Costeño de mierda

La historia de un amor que termino en decepción, pero que por lo menos tuvo sus momentos calientes.

COSTEÑO DE MIERDA

Una vez mas, vuelvo a este medio para relatar una de mis historias, en esta ocasión, a contar una no muy grata pero por lo menos si ha sido recaliente, y cada vez que la recuerdo se me para la verga. Siempre he pensado que el peor riesgo de un compromiso es enamorarse, como siempre tengo la costumbre a cagarla o a colocar cachos, de un momento a otro la relación se acaba y yo quedo viendo un chispero, enamorado como un hijueputa y sin posibilidades de perdón; pero esta vez fue diferente porque el que la cagó fue el, dejándome en una completa traga y con el corazón vuelto mierda.

Como ya lo había dicho en relatos anteriores, soy un pelao reloco, aventurero, parrandero, irresponsable e inmaduro; en fin un loco a lo hijueputa. Estudio en la U y mi gran afición son los manes, aunque de vez en cuando me consigo una que otra vieja; hace un año llegaron a la U los nuevos estudiantes, los primiparos como les decimos, entre ellos venia un mancito que me impacto, un verdadero culicagado, de solo 17 años (aunque aparenta unos 20), 1.75 mt, piel trigueña, bronceada, ojos miel, cabello castaño muy corto, una sonrisa muy chimba, con cuerpo delgado, lampiño, el pelao sobresalía entre el resto de muchachos y peladas que entraban este año a mi carrera. Inmediatamente lo vi entrando al auditorio donde los esperábamos para darles unas palabras de bienvenida, le lancé una mirada con la que me lo comí vestido, me gusto que me la hubiera correspondido y eso me dio mas impulso para llegar a conocerlo, apenas al pasar, no pude de dejar de fijarme en que tenia un buen bulto entre el pantalón, pero en conjunto el pelao daba un aire de inocencia y misterio que me arrechaba. Fue tal el impacto que causo en mi, que hasta unos amigos que se encontraban cerca se percataron.

Que paso Juan, le gusto el pelao, jueputa mira a ver si disimulas un poquito guebon- Me dijo un amigo

Que man tan chimba, ahí esta mi próxima victima- le respondí

Parcero dejalo que es un sardinito, mucho sucio- Continuo mi amigo

Se puede cultivar y luego recogemos la cosecha, pero este man que me lo como porque me lo como- le respondí descaradamente.

Pasaron los minutos y la reunión prosiguió, el pelao estaba sentado unas filas adelante, yo no dejaba de mirarlo, de vez en cuando el volteaba la cabeza y me correspondía las miradas, me estaba entusiasmando mucho con el cuento, la verdad es que conseguir algo decente en la U no era nada fácil y este mancito era una gran excepción que no se podía dejar pasar. La oportunidad llego cuando nos pidieron que los de semestres superiores debíamos apadrinar a los recién llegados, hubo bullas y silbatinas, una boleta, pero esa era la oportunidad perfecta. Cada uno de nosotros debíamos escoger a alguno, yo me pare y llegue donde el pelao que estaba dialogando con alguien a su lado, le pregunte que si no había problema que yo lo apadrinara.

aha, me dijiste algo- Me respondió con un acento como con despreocupación, de provincia, de norte, un acento muy peculiar que inmediatamente reconocí, el mancito era de la costa colombiana.

Eres costeño?- le pregunte

Aha, se me nota mucho loco?- Me dijo mientras me estiraba la mano para saludarme- me llamo Jairo, ¿y tú?

Juan- correspondiéndole el saludo- te decía que si no te importa que te apadrine.

Pues así como importarme, hombre no mucho, pero ya me lo habían pedido- Me dijo, mientras yo no era capaz de dejar de mirarlo directamente a los ojos, tenia unos labios que me daban ganas de comérmelos ahí mismo.

Ah, pues que lastima, pero podemos ser parceros ¿o no?- le dije, mientras le sonreía maliciosamente, siempre me han dicho que tengo una cara de maloso.

Aha, ¿parceros es como amigos no?- me respondió y yo le hice un gesto de afirmación con la cabeza.

Las cosas iban muy bien, después de eso, pasaron un par de días en los cuales ya habíamos entablado una buena relación de amistad, yo siempre con la excusa de que cualquier cosa en que lo pudiera ayudar, que me buscara. Llego el viernes de esa semana y ya estaba decidido que esa noche tendría que caer, me había arrancado unas buenas pajas este pelao de mierda, se me salía la leche cuando lo veía.

Jairo parce, ya que vos no conoces, y que es tu primer fin de semana por estas tierras, que tal si nos vamos para un chalet ( finca cafetera a las afueras de la ciudad)- le dije aprovechando que el chalet era de un amigo que no tenia ningún inconveniente en que lo ocupáramos este fin de semana.

Aha, mierda compa, lo que pasa es que me daban ganas de quedarme estudiando este fin de semana- Me respondió

No que va, que estudio ni que mierda, te vas conmigo y te entretienes, apenas llevas una semana de clases- le insistí

Y somos tu y yo... solos- Me preguntó, a lo que respondí afirmativamente con la cabeza- aha, no se ...

Que?, no confías en mi, este guebon; parcero no le va a pasar nada de lo que no quiera, si te da miedo entonces mejor no vamos y lo dejamos para otra ocasión- le dije.

Después de mucha insistencia, Jairo aceptó, habíamos quedado de vernos para mas tarde y salir para el chalet, así fue y ya por la noche estábamos instalados, en el trayecto no podía disminuir mi ansiedad y excitación, la verdad el marica me ponía a mil, ya en la casa del chalet estaba decidido a tirarmele de frente, ya le había hecho notar que había algún interés por el, y el, por lo menos parecía corresponderme, ya que también me miraba bastante y era algo curioso con el tema de mis novias, amores y sexo, hasta el momento a las preguntas que me hacia respondía de forma vaga, para que se quedara con las ganas de saber.

Juan Tu tienes novia?- me pregunta

No parce, pero amores no me faltan- le respondía

Como así?- pregunto de nuevo- Puras aventuras?

Si, nada serio, me gusta el sexo y lo pienso disfrutar hasta donde pueda- le respondía

Aha, lo haces muy a menudo? Como haces para conseguirte viejas tan fáciles?- seguía con el interrogatorio

Guebon ahí esta la diferencia, yo soy de mente abierta (y otras cosas)- le dije, mientras me acercaba mas y mas a el, hasta quedar casi pegados sentados en un sofá.

Aha loco, cogela suave porque no te entiendo, que quieres decir con eso de mente abierta?- me dijo con un tono de resistencia, se estaba haciendo el difícil.

Ay parce, vos sabes, deja la maricada, que ya sabes que me traes a cien, costeñito si esta muy chimba, vos me gustas hartísimo- le dije acercándomele muy cerca de su rostro, después hubo un largo silencio, el no sabia que hacer, solo miraba al frente tratando de evitar mi mirada- Que paso guebon?, no te gusto, si es así, no hay problema, yo no te voy a obligar a nada que vos no queras... aunque la verdad yo se que vos si queres.

Después de dicho esto acerque mis labios a los suyos lentamente, no quería obligarlo y quería que me diera todo el permiso de hacerlo, suavemente toque esos labios con los míos, uff ahora me acuerdo y fue refull, sentí como abría su boca y me daba paso para que con mi lengua empezara a explorar su boca, no me había rechazado para nada, ahora el también empezaba a mover su lengua en torno a la mía, me abalance sobre el, y quedamos acostados en el sofá yo encima de el, lo recorría con mis manos, todo su cuerpo, entraba mis manos por su lampiño pecho y encontraba sus tetillas que empezaban a erectarse, las cogía y le daba algunos pellizcos, a lo que el soltaba un débil gemido, como pudimos nos quitamos la ropa rápidamente quedando desnudos uno sobre el otro, sentía como su verga apuntaba ya al techo y palpitaba en mi abdomen, mientras tanto nuestras lenguas ya se habían entendido perfectamente, una sobre la otra, se invitaban mutuamente a pasar a la boca del otro, no deje un espacio que no quedara sin exploración, luego seguí con mis besos, pero ahora en su rostro, debajo de sus labios, en sus mejillas, en los párpados, luego a sus orejas, a las cuales succione como si fueran paleticas, seguí bajando por su cuello, lamiendo y dejando un camino de saliva, luego a su pecho, me detuve en sus tetillas, las sumergí dentro de mi boca y las lamí con mi lengua, hasta ese momento sabia donde se detendría mi juego, pero tuve una mejor idea, saltarme una parte para ir a otra que seria para después; lo coloque de espaldas y empecé a lamer su zona lumbar, fui bajando lentamente mientras mis dedos se introducían en su boca, el parecía que disfrutaba al máximo porque succionaba mis dedos como si fueran una verga, llegue a sus nalgas y el involuntariamente elevo un poco su pelvis para facilitarme el trabajo, me dejo expuesto una belleza de culo prácticamente sin pelos, lleve mi lengua rodeando ese agujero, para luego introducirla en todo su esfínter, sacaba y relamía todo alrededor, el se contorsionaba de placer, luego intercambiaba mi lengua con el dedo, el cual empezaba a mover circularmente y a introducirlo un poco, suavemente masajeaba su interior, sus gemidos eran cada vez mas fuertes y empezaba a moverse en busca de mas dedo, de mas lengua. El hijueputa estaba gozando de lo lindo, pero al parecer pensó que estaba siendo muy egoísta al dejar el placer solo para el, porque se incorporo, me pidió que me sentara, le obedecí y me senté moviendo mi mano de arriba a abajo por todo mi tronco que ya había alcanzado sus máximos 17 cms, aunque en esta ocasión parecía de mayor tamaño y la excitación me tenia brotando liquido preseminal en forma copiosa, Jairo empezó a besar mi cuello, pero no aguanto mucho y se fue directamente hacia mi verga, cuando sumergió toda su boca en mi verga con una tragaderas impresionante, sentí como si una corriente inundaba todo mi cuerpo, todos mis músculos se tensaron para luego relajarse, cerré los ojos y empecé a disfrutar de la mamada, que cada vez se hacia mas fuerte, me cogía el tronco con su mano derecha y sumergía hasta donde alcanzaba, de vez en cuando rodeaba mi cabeza con los lametones de su lengua o recogía las gotas que brotaban del ojete, lo hacia muy bien, me tenia al borde del orgasmo, por eso le pedí que mermara el ritmo que si seguía así no iba a aguantar mucho.

aha, Juan no te vayas a venir todavía que quiero alargar esto- me pidió

Parce, entonces mérmele al ritmo que ya tengo la leche en la punta- le respondí

Siguió con su mamada pero mas suave, y se fue hacia mis bolas, llenas de pelos, se las introducía una por una en la boca y allí empezaba a jugar con ellas, siguió su trayecto de lametones por debajo del perine y llegar a la zona anal, estuvo allí introduciéndome su lengua por buen espacio de tiempo, sentía como su cálida lengua se introducía llenándome de un placer indescriptible, no se como pero yo ya estaba totalmente abierto de piernas con la espalda y la cabeza totalmente recostadas en el sofá, dejando mis nalgas al aire, el aprovecho cogiendome las piernas, colocándolas en sus hombros, y apuntar con su verga tiesa hasta el fondo de mi culo, su verga estaba una chimba, era una belleza, muy grande, de 19 cms y de buen grosor, totalmente humedecida y brotaba buen liquido de su ojete, sus bolas colgaban y estaban recubiertas de un fino vello castaño, que hacia juego con su piel color miel, se lubrico con una crema que estaba cerca y coloco todo el capullo en la entrada de mi ano, me miro fijamente y se abalanzo sobre mi, quedando sus labios sobre los míos de nuevo, pero esta vez sin llegar a tocarse, nos mirábamos fijamente.

me gustas demasiado loco, te voy hacer sentir toda mi tranca adentro- me decía con mucha lujuria

parcero, quiero que me haga gritar, que me duro, implacable sobre mi culo- le respondí con el mismo tono.

Dicho esto enterró gran parte con una sola embestida, sentí como se me abría el culo, generándome un fuerte dolor, pero al mismo tiempo un calor que inundaba mi recto.

mierda, pero si estas muy rico, me quemas loco, este man si es que esta requetecaliente- me decía mientras mordía mis labios y lamía con su lengua mi rostro viendo mis caras de dolor

Poco a poco el dolor desapareció y se transformó en un placer que no quería que terminara, siguió bombeando, empujándome contra el sofá, empecé a sentir como sus bolas golpeaban mis nalgas, me la había enterrado hasta el fondo, sentía como su verga escarbaba por dentro de mi y me dilataba cada vez mas, yo me movía hacia el, cada vez buscando mas y mas verga, estaba delirando. El tomo mi verga con su mano y empezó a pajearme al mismo ritmo en que me embestía, no aguante mucho y empecé a expulsar leche por chorros, el no dejaba de mover toda su mano por mi verga y me estaba haciendo un gran ordeño, su lengua ahora estaba en mi garganta y mi culo empezó a contraerse, tratando de hacerle fuerza a esa verga, el quedo a punto de venirse, por lo que nos colocamos en un 69 , mientras yo le chupaba todo su pito el me limpiaba de los restos de mi semen que aun quedaban en mi ojete, no duro mucho y sentí como mi boca se inundaba de litros y litros de leche, que no alcanzaba a tragarme al ritmo que el expulsaba, así seguimos durante varios minutos, ambos tirados en el suelo, tomándose todos los restos de nuestras corridas, la erección de ambos en ningún momento bajo, y yo ya me estaba excitando de nuevo, por lo cual fui introduciendo un dedo en su culo mientras que con mi boca trataba de tragarme lo mas posible, en tal forma que lograban darme arcadas, pronto ya no fue un dedo sino dos y tres, hasta que Jairo no aguanto mas y me pidió que se lo metiera, lo coloque en cuatro sobre el piso de la sala, y volví con mi labor mamatoria de ese culito que pronto iba a ser profanado, me lubrique bien mi verga y con un dedo lo lubrique a el por dentro, recosté todo mi cuerpo sobre el y empecé a lamer su oreja por detrás y diciéndole que me gustaba reharto; introduje lentamente y empezó a gritar, después de un rato de lenta penetración sentí como toda mi verga se encontraba dentro, estaba bien estrecho y supercaliente allí dentro, se contraía haciéndome sufrir de placer, empecé con el bombeo subiendo mi pelvis para luego dejarla caer y enterrársela hasta el fondo, pronto empecé a eyacular dentro de el, me vine en manera copiosa, ya que el no se había venido seguí bombeándolo durante un tiempo ahora con una movilidad mucho mas facilitada ya que estaba totalmente mojado, ahora se oía el sonido del golpe de mi verga contra la leche, así seguí dándole hasta que sentí como su culo se contraía desesperadamente, mientras de su boca salían gritos de placer. Nos quedamos los dos acostados en el sofá, dándonos tiernos besos, yo lo abrace y el se durmió en mi pecho, nos despertamos a eso de las siete de la mañana y empezamos una nueva sesión de sexo, esta vez mientras nos duchábamos, se la enterré hasta que me vine para luego mamarsela; así seguimos todo el día, lo hicimos en la piscina, en la cocina, en la cama, de nuevo en aquel sofá, el sexo con este costeño era muy bueno, estaba libre de prejuicios y maricadas, a ambos nos gustaba sacarnos los miedos y hacer de todo hasta intentamos formar un trío con un finqueño vecino, pero sin mucho éxito. Ese fin de semana había pasado espectacular, había tenido muy buen sexo, sano y libre, hasta que llego el domingo a eso de las 2 de la tarde, después de almorzar empezamos a conversar y el me salió con una pregunta que no me esperaba.

Aha, Juan, y tu y yo en que quedamos ahora?- Me pregunto con un tono muy serio

Como así?- le respondí haciéndome el desentendido.

Si loco, de pareja o solo me rumbeaste por un fin de semana?- continuó

Parce, vos me gustas mucho, cuando vos queras volvemos a venir o donde queras, yo estoy totalmente disponible, pero entablar una relación formal en este momento no es lo que quiero- le respondí

Aha, ya veo, o sea que Juan me rumbeaste a lo bien, y ni te importo si yo quería algo diferente, a mi no me gustas para tener sexo, a mi me gustas para tenerte a mi lado- me decía mientras su cara empezaba con gestos de rabia, me hizo sentir algo mal y no le respondí.- Yo quiero que nos cuadremos loco- terminó

No parce, no quiero nada serio- le respondí muy seriamente.

Posteriormente se paro, se fue hacia la casa y al rato vi como salía con su mochila y se fue del chalet sin que lo pudiera detener, la verdad ni trate de detenerlo, era mejor que se fuera, lastima que quedara tan dolido, pensé.

Pero al parecer entusiasme demasiado al pelao, porque al otro día en la U, me volvió a pedir, me llamo todo el día siempre diciéndome que fuéramos algo mas que simples amigos de folladitas esporádicas, yo siempre le salía con una respuesta negativa, pero cada vez que intentaba le iba quitando fuerza a mi argumento.

Por el consejo de un amigo y ante su insistencia termine aceptando. La verdad la relación fue muy buena, cada día el me ganaba mas, y empecé a quererlo de verdad y me enamore, perdidamente, creo que ha sido uno de los grandes errores de mi vida, porque exactamente cuando yo estaba mas encarretado, el empezó a cambiar, cada vez era menos cariñoso y menos simpático, empezamos a pelear hasta que llego el día en que me termino, me hizo sufrir como un hijueputa, pero lo peor fue cuando me entere a la semana la razón de su respectivo cambio, había otra persona, y lo mas fuerte y lo que me dio mas duro fue que era una vieja, me quede estupefacto cuando me entere que a la semana de haber terminado conmigo se había cuadrado con la pelada, esa misma noche lo busque y nos dimos duro, fue una forma bastante inmadura de terminar con algo muy bonito, pero a mi la ira me cegó. Hoy en día, me toca aguantarme que me restriegue la vieja por la cara todos los días, ya que ambos estudian juntos, ya casi ni me importa pero la verdad todavía no lo he superado, pero no he caído las veces que me ha vuelto a buscar, sobretodo cuando se emborracha y se le sube la maricada a la cabeza, varias veces me ha llamado pidiéndome perdón, prometiéndome que la va a dejar, pero no hijueputa, yo de esa mierda no comeré.

Si te gusto mi relato y quieres contactarme, escríbeme a solo61010@hotmail.com