Cosplay
Disfrutando el reencuentro luego de un viaje a Japón
Días largos, días pesados, días de espera, días de soledad… La semana transcurre con suma lentitud, es porque no estas a mi lado. Una sensación de vacío me invade al no sentirte cerca. La empresa te mando a Japón. Es la primera vez que nos separamos desde que estamos juntos. Exámenes, la espera de las notas me estresa de sobremanera. Buenos resultados, era de esperarse nos esforzamos mucho para ello. Esa sensación de vacío por el desfase horario y la conexión no hemos hablado mucho así que las ganas se acumulan. El jueves por la tarde, que lento pasan las horas. El viernes es el día de retorno, siento un nudo en el estómago, nervios ese deseo desmedido de poder sentirte nuevamente. Insomnio, no es nuevo en mí pero han sido días muy agotadores psicológicamente. Lo admito soy muy dependiente de ti. Me paseo un rato por la casa hasta que decido verme el nuevo capítulo de Doctor Who: los monjes han invadido el planeta, sublime la actuación de Capaldi, el misterio en la biblioteca develado ¡Missy! Me hubiese gustado verlo contigo pero luego lo recapitulare a tu lado. Me quedo dormida en el sofá y a eso de las 04:00 me caigo dándome un sonoro golpe, me lastimo un poco pero nada que sea grave. Al menos ya es viernes, no puedo dormir mucho más, me alisto y me dirijo temprano a la universidad. De nuevo no hay mucho que hacer solo esperar notas, pero tengo la seguridad de que no tendré que presentar ninguno de nuevo. Al fin ya ha transcurrido casi toda la mañana checo el móvil para ver par de mensajes, uno más temprano cuando hiciste escala y otro en el cual anuncia que ya estás en la ciudad además de que me anuncias me tienes varios regalos, mi mente empieza a maquinar, conociéndote… Me apresuro, pero te has adelantado pues al salir de la universidad para nuestro próximo reencuentro.
La semana más larga. El domingo noche sales para Japón, vía Londres. Es un viaje que no te apetece hacer, pero que tienes que hacerlo y tratarás de disfrutar. Tras incontables horas de incomodo vuelo llegas a tu destino. Un taxi y al Hotel para asearte un poco antes de visitar tu objetivo. El trabajo es entretenido y las horas de ocio también. Un buen compañero hace de Cicerone por las calles de la cuidad y te muestra sus secretos. Todos sus secretos. Te parece increíble como una cultura tan admirable como la japonesa, que valora el respeto por encima de todo, tiene una moral tan… curiosa a cerca del sexo. Pasan los días y echas de menos a tu niña, mucho. Muchísimo. Las visitas con Cicerone no arreglan la situación, sino que la empeoran. Has comprado algunos “juguetitos” con los que nos divertiremos mucho, pero tu excitación es máxima. En el hotel cambiando canales encuentras uno porno que agrava la situación. En el aparecen mujeres, que se juegan el tipo en una prueba de obstáculos, ligeritas de ropa, en la que la ganadora, rodara una escena en vivo con un actor porno. Se dan de tortazos por ganar. Cuando una de ellas se hace con la victoria, con la ropa hecha jirones y prácticamente desnuda (maldita censura japonesa) se sube a un atril donde sale el musculado y excelente dotado actor que la arranca el resto de la ropa y la manosea pasando su pollon por todo su cuerpo ante la atenta mirada de las demás. Termina follándosela con rudeza y eyaculando en su boca mientras el resto de chicas miran con envidia. La chica traga el contenido de su boca y En ese momento y con su cara salpicada en esperma y su boca saboreando los restos de leche que no acertó a echarle dentro el presentador la pregunta si acepta el reto de la amazona. Una especia de batalla contra otra jovencita, donde se arrancaran la ropa y se pelearan por estar, en esta ocasión con dos chicos a la vez. Ojiplático, y con la olla a reventar, estás a punto de masturbarte, pero no. Todo es para tu Nenajoven. Te vas a la cama con un gran calentón. No sabes qué te sorprende más, sí que sea un concurso real con público, o que lo emitan en abierto. El sueño te alcanza pensando en sexo y en momentos con yu niña. Pero ya queda poco.
Amanece un nuevo día a las 4.30 de la mañana. El país del sol naciente. Ultimo día de expatriado, que pasa volando. Una última vuelta por la ciudad, con alguna comprilla y de nuevo al hotel. El viaje de vuelta es algo más corto. Escala en London, mensaje a tu niña y para casa. Estás deseando verla, besarla y abrazarla. Nada más aterrizar, un nuevo mensaje y para casa como una centella. Estás molido, pero quieres darme una sorpresa. Recoges todo y haces tus preparaciones. Vas una hora al Gym para desentumecer los músculos tras las largas horas de avión. Ves que aún estas a tiempo, pero iras en la moto para ir más rápido y sin tráfico. Entras en la escuela y miras mi horario en tu agenda, para saber mi aula saliendo disparado. Estoy a punto de salir, subes las escaleras casi sin aire cuando por fin me ves. Nos quedamos mirándonos unos segundos y corremos el uno hacia el otro hasta encontrarnos. El resto de estudiantes se nos queda mirando cuando nos fundimos en un abrazo y comenzamos a besarnos. Un tiempo indefinido después escuchas una familiar voz: “Señor querría Ud. hacer el favor de no distraer a mis alumnos… ¡COMO SIEMPRE!” Te das la vuelta lentamente para saludar a tu antiguo profesor de algebra con una amplia sonrisa en la boca. Siempre te llevaste muy bien con el profesor Urrutia.
Mis ojos se humedecen al verte, al sentirte, me aferro a ti con ese beso de reencuentro, nuestros labios quieren beberse al otro, solo nosotros en ese instantes. Hasta que nos llaman la atención, algunos de mis compañeros se ríen, mis amigos que saben lo mal que la he pasado en tu ausencia me echan ánimos y también alguna que otra seña jocosa fuera de lugar. Saludas al profe y charlan un rato, mi mano no suelta la tuya ni un instante, nos alejamos al poco por uno de los pasillos, ese donde hemos tenido una que otra sesión de besos subidos de tono. Mis ojos vuelven a humedecerse y una lagrimilla recorre mi rostro, tus dedos la secan con dulzura. "te he extrañado tanto mi vida" afirmo antes de colgarme a tu brazos para seguirte besando sin tregua alguna, queriendo recuperar los días perdidos "vamos a casa mi guardián" Sin soltarnos de la mano, avanzamos hasta el parking y nos montamos en la moto. Pero en lugar de ir hasta casa, te tomas la licencia de dar un largo paseo y acercarnos hasta esa cafetería que tanto nos gusta para tomar algo y poder ponernos al día. Ves en mis ojos que tengo ganitas de estar en casa y no lo haces esperar. Cuando entramos por la puerta, sin poder resistirlo más te lanzas sobre mí, tomándome en brazos y cerrando la puerta de un solo golpe me llevas en volandas hasta el sofá donde empezamos a comernos a besos. Tus inquietas manos acarician mi precioso cuerpecito por encima de la ropa.
Mi respiración se acelera, me atacas con ganas, te empujo sobre el sofá para quedar arriba. Me coloco sobre ti y te beso con sumo deseo, nos fundimos en besos y caricias. Vuelves a tomar la batuta y quedo debajo de ti, atacas mi cuello. Tus manos se aferran a mi cuerpo sujetándome se van colando debajo de mi ropa. Tu mirada esta hambrienta de deseo, mis labios deseosos de ti. La abstinencia más larga que hemos soportado del otro "como debes venir... ¿Te tocaste?" mis labios muerden tu lóbulo y tu negativa afirmando que toda tu lechita es mía me descontrola más aun, la humedad de mis braguitas de snoppy se puede sentir en contacto con mi depilada zona, me asegure de no tener ni un solo pelito para recibirte como se debe. La excitación se dispara y no puedes permitirlo. Aún no. Te separas lentamente de mí, alargando los besos y me dejas sentadita en el sofá "Tengo algo para ti bueno para los dos. Espérame" Te diriges al cuarto a por las bolsas y me vas enseñando las cositas. Primero, un precioso disfraz cosplay de sailor Moon, muy erótico, con la varita y todo. La varita vibra suavemente. Me lo acercas para que lo inspeccione. Mientras lo miro con detalle, sacas otro trajecito para mí de colegiala japonesita. Toda una locura del erotismo. La faldita es extraordinariamente corta "¿Qué te parece mi vida? Hay algunas cosillas más, pero poco a poco..." Mis ojos brillan, sabía perfectamente que algunas cositas traerías para que nos divirtiéramos "me encantan mi todo" acierto a decir mientras lo inspecciono con cuidado. Busco tus labios nuevamente, en verdad necesito esos besos. Nos detenemos un par de minutos en un beso considerablemente intenso, te vuelves a separar sin muchas ganas para mostrarme el resto de los regalos que espero impaciente "Mira que braguitas laztana" Me muestras unas preciosas braguitas que perfectamente podrían haber sido las braguitas de una niña, pero con la salvedad de que en la zona que va de la vagina al ano, tiene una abertura que facilita la penetración sin tener que quitar las braguitas. Unas de Hello Kitty, otra de Dora, snoopy y El ratón Mickey. El brillo de mis ojos lo dice todo. Me enseñas otras de color gris clarito "Estas mi niña se vuelven transparentes cuando se mojan, bien sea por saliva, flujo... Si lo sé soy un pervertido sin remedio." Me muestras un gorrito de pikachu, que tan amablemente te pedí junto con el resto de tus solicitudes. Te guardas un pequeño juguetito para más adelante, que no tienes en la bolsa y está bien escondido "¿qué te parece mi vida?"
"Me encanta todo mi pervertido. No sabes cuánto te extrañe" Dejo las cosas de lado para sentarme en tus piernas y sentir como tus manos se van apoderado de cada parte de mi cuerpo. "A ver cómo me quedan estas" Tomo las braguitas de Hello Kitty y salgo corriendo al cuarto, me devuelvo un poco asomando mi cabeza "ni se te ocurra moverte" las ganas, el deseo, todo esto puede más en mí. La necesidad de mi interior pide a gritos sentir tus manos recorriéndome, tu miembro reclamándome como suya. Mientras dejo la ropa caer mis pezoncitos están duros como piedra. Saco de entre los cajones un pequeño detalle que he guardado para una ocasión como esta. Me acerco solo con la braguita puesta y alrededor de mí cuello un fino collar rosado con una pequeña correa. Mi corazón late a mil por hora, mientras te coloco el extremo en tu mano y me siento en una de tus piernas "tuya..." sonrió levemente para luego besarte Nuevamente y sin saber cómo te he dejado sin palabras, cuando tu intención era dejarme de esa forma. Cientos de ideas pasan por tu cabeza para hacer con esa correa, ninguna de ellas decente. Pero jugaremos. Te levantas y vamos a la cama, te alejas hasta la butaca. Con la correa me atraes poco a poco hacia ti. "Muévete, muñequita mía. Muéstrame lo bien que te quedan esas braguitas" Mis movimientos son lentos, pausados, demenciales. Traccionas la correa suavemente mientras lo hago. Me giro para mostrarte como me sientan por detrás y cuando nuevamente me giro, vuelves a traerme hacia ti. Más y más cerca, hasta puedes besar mis dulces y brillantes labios. "Ahora desnúdame despacito"
Mis manos recorren tu cuerpo, primero la camisa, paseo mis dedos por tus hombros ya desnudos. Les doy un suave masaje y beso tu cuello. Ahora me agacho primero tus zapatos y las medias, nuevamente con suma calma, tu cara de asombro me encanta. Me incorporo un poco de rodillas y juego con el cinturón, lo quito del camino. Tus pantalones y por último tus boxer, tu miembro tiene una erección bastante notable, además de que noto tus huevos muy cargados jamás los he visto de esa manera. Estoy jugando con fuego pero yo lo quise así. Tienes que tirar de todo de tu autocontrol porque de lo contrario con el calentón que tuviste en Japón comprando las cosas, el re calentón viendo el programa en la tv y la situación actual, crees que explotarás soltando una riada. Tiras suavemente de la correa para atraerme de nuevo a tus labios y poder besarme con dulzura, tras tus labios, la correa me dirige por tu cuello, por tu pecho, por tu abdomen. Abres tus piernas y tiras ligeramente de la correa acercando mi cara a tu verga. "Tengo preparado un tentempié para ti. Solomillo con huevos." Al tiempo que pronuncias las palabras diriges mi cara, mi boca a tu endurecida polla para que la engulla y tus cargados y sensibles huevos. Mi lengua te transporta a la locura del placer. Un suave tironcito a la correa. "También tienes secreto ibérico" Y diriges mi cabecita para que mi hábil lengua se centre en la zona de tu ano arrancándote gruñiditos de placer. Aflojas la tensión para darme libertad "Puedes darte un banquete con todo eso, y si lo limpias bien, tendrás tu postrecito"
Mi lengua se encarga de atenderte, hace muchos días que deseaba poder sentirte. La situación por demás morbosa, me sorprende tu autocontrol. Mi boca da suaves chupetones, lamo y me dirijo a tu ano en el cual mi lengua se adentra volviéndote a arrancar gruñiditos. Tomo tus huevos que están sensibles al tacto e increíblemente cargados, van a parar a mi boca. Levanto la mirada que se cruza con la tuya "¿Te gusta?" digo en ese tono inocente de niña que te vuelve loco. Escuchar esa voz infantil, de niñita, hace que tu polla pegue fuertes sacudidas eréctiles. "Me encanta. Sigue. Lame mi culo, comételo y luego metete mis huevos en la boca, muy suave" Te encanta sentir mi lengua en tu agujerito, es una sensación indescriptible. Cuando mi lengua recorre toda la zona perianal y mi boca abarca tus huevos, un escalofrió de gozo cruza tu cuerpo, mi lengua sube por el tronco de tu polla, hacia el glande, pero me frenas con la correa, temeroso de que en cuanto mi boca abarque tu polla explote por la excitación y la sublime carga de 6 días que tienes acumulada "sigue con mi culito un poco más princesa" Asiento con mi cabeza suavemente, te dedico una dulce sonrisa y vuelvo a bajar a tu ano. Con mis manos separo un poco más tus piernas, y dejo mi lengua hacer. Se escurre por la zona adentrándose bastante, siguiendo con la dosis de placer necesaria. Mi cuerpo excitado, mi rajita empapada y me dirijo de nueva cuenta a tus huevos, cargados de leche pienso como será la futura riada y eso solo logra calentarme más y aumento mi ritmo.
Estas a punto de explotar pero no piensas perderte ni un segundo del placer. Mi boca, mi lengua, mis gemidos y mis manos te transportan al nirvana. Mi boca se aproxima lentamente apretando el tronco de tu polla con ternura y excitación. Cuando abarca tu glande, y se desliza de nuevo por el tronco, tu lujuria se multiplica. Puedes ver a la perfección como tu polla va desapareciendo con lentitud dentro de mi boca “cuidado mi vida. Estoy a puntito” "¿Quieres correrte ya o me detengo?" sigo preguntándote en ese tonito que te descoloca antes de que respondas ya todo tu miembro está dentro de mi boca, había extrañado sentirte estos días, cierro los ojos devorando tu verga por completo me apoyo en tus piernas para llegar lo más profundo posible. “¡Nooo, no pares, por favor Sigue!“ Una de tus manos ya está sujetándome la cabeza de forma inconsciente y rectificas en una caricia. Con la otra mano, acaricias mi espalda. Sientes como se contraen todos tus músculos. Ya has pasado el punto de no retorno y es imposible parar “Me corro” Me lanzas un aviso con tiempo suficiente para que pueda actuar, puesto que la riada que sientes aproximarse tiene pinta de ser épica. Si la dejo libre, alcanzara el techo. Intensifico mi mamada, una mirada fugaz me dice que estás perdido en el placer. Succiono tu miembro y siento como pega esos latigazos liberando una cantidad de leche impresionante y abundante. Ese sabor intenso inunda mi boca por completo tanto que me cuesta tragarla toda y unos hilillos de tu esperma bajan recorriendo mis labios. Respiro profundo con los últimos chorritos para tomarla toda.
La potencia de la eyaculación casi te provoca un desmayo de placer. La mayoria de los disparos han sido recogidos por mí boquita golosa, algo que te excita sobre manera. Sé que te encanta follarme cuando sabes que mi tripita está llena de esperma. Cuando abres los ojos y ves los hilitos de semen sobre mis labios, tu excitada polla da un nuevo latigazo aun dentro de mi boca, que notas como me sorprende. Ves como lentamente, se desliza hacia afuera y al sacarla hilitos de leche se quedan uniendo tu verga a mi boca. Esa imagen, provoca otro potente latigazo, que me provoca una suave carcajada y lo recojo con la lengua "Lo siento mi vida, una semana tras una semana sin tocarme, estaba a punto de explotar..." Me siento en tus piernas sintiendo todavía uno que otro latigazo de tu miembro. Recoges con tu dedo los rastros de leche y lo llevas a tu boca. Nuevamente nos fundimos en una sesión de besos. La distancia ha incrementado nuestras ganas de sentirnos. Noto como mi respiración se acelera cuando tus dedos se dirigente a mi rajita. La forma tan particular de la braguita te da un libre acceso que me descoloca, una corriente de electricidad recorre mi ser cuando tus dedos aprietan suavemente mi rajita. La potente eyaculación te ha dejado en shock, pero la lujuria acumulada y los lujuriosos besos compartiendo tu propia carga. Hacen que tu verga no pierda ni un ápice de su dureza. Llevas tus dedos empapados de semen a mi rajita, que se cuelan por la abertura. Sin problemas. Te encantan estas braguitas. Debiste comprar más. Doy un respingo cunado siento la invasión de tus dedos y la presión de los mismos en mi botoncito. Cuando tus dedos se cuelan dentro de mí, casi puedes sentir como mi cueva desborda sus flujos de lo empapada que esta.
Mi respiración se acelera, a cada paso cuando siento la presión que llevas, mis uñas se clavan suavemente en tu espalda. Demasiados días de soledad para tratar de contenerse, un suave gemido acompaña la acción de tus dedos pero tus besos callan cualquier otro sonido. Nos consumimos por el deseo guardado. Tus dedos vuelan jugando con mi almejita, palpándola, apretándola, colándose dentro. Abres mis piernas y deslizas tu dedo hasta la entrada de mi delicioso anito y lo penetras ligeramente, favorecido por la lubricación de mis flujos y vuelves de nuevo a mi cueva, cada vez más empapada. No puedes resistirlo más. Te pones en pie, conmigo en brazos y me tumbas sobre la cama. Las braguitas empiezan a humedecerse. Con la cara desencajada por la lujuria, besas mi boca y deslizas tu lengua rápidamente por mi cuerpo sin demora hacia mi dulce lunar, que besas y rodeas, pero hoy tienes ganas de volver a saborear el más delicioso manjar. Nos miramos unos segundos en ese instante donde tu lengua roza de nuevo mi rajita, un nuevo choque de electricidad ataca mi cuerpo con fuerza, cierro los ojos para disfrutar. Tu lengua ataca sin piedad y mi libido se dispara, mis dedos se escurren dentro de tu cabello presionando hacia mí con ganas y tu ímpetu me hace soltar una serie de gemidos cada vez en mayor escala, deseo con todas mis fuerzas tenerte más adentro y te lo hago saber con mi presión, jadeante y excitante así nos estamos dejando llevar y ni siquiera hemos llegado a la penetración.
Tu lengua vuela, buscando cada pliegue de mi rajita, cada hueco escondido, intentando colarse muy profundamente dentro de mí para captar todos mis sabores y deslizándose lenta e inexorablemente de nuevo hacia mi clítoris, que presionas con tus labios y succionas con fuerza controlada. Tus manos, masajean mis glúteos y tus dedos rodean mi rosado y apretado ano, comenzando a estimularlo mis jadeos y grititos te indican que para tu sorpresa mi clímax está cada vez más cerca. Creo que la ausencia nos ha puesto a puntito a ambos, unas cuantas lamidas más son lo único que necesito para estallar en gran cantidad, me controle todos estos días y tampoco me toque por ello mí libido esta por las nubes. No pierdes ni una sola gota como es costumbre, lames hasta que quedo completamente limpiecita. Tu lengua se adentra un poco más para tomar todo aquello que haya salido. Te apartas un segundo admirando mi rajita, tu rostro empapado por mis flujos y uno de tus dedos que se pasea por mi intimidad. Te incorporas a besarme, tomando la correa y atrayéndome más hacia ti y en medio del beso tu dedito se cuela dentro. La tarde no ha hecho nada más que empezar y ya hemos culminado una vez cada uno y por eso, mientras disfrutas al máximo de mí apasionado beso con tu dedito jugando dentro de mi más codiciado secreto decides hacer un kitkat, para poder estrenar alguno de nuestros juguetitos. "mi niña ¿qué te parece si voy a preparar algo, y mientras tú decides que ponerte para esta noche?" Besas fugazmente mis labios una vez más y con decisión y la polla dura como una roca te incorporas para dirigirte a la cocina, seguro de que si te detienes y miras hacia atrás enlazaremos la tarde con la mañana y te apetece estrenar los juguetitos.
Por mi mente pasan mil ideas acerca de mi vestimenta, apenas es viernes y no sé si dejar el disfraz de sailor Moon para el día siguiente pero tengo tantas ganas que la situación es difícil. Te miro salir a la cocina y de verdad tengo que admitir que te he extrañado demasiado. "¿Sailor Moon?" te pregunto en tono coqueto todavía reponiendo fuerzas, me rio un poco de seguro que no me escapo de una violación con esa vestimenta. “Me parece perfecto laztana” Un escalofrío recorre tu espalda tan solo imaginando. Estas a punto de hacer realidad una de tus fantasías de la infancia. Apartas esos pensamientos de tu cabeza mientras sazonas las alitas. Algunas con especias, otras preparadas con un toque barbacoa. Escuchas mi risita en la habitación y cuando metes la bandeja al horno te acercas con sigilo para espiar, pero la puerta está cerrada. Te dejas una nota mental de eliminar todas las cerraduras de la casa “mi vida ¿va todo bien?” formulas la pregunta con un tono cantarín “si quieres, vemos una serie mientras se hace la cena, y luego hacemos el pase de modelos… Si te atreves” Estas tres últimas palabras las pronuncias en voz tan baja que dudas que las haya escuchado. Estoy a medio vestir pero guardo silencio, una risita interna, a pesar de haber tenido una buena sesión de sexo oral, todavía no nos hemos sentido como se debe. Me coloco cada prenda con cuidado, incluyendo las braguitas que se transparentan y la peluca del disfraz. Y cuando estoy lista me miro en el espejo, perfecta. Conociéndote estarás detrás de la puerta, esa costumbre nunca la perderás y me apresuro a abrir la puerta para ver tu expresión.
Escuchas pasos y movimientos pero nada más. Crees que me estoy poniendo algo. Rápidos pasos se dirigen a la puerta y te alejas un poco, justo en el momento en que se abre. “woow!” Te quedas sin palabras y sin movimiento. Pensabas que me quedaría bien, pero eso… Ante tus ojos tienes a la auténtica Guerrera Luna con su varita, su mini mini faldita y aunque en la serie nunca lo mostraron, las preciosas braguitas semi transparentes que me has traído. No puedes articular palabra, ni gesto alguno. Con la varita toco tu rostro muy levemente y suelto una risita. Sigues congelado en movimientos y con una expresión de no creer, me acerco a ti y como es mi costumbre me cuelgo de tu cuello para besarte. No pierdes mucho tiempo y al poco nos estamos besando de una manera apasionada y bastante sentida, tus manos no pierden tiempo para pasearse por todo mi cuerpo. Me alejo un poquito para darme una vuelta, me silbas alagándome y nos volvemos a juntar en una sesión de besos que no parece tener fin "te extrañe mi vida"
El espectáculo es inmejorable, un auténtico regalo para tus ojos y para todo tu cuerpo. No consigues articular palabra ni a penas reaccionar a mis movimientos. "Yo también a ti mi guerrera Luna, cada segundo" Vuelves a la realidad con mis besos y caricias, con mis movimientos y juegos. "mmm ¿quieres jugar un poquito antes de la cena, quieres que ataque al bosque y las plantas para que puedas castigarme? Bwua ha ha haaaaa"
Mi risa acompaña a "tu risa malvada" seguimos besándonos, cada tanto te separas de mi para observarme con detalle, tengo que admitir que el disfraz está muy bien elaborado, incluyendo la calidad de la peluca. Me doy unas vueltecitas más para tu deleite. Tu mirada y sonrisa lobuna pero el hambre nos está ganando, el olor de la comida invade nuestro hogar y decidimos ponerle pausa un momento al juego pues tendremos toda la noche. "Estas divina mi guerrera luna" No puedes dejar de mirarme. Sabías que este disfraz era un acierto. Cuando el olor a comida invade la estancia y mi pequeño estomago ruge como una fiera, asientes ante mi sugerencia, no sin antes atacarme de nuevo tumbándome sobre la cama y dándome los últimos besos, mientras tu mano busca juguetona mis ya mojaditas braguitas. Un tanto juguetona, trato de "resistirme" a tu mano acercándose a mi intimidad, seguimos besándonos y se nos va el tiempo en ello. Cuando el olor a quemado hace presencia también, sales corriendo a la cocina, por suerte no se ha quemado mayor cosa. Nos reímos, yo sigo cerca a cada instante buscando tus mimos, creo que sabes que soy muy dependiente a ti. Ya sentados en la mesa busco el mejor lugar de todos, en tus piernas. Me sujetas de la cintura y damos buena cuenta, de todo "¿ya te dije que te extrañe?" suelto con una risita floja. Tras la cena maridada con un rico vino, tomamos un dulce postre que trajiste para la ocasión. Con la punta de dedo tomas un poco de la nata de la cúpula y la pones sobre mi nariz sin poder evitarlo. Hablamos y reímos durante toda la cena, pero una parte de tu mente no puede evitar pensar en el auténtico postre que vendrá después y sin duda, lo he sentido pues has notado el respingo que he dado.
Me siento en tus piernas, el beso aumenta de intensidad y dejamos las cosas de lado de manera rápida. Salimos de los platos y nos sentamos en la sala, yo en tus piernas y seguimos en esa intensa sesión de besos En el salón, con la tv emitiendo anuncios de fondo, la sesión de besos va en aumento, al igual que la excitación. Tras una agradable y placentera tanda de besos y caricias, te separas ligeramente y ves mi carita con los ojos cerrados y mis labios buscando un beso, que me das muy suavemente "mi niña ¿qué te parece si me haces un pequeño pase de modelos? Te propongo un juego, si consigues que me lance sobre ti, mañana te doy uno de mis masajes" Mi mirada lo dice todo, sabes lo mucho que me encantan esos masajes. Sin mucho quererlo me separo de ti. Y comienzo a modelar para ti el precioso conjuntito de Sailor Moon que me has regalado, cuando hago algún movimiento puedes notar la pequeña mancha de humedad que empieza a traslucir en las braguitas. La cámara de tu móvil no se hace esperar y me pides hacer varias poses bastante sugerentes y sexys. Noto como cada tanto tu mano aprieta tu verga que ya debe estar lista para el próximo round, mi rajita arde de deseo no me he tocado estos días de ausencia así que a pesar del magnífico oral que nos dimos estoy a tope. Me ves con ese trajecito de Sailor Moon con las braguitas a penas tapadas, y los recuerdos de tu niñez acuden a tu cabeza junto con la excitación que te causaban. El móvil no deja de disparar fotos a cada pose que hago. Cuando me inclino hacia adelante, dejándote ver mi precioso culito, tapado por mis húmedas braguitas el olor a sexo te impregna el espíritu y la verga no podría estar más dura dentro de tus pantalones. Pero tienes que contenerte un poquito más "¿eso es todo lo que sabes hacer?"
"¿Estas retando a una guerrera luna?" Continúo con una serie de poses mucho más sugerentes dejándote captar la humedad de mis braguitas que solo va en aumento, y se nota cada vez más el deseo que siento de ser penetrada por ti es muy fuerte mi cuerpo lo pide a gritos, tomas fotos sin parar, acaricio mi cuerpo provocándote aún más. Con cada provocativa pose tu excitación se dispara. Es el cosplay perfecto, pervertido, provocador y una réplica casi perfecta del original. Estos japos sí que saben divertirse. Cuando me acerco un poco más la humedad de mis braguitas se hace evidente, así como ese olor tan característico a sexo y lujuria. Tienes que hacer acopio de toda tu fuerza de voluntad para no saltar sobre mí y hacerme mil fechorías en esa misma sala. "guerrera Luna, han secuestrado a tus hermanas. Para encontrarlas y liberarlas, tendrás que pasar tres duras pruebas, y llenar tu cuerpo de una pócima protectora." Una mezcla de risa con excitación, me encanta cuando empiezas a perder los papeles de esa manera. Me acerco más a ti y te doy la espalda mostrándome mi culito, que no dudas ni un instante en meter tu mano y amasar mis nalguitas, estas completamente entregado a la situación. Nuestra excitación en aumento, mi deseo de que me vuelvas a penetrar hace arder mi rajita en deseo. "estoy dispuesta a asumir las 3 pruebas" con la varita toca suavemente tu rostro de manera juguetona. Tus manos vuelan por mi cuerpo vestido con el traje de Sailor Moon se cuelan debajo de la faldita y apartan ligeramente la infantil braguita, para presionar mi ano con suavidad. "la primera, es la prueba de la voluntad. Unos demonios trataran de doblegarte, pero deberás resistirte sin pronunciar sonido alguno" Nada más terminar esas palabras, tus dientes se clavan levemente en las carnes de mis nalgas pero ahogo el gritito con estoicismo. Tus manos empiezan a deslizarse por mi cuerpo, por debajo de mi vestido, acariciando mis senos y apretando mis pezones con suavidad de esa forma que me vuelve loquita, poniéndome a prueba.
Apelo a todo mi autocontrol, pero mantengo mi silencio. Clavo mis uñas en tu espalda como medio de escape de esa situación. Te sigo el juego pero lo que realmente deseo esta en tus pantalones y lo quiero dentro de mí. Las braguitas se han vuelto bastante transparentes pues estoy mojando mucho, trato de resistir y se nota en lo profundo de mí respiración. Estas asombrado de mi autocontrol. Pensabas que emitiría algún sonido y podrías ser malvado, pero no. Tus manos, se ensortijan en las gomitas de mis bragas y dan suaves tirones hacia abajo, mientras tu lengua se desliza sobre la tela, dejándola totalmente transparente. Interrumpes brevísimamente el juego para sacar una foto y dejar la cámara al lado para volver a atacar mis braguitas que ya no oculta nada la apartas hacia un lado, y tus labios presionan mi botoncito suavemente, segundos antes de que tu lengua se entierre en lo más profundo de mi mojada y deliciosa cueva. Presiono mis labios pues me he propuesto no emitir sonido alguno. Mi respiración es profunda se siente en parte el esfuerzo que estoy realizando pero por nada te dejo ganar en esta situación, tu lengua es una perdición para mí y me hace querer emitir más de un sonido. Me retuerzo de placer mientras apelo a toda mí cordura para no gemir.
Tras poner a prueba mis límites presionando mi clítoris con tus labios, mover frenéticamente tu lengua dentro de mi cueva sacas tú cara de entre mis piernas, totalmente empapada. Mi mirada no podría estar más ausente, con mis preciosos ojitos en blanco. “muy bien poderosa guerrera. Has superado la primera prueba. La segunda se aproxima.” Te mueves y hablas con lentitud, sin apartar la vista de mí, únicamente para ir montando todo el equipo de grabación. La cámara en su trípode, la portátil en tu cabeza y la de video en el estante de siempre. “Los oscuros demonios atacaran tu cuerpo y su integridad. La única magia capaz de detenerlos, es la gran explosión que los cubra con tu agua mágica ¿Serás capaz?” Tu mirada lujuriosa se clava en mis ojos. Tus manos y tu lengua vuelven al ataque, y tras desnudarte, tu boca se acopla de nuevo a mi almejita y tu lengua se desliza veloz buscando mi ano, presionando con suavidad. Humedeciéndolo. Preparando el camino para los demonios. Mi respiración sigue acelerándose, tus palabras despiertan ese brillo en mi mirada, sabes que me encanta y que conseguirás tu objetivo sin que tengas que esforzarte demasiado, tantos días de ausencia me tienen a punto y los pequeños temblores que recorren mí cuerpo son muestra de lo mucho que estoy disfrutando y de cuanta falta me hacia tu lengua. Sin poderlo resistir más, me tumbas sobre la cama y subes mi faldita, aunque no es necesario. Dudas entre si quitarme las braguitas o dejármelas puestas, y la verdad es que están empapadas y totalmente transparentes. Dando un suave tirón hasta poder quitármelas. Las olfateas, te las metes en la boca absorbiendo los flujos, y te lanzas de nuevo a mi almejita con mis piernas totalmente abiertas. Tras unos desquiciantes minutos, te incorporas de nuevo y te sitúas en la posición perfecta, con tu polla rozando mi botoncito, friccionándolo con tu glande. No puedes aguantarlo más, y suavemente deslizas tu verga en mi interior hasta que tus huevos presionan mi pubis, y comienzas una lenta, profunda y delirante follada.
Una corriente eléctrica recorre todo mi cuerpo, la necesidad por fin siendo satisfecha. Sentir como empiezas con ese delirante ritmo, busco tus labios y nos unimos de manera perfecta, mágica, como solo nosotros sabemos hacerlo. No necesito mucho más pues mi interior estalla en jugos con un potente orgasmo, me aferro a ti, a tus labios no me despego un instante. Sientes los espasmos de mi cuerpo sujetándome con firmeza y mi mirada te lo dice todo, este es el lugar que más me gusta estar, entre tus brazos sintiéndonos. La potencia de mi orgasmo te ha dejado impresionado. Sientes como mi vagina apretar tu verga con fuerza, y sientes el calor abrasador de mis flujos. Tienes que hacer acopio de toda tu fuerza de voluntad para no acelerar el ritmo, para no incrementar la fuerza haciendo que todo termine. Sino que continúas con el ritmo, un poquito más rápido, pero controlado que nos enloquece a ambos buscado un segundo orgasmo. Mordisqueas mi cuello, mis orejitas, mi garganta. Tus manos se mueven veloces y precisas por mi cuerpo, rozando mis endurecidos pezones y acariciando mis firmes senos. Mi respiración acelerada, tus labios en búsqueda de los míos y me atraes más a ti. Pegados solo el roce de nuestros cuerpos que ya se puede sentir las primeras gotas de sudor recorriendo nuestra piel. Eso solo hace que el disfraz se pegue mucho más a mi cuerpo, el ritmo lento y demencial en cómo me estas penetrando me descoloca a tal nivel que mis uñas se clavan en tu espalda buscando más placer. Mis uñas en tu espalda te desgarran, te potencian y te sobre excitan. La erección aumenta en intensidad y tus embestidas en fuerza, pero no en velocidad. Nuestras bocas son una sola en un beso frenético en el que intentamos devorarnos. Tus manos vuelan bajo mi vestido, acariciando mis senos y abandonando estos para deslizarse por mi pancita, perlada de sudor. Se deslizan por mis costados, por mis caderas, hasta alcanzar mi espalda y mis firmes nalgas. La entrada de mi culito está cerca al igual que mi orgasmo.
Tus manos siguen el camino de mis caderas, en búsqueda de eso tan conocido que tanto te encanta. Tus dedos se adentran debajo de la faldita, primero te detienes a tocar mis nalgas las amasas con tus manos, y justo en el instante cuando tus dedos buscan colarse en mi entrada trasera estallo en un potente orgasmo. Puedes sentirlo, me abrazas con fuerza mientras el placer recorre mi cuerpo. Los besos continúan y tú sigues duro como piedra entrando en mi almejita con ese ritmo. Sientes mi nuevo y potente orgasmo empapándote de nuevo, y apretando tu verga como solo yo sé hacerlo. Una parte de ti, deseaba beberse mi regalo la otra, desea inundarme con tu esperma. Mis grititos erizan tu piel. Viendo cerca tu propio final, y sabiendo que no serás capaz de contenerte si intentas atacar mi culito, aceleras el ritmo sutilmente, pillándome de sorpresa. Mi cuerpo se relaja un tanto luego del intenso orgasmo, pero tu ritmo no me da descanso, un poco más fuerte sujetas mis caderas para darte ese impulso. Gimo ahogadamente, el disfraz completamente pegado a mi cuerpo. No creo que aguantes mucho más, me dejo hacer completamente tuya. Entregada a ti. Ese bendito traje de Sailor Moon, mi carita de vicio, mis flujos empapando tu verga y ¡esa maravillosa presión! Vas a correrte, es inminente. Imágenes de mi carita llena de esperma llenan tu mente, al igual que rezumando de mi rajita o mi culito. Unos segundos más, pero no sabes si lo conseguirás. Antes del clímax, sacas tu brillante y palpitante verga de mi coñito y la aceras a mi cara, presionando mis labios. En cuanto el glande se introduce dentro de mi boca, explotas en mi interior. El primer chorro, potente y espeso, inunda mi boquita. Preso de la excitación deslizas la polla hacia dentro un poquito y los siguientes chorros, de no menor intensidad caen sobre mi lengua. Tienes que morder tus labios, para no dar un último empujón para que los últimos trallazos caigan directamente en mi garganta, puesto que sabes que me gusta saborear la lechita, y mi boca llena, quedara de lujo en la cámara.
El labor de tu leche, como entra en mi boca. Siento tus espasmos, los chorros deslizándome por mi boca. Separas tu miembro luego de un rato y esos hilillos de saliva y semen que lo unen a mi boca es muy morboso. Te acercas a mis labios, un beso de esos que tanto nos encantan, puedes saborear perfectamente tu leche en mis labios. Wow. Te encanta esa imagen. Tu verga saliendo de mi boca, dejando atrás unos finos hilitos de esperma y saliva. Mi boca llena de lechita y tragando todo el contenido para fundirnos con ese beso blanco después. Formidable "poderosa guerrera luna. Has derrotado a los demonios y se te ha entregado la pócima de poder." Ahogando una carcajada, apago tu cámara. Luego apagas las cámaras, te tumbas a mi lado y activo mi modo koala, saltando a tus. Cuando ya estas a mi lado, totalmente abrazados y dejándonos arrastrar por el cariño, acaricias mi sedoso cabello con tus manos, mientras me acoplo a tu cuerpo a la perfección. Minutos más tarde, antes de que el sueño nos alcance, besas mis labios e intentas despejarnos para que me quite el vestido al menos. Sin muchas ganas me quito la ropa dejándola caer al piso, la verdad es que lo que más extrañe estos días fue el dormir a tu lado, haces lo propio dejando todo de lado, me rio al ver tu espalda, las marcas notorias nuevas y viejas se mezclan y desarrollan un gran atractivo para mí. Te acomodas de nueva cuenta, buscando tu cuerpo, me abrazas y proteges, amo sentirme de esa manera. Abrazados, perfectamente unidos como un solo cuerpo, acaricias mi cabello susurrando una nana con la boca cerrada. Mi respiración se empieza a ralentizar. Mi corazón disminuye sus latidos. En pocos minutos, escuchas mis ronroneos. Susurras mi nombre, pero note contesto. Sabiendo que estoy dormidita, también te dejas atrapar por el sueño, con tu mano, pegada contra mi pecho. La mejor sensación dormirme en tus brazos, pocas cosas superan para mi ese momento de grata felicidad. Mala noche envuelta en una pesadilla, me muevo intranquila pero despierto entre tus brazos y es lo que más me reconforta, todavía es de madrugada así que me acomodo mejor. Tomando tus brazos me siento mejor y Duermo en paz.