Cristina (2)
Es una versión alternativa de lo que pasó al día siguiente de que Cristina se dejara hacer de todo por su vecino Don Tito
Antes que nada quiero decir que la historia original no es mía, pero he quedado tan impactada por el relato que quería exponer una sgeunda parte de Cristina y Don Tito sin desmerecer en ningún momento su contenido por supuesto. Sé que no se acerca a la calidad del original.
Al día siguiente
Me quedé horrorizada por todo lo que había pasado el día anterior, ahora mientras Pablo duerme tranquilamente a mi lado pienso en como me he dejado hacer de todo por un viejo que mi marido detesta, por el hecho de que desde el primer día no ha parado de mirar mi cuerpo sin intención de esconderse...si Pablo supiera que solo unas horas antes me he entregado a ese viejo...no, no puede saberlo, no puedo hacerle eso.
En la tarde, cuando Don TIto me hizo suya por segunda vez se demoró a propósito hasta casi el límite de la hora en que Pablo vuelve del trabajo, allí estaba él, sentado en la cama matrimonion mientras yo de rodillas frente a él estaba relamiendo ese pedazo de carne que me volvió loca de placer. Don Tito se burlaba, diciendo que si no me daba prisa para que se corriera vendría mi marido y vería lo que la perra de su mujer estaba haciendo en su ausencia. No podía dejar de mirar el reloj para darme prisa a conceder sus deseos aunque, en una pequeña parte de mi interior que poco a poco se va despertando cada vez más, me excitaba de sobremanera la mamada a contrareloj de ese momento, tanto que cuando el espeso y abundante líquido de ese viejo inundó mi boca, entre sus gemidos de placer también se escuharon los míos.
Después me quedó poco tiempo para ducharme y eliminar las pruebas, tan poco tiempo que Pablo regreso antes de que pudiera lavarme los dientes y no pude rechazar su beso de bienvenida sin saber que tenía todavía restos de la humillación de ese viejo asqueroso. Eso me hizo reaccionar, mañana cuando volviera a por mi le diría, no, exigiría que me dejase en paz.
Al despertarme Pablo ya no estaba y me tome mi tiempo para despertarme y vestirme ya que solo las ocho y media, alerta cada a cada segundo para escuchar el momento en que el cerrojo de mi puerta se abra y Don Tito venga con ganas de follarme.
Ha pasado una hora y todavía no hay señales de ese viejo, mientras, en mi cabeza visualizo la escena que tengo que realizar para terminar con esto de una vez y por todas.
Otra hora más, paseo por casa sin saber que hacer y enfadada con Don Tito, muy a mi pesar por otro motivo muy diferente. ¿Por que tarda tanto?
Una hora más ha pasado sin ninguna visita de Don Tito, pero que se a creido ese viejo, ayer no paró de decir que tengo un cuerpazo y lo buena que estoy y ahora ¿ya se ha olvidado de mi? Ayer no podía retener las ganas de follarme y ahora ni si quiera aparece. Las imágenes de como me trató, como un pedazo de carne que solo sirve para deshaogar su placer, una perra hambrienta de verga....empecé a exitarme.
Con mi enfado a rastras voy al vestidor a buscar ropa más provocativa, si el sabe jugar ella también, cuando venga voy a demostrar que clase de cuerpo no podrá volver a poseer nunca más. Me pongo un tonga negro sobre una minifalda blanca, trasparentando todo, esos tacones que tanto le gustan y una camisa ajustada sin sujetador muy similar a la de ayer. Me apresuro a ir al baño para soltarme el pelo y darme un poco de color a los labios.
Por fin, siendo más de las doce escucho la puerta abrirse yo estoy en la habitación esperando a que Don Tito aparezca, al fin veo su cara de malas pulgas con una mirada llena de exitación y su cuerpo carente de atractivo.
¿Me has echado de menos puta? - dijo al mismo tiempo que me comía con los ojos y emepzaba a tocar su verga por encima de sus pantalones.
Quiero que me devuelva mis llaves y se vaya de mi casa - digo intentando que mi voz suene fuerte.
Por respuesta de él solo consigo una sonora carcajada.
- A quién pretendes engañar perra...admite que solo tienes ganas de que te la meta -
Intenté mostrarme fría pero sabía que esas palabras eran verdad. Al tenerlo delante de mí, en recordar como había disfrutado, en como me arrancaba gritos de placer,...no pude evitar que mi excitación creciera.
Fuera de esta casa - dije con firmeza pero no podía descifrar si las decía de verdad o como reacción para que Don Tito no hiciera caso y volviera a follarme....no conseguía pensar con claridad.
Esta bien, me voy -
¿Qué? - pregunté desconcertada.
Si eso es lo que quieres.... - con borrar su sonrisa de su cara.
Maldito viejo. De repente todo lo vi claro, sabía a que venía todo esto, su demora y su intención falsa de irse. Estaba tan seguro de que me humillaria para que volviera a follarme..
Entonces ¿que puedo hacer? siento que mi excitación va a estallar en cualquier momento y no puedo aguntar más las ganas de que Don Tito me haga suya otra vez...ya me humille ayer...tan malo sería solo un día más, solo uno....
En la habitación reinó el silencio hasta que vi asustada como Don Tito se giraba para irse.
¡Espere! - no volví a hablar hasta que Don Tito se giró para mirarme a los ojos con esa mueca de victoria y satisfacción en su cara - Por favor, no se vaya...-
Tu has dicho que me fuera -
Lo se. Lo..lo siento. Por favor, no se vaya, no me deje aquí solita -
Don Tito se acerca hacía mi a paso lento mientras vuelve a tocarse encima del pantalón y yo..yo le miro tocarse, mientras paso la lengua sensualemnte por mis labios....lo necesito.
Al estar a escasos centímetros de mi me coge con fuerza el cabello haciendo daño.
Si quieres tener el honor de que te folle entonces pídemelo...pide que te haga mía...que te tome como la perra asquerosa que eres -
Sí Don Tito, solo soy una perra hambrienta de verga, por favor necesito que me folle, que me de placer, ese placer que mi marido no sabe darme - sabía que con las últimas palabras alegraría a mi viejito, y asi fue, como respuesta me besó con fuerza y rudeza mientras con la otra mano emepzó a magrearme mi trasero dando esos azote tan excitantes de vez en cuando.
Sentí una presión en mis hombros y me arrodille frente al viejo y, sin necesidad de decirme nada, desabroché con urgencia el cinturón y su pantalon para tener entre mis manos esa dura y caliente verga. Sin esperar me la metí en la boca y empecé a chucpar con ansias mientras mi mano repasaba lo que mi boca no podía abarcar.
- Ahhhh....eso es puta.....chupa...chupa la polla de tu vecino...aaahhh....como se nota que solo eres una puta...aaaah....una puta hambrienta....-
Me levanto y con un movimiento rápido rompió los botones de mi camisa dejando mis pechos al desnudo, como el día de ayer, no demoró en apretar sus manos contra la suavidad de mis pechos y chuparlos hasta quedar saciado.
Me despojó de mi escasa ropa y me tiró de espaldas encima de la cama.
Don Tito solo se bajo un poco los pantalones, yo le esperaba con las perinas bien abiertas y de un solo empujón entro dentro de mi, estaba tan mojada que no me dolió y un gemido de placer escapó de mis labios. No tardo en follarme de forma frenética sin dejarme ni un sgeundo para respirar.
Mira...mira tu anillo de casada mientras de monto - dijo el viejo cogiendo la mano en que tengo mi alianza y dejarla encima de mi cara.
Como la perra de su mujer..es capaz de humillarse para que un macho la folle -
Esas palabras fueron lo que faltó para hacerme estallar en un orgasmo abrasador.
Todavía con el placer latente se quitó de encima para hacerme girar el cuerpo.
-No Don Tito eso no - conseguí decir antes de sentir su verga abriendose en mi ano pero como ayer lo tomó no me dolió tanto.
Ese día volvió a hacerme suya y a inundar su rostro con toda su leche.