Cristina -1-

Cristina, una jovencita regordita, de ojos verdes, cabello rubio y cortito, de estatura mediana y con todo muy bien puesto, estaba en su habitación, encima de la cama, arrodillada y descalza, con un top que dejaba ver su ombligo y una minifalda verde. A su lado, también arrodillada y descalza, estaba Mariola, otra jovencita, morena, alta, de ojos marrones y pequeñas tetitas, que llevaba unos jeans y una blusa azul. Había venído a conocerla, pues Cristina, estuviera estudiando en un internado de monjas durante muchos años. Mariola, había traído con ella un PC. Acababan de ver en Youtube, un capítulo de la vieja serie "Los Persuasores"

-¿Qué hacías en el internado, Cristina? -le preguntó Mariola.

-Estudiar.

-Aparte de eso. ¿Tuviste algún lío con alguna compañera?

-Muchos.

A Mariola, se le dibujó una gran sonrisa en los labios.

-¡Ah, pillina!  ¿Con cuántas, más o menos?

-No recuerdo. Pero a alguna casi la dejo calva.

-A ver, a ver. ¿Estás hablando de peleas?

-Claro. ¿De que otra cosa iba a estar hablandoi?

-De sexo.

-De sexo no podría hablar por que no entiendo.

-¿Nunca te has masturbado?

-El verbo masturbar no lo dimos.

-O sea, que nunca has tenido un orgasmo.

-En el internado teniamos muy pocas cosas.

-Joder, joder, joder. Como no espabiles te la van a meter doblada.

-¿Qué me van a meter doblada?

-Olvida lo que dije. ¿Quieres aprender a masturbarte?

-¿Para qué?

-Para tener un orgasmo.

-¿Es bueno tenerlo?

-Maravilloso. ¿Puedo besarte?

-¿Es un experimento?

-Sí.

-Besa.

Mariola, besó a Cristina,y después de jugar su lengua con la lengua de Cristina, le preguntó:

-¿Tienes el chochito mojado?

-Si. ¿He tenido un orgasmo?

-No, eso es el flujo que comienza a salir cuando una mujer se masturba. ¿Te gustó?

-¡Me gustó! ¡Me encantó!

-Pues un orgasmo es un millón de veces mejor que un beso con lengua.

-Un beso con lengua... ¡Que rico! ¿Me dejas que te bese yo a ti?

-No, me podría enamorar de ti

-¿Y qué?

Le puso un dedo en los labios.

-LLevas dos días suelta. Tienes mucho camino por recorrer.

-Contigo lo recorrería mejor.

-De eso no te quepa duda. Y calla ya que me estás poniendo mala.

-¿Te duele la cabeaz?

-¡Dios mío, que ingenua eres! ¿Quieres aprender a masturbarte o no?

-Sí, enséñame a masturbarme para tener un orgasmo,

-¡No, hija, no. Acabaría comiéndotela. Me conozco.

Cristina, preguntó, extrañada:

-¿Qué me acabarías comiendo?

-Nada, olvídalo.

Mariola, fue a Google, y tecleó: IFEELMYSELF. Luego pinchó en: VIDEO COLLECTION.CC, y después en una foto en la que se veía a una muchacha con las bragas en una pierna, era: AT HOME SERIES. HAVEN PART 1.

-Yo me voy. Cuando vuelva a por el PC, me cuentas -le dijo Mariola a Cristina, después, se sentó en el borde de la cama, se calzó y se fue.

Cristina, vio como la joven morena del video se levantaba la camiseta y se acariciaba los pezones de las tetas. Como acariciaba su chochito por encima de las bragas. Más tarde, como metía una mano dentro de las bragas y acariciaba el sexo. Ahí, Cristina, se quitó el top. No llevaba sujetador.  Se acarició sus grandes tetas y sus pezones. Cristina ya estaba muy mojada. Cuando la muchacha del video se desnudó, ella se quitó la minifalda y las bragas. Se echó en la cama, boca arriba, con el PC, al lado. Se tocó el chochito peludo y rubio. Pringó de flujos la mano.

No sintió llegar el coche de su padre. No sintió abrir la puerta del chalet. Ni lo vio cuando llegó a la puerta de su cuarto, que Mariola, había dejado entornada,

-La hostia -Susurró Agustín, al ver a su hija masturbándise, y luego volvió sobre sus pasos.

Agustín, era un hombre recto, pero recta también se había puesto la polla. Le vino a la cabeza el chochito de su hija, aquel chochito rojo, abierto, que parecía que lo estaba mirando, y desandó lo andado. Volvió a asomar la cabeza en la puerta de la habitación. Cristina, ya estaba gimiendo. Abrio un poco más a puerta de la habitación. Sacó la polla y mirando para su hija, que tenía la vista clavada en el PC, comenzó a masturbarse.

Cristina, al ver que la chica del video frotaba más aprisa su chochito, hizo lo mismo. Y cuando la chica se comenzó a correr, empezó a venirle a ella. Un chorro de flujo salió de su sexo, y luego otro y otro y al cuarto, gritó

¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

Agustín, viendo como su hija, se corría, temblando, sacudiéndose y estremeciéndose, se corrió con tanta fuerza que casí grita como ella, pero no era el caso de que su hija se enterara de que se había masturbado viendo como se masturbaba ella.

Lo que Agustín, no sabía, mientras limpiaba con el pañuelo la leche del piso, es que su hija, por el rabillo del ojo, antes de correrse, lo había visto con la polla en la mano.

Fin de la primera parte.