de forma un tanto discreta, disfrazando aquellos encuentros como fiestas blancas que él organizaba en mi casa y donde se hacían intercambios de parejas y orgías... hasta que finalmente acabó prostituyéndome sin ningún pudor en mi propia casa, un cliente llegaba a casa, le entregaba el dinero a Hassan y éste le hacía subir a una de las habitaciones... después me ofrecía un par de rayas y me decía que fuera a complacer a su amigo... y así fueron pasando los días de mi vida, las semanas, los meses... hasta que finalmente Hassan fue detenido y condenado a prisión por sus delitos contra la salud pública.

Entonces sin dinero ni droga, no me quedó más remedio que vender mi casa... tuve que mudarme a uno de los barrios más pobres de Granada y más tarde acabar haciendo la calle para poder sobrevivir... cuántas veces durante las noches, mientras esperaba que algún coche se detuviera para solicitar mis servicios recordaba... primero con odio, luego con rabia y finalmente ya, con resignación... aquellas palabras de Cristina cuando me dijo que iba a intentar recuperar a Marcos tras su primera separación – esto no es vida Gema, no acabará bien y espero que algún día te des cuenta antes de que sea demasiado tarde – por desgracia, como todo en mi vida, cuando me di cuenta ya era demasiado tarde.

Tampoco fueron años de vino y rosas para la familia Sánchez... tras destaparse el escándalo de la empresa familiar, nadie en toda Granada sabía el paradero de ninguno de los miembros de la familia, salvo claro está, el de Don Rafael Sánchez... hospedado en una habitación de tres por dos en una de las prisiones de Andalucía.

Tras casi dos años, en los que Rafael Sánchez permaneció encarcelado a la espera de jucio, puesto que su familia no pagó su fianza... la expectación por el inminente inicio del juicio contra él, paralizaba toda Granada... pero la gran noticia de la víspera del inicio del juicio fue sin duda la detención en el aeropuerto de Granada e inminente ingreso en prisión sin posibilidad de fianza de la hija de Rafael... Cristina Sánchez... nadie se explicaba por qué había vuelto a Granada.

El fiscal se apresuró a unir, tal vez precipitadamente, el juicio contra Cristina y su padre, acusándolos a ambos de los mismos delitos... con una semana de demora respecto a lo inicialmente previsto, comenzó aquel juicio que fue ya desde el primer momento un auténtico escándalo... el abogado de Cristina tomó la palabra para denunciar la podredumbre del sistema que había obligado a su defendida a esconderse durante casi dos años en el extranjero para evitar la cárcel... entre los murmullos de la sala, exigía además la inmediata recusación del juez que llevaba el caso, la inmediata puesta en libertad de su defendida libre de todos los cargos asegurando que todas las pruebas contra ella estaban manipuladas y exigía una disculpa pública de la fiscalía por todas las acusaciones contra ella.

Quince minutos después de que el juez aceptara la petición del fiscal de rechazar todas las mociones... documentos comprometedores que relacionaban a aquel juez directamente con los negocios irregulares de la empresa familiar de Don Rafael Sánchez y varios videos de alto contenido sexual donde aquel juez aparecía en compañía de varias prostitutas que figuraban en el sumario como relacionadas con empresa familiar de Don Rafael Sánchez, recorrieron como la pólvora toda Granada.

Varios días después, ya con un nuevo juez, el testigo estrella de la fiscalía, un político de nombre Juan subía al estrado para asegurar bajo juramento que Cristina se prostituía habitualmente y se había acostado con él en muchas ocasiones a cambio de conseguir diferentes contratos para la empresa familiar... la protesta del abogado de Cristina fue inmediata y acusó al testigo de estar mintiendo para así poder beneficiarse de un acuerdo previo con la fiscalía para reducir su condena.

Cuando llegó su turno, el abogado de Cristina ya dejó a aquel testigo en entredicho con su primera pregunta – Nosotros tenemos nuestras pruebas de que miente... pero... ¿tiene usted alguna prueba de lo que dice sobre mi cliente es verdad o debemos confiar sólo en la sinceridad y honestidad de sus palabras? – una pregunta que no obtuvo respuesta por parte de Juan.

Unos minutos más tarde el abogado de Cristina le preguntaba a Juan si era capaz de reconocer a su cliente en alguno de los videos que se proyectaban en aquella sala... videos donde se le veía claramente tomando drogas y manteniendo relaciones sexuales con hombres de color en un conocido club de intercambios de Granada, así como en una habitación de un lujoso hotel de Málaga o en un lujoso chalet de Córdoba... el comentario del abogado ante el silencio del testigo al ver los videos no pudo ser más irónico – que usted participaba en fiestas con drogas y también en orgias a cambio de firmar contratos para la empresa familiar de Don Rafael Sánchez nunca ha estado aquí en duda... pero puestos a reconocerlo abiertamente ante la opinión pública, en un juicio abierto al público como este, creo que debería usted aprovechar también para salir del armario... ¿qué gana usted manchando el buen nombre de mi cliente para ocultar su homosexualidad?... ¿no encuentra ningún amigo guapo, lo bastante moreno, en la cárcel y por eso ha hecho un trato y está aquí sentado?... tal vez el problema sea precisamente ese... desearía no poder estar sentado... ¿es correcto señor Juan? – dijo aquel abogado generando la indignación del juez, la protesta del fiscal y las tremendas carcajadas de toda la gente presente en aquella sala.

Poco a poco y uno por uno... durante las siguientes semanas del juicio... todos los cargos existentes contra Cristina Sánchez y su padre Don Rafael Sánchez fueron desmoronándose como un castillo de naipes ante el asombro de la fiscalía y de toda la opinión pública... decenas de documentos habían ido apareciendo durante el juicio, mostrados por el abogado de Cristina, que señalaba una y otra vez que esos documentos eran duplicados y que los originales deberían estar necesariamente en manos de la policía a no ser que hubiesen sido convenientemente extraviados u ocultados con la intención de acusar a su cliente.

Todos los documentos acreditaban que todo había sido orquestado por el director general de la empresa en aquella época, por Roberto, buscando que los Sánchez fueran cabezas de turco en caso de que algún día se descubriesen sus oscuras maniobras.

Sin embargo, las caras de ambos acusados en las fotos que publicaba diariamente la prensa eran polos opuestos... las tremendas sonrisas con las que aparecía Don Rafael Sánchez en las fotos a medida que avanzaba el juicio, contrastaban con la tremenda seriedad y tristeza de su hija Cristina.

La penúltima jornada del juicio se esperaba con expectación la declaración en el estrado, ya en calidad de testigo puesto que no podían acusarla de nada, de Cristina Sánchez... nadie se explicaba el motivo de que quisiera subir al estrado una vez demostrada su inocencia de todos los cargos.

La sonrisa eterna que había ido apareciendo en la cara de Don Rafael Sánchez a lo largo de aquel juicio se borró de un plumazo cuando escuchó el testimonio de su hija Cristina.

A preguntas de su abogado ella respondió que ellos eran inocentes de todos aquellos cargos... que Roberto lo había planeado todo al detalle porque quería quedarse con todo el dinero y el poder de la empresa familiar tras divorciarse de su hermana... chantajeándolos, diciéndoles que ellos serían los culpables si se negaban... pero que Roberto había cometido un fallo.

El abogado de Cristina puso el caramelo... el fiscal se levantó y lo cogió... le preguntó a Cristina cuál había sido ese fallo – Robertopensó que mi padre nunca descubriría las maniobras que estaba realizando a sus espaldas en la empresa familiar y estoy casi segura, aunque no pueda demostrarlo, que lo pagó con su vida... a la persona que manda en la familia Sánchez si no la respetas lo pagas muy caro – respondió Cristina a aquella pregunta mirando fijamente a los ojos a su padre.

Mientras Cristina salía por la puerta como una mujer libre... Don Rafael Sánchez volvía a ser detenido y enviado de nuevo a prisión a la espera de un nuevo juicio, esa segunda vez por asesinato.

Más de tres años y medio más tarde, Don Rafael Sánchez fue declarado NO CULPABLE del asesinato de su yerno Roberto por un jurado popular... bien es cierto que había en su contra un montón de pruebas circunstanciales, pero ninguna prueba que fuera del todo concluyente... sin embargo los casi siete años que había estado en la cárcel no se los pudo quitar nadie, como tampoco pudo evitar nadie que tuviera que convivir el resto de su vida con la duda que había entre la opinión pública de si era verdaderamente inocente de aquel asesinato o simplemente se había librado porque la justicia no funciona igual para ricos que para pobres... una duda que le persiguió toda su vida, ya que el crimen de su yerno Roberto nunca pudo ser resuelto por la policía... ni siquiera había sospechosos.

Nunca más había vuelto a ver a ningún miembro de la familia Sánchez en persona o fotografía desde que acabó aquel juicio... hasta que hace media hora, cuando estaba sentada con mi café en esta mesa, escuché hablar a la tal Marga... aquí sigue la pobre mujer con su carajillo soportando todavía las bromas de sus amigas por haber creído ver a la señora Sánchez.

Al otro lado de la calle veo todavía ese lujoso todoterreno gris y cuando desvío la mirada hacia el parque y la veo venir caminando con uno de sus hijos de la mano... impecablemente vestida, maquillada y peinada... caminando elegantemente... ahora sí que parece realmente una Sánchez.

Me pongo nerviosa y mi corazón se acelera... dudo pensando en si debería intentar saludarla o no... a través de mis gafas de sol baratas la miro intentando adivinar la dirección hacia la que miran sus ojos también ocultos bajo unas modernas gafas de sol de una conocida marca... le pregunta algo al camarero y entra en la cafetería con una sonrisa en la cara... ¿me habrá visto?... ¿me habrá reconocido después de tantos años?

Tras varios minutos vuelve a salir de la cafetería y le agradece al camarero por haber permitido a su hijo utilizar el baño... al otro lado de la calle, su madre, Marcos y su otro hijo la esperan junto a aquel lujoso todoterreno... Marcos la recibe con un pequeño beso en los labios y, poco a poco, todos juntos se van montando en el coche para marcharse.

Apuro mi café cuando para mi sorpresa se me acerca el camarero con un plato combinado...

  • Para usted señora... ¡buen provecho! – me dice con una sonrisa.

  • Pero yo no he pedido nada – le digo sorprendida al camarero.

  • Me ha dicho mi compañero que la señora que ha entrado antes con su hijo al servicio le ha pagado su consumición y le ha invitado a este plato combinado... además nos ha dejado una buena propina – me dice amablemente mientras me entrega una nota.

Exclamo su nombre en voz alta – ¡Cristina! – mientras sonrío ante la idea de que después de tanto tiempo me ha reconocido... ¿cómo no iba a hacerlo si nos conocemos de toda la vida?

Abro la nota doblada en cuatro partes y leo...

** Buenas tardes Gema...

No sé si hay alguna hija de puta ahora mismo por este barrio... pero desde luego hay al menos una puta barata, muy muy barata... y esa sin duda eres tú.

Veo que hoy, tras alrededor de doce años, las cosas parece que ya no te hacen tanta gracia como la última vez que nos vimos en casa de mis padres.

Pero para que veas que no te guardo ningún rencor, te he invitado a un plato combinado... no sabía que otra cosa te gusta llevarte a la boca a parte de huevos y "salchichas"... espero haber acertado... disfrútalo y recuerda que las "salchichas" que vienen en el plato no hace falta meterlas enteras en la boca como estas acostumbrada.

Un saludo de Esther Sánchez **

¡¿CÓMO?! – grité provocando que toda la gente que me rodeaba en las mesas de aquella terraza volviese a mirarme... ¿MARCOS Y ESTHER ESTABAN AHORA JUNTOS Y TENÍAN DOS HIJOS?

Ni siquiera quería imaginarme qué podría suceder si Cristina llegase a descubrirlo... pero bueno, tampoco sabía nada de su vida desde hacía muchos años... no podía seguir amando a Marcos... ¿o SÍ?... ¡MARCOS!... ¡EL PUTO MARCOS!... ¡SIEMPRE MARCOS!...