Cristina y los visitadores .Capitulo 2.
Un vieja en el ascensor puede dar mucho de si....
Mientras subian en el ascensor, ella no podía dejar de mirar a su acompañante, que tras el detalle que había tenido se le ofrecia a sus ojos como su príncipe salvador ; nunca le había parecido guapo, realmente siempre le había causado cierto rechazo por lo pesado que era , haciéndose el gracioso y presentando sus productos de aquella manera que lo hacia, insistente y prolija, que a ella y a sus compañeros les provocaba justo el efecto contrario.
- Joder,tia, ya viene ahí el padre de Rafa …corre, a ver si no nos pilla…
- Es que mira que es pesado …y encima se cree muy gracioso…
- Uf, no lo soporto, con esa calva y ese pasarse la mano por el pelo …
Recordó ese último encuentro en la Facultad, justo la semana anterior , y se sintió culpable por haber hecho esos comentarios a sus amigas ; el pobre de Rafa se daba cuenta, seguro, y él mismo le daba la sensación de que le provocaba vergüenza ajena .
- Anda, papá , deja ya de darnos la lata, que todavía no somos médicos y no podemos prescribir …
- Si , hijo, pero no está de más que ya os vayais aprendiendo los productos, que son los mejores …en concreto, la crema …
- Ay, no , por favor, no saques la crema …
Y es que era proclive a sacar un tubo de crema y probarla sobre la piel del primero que se le pusiera por delante , cuestión que lo había hecho ya bastante conocido entre sus compañeros , los médicos y los estudiantes de Medicina.
Y el propio Don Rafael se sentía muy satisfecho : las ventas habían aumentado y ello se traducía en más paga de beneficios ; él se daba cuenta de que no siempre era bien recibido, pero a estas alturas no se achantaba y persistía en su actitud ; sabia que a su hijo le llevaban los demonios cuando se exhibía ante sus compañeros, pero a él le gustaba hacerle un poco de rabiar .
Y con los médicos ….el sabia que no era un hombre particularmente atractivo , mas bien del montón, pero un traje y una corbata hacían mucho ,y más de una vez había pillado a alguna ( y algún ) médico mirándole de reojo el paquete ; no se consideraba tampoco bien provisto por la Naturaleza e intentaba cuidarse y que su barriga de los 40 no fuera a más ; y el caso es que su cuerpo , dentro de un traje, parecía expanderse y en concreto , los pantalones le marcaban más paquete del que le parecía tener, y eso le incomodaba, porque algunas miradas la hacían sentirse avergonzado .
Su hijo se lo habia dicho más de una vez .
- Joder, Papá, como sigues utilizando esos calzoncillos del año de la canana …
- Eso le digo yo a tu padre – intervino su esposa- , si tiene algunos hasta con agujeros …
- Vamos a ver- apostillaba el usuario de aquellas intimas prendas – son muy cómodos y todavía se les puede dar mucho uso .Y cumplen su función a la perfeccion.
- Si , hombre , si están tan gastados que apenas te sujetan …y se te nota cuando llevas el traje .
- Qué sabrás tú de llevar trajes, niñato – le espetó a su hijo .No le gustaban nada los calzoncillos modernos que ceñían y apretaban tanto- y además, eso produce esterilidad , por llevar los huevos tan cerca del cuerpo .
- Anda, Papá. Ahora va a resultar que hay que ir con los cojones colgando por ahí …¿ qué dices tú , Mamá?
- Uf , yo no digo nada….tu padre siempre ha usado los mismos calzoncillos, desde que yo le conozco …- y se sonrió, porque ver a su esposo con aquella prenda siempre la había vuelto loca ; raro era el dia que si lo veía con ellos , y especialmente si lo pillaba con la camisa puesta antes que los pantalones, y asomaban sus sempiternos slips por los faldones de la camisa, sujetando sus varoniles atributos , que no terminasen follando , tras acecharle y terminar agarrando aquella deliciosa protuberancia …y la verdad es que la tenia muy satisfecha ; su esposo siempre se hacia el sorprendido y disfrutaba igual o más que ella .
.
Y todo esto le vino a la cabeza mientras subia en el ascensor con aquella compañera de su hijo , ya que advirtió las miradas de Cristina hacia aquella zona que lo hacia ponerse nervioso ; una cosa era dejar que el médico ( o médica ) se solazase con la vista de su paquete y el aprovechase esa ventaja para camelárselo y que le recetasen sus productos y no los de la competencia, y otra cosa es que una compañera de su hijo le mirase su entrepierna ….
No, no era eso : eran los faldones de su chaqueta ,que recordaba estaba algo deshilachada y nunca recordaba decírselo a su mujer para que se lo cosiera …se dijo que a la vuelta no se olvidaría de recordárselo…..y en esto que pensó que había acogido a Cristina en su habitación …por supuesto que su mujer no debía de enterarse de esta historia , pero es que la pobre criatura estaba en un buen brete : el catedrático de Radiologia era una buena pieza, y gustaba de llevarse a la cama a las estudiantes de buen ver , a cambio de favores académicos , y la verdad es que Cristinita andaba que daba gusto verla ….bueno, era compañera y amiga de su hijo .
Y no andaba muy descaminado Don Rafael, ya que Cristina, recordando la agradable y culpable sensación que le provocó el abrazo , intentaba cotejar con su vista lo que le había llegado a su cerebro por el tacto ( y más por la sensación táctil tan exquisita de la zona más sensible de su cuerpo ) , y buscaba , ansiosa y curiosa, que el Tergal del pantalón de Don Rafael mostrase algo de lo que su coño le había hecho percibir ; pero la maldita chaqueta marrón , que por cierto estaba deshilachada por el borde, dejaba solo entrever algo de lo que cubria el beige pantalón del visitador médico .
Los movimientos de Don Rafael, que algo nervioso estaba por la situación , hacían que cogiese su carpeta o alzase un poco la maleta , y los dichosos faldones se desplazaban atrás y adelante , resbalando sobre el beige Tergal, que se le figuraba casi un sacrílego sagrario que albergase la octava maravilla del mundo .
Entonces a ella le pareció vislumbrar una deliciosa protusión en la beige ( ¿o era marrón claro?) , tela , quedándose mirando fijamente aquella deliciosa aparicion; al darse cuenta que su poseedor la miraba y sonreía nervioso, aunque extrañado por la atención que obviamente dirigía a aquella zona de su cuerpo , se atrevió a decir :
- Ay, Don Rafael, se le ha descosido la chaqueta – y notó que se ponía colorada como un tomate .
- Uh, si …- dijo e interpelado , mirando hacia la despegada tela, haciéndose el sorprendido – me habré enganchado con la maleta …vaya por Dios …- y la miró, poniendo cara de contrariado , ¿ qué pensaría esta muchacha , acerca de un visitador médico, cuya imagen era primordial , llevando aquella chaqueta?
- Pues , si le parece, yo se la puedo coser …puedo pedir aguja e hilo en la recepción .
- ¿Tú crees, Cristinita , que podrás coserla? Cuánto de lo agradecería …- y se subió el faldón de la chaqueta ,para que ella pudiese verlo.
Cristina tomó la ofrecida tela, y se quedó embobada mirando lo que pudo descubrir al alzarla , y no era otra cosa que la tenue definición del paquete de Don Rafael bajo el pantalón beige .
Apenas era una sospecha , pero ante el más mínimo movimiento de las piernas del delegado, se insinuaba un leve temblor que sacudía la zona de la bragueta , y si se ponía más de firmes, la tela cedía gustosa ante el empuje de su contenido , siendo en una escasa pero precisa ocasión , capaz de distinguir una par de pequeños bultos, redondeados, uno más arriba y otro debajo, que se correspondía con la sensación que atesoraba su entrepierna cuando le dio el abrazo; pudo contemplarlo a placer, mientras Don Rafael percibía, inocente, que el objeto de su atención no era otra cosa que el deshilachado punto del faldón de la chaqueta .
Y la llegada del ascensor a la planta donde se alojaban, sacó a Cristina de su adoración , dejando , a su pesar, que la tela de la chaqueta cediera a la ley de la gravedad y tapase aquella maravillosa visión .
- Por supuesto que podré coserla, Don Rafael- le dijo ella, mientras le sonreía .
- Muchas gracias, guapa – le dijo , sonriéndole a su vez .
Al verlo de aquella manera le pareció hasta guapo , con aquel traje de chaqueta marrón, pantalón beige y camisa blanca ….se le figuró , con aquellos colores , como un helado de corte de vainilla, chocolate y nata ; se extrañó ante la imagen que le ofrecía su cerebro, pero es que se sentía especialmente golosa , y lo anunció casi sin darse cuenta :
- Don Rafael, sabe que me recuerda a un helado de corte…vainilla, chocolate y nata …
- No me digas …- le dijo él, mirándole divertido y extrañado.
- Ay,si, es por los colores …su pantalón, su chaqueta, su camisa …- y de nuevo se puso colorada como una guindilla .
Se maldijo a si misma por haber sido capaz de soltar semejante tontería .Pero a Don Rafael pareció encantarle.
- Jajajaja …nunca me habían comparado con un helado …lo tomaré como un cumplido – y le miró , sonriendo , mientras sacaba de su bolsillo la llave de la habitación que iban a compartir .
Nota para hombre FX : ahora mismo tengo un lío tremendo con la puntuacion y dónde van las tildes, según las últimas recomendaciones de la Real Academia de la Lengua , espero me vaya adaptando a ellas.....y gracias por estar ahi presente .