Cris, mi joven vecinita 3

Una mañana en la playa

A la mañana siguiente me desperté temprano, abrí la ventana de mi habitación, y comprobé que había amanecido un día espléndido en mi pequeña aldea asturiana. Eso significaba que los astros se aliaban conmigo, regalándome un excitante día de playa con mis vecinitos.

No podía quitarme de la cabeza la conversación que había tenido con Suso la noche anterior. La imagen de Cris, corriéndose salvájemente mientras un extraño la observaba cabalgar a mi amigo Suso hacía que mi imaginación volase. Estaba claro que la niña jugaba fuerte, y decidí que había llegado el momento de hacerla ver que yo no era uno de los jovencitos a los que ella estaba acostumbrada a dominar fácilmente.

Faltaba poco para el mediodía cuando escuche el timbre de mi puerta, y escuche a Suso gritar:

"Vamos abuelete, que no tenemos todo el día, ¿que pasa?, ¿que las cuatro birras que nos tomamos anoche te han dejado una resaca tan grande?

"Con lo que tu has sido, un añito en Lóndres, y vuelves para el arrastre.."

Pille mi mochila y bajé a la calle, allí me encontré con mis vecinitos, quedándome de piedra al ver el modelito que Cris había elegido.

Vestía unos shorts vaqueros apretadísimos, que dejaban poco a la imaginación, estaba claro que sabía que tenía un culito perfecto, y se aprovechaba de ello, llevaba unas sandalias de cuña lo que resaltaba aún más su trasero, y un top negro ajustado, que dejaba ver un pequeño piercing en el ombligo, y un escote bastante pronunciado, que resaltaba sus perfectos pechos, dejando intuir unos pezones grandes, y duros como rocas.

Tras saludarnos, nos subimos a la furgoneta de Suso, ellos dos delante, y yo detrás. Pude ver que, atada sobre el techo, descansaba la tabla de surf de Suso, y pensé:

"Perfecto, a ver si hay buenas olas, y Suso me deja bastante tiempo para domar a esta gatita"

Llegamos a la playa, y tras buscar un sitio un tanto alejado del gentío, extendimos las toallas, uno a cada lado de Cris. Me senté a fumarme un cigarrillo, que casi se me cae de la boca al ver el cuerpazo de Cris en toso su esplendor. Llevaba un biquini, rosita, que no dejaban de ser tres pequeños trozos de tela, que malamente alcanzaban a tapar su conejito y sus pezones, perdiéndose el trozo de "hilo dental" entre sus perfectas nalguitas.

Al verla, Suso se quedó un poco cortado, y le dijo:

"Joder Cris, menudo modelito estrenas, ¿no tenías otro con un poco más de tela?, vas a escandalizarme al pobre Mon"

Y Cris le respondió:

"Como me habías comentado que no hiciese topless delante de tu "hermanito mayor", pues me busque una solución"

"Un momento", respondí yo.

"A mis años, y con lo que he vivido, hay pocas cosas que me escandalicen, así que Suso, si tu chica lo hace habitualmente, no quiero que se corte por mí, a mi no me importa"

" Ves tontín", dijo Cris.

"Sabía que no te importaría Mon, lo que ocurre es que mi novio quiere que te cause buena impresión, esta obsesionado en que sepas que soy una niña buena"

"Perdona Cris, tengo por costumbre perder poco tiempo ocupándome de la vida de los demás. Lo que Suso haga, ó deje de hacer, es cosa suya. Hace años que dejé de tratarle como a un niño, aunque siga llamándole enano. Por otro lado, no va ser el primer par de tetas que vea, jajaja"

"Si fuese así si me asustaría", dijo Cris.

Los tres soltamos una carcajada, y Cris se puso de pie, frente a mí y de un golpe se quitó la parte superior de su minúsculo bikini.

"Tachaaann !! "

Yo me quede un rato en silencio, observando el esplendor de aquellos pequeños pechos, pero increíblemente bien puestos, con unos pezones oscuros, y, como había imaginado treméndamente prominentes, parecían dos rocas, coronando la cima de aquellas dos pequeñas montañas.

"Mira Suso, el vejete de tu amigo se ha quedado sin habla, jajajaja"

A lo que contesté,

"No es que me haya quedado sin habla, es que no suelo fijarme demasiado en las niñas, me llaman la atención las mujeres un poco más "hechas", serán cosas de la vejez, pero que quieres que te diga, no veo mucho donde agarrar, jajajaaj"

"TOCADA Y HUNDIDA", comento Suso.

" Es cierto Mon, como aquella azafata que traias por casa cuando yo era un chavalete, menudo par de ..."

"Bueno, bueno, no hace falta que nos relates tus primeras pajillas", dijo Cris, frunciendo el ceño.

"Vaya si te vas a poner celosa, mejor me voy a pillar unas olas, os dejo un rato solitos, sed buenos", y cogiendo su tabla se dirigió al agua".

Yo me tumbé boca abajo, saque un libro de mi mochila, y me dispuse a leer un rato. Cris, saco un bote de protector solar y me dijo:

"Mejor te pones un poco de crema, porque con ese blanco nuclear que nos traes de las islas británicas, te vas a poner más rojo que los cangrejos"

Me quite las gafas de sol, la mire a los ojos y con gesto serio le dije:

"Mejor me pones tu la crema, que, por lo que veo, hace rato que deseas hacerlo niñata. No creas que soy un niñato al que puedas manejar fácilmente, si quieres jugar, de acuerdo, pero lo harás bajo las reglas que yo dicte, y sin protestar. Aunque te lo tengas creído, no eres lo suficiente mujer para dominar a un tipo de vuelta de todo como yo".

Cris se quedó mirándome paralizada, clavé mis mirada en sus preciosos ojos verdes y le dije:

"A que esperas putita, no tenemos toda la mañana".

Ella, bajó su mirada, y sin rechistar palabra tomo el bote de bronceador , echó un poco en su mano, y se puso a horcajadas sobre mi , comenzando a extender la crema lentamente con sus pequeñas manos por mis hombros, lo hacía lentamente masajeándome bien todo mi cuerpo, mis piernas, mi espalda.

La situación era de lo más excitante, mi polla estaba tratando de reventar mis bermudas, con lo que la posición era de lo más incomoda así que le dije:

"Muy, pero que muy bien zorrita, ahora quítate de encima de mi, me pondré boca arriba, y continuarás tu trabajo"

Me di la vuelta, y pude ver como sus ojos se clavaban en el evidente bulto que tenía entre mis piernas. Me fijé en sus pezones, parecían dos clavos. Estaba claro que la situación la estaba excitando mucho, y reflejo de ello era la manchita de humedad que tenía en su pequeño tanguita.

Se sentó a mi lado, y poniéndose crema en las manos comenzó a extenderla sobre mi pecho, a lo que yo le dije:

"Buen intento zorrita, pero mejor te pones sentadita sobre mi, me gusta más, y si lo haces bien, después yo te la untaré a ti"

Sin decir ni palabra Cris se sento sobre mi bermuda abriendo bien las piernas.Sentía mi polla contra su coñito, podía notar la humedad de su conejito. Estuve a punto de bajarme el bañador y clavársela de un solo golpe, pero permanecí inmóvil, dejando que mi perrita me masajeáse el pecho con sus pequeñas manos. La sentia respirar profundamente, cerrando los ojos. Pronto sus jadeos comenzaron a ser más fuertes, apretaba su coñito contra mi polla, frotándose cada vez de manera más escandalosa.

Yo estaba en el séptimo cielo, a punto de correrme, pero a ella tampoco le faltaba demasiado. En ese momento, decidí que ya era hora de terminar el jueguecillo, y llevando mis dedos a sus preciosos pezones, se los pellizqué con fuerza. Ella abrió los ojos, y cerro su boca conteniendo un grito.

La tome con mis brazos, y la hice volver a su toalla.

Ella me miró con una cara de rabia terrible diciendo:

"Gilipollas, tu quién te has creído para dejarme así. Termina lo que has empezado cabrón".

Me puse en pie, me coloqué mis gafas de sol, y mirándola con desprecio le dije.

"No me creo nadie en especial putita, pero ya te he dicho antes, que eres muy poca mujer todavía para dominarme a mi. Terminarás, cuando a mi me apetezca. Ahora voy a darme un baño, y tu te quedarás aquí al solito. Te estaré observando, ni se te ocurra masturbarte, cuando Suso vuelva, te lo llevarás a la furgoneta con cualquier excusa, y sin mediar palabra le harás la mamada de su vida en los asientos delanteros, para que yo te vea, pero como vea que el haga que te corras, ó le cuentas algo, el juego habrá terminado putilla"

Diciendo eso me di la vuelta y me metí en el agua, necesitaba relajarme, y mi amiguito cabezón mucho más. He de reconocer que me costó un triunfo no follármela allí mismo, pero, mi plan estaba desarrollándose tal como lo había organizado la noche anterior.

Nadé un rato hasta donde estaba Suso y le dije.

"Voy a nadar un rato, que necesito hacer un poco de ejercicio, Cris me ha dicho que vayas, así que mejor obedeces, creo que no le ha sentado bien lo de la azafata.jajajaa"

El salió rápido del agua, llegando a donde estaba su novia.Yo los observaba desde lejos, y comprobé como caminaban hacia la furgoneta.

Nada más llegar, Cris puso a Suso contra la furgoneta y, sin mediar palabra le arreó un morreo espectacular. El intentó tomarla entre sus brazos, pero ella le quito las manos de encima, arrodillándose rápidamente entre la furgoneta y el coche de al lado, le bajó el bañador, y tomando su polla con sus pequeñas manos, se la metió en la boca de un golpe. Suso, aunque al principio estaba un poco fuera de sitio, reacciono súbitamente, y cogiendo a Cris de su hermosa melena negra comenzó a follarle la boca salvájemente hasta que grito:

"Siii, ahora, trágalo todo, asiiii, eres única cariño"

Cris estuvo un rato más hasta que se la dejo reluciente, después se levantó, y mientras Suso encendía un cigarrillo, se dio la vuelta y comenzó a caminar de vuelta a la playa, no sin antes lanzar un beso hacia las rocas desde las que yo observaba.

Me quedé allí un rato, pensando mi próximo movimiento. Estaba claro que la tenía en mis manos, pero debía obrar con tranquilidad, si de verdad quería sacarle todo el jugo a aquella hermosa putita.

Continuará...