Cosas inesperadas

Desarrollo de como cai en la infidelidad.

Cosas inesperadas.-

En argentina desde los años 1990 hasta el 2002 nos marcaron en todos los sentidos. Tuvimos épocas que parecían buenas pero donde el empleo era mas fácil perderlo que encontrarlo, hasta que finales del 2001 y el 2002 completo todo se fue al carajo.

Mi historia comienza a finales del 1995 cuando mi esposo perdió su trabajo y entro en una fuerte depresión por no poder conseguir otro. Yo hasta esa fecha jamás había trabajado en mi profesión, soy enfermera, estábamos cómodos, mi esposo no quería, su sueldo era bueno. Pero bajo estas circunstancias era inevitable conseguir algo.

Primero fui a unos sanatorios privados, me tomaban el curriculum y un entrevista y me mandaban a casa, así pasaron unos meses, luego probé con los hospitales públicos, pero sin recomendación ni siquiera una entrevista me tomaban.

Charlando de esto con una amiga me comento de cierto personaje politiquero, que nunca falta en este país, podía sacarme una recomendación del intendente de la cuidad para entrar en el hospital. Yo me entusiasme enseguida, y le pedí el nombre para ir a verlo, ella se rió un poco por mi efusividad a lo que me comento cual era el precio. Una noche completa de sexo con este tipo.-

Me escandalice, me puse como loca no sabia como puede haber gente con tan poco escrúpulos, sin moral, y que se yo cuantas cosa mas dije, lo que si recuerdo es que termine diciendo que se meta la recomendación en el culo.

Mi amiga se volvió a reír y me recordó la película ‘Propuesta Indecente’ y que todas las personas tienen un precio según las circunstancias que las rodean, y que muchas decisiones deben ser cuestionadas bajo una lupa muy particular para cada caso y que nadie tiene derecho de juzgar a otro por sus acciones personales.

Cuando salí de la casa de mi amiga, estaba un poco mas tranquila. Así que decidí ir caminando hasta mi casa que queda como a 25 cuadras, me haría bien pensar sobre el tema. Debo reconocer a estas alturas, que a mi edad, 31 años cumplidos con dos criaturas, conservo bien mi forma, ya que cuando mi marido trabajaba y no hacia nada mas que las tareas del hogar y cuidar a mis hijos me sobraba tiempo para mi. Me gusta verme bien, en forma, ser admirada, y para el caso si tanto me gustaba estar en forma era para mostrarlo. En cuanto al sexo con mi esposo nunca me lo considere, no era ni bueno ni malo, es con el único hombre que había tenido relaciones intimas, el es eyaculador precoz pero nunca me dejo con las ganas, siempre cumplió conmigo, algunas veces yo tenia 2 orgasmos pero no mas que eso, nuestras relaciones se limitan a un par de minutos, 15 a lo sumo y ya estamos durmiendo, mientras caminaba recordaba la primera ves que le quise chupar el pene, (me causo gracia el recuerdo) hacia unos días que nos habíamos casado y empezamos con los prolegómenos, como casi nunca ese día tome yo la iniciativa y empecé a besarle la cara la boca y fui bajando por sus pechos, tenia ganas de hacer un 69 por lo que ubiqué mi cuerpo sobre el suyo y seguí bajando, puse mi concha sobre su cara y comenzó a besar los labios y a chupar mi clítoris, me encanta la sensación de una buena chupada, esa electricidad, en cuanto roce su glande con mis labios los chorros de espermas se me metieron por todos lados, me salpico la boca, (con mucho morbo probé que sabor tenia el semen, pero nunca se lo dije), la nariz, los ojos, el pelo, en fin, un chiquero por todas partes, yo no seguí con eso y directamente lo monte, pero su pene perdió enseguida el vigor por lo que me conforme con un polvo y me tuve que ir a bañar. Mi vida sexual se reduce a eso, una vez por semana, siempre y cuando no me venga la regla que me dura 7 días, para excitarme, me persigue durante el día con tocaditas, en la cama nos morreamos, le gusta mis tetas que describiría como común, a veces me chupa la concha me monta por unos minutos, como eyacula enseguida lo hacemos despacio, me penetra despacio y es el momento mas hermoso, luego acelera un poco, tengo mi orgasmo, y nos dormimos. Así de corto, pero no me quejo por que yo tampoco busco mas, para mi esta bien.

Venia pensando en todo esto y a mitad de camino me decidí a no desechar del todo la propuesta de mi amiga con respecto al precio de la recomendación. Me sentí mas aliviada por su ultimo comentario de que no se puede juzgar a las personas sin ver el entorno. Cuando llegue a casa el espectáculo era realmente horrible, mis hijos encerrados en su dormitorios llorando mi esposo tirado en la cama llorando también. Los había retado mal por que al mas quichito se le había roto una copa de vidrio que se le escapo de las manos sin querer, el jamás se porto así, pero desde que no puede encontrar otro trabaja, esta con los nervios de punta. Primero calme a los chicos y luego me senté con él en la cama y nos pusimos a charlar, estaba mal por que como todos los días salió a buscar trabajo y no consiguió ni siquiera una entrevista, nuestros ahorros se estaban agotando y la situación estaba cada ves peor, y peor se pondría con el correr de los días si no hacia algo. Luego de calmarlo levante el teléfono llamando a mi amiga para pedirle que me consiga la entrevista.

Camino a la oficina de Walter, (la persona que me iba a dar la recomendación), mordía bronca por como se estaba desarrollando las cosas, se sentía como las vacas que van al matadero. Aunque en casa me fui vistiendo en forma discreta, con un camisa blanca y una pollera clásica color crema, la ropa interior blanca, pero la mas sensual que tenia, consistía en un corpiño con tasa para levantar mas mis tetas y la bombacha tipo tanga con encaje en el frente donde mostraban mucho de lo que debía ocultar, además me depile bien por lo cual quedo como cuando era adolescente, no entendía bien por que me prepare tanto, pero lo hice a conciencia. Además use lo ultimo de un perfume hermoso, muy sensual.

Al llegar me anuncie con la secretaria quien me hizo sentar en los sillones de la recepción, y le comunico por teléfono mi llegada, en la espera creí notar cierta cara de picardía por parte de la secretaria lo que me molesto sobremanera y yo, seguía acumulando bronca, poniéndome cada ves mas colorada. En esos pensamientos estaba cuando sale por la puerta un hombre joven, por lo que en ese momento caí en cuenta que no había pensado en como podía ser físicamente esta persona. Pero lo que vi me gusto enseguida, era alto, alrededor de 1.80, pelo castaño, tez morena por el sol, ojos verdes intensos, nariz aguileña y mentón fuerte, con una buena espalda, en general todo muy bien ubicado. Me levante y pase a su lado, percibí su aroma a perfume, realmente encantador

Tu eres Edit, como estas, me llamo Walter. Y me extendió la mano.

Buen día señor (trate de mantener la distancia para no tutearlo) y le di la mano.

Vienes por la recomendación para entrar en el hospital, según lo que me comento mi secretaria.-

A si es, necesito el trabajo y me comentaron que debía hablar con Ud.

Por favor tutéame que me hace sentir muy mayor y somos de la misma edad,

Pensé en el trabajo y en la falta que me hacia por lo que esa fue la primera de las concesiones.

Esta bien Walter, cuando puedo tener ese papel.

Mañana mismo lo tendrías firmado por el Sr. Intendente, pero sabes el precio, que a la vista va ser muy bien pago.

Me volví a poner furiosa pero controlada pensando en mi posición.

Podríamos cambiar el precio, la verdad es que me pone muy mal en tener que pasar por eso, me siento ultrajada.

No por favor, nada de eso, pensémoslo como si algunas personas les pido cortar el pasto, a otras les pido hacer la limpieza a ti te pido que pases la noche conmigo, nada de amor ni compromiso, una sola noche de sensaciones, nada mas, ves que es poca cosa en comparación con lo que vas a recibir a cambio.

Su forma de ponerlo me dejo sin defensa o en realidad no me quise defender, no lo se, lo que si se es que concretamos para esa misma noche a las 9.00 en su casa, me dio la dirección en su tarjeta personal, y me despidió, esta ves con un apretón de manos y un beso en la mejilla.

Para esa noche le dije a mi marido que iba de mi amiga por que estaba enferma y pasaría la noche con ella, así de paso me podía cubrir, y el acepto de buen grado, y yo me sentí fatal, era la primera ves que le mentía a mi esposo con toda alevosía para engañarlo, pero bueno era como una maquina que comenzó a andar en el mismo momento en que se quedo sin trabajo y seguía en movimiento, y sin saber donde paraba exactamente.

Prepare la ropa en un bolso y me fui a lo de mi amiga, somos amigas desde la primaria, por lo que nos conocemos hasta en el pensamiento. Al llegar me eche a sus brazos y me puse a llorar, ella me acaricio y me hablo desde el corazón, diciéndome que lo que hacia estaba bien por que trataba de defender a mi familia, y por ello cualquier cosa estaba bien. Me llevo al baño me desvistió, ella también se desvistió y se metió a la ducha conmigo, yo estaba como ausente, como zombi, me deje hacer, me lavo la cabeza, me paso un jabón con aroma que usaba para ocasiones especiales, sus manos me estaban transportando, tiernamente me acariciaba los pechos, se entretenía con los pezones, se me pusieron duros como cuando estaba embarazada, súper sensible, suaves, en verdad me estaba calentando, nos pusimos frente a frente y le plante un beso, primero tímido, luego cada ves mas profundo se confundían nuestras lenguas, mientras mas me masajeaba las tetas con la izquierda y con la derecha jugaba con mi entre pierna,

Te afeitaste toda para la ocasión.

Si no se por que lo hice, pero lo hice.

Esta bien, te va a dar mas seguridad y a mi me gusta mas.

Dicho esto fue bajando hasta mis pecho y los chupo con ganas, luego bajo hasta mi concha, y comenzó con besos cortos en toda la ingle, pasaba su lengua por toda mi almeja y se detenía un buen rato en mi clítoris, como dije antes me encanta la sensación de electricidad, pero era totalmente distinto a lo que sentía con mi esposo, no era ni mejor ni peor, solamente distinto y muy bueno, mientras que con su boca me derretía con su mano derecha me acariciaba las piernas y subía por atrás hasta el culo y luego volvía a bajar, con la izquierda me fue introduciendo un dedo por delante, y luego otro, yo estaba con los ojos cerrados, concentrada totalmente en el placer que me hacia sentir, cuando noto que deja lo que estaba haciendo, se incorpora me da un beso de lengua en la boca, saboreando mis propios jugos, me da vuelta y me poner con el torso inclinado sosteniéndome de las llaves del agua y con las piernas rectas y algo separadas, y continuo con la chupada de concha mas larga que jamás me hicieron, pero esta ves siento que a demás de los dedos en mi chocha, su boca juega con el agujerito del culo, las sensaciones me cuesta ponerlas en palabras, yo fruncía y ella me calmaba y me incitaba a que me relaje, y así fue metiendo un dedo, lo sentí hacer tope, y mas electricidad corrió por mi cuerpo, volví a ponerme tensa y me volvió a tranquilizar relajándome otra ves, y en ese momento sentí otro dedo mas, fue la gloria, en ese instante me llego un orgasmo como un torbellino, una ráfaga, se me doblaron las piernas y caí de rodillas, con las contracciones en el centro de mi cuerpo y se extendía por todos lados. Mi amiga se asusto un poco, jamás vio algo semejante, la tranquilicé y me puse de pie como pude, le explique que era la primera vez que tenia sexo anal. Nos terminamos de bañar por que se nos hizo tarde, y quedamos para otro día su placer, que seguramente voy a tratar de que sienta la mismo que lo que sentí.-

La ropa que llevaría a la cita debía ser justa, no hacerme sentir como una puta, pero si sensual, con gracia, no sabia como se desarrollaría la noche, pero lleve un conjunto ropa interior bien sensual, corpiño calado de encaje (me fascina el encaje), sin dejar de mostrar mucho, bombacha normal, no calada, que me hacia sentir mas segura, medias para el detalle de sensualidad. La pollera tipo tubo un poco encima de las rodillas color verde claro claro, blusa negra con los botones sueltos desde los pechos hacia arriba, y un saco clásico para completar el conjunto me maquillo mi amiga, con apenas un color en los labios, algo de rubor en las mejillas y un poco, muy poco de tonos en los ojos, me peino con el pelo bien recogido.-

Cuando me mire en el espejo me costo reconocerme, no recordaba la ultima ves que me vestí tan bien arreglada, parecía que iba a un almuerzo de negocios. Y en realidad lo era pero en lugar de almuerzo seria cena con postre.

A estas alturas ya estaba mas calmada, el echo de tener sexo con mi mejor amiga (cosa que nunca jamás me paso por la cabeza) me sirvió de tranquilizante, por lo que en el taxi camino a la casa de Walter, me puse a ver el paisaje urbano.

La casa esta ubicada en un country, una zona muy paqueta, con todas casas hermosas, y la del me impacto de verla de afuera. Un hermoso jardín muy bien arreglado al frente con árboles altos y libuztrines, con un caminito de adoquines que llevaba a la puerta principal, esta era de madera tallada muy grande con vidrio a las costados, todas las ventanas de la casa también eran de madera y tenían el mismo tipo de dibujo tallado, el frente de ladrillos visto, con enredaderas pegadas en partes, en la parte superior de las casa tenía un balcón, y con el techo a dos aguas, la iluminación daba el efecto que la casa esta flotando, sin ser estridente.

Toque timbre y me asuste un poco, por que fue como que reaccione cual era el motivo por lo que estaba ahí, respire hondo y me suavice lo mejor que pude. Cuando abrió la puerta me causo mayor efecto que en la mañana, no rabia, sino consternación, tenia un pantalón negro de hilo, una camisa salmón y zapatos náuticos negros. Su tono de piel contrastaba maravillosamente con la camisa y sus ojos resaltaban como esmeraldas, esta de mas decir que me gusto mucho lo que vi, y a consideración de su expresión al ver el también le gusto lo que vio.

Pase a la estancia principal en donde tenia preparado un aperitivo para romper el hielo y a mi realmente me vino muy bien, empezamos a charlar de cosas triviales, como el tiempo, de donde eres, donde estudiaste y todo eso fue haciendo que mi respiración se normalizara. Me invito a pasar al comedor donde tenia preparada la mesa con velas, la comida, pollo con salsa de espárragos, no se si lo sabia pero es mi debilidad. Cenamos y charlamos con mucha naturalidad, realmente conversábamos y coincidíamos en muchas definiciones de la vida. Luego del postre (ensalada de frutas con helados de menta granizada, otra de mi debilidad) pasamos nuevamente a la estancia principal, me ofreció un wisky y lo acepte, no soy de beber ese tipo de bebida, pero lo necesitaba para calmar mi ansiedad por que no sabia como se sucederían las cosas sabiendo. Bebí muy poco, por que no se que parte mi quería estar bien lucida para el gran momento.

Como a las once treinta estando los dos en el sofá, me pregunta si quiero ir al baño, acepto por que la verdad es que me estaba orinando, creo que vale aclarar algo, toda la casa estaba amueblada con un estilo clásico antiguo, muy bien diseñados, inclusive el baño, con una un vanitori raro y hermoso.

Luego de la coquetería típica que tenemos las mujeres de arreglarnos frente al espejo, y convenciéndome a mi misma que esta todo bien, abro la puerta del baño y me lo encuentro a él que me sale al cruce, y sin mediar palabras me toma de la mano y me lleva por las escaleras hacia la planta alta, en el recorrido mi respiración se acelera y mis manos transpiran, el lo nota me mira y me sonríe, son lograr calmarme demasiado, lo que si sentí al ver esa sonrisa es que por ser la primera ves que engañaba a mi marido con otro hombre, por lo menos este era muy guapo. También caí que era la primera ves que me acordaba de mi esposo en toda la noche, por lo que tome la decisión en ese momento que no lo recordaría mas.

Entramos al dormitorio, que supongo debía ser el principal, tenia una somier de dos plaza y media con espaldar de alto labrados y columnas a los pies que sostenían un mosquitero blanco enrollado como cortinas, además contra los pies había una cómoda con cajones y un espejo enorme, Walter me soltó la mano en medio del dormitorio, camino hacia las cortinas que corrió sin cerrarla del todo, fue hasta la llave de la luz, bajando la intensidad hasta dejarla a media luz, que daba el toque de intimidad total, con un toque de temperatura que te diría que estar vestido daba calor.

Se acerco a mi desde atrás, me paso los brazos por la cintura y comenzó a besarme el cuello y las orejas, apretando mi cuerpo contra el suyo, al primer contacto di un respingo, como queriéndome separar, luego me fui serenando hasta relajarme, sabía para que estaba ahí, cerré los ojos y me deje llevar por las sensaciones, el calor de su aliento, la seguridad que transmitían su cuerpo, me fui apoyando en él, lleve mi cabeza contra su hombro, mi espalda en su pecho, mi cola en su paquete, sus manos jugaban con mi panza, la acariciaba, llegaban a mi cintura y volvía al centro, cuando noto que me desabotona el primer botón, me doy vuelta y le busco la boca con la mía, primero fue un beso de pico, luego otro, y otro, el abrió la suya y la lengua encontró a la mía en camino, la sensación iba acrecentado, un jugueteo suave y cada ves mas apasionado, mis manos jugaban con su cuello y pelos, las suyas con toda mi espalda, fueron bajando hasta que me toco la cola, en ese momento me separe lo mire a los ojos, debo reconocer que me encandilaron, me hipnotizo su sonrisa su gracia, yo estaba presa de emociones que no tenia desde mi juventud mas temprana, un poco como si un sueño se hiciera realidad.

Sus manos lentamente abandonaron mi espalda y continuo desabotonando uno a uno los botones de mi blusa, suavemente, a cada botón que saltaba me daba un beso, yo le respondía y me dejaba hacer. Cuando termino de sacarme la prenda, yo empecé con su camisa, la verdad con un poco mas de prisa que él, tenia urgencia de ver su torso, la realidad supero la ficción, era evidente que hacia mucho ejercicio, sus hombros eran poderosos, brazos muy bien marcados al igual que sus pechos y abdomen, sin un solo vello, lo acaricie y bese a mi antojo, el mientras tanto encontró el broche de mi pollera, bajo el cierre lentamente y esta se deslizó al piso como hoja seca de invierno, sin un solo sonido, yo desabroche su cinto y los botones de la cremallera del pantalón, corrí mis dedos alrededor de la cintura y lo desliza hacia abajo, su paquete quedo a la altura de mis ojos por lo que evidenciaba, él estaba tan caliente como yo por que su pene pretendía salir de su encierro, debo reconocer que no era de una medida que dan miedo, pero si un poco mas grande que contra el único que puedo comparar.

A estas alturas los dos en ropa interior, me aferré nuevamente de su cuello y lo bese con mucha pasión, realmente con ganas, mi piel contra su piel, emparejar las temperatura, se respiraba en el ambiente una calentura que aumentaba y crecía con el correr de los minutos, no se cuanto tiempo estuvimos besándonos, pero fue bastante o me pareció a mi, me saco de la concentración del beso el sonido del gancho de mi corpiño, sin separarme del todo baje los brazos y esto cayeron el piso junto con el resto mi ropa, me volví a juntar a su cuerpo, era espléndido sentir mis pezones contra su pecho, los empecé a frotar suavemente, en el contoneo también acerque mi concha a pija, que ya estaba a todo vapor, era alucinante, todo súper erótico.

No aguante mas y baje a sacar de su encierro al aparato que solo estaba imaginado, que la realidad me confirmo que estaba todo tan en harmonía en el que parecía obra de una escultora, lo acaricie suavemente, en este momento me traiciono mi practica sexual de casa, ya que a mi esposo con solo tocársela un par de veces terminaba, por lo que evitaba hacerlo, entonces, al retirar mi mano, él la tomo tiernamente, pero con decisión y la guío de nuevo a su miembro, yo seguí acariciando lentamente su herramienta, mientras no besábamos, ya con un poco mas de furia, mientras sus manos en mis tetas, yo ayudaba separándonos un poco para mejorar su acción, la abarcaban por completo, hacia correr el pezón entre los dedos y luego los tapaba, aplastaba y apretaba, o paseaban por mi almeja que a esta altura pedía a gritos ser liberada para poder estar en el juego también, como si me leyera el pensamiento, sus manos deslizaron al mismo tiempo hacia la bombacha y la bajo lentamente sin prisa, pero sin pausa, se le notaba en el rostro como disfrutaba del momento, luego me saco la medias una a una, besándome todo a lo largo de la pierna, fue el echo culmine, su vista se clavo en mi concha y no la separaba, yo no se por que lo hice, por instinto o por ganas pero separe un poco las piernas para que pudiera ver mejor.

En la posición en que estábamos, yo parada y él de rodillas a mis pies me sentí segura, mas fuerte, el lo noto, me sonrió, y me beso en los labios superiores, luego su lengua siguió el camino llegando hasta la entrada, recorriendo todo el camino de vuelta, yo con mi mano izquierda me tome de una de las columnas de la cama y levante mi pierna derecha sobre su hombro, no se si para facilitarle la tarea o para mejorar mi placer lo cierto es que de tanta calentura, mis jugos corrían por mi muslo, cuando Walter se ensaño con mi clítoris, se me nublo la vista, tuve que recurrir a una fuerza extra para sostenerme, el mirándome desde abajo volvió a sonreír por mi primer orgasmo, se levanto lentamente dándome besos en mi monte, ombligo, pechos, y me beso en la boca con la pasión que ya conocíamos entre ambos. Yo por segunda ves en mi vida, volví a saborear mis jugos, y todo en el mismo día.

Me tomo en sus brazos, me levanto como una reliquia que se teme romper por lo frágil y lentamente me deposito en el centro de la cama, se sentó a mi derecha y me beso con un piquito, siguió por mi cuello, hasta llegar a mis pezones, como podrás imaginar, estos parecían dos piedras, pero lo que me asombro fue la aureola entorno a estos, era mucho mas grande de lo que jamás la tuve, su trabajo con la lengua era espectacular, succionaba, mordía, lamía, acariciaba, y repetía su juego una y otra ves, alternando de un seno a otro. El tiempo perdió todo significado, lo que valía eran solo los sentidos, estaban tan definidos, tan afilados, que cualquier roce, respiración, jadeo se multiplicaba, todo era sexo, hasta la mas sutiles de las caricia era sexo. Mientras el continuaba con mis tetas, vi su pene libre por lo que lo tome con mi mano, sobandolo, acariciándolo, retire el pliegue de piel, floreciendo un glande impresionantemente rojo, sus venas estaban a reventar.

Levanto su cabeza de la posición en que estaba, yo tenia deseos de mamarlo, de conocer su sabor, pero no me dio tiempo, puso otro almohadón en mi espalda quedando casi sentada, y con una ligereza que me llamo la atención me separo las piernas, se coloco entre ellas, apunto su pija a mi entrada que por estar totalmente libre de pelos, daba una imagen súper fuerte, además al estar casi sentada podía ver todo sin ninguna dificultad, así que lentamente tomo con su mano izquierda y apoyo la cabeza de su miembro, empezó a recorrerlo de punta a punta, suavemente, tiernamente, hasta que cayo donde yo deseaba tanto, se tomo con ambas manos del espaldar de la cama, yo totalmente despatarrada lo mire a los ojos, le sonreí y baje otra vez la vista a la escena mas erótica que jamás me imagine, ya que yo era participe del ella, fue entrando lentamente, vi como me entro milímetro a milímetro, fue fantástico, maravilloso, se me puso hasta la piel de gallina, cuando estuvo todo adentro cerré los ojos y volqué la cabeza hacia atrás, por la posición en que estábamos mi vagina dificultaba el ingreso, pero rozaba continuamente el clítoris, entonces saque la almohada extra, me recosté un poco mas, Walter se soltó del espaldar y se apoyo sobre mí, permitiendo un total acceso al interior que lo recibió con total gozo. Solo puedo decir que en todo ese tiempo me concentro en una sola parte, en el sexo, tanto mío como el de él, fue maravilloso, lo besaba en el pecho en la boca gritaba de gozo, cuando llego el orgasmo no me tomo de sorpresa, lo venia sintiendo crecer desde el primer instante en que me penetro, e iba aumentando su intensidad, así que cuando estallo, él lo contuvo con su cuerpo, recibió los embates de mi pelvis, las contracciones de mi estomago, mi grito apagado por su pecho. Quede totalmente rendida, exhausta, sin fuerzas, pero con todos los sentidos potenciados, hasta su respiración sobre mi hombro me causaba cosquillas, el se retiro lentamente, y para mi asombre no había acabado y todavía estaba como al principio, no lo podía creer, lo mire a los ojos y le pregunte que le paso, lo que me respondió que nada, que la noche recién empezaba.-

Totalmente transpirados juntamos nuestros cuerpos en besos y caricias. Lentamente me puse de costado para estar frente a frente paso su brazo derecho bajo mi cuello y con la derecha me continuaba acariciando la espalda, yo pase mi brazo izquierdo bajo su cintura con la derecha seguía el mismo recorrido en su espalda, nos acercamos y nos pegamos totalmente, su pene quedo prisionero entre nuestras panzas, entonces lo tome con mi mano, levante un poco la pierna y lo pose entre ellas, en el lugar exacto en donde yo queria tenerlo ahora la unión era total, boca con boca, pecho con pecho, sexo con sexo. Todo era armonía, nuestros movimientos rítmicamente coordinados.

Su mano tomo mi nalga derecha y su dedo mayor busco mi ano, lo encontró, lo acaricio, lo exploro, lo tomo, me fui relajando como con mi amiga en la ducha, jugo todo el tiempo que quiso, en el instante en que me mete el segundo dedo, baja un poco su cuerpo, y su verga que continuaba acariciando mi concha, entra suave, la avasalladora, me llena por completo, su boca toma un seno y lo lame, lo chupa, lo mordisquea. Él se retira de mi y yo ruedo boca bajo, se levanto un segundo de la cama y lo veo regresar con una toalla en la mano, no entendía para que era, pero no me importo, se puso detrás de mi, levanto mis caderas hasta quedar de rodillas y mi torso y cara pegados a la cama, y me empezó a lamer toda mi zona erógena, desde la concha hasta el ano.

En esa posición mi entrega era completa, vuelve a ponerme un dedo en mi ano, luego otro, me penetra por la concha, toma un poco de vaivén, se retira, retira los dedos y los reemplaza por la pija, lo primero que recuerdo fue un pequeño grito de dolor, un AY apagado, las ganas de cagar, luego el placer, al sentir sus bolas golpear mi vulva, lo tome como un triunfo, primera ves por ese lugar, siempre se lo negué a mi esposo por que pensé que dolería mucho, que equivocada estaba, él entraba y salía dando largos viajes, me tenia sujetas de las caderas y cuando llegaba al fondo se detenía unos segundos, disfrutando también él de la estreches.

En esa posición lo único que nos contactaba era mi culo y su verga, mi esfínter estaba totalmente amoldado a su miembro, entonces lentamente me fui levantando, suavemente, para que no se salga de mi, hasta apoyar mi espalda contra su pecho, recordé que estábamos así cuando el se acerco a mi por primera ves en ese dormitorio, levantó sus manos hacia mis tetas amasándolas, yo con mi mano izquierda la pase atrás de su glúteo para llevar el ritmo, y con la derecha la pose sobre mi concha y con los dedos sostenía su verga para que no se salga de su lugar sagrado, mi orgasmo fue muy singular, ya que coincidieron con el susurro de que se estaba viniendo, sentí sus eyaculaciones en mi interior, una tras otra, llegando a lo mas profundo y resulto como una llave para que se habrá el mío también, hasta en las convulsiones le pusimos el mismo ritmo, cuando se salió de mi puso enseguida la toalla entre mis piernas, me levanto y me llevo al baño, me deposito en el inodoro, no pronuncie palabra, no entendí por que hizo eso, el también se lavo con jabón su pene. La explicación estaba cuando me levante y observe el inodoro, su esperma mas mis heces, no la sentí salir, me lave en el bidet, y fui a su encuentro.

Walter estaba en la cama esperándome con una sonrisa, muy picara, me pidió que lo perdone por no decirme lo de la toalla y que me saco rápido de la cama pero que si pasaba en la cama me iba a morir de la vergüenza y me hubiese marchado. Le di las gracias mientras caminaba hacia la cama y me subí como una gatita que busca caricias, hasta el ronroneo me salió perfecto, él estaba boca arriba le di un beso como ya nos domamos, primero pequeño y luego la pasión pura, a todo esto no tenia ni idea de las horas ni el tiempo como dije antes, ahora la urgencias eran de mi cuerpo, todo las barreras que él bajo esa noche no tenia idea que existían en mi, pero estaba libre y quería mas. Fui bajando mis besos por todo su cuerpo escultural, tenia el sabor salado de la transpiración, llegue a los dedos del pie y volví a subir hasta quedarme con la verga en la boca, estaba un poco flácida, pero no mucho. Y empecé a chapársela, mordisque un poco el glande, lo bese, lo lamí como si fuera un chupa-chupa, con una mano acariciaba sus bolas y con la otra lo tenia haciéndole como una paja, hasta que me lo metí todo lo que pude en la boca, como dije antes no era descomunal, pero lo usaba de maravilla, mi paladar me transmitía sensaciones a todo el cuerpo.

Cuando lo tuve duro otra ves, me erguí, pase una pierna a cada lado de su cadera, tomé firmemente su pija y lo oriente hacia mi placer total, entro fácilmente, empecé a subir y a bajar, luego movía mis caderas de adelante hacia atrás, en circulos, la penetración era total, los pelos de su pubis estaban cortitos por lo que el roce con mi clítoris potenciaban el placer, él se sentó un poco y comenzó a chuparme mis pechos, todo lo que hacíamos era un te doy placer y te lo devuelvo mejor.

En eso hice algo que jamás había echo, lo recosté en la cama, me salí, gire dándole la espalda, guié nuevamente el arma pero mirándolo todo no quería que se me escape ningún detalle de cuando me penetraba, y me vi en le espejo cabalgándolo, y así seguí, subía y baja, en círculos, me vengo un dos tres veces, el me dice que también va a acabar y lo recibo triunfal, toda su lefa un mi concha, toda, los aprisiono con los labios mayores no dejo escapar nada lo quiero todo, Walter termina como desmayado, yo destrozada, cuando me acuesto al lado de él siento salir de mi interior todo su esperma, me desalienta, pero estoy feliz, él se levanta va hacia la ventana y me llama, yo como puedo me levanto y me acerco a él por detrás lo abraso por la cintura juntando mis manos por delante el apoya las suyas sobre las mías, miramos el amanecer, y veo un cielo claro, diáfano y los bordes del sol asomándose en el horizonte, me puse a llorar, no de tristeza sino de todas las alegrías de esa noche, estaba en el séptimo cielo, solo flotaba, se volvió hacia mi y me beso con toda su pasión, volvimos a la cama y lo volvimos hacer, por delante por detrás, todo, todo.

Me fui de su casa cerca de las once de las mañana, sin dormir, con la recomendación en las manos, con mis bajos totalmente irritados, pero feliz como pocas veces en mi vida, me sentí como un chica que roba un dulce de un tienda, que al comerlo a escondidas tiene un sabor especial.

El relato es totalmente imaginativo, cualquier coincidencia con la realidad significa que la vida se transformo en un solo comercio, y seria muy triste.

Saludos.-