Cristina (3)

Tercera parte libre de la historia entre Don Tito y Cristina

Antes que nada, muchas gracias por vustros comentarios ya que gracias a ellos me animan a seguir :)

Sigue el mismo hilo que el anterior relato.

Y así fue cómo volví a entregarme a los brazos fofos de ese viejo morboso.

Pasaron los días y me volví más sumisa hacia Don Tito, dejándo el remordimiento por engañar a mi esposo en un segundo plano ya que estaba loca, desesperada por sentir ese placer que solo Don Tito sabía proporcionar. Era inegable, había despertado algo en mi tan fuerte que no podía dejarlo pasar, algo tan fuerte que solo Don Tito podía aplacar, al menos de forma temporal porque al poco tiempo volvía a estar hambrienta de la erga de Don Tito.

Dejé mi orgullo a un lado para que los deseos de Don Tito conmigo se complacieran sin parar y...me parece bien.

Otro día más había llegado y cada vez Pablo se iba más temparno y regresaba más tarde. Había dejado que nuestra relación se enfriara todavía más y no me importó ese distanciamiento más fuerte que cada día hay entre nosostros.

Solo me importa que él ya no está en casa y que Don Tito no tardará en llegar...

Fuí al baño para ponerme ese pintalabios rojizo que tanto le gusta a mi Don Tito, dejo mi melena sin ataduras y me pongo solo un diminuto tanga negro sobre la cama, estirada mostrando mis pechos, esos que tanto le gustan y abierta de piernas mostrando que estoy solo para él.

La puerta se abre y después de unos pasos allí está, con una sonrisa triunfante en su viejo y feo rostro. Triunfate porque sabe que estoy totalemnte a su merced, un cuerpo joven, bien formado y muy hermoso, está completamente a su merced para que haga lo que quiera...siempre que quiera.

  • Aquí está mi putita - dijo con voz rasposa mientras se desabrocha su camisa con lentitud - esperando a este viejo para que la complazca, algo que su marido no sabe hacer... -

Mientras escucho sus palabras miro con deseo su cuerpo, sé que eso le gusta, y mis manos empiezan a jugar por mis grandes y llenos pechos, haciendo que mis pezones se exitaran.

  • Mirala - empieza a reír - solo una puta está tan desesperada para quee se la metan -

Empiezo a tocarme más abajo mientras muevo las caderas ansiosas.

A Don Tito le gusta jugar, le gusta hacer que suplique por su verga, que le suplique que me posea. Escucho como se desabrocha el cinturón pero desliza sus pantalones poco a poco por su malformado cuerpo.

Yo, loca de deseo, ya no puedo aguantar más.

-Por favor Don Tito, dese prisa, no puedo aguantar más - le miro a los ojos humillandome - por favor Don Tito necesito que me folle, que goze de mi cuerpo como solo usted sabe hacer -

Otras risas ahora más fuertes resuenan en esa habitación.

  • Tranquila puta que te la voy a meter. Te voy a follar -

Termina por desnudarse y enseñarme su verga erecta, al hacerlo de mi boca sale un gemido y me lamo los labios.

  • Ven aquí puta - dice poniendo una rodilla en la cama y pasar su lengua y sus callosas manos por mis pechos. Los apretones son fuertes y va dando mordiscos de vez en cuando. Me resulta muy exitante.

No puedo esperar para sentir su caliente verga y con mi mano la busco desesperada y le empiezo a masturbar, con movimientos frenéticos arriba y abajo...

  • Ahhh...que puta tan desesperada eres...aaahh -

Don Tito se aparta de mi unos centímetros y se estira en la cama, con la mano en su verga masturbandose.

  • Monta a este viejo como la puta asquerosa que eres -

No lo pienso. Me quito el tanga y me monto encima de él sintinedo esa caliente verga abriendose en mi interior. Empiezoa montarlo con fuerza y de forma frenética, Don Tito no se mueve, disfruta de mis movimientos pero si me agrra con fuerza por mis nalgas y mira mis pechos que saltan sin control delante de sus ojos.

Estoy como loca, monto a Don Tito sin parar mientras gemidos de placer salen de mi interior.

Don Tito aprovecha para darme alguna que otra de esas adorables nalgadas y chupa los pezones que se encuentran tan cerca de su cara.

  • Eso es puta....aahhh....disfruta montando a tu viejito - dice antes de darme unas cuantas nalgadas más.

Un orgasmo está a punto de estallar en mi interior y acelero más los movimientos hasta que por fin estalla y calma un poco mi calentura, me quede quieta y Don Tito aprovecho para empujarme.

  • Ponte de cuatro patas, venga -

Accedo gustosa, muestro esa parte de mi que tanto le enloquece.

  • Me encanta tu culo - siento sus manos callosas acariciando mis suaves nalgas.

Siento los movimientos de la cama que provoca al colocarse bien. Siento la punta de su verga en mi vagina, eso me extraña, ya que le gusta mucho penetrarme por atrás.

Empuja su verga dentro de mi con un fuerte movimientos y agachandose para coger mis pechos empieza a montarme ahora él a mi. Siento sus manos en mis pechos, masajeandolos a su gusto mientras la increible follada de Don Tito me provoca otro orgasmo casi enseguida.

Mareada de placer casi no siento que estira de mi brazo me hace estirar sobre la cama para ponerse bien al terminar de eyacular por todo mi rostro. Al darme cuenta abro la boca para que su pueda saborar su exquisito elixhir. Le ayudo tocando sus velludas pelotas y Don Tito se deshace en un largo orgasmo.

Don Tito cae sobre la cama sudoroso y exhausto.

  • Me has dejado seco puta -

Sintiendo su semen secarse enseguida sobre mi fina piel me levanto para lavarme en el baño y volver junto a él.

  • Por favor Don Tito, la próxima vez corrase en mi boquita, su sabor me encanta -

Sus risas vuelven a resonar el lugar. Quiero acurrucarme junto a él, sin embargo no me deja, me coge del brazo y me mira ahora con cara malhumorada.

  • No quiero que una puta asquerosa como tu se me acerque si no es para follar - me empuja de mala gana - Ahora vete, quiero dormir un poco para descansar y luego volver a follarte-

Me levanto y aprovecha para darme una fuerte nalgada, para después, Don tito se gira y se pone a dormir.

No me altera lo que ha dicho, siempre es así me trata como quiere, como un trozo de carne que solo sirve para que se desahogue conmigo y...me excita, no me importa como me trate, solo quiero ser gozada por él.

Al despertarse Don Tito tiene una agradable sorpresa. Me encuentro frente a la cama con un disfraz de colegiala, con una pequeña camisa que apenas tapa mis pezones y queda recogida sobre mi plano vientre con un nudo, mostrando un pircing falso en el ombligo y una minifalda verde y roja tan corta que el principio de mis nalgas se pueden ver sin problemas.

  • Guaaau - comenta mientras coge su verga entre las manos y empieza a sobarse.

  • Le gusta Don Tito -

Antes que pueda contstar, subo a la cama y me agacho para coger su verga entre mis labios, mi lengua acaricia toda su glande, y mis manos masturban donde mi boca no puede llegar mi cabeza se mueve rápidamente engullendo ese pedazo de carne que me vuelve loca.

  • A si me gusta puta....aaahhh...complace a tu viejo...aaahhh...que boca tienes....sabía que eras una experta....aahhh -

Estuve un rato así escuhando sus gemidos de placer e insultándome hasta que cogió mis hombros para apartarme de su deliciosa verga y volver a ponerme de cuatro patas enfrente a él. Al no llevar ya ningun tanga el acceso es mucho más rápido y ahora si, apoya su verga en mi orificio posterior para entrar en él.

De mi sale un leve gemido de dolor pero Don Tito sigue entrando y saliendo con fuerza y rápidez sin importar si me hace daño o no, solo buscando su propio placer hasta que sus embestidas provocan otro orgasmo en ese día para mi pero Don Tito no paró en ningún momento de culearme, siguió embistiendome frenéticamente mientras me golpeaba en las nalgas hasta que su uerpo empezó a temblar cercano a su orgasmo.

Decidida me gire para que se corriera en mi boca pero él no me dejo, me apartó para correrse en mi cara pero no me dejo tragarme toda su leche.

Me tiré cansada sobre la cama, viendo como ese viejo cogía sus ropas del suelo y se vestía. Miré el reloj, es casi la hora de comer.

  • ¿Le veré esta tarde? - pregunte con voz inocente sabiendo la respuesta.

  • Lo siento putita, esta tarde no podrá ser -

  • ¿Por qué? - pregunté alarmada y sin esperarlo.

  • Tengo otras cosas que hacer -

  • ¿Pero no vendrá a gozarme? - pregunté evidentemente decepcionada lo que causó más risas en el viejo maldito.

  • No te preocupes puta. Voy a gozarte. Voy a correrme en tu boca - al decir eso me quedé más tranquila sin imaginar los perversos planes de su enferma mente - esta noche -

  • ¿Noche? Pero no puede. Mi marido viene a las ocho -

  • Lo sé - dice antes de levantarse la bragueta - vendré a medianoche - se vuelve para clavar su mirada en la mía - espero que canses bien a tu marido para que no se despierte mientras me corro en la boca de su mujer -

Y sale de mi casa riendo......