Cosas de tres

Una habitación, un baño, dos camas y tres primos. Espero que disfrutéis de mi tercer relato.

Por casualidades de la vida, en la familia hemos nacido tres niños en el mismo año y con un mes de diferencia entre nosotros. Esta historia paso cuando teníamos 16 años. Y ahora os haré una pequeña descripción de los tres para daros una imagen.

Ian, el mayor, de piel morena, pelo negro y engominado de punta y ojos oscuros. De cuerpo delgado pero tonificado gracias al deporte que practica, pudiéndose notar casi definidos unos abdominales. De los tres es el que mejor dotado esta, cuenta con unos 18 cm y algo grueso.

Mikel, el menor, de piel blanca, pelo negro y ojos marrones. El más grande de los tres, su forma física es de un adolescente rellenito pero saludable. Cuenta con unos 15 cm y a consecuencia a su peso cuenta con un culo nalgón.

Yo, el mediano, de piel blanca, pelo rubio y rizado, con ojos verdes castaños. Tengo el cuerpo delgado y a diferencia de Ian, no estoy definido. Con mis 16,5 cm y mi culo respingón.

Los tres contamos con poco vello corporal, pues no somos de familia peluda.

Después pues de estas breves descripciones, doy comienzo esta historia.

Estábamos empezando el verano y se casaba una de mis primas, a lo cual invito a toda la familia. Todos teníamos muchas ganas de esa boda pues es la primera que se producía después que de muchos años.

La boda se realizaba en el pueblo donde vivía mi prima, para ser sinceros la ceremonia, aunque muy bonita, para mi edad era un auténtico coñazo y aburrimiento.

Lo más divertido vino después, el convite lo celebraron en un hotel, con un jardín enorme con una piscina, una sala enorme donde había unas mesas muy bien decoradas y donde comimos, bebimos, jugamos y bailamos.

Nosotros tres para no variar siempre andábamos juntos, teníamos muy buena complicidad. Pasamos una tarde genial.

Cuando llegó la noche, nuestros padres decidieron quedarse a dormir en el hotel, pues aun no tenían ganas de acabar la fiesta y aparte con todo lo que bebieron no estaban para coger el coche.

A la hora de reservar las habitaciones, nosotros tres les comentamos que queríamos dormir en la misma y pasar la noche juntos, a lo que nuestros padres accedieron y cogieron una habitación con una cama doble y una individual.

Una vez echa la reserva, los mayores se fueron con la fiesta a otra parte y nosotros los primos nos reunimos todos en una habitación a jugar y ver la tele. A cabo dos o tres horas llegaron nuestros padres y nos mandaron a nuestras habitaciones.

Llegamos a nuestra habitación, Ian y yo pedimos la cama grande y Mikel se quedó con la individual:

Ian : Vaya corta rollos, pues yo aun no tengo ganas de dormir

Mikel: Ya yo tampoco

Yo: Ni yo

Ian entró al baño de la habitación y de repente asomo la cabeza por la puerta.

Ian: ¡Eh! El baño tiene una enorme bañera con hidromasaje

Mikel y Yo: De verdad – nos levantamos para verla – pedazo bañera

Ian: Y si nos damos un baño de burbujas – nos giño un ojo

Yo: Vale, voy a ver que hay por el baño para echar en la bañera

Mikel: No se yo si es buena idea

Ian: Venga hombre no sea un muermo – le da una palmada en el hombro - ¿Qué va a pasar?

Mikel: Supongo que tienes razón

Yo: ¡Eh, mirar lo que encontré! – levanté la mano con un sobre – son de esas sales de baño que tiñen el agua

Ian: Mola pues vamos a ello

Ian siempre es el más lanzado de los tres. Llenamos la bañera, encendimos el hidromasaje y echamos las sales. Veíamos como el agua iba cambiando de color hasta ponerse de un rosa claro.

Yo: Bueno esto ya esta

Ian: Perfecto pues al agua patos

Nos empezamos a desnudar hasta que Ian y yo nos quedamos completamente desnudos, por el contrato Mikel se quedó en bóxer. Nos metimos en el agua calentita, sentíamos como los corros rozarnos por nuestros cuerpos, era una sensación muy agradable. Cuando se iba a meter Mikel nos fijamos que no se había quitado el bóxer.

Ian: ¿Pero a donde vas con eso puesto?

Mikel: Es que no traje bañador y…

Yo: ¡Venga hombre que somos primos y ya estuvimos antes desnudos! ¡Quítate el bóxer o te lo quitamos nosotros! No seas… escrupuloso

Al ver nuestra insistencia accedió y se los quito y se metió en la bañera. Nos quedamos los tres en silencia, era una relajación enorme. Entre el agua caliente, los chorros y las sales me doy cuenta de que mi pene empieza a crecer hasta el punto de estar dura como una piedra. No le di importancia hasta que…

Ian: Que gustazo verdad, esto es la verdadera gloria… ¿hay más sobres de sales?

Yo: No, sólo había ese ¿Por qué?

Ian: Para echarle otro

Mikel: Y si echamos algo de jabón para hacer espuma

Ian: Buena idea – mira para mí para que lo coja y lo eche

Me puse de pie para alcanzar el jabón porque sentado en la bañara no alcanzaba.

Mikel: ¡A la estas empalmado!

Mi reacción fue llevarme la mano que me quedaba libre para taparme.

Ian: Eso es normal – se echa a reír – con lo bien que ese esta como para no – el también se pone de pie y nos enseña su pene duro todo orgulloso – ¿Veis?

Yo: Pues sí, yo llevo un rato con el duro de lo a gusto, ¿tu no lo tienes duro Mikel?

Mikel: Pues… - no sabía para donde mirar

Ian: Venga arranca – Mikel se levanta deja ver su pene también duro

Pues allí estábamos los tres de pie dentro de la bañara con nuestros penes duros y viéndonos unos a otros

Yo: Se me ocurre una idea – pienso como decirlo – ¿Os acordáis de cuando éramos pequeños?

Mikel: Si

Ian: Si claro, ¿queréis que volvamos a jugar como aquellos días?

Yo: Bueno seria una buena manera de acabar la noche, ¿no creéis?

Sin decir nada más Ian se acerca a mí, me agarra el pene y empieza a apretármelo y a hacerme una pajilla suave. Yo también agarré el suyo y comencé a movérselo como él a mí. Nuestros cuerpos estaban pegados uno al otro y con una mano en nuestros penes y la otra por detrás de la cintura y Mikel nos estaba observando.

Nuestros juegos de niños nunca pasaron de unas pajas en común, pero en esa ocasión ya éramos más mayores y sabíamos más cosas para experimentar.

Mikel se empezó también a tocar al vernos a los dos, Ian y yo seguíamos a lo nuestro sin quitar la vista de Mikel.

Ian: Mikel porque no vienes y nos las chupas un poco

Mikel: ¡Qué dices, eso no es lo que hacíamos antes!

Ian: Si ya lo sé, pero ahora podemos subir de nivel y hacer lo mismo que las pelis porno

Mikel: Que no, yo paso, no soy gay. Una cosa es hacernos unas pajas y otra cosa es pasar de ahí

Yo: Y nosotros tampoco, pero por probar y quitar el morbo… además ¿no quieres saber que se siente cuando te la comen?

Mikel: Bueno… Pero es a mi el que me lo estáis pidiendo

Ian: Si, pero empiezas tú y después vamos cambiando – sonríe – venga acércate y empieza

Se lo pensó un rato, nos miró y por fin decidió a acercarse a nosotros. Se puso de rodillas y levantó la cabeza hacia nosotros. Ian le hizo un gesto para que empezase la fiesta. Apartamos nuestras manos para dejarle nuestros penes a él. Nos agarró nuestros penes por la base de la polla y metió el de Ian primero en su boca.

Ian dio un suspiro de placer al sentir su polla dentro de la boca de Mikel. Empezó a lamérsela y a tragársela como se veía en las pelis y parecía que lo estaba haciendo bien porque Ian estaba gozando. Después de un rarillo cambio se la saco y giro su cara hacia la mía e hizo lo mismo que había hecho con Ian.

Cuando sentí mi pene dentro de su boca también se me escapo un suspiro, pues nunca había sentido esa sensación de humedad en ella. Empezó a lamérmela y a tragársela y aunque se notaba que era la primera vez me estaba dando mucho placer. Iba cambiando de polla para darnos placer a los dos y después de un rato:

Ian: Prueba a meterte las dos en la boca, así lo sentiremos a la vez

Mikel no dijo nada y le obedeció metiendo lo que pudo dentro de su boca. Sólo fue capaz de meter nuestros glandes. Ian acerco su cara a la mía y me empezó a besar. Estaba en el mejor momento de mi vida. Mientras nos besábamos y jugábamos con nuestras lenguas podía sentir como nuestros penes se tocaban y estaban siendo mamados por Mikel.

Después de un rato, Mikel se canso de esta postura y nos pidió si cambiábamos.

Ian: Vale, que tal si ahora vamos para la habitación

Yo: Por mi vale

Salimos de la bañera y nos secamos para no mojar la cama. Mientras nos secábamos también aprovechamos para seguir tocándonos y que no decayera la fiesta. Una vez en la habitación nos tumbamos en la cama y como le prometimos a Mikel le tocaba a él.

Ian: ¿Qué te parece tener dos bocas para ti?

Mikel: Me parece bien y justo por ser el primero

Ian me giño un ojo y me hizo un gesto con la cabeza para empezar. Él se encargo de la parte de arriba y yo de la parte de la base y los huevos. Pasábamos nuestras lenguas por toda su polla. La verdad que era la primera polla que chupaba y no estaba nada mal. Llegó un momento que Ian y yo nos cruzamos y nos empezamos a besar con el pene de Mikel en medio. Lo debíamos de estar haciendo muy bien por que él no dejaba de gemir y moverse. Para no acabar pronto, Mikel nos pidió que lo dejamos ya sino acabaría corriéndose.

Yo: Vale pues descansa un poco – miro hacia Ian – que tal si me dejas probar a que sabe tu pene

Ian: Vale, pero tengo una idea mejor – se pone de rodillas en la cama – ¿hacemos un 69? Así yo también pruebo la tuya

Obviamente acepte su propuesta, él te tumbo en la cama boca arriba, dando a entender que él quería estar abajo. Yo me puse encima, agarré su pene y acerqué mis labios hacia su glande y empecé a besarlo y a pasar mi lengua por él. Disfrutar del sabor de su pene me estaba embriagando, no podía dejar de pasar mi lengua, meterla en mi boca e intentar tragarla lo máximo posible.

Al mimo tiempo que jugaba y disfrutaba del pene de Ian, notaba como el jugaba con el mío. No se si era la primera vez que Ian se llevaba un pene a la boca, pero lo estaba haciendo de miedo. Notaba como pasaba su lengua por mi tronco, lamia mi glande y lo mordisqueaba y humedecida y ahogaba mis gemidos con su pene en mi boca. Ese 69 nos estaba llevando a la gloria.

Mikel: Ya veo que os olvidasteis de mi

Realmente yo si me había olvidado de él. Estaba en el séptimo cielo siendo uno con Ian y el placer que nos estábamos dándonos (o por lo menos él a mi).

Ian: Aunque lo estábamos pasando bien… si que es verdad que la fiesta es de tres

Mikel: No si eso está más que visto

Yo: Bueno hombre no te enfades, si además fuiste tu quien decidió parar

Mikel: Si eso es verdad, pero por un rato ¿no?

Ian: Pues ¿le ponemos la guinda al pastel entonces?

Mikel y Yo: ¿A qué te refieres?

Ian: ¡Sexo anal!

Mikel y Yo: ¿¡Qué!?

Mikel: ¿Es broma?, ¿no?  – lo mira fijamente – no lo pues decir enserio

Ian: Lo digo ensero… ya que empezamos lo hacemos bien

Nos quedamos por un momento los tres en silencio, pensando en la proposición que Ian hizo. Sinceramente razón no le faltaba, ya que empezamos habría que acabar bien, o por lo menos eso pensé yo.

Ian: ¿Y bien?

Yo: Bueno – hago una pequeña pausa y veo para los dos – por mi vale

Mikel: Jolín, pero ¿qué estáis diciendo?

Ian y Yo: Venga va

Estaba claro quien tenia ganas de fiesta y quien no. De todas formas, Mikel siempre fue el más indeciso de todos, pero llegamos a la conclusión que el morbo de la situación le animaría a seguir.

Mikel: Y ¿cómo sería?

Ian: Había pensado en orden cronológico

Fueron las últimas palabras que se escucharon en esa habitación. Ian se levanto y indico a Mikel que se pusiera a cuatro patas dejando su ano al descubierto. Yo me acerque por detrás acercando mi cara a su raja y oliendo y pasando mi lengua por sus glúteos. También en posición de cuatro, deje mi ano al alcance de Ian, el cual se acercó para lubricarlo.

Allí estábamos los tres yo comiéndole el culo a Mikel e Ian comiéndomelo a mí. Al sentir moverse la lengua de Ian en mi culo yo reproducía su movimiento en el culo de Mikel.

Me estaba pensando a creer que Ian no era la primera vez que hacía esto pues tenía muy buena práctica. Pasaba su lengua por mi raja, la movía en forma de círculos por el contorno de mi ano e intentaba perforarlo con ella. Me estaba sintiendo muy excitado y mis gemidos no dejaban de salir mientras repetía sus movimientos en el culo de Mikel. A él también le debía de estar gustando pues no dejaba de gemir. La verdad que estaba aprendiendo un montón en primera persona.

Cuando vio conveniente Ian apartó su lengua, la cual me estaba dando mucho placer, de metió dos dedos en su boca y empezó a moverlos en círculos en mi ano. Como os conté todo lo que él me hacia yo lo replicaba en Mikel.

Cuando estaba jugando con mis dedos en el ano de Mikel, siento como los dos dedos de Ian se clavan en mi interior. No pude evitar dar un salto y un suspiro de placer y más cuando empezó a moverlos, movía uno detrás del otro, en círculos, los sacaba y volvía a meter, la verdad es que mi primo sabía cómo dilatar un culo. Yo no dejaba de gemir y sentir un placer enorme, hasta el pinto de haber abandonado el culo de Mikel.

Ian se dio de cuenta que había dejado de darle placer a Mikel, agarró mi mano y me indicó que prosiguiera con mi tarea. Acerqué mis dedos e intenté introducírselos, al ver que me costaba meter los dos a la vez, metí primero uno y después el otro. Se nota que el culo de Mikel era virgen cien por cien. Al principio se quejaba porque le dolió tener mis dedos dentro y moviéndolos, pero pronto sus quejidos pasaron a gemidos se vio que estaba empezando a disfrutar.

Cuando Ian dio por finalizado la dilatación, se posiciono detrás de mí, me incorporó agarro mi pene y lo acercó al ano de Mikel. Hice presión y poco a poco fui introduciendo mi pene dentro de él. Aun después de estar metiendo mis dedos estaba costando metérselo. Mikel se quejaba pues parece que no estaba siendo satisfactorio para él. Con un último empujón acabe por meterlo entero. Me recosté sobre la espalda de Mikel y me quedé inmóvil.

Aprovechando que no me esta moviendo Ian hizo lo mismo conmigo. Acercó su pene a mi ano, la única diferencia que se encontró fue que su pene entro de una vez dentro de mí. Él también se quedo inmóvil. Y allí estábamos los tres conectados por nuestros penes siendo uno sólo.

Al rato, Ian se separo un poco de mi y yo me incorporé. Empecé a sacar poco a poco el pene de dentro de Mikel y cuando lo tenia casi fuera lo volví a meter lentamente. Él se quejaba por la falta de costumbre y yo para que se acostumbrase iba haciendo los movimientos despacio. Al mismo tiempo sentía como el pene de Ian entraba y salía de mí en cada movimiento.

Cada vez que sentía como el pene de Ian entraba y salía de mí, iba subiendo el ritmo de las embestidas a Mikel. Ya no podía pensar en que no le doliera ahora sólo podía pensar en el placer que estaba sintiendo.

En esa habitación se podía escuchar como Ian y yo gemíamos de placer y como Mikel aún se quejaba por el dolor que le estaba causando. Pero pasando el tiempo los tres pasamos a gemir en armonía.

Ian decidió coger el ritmo y fue él el que empezó a moverse. Compaginaba un ritmo lento con uno rápido. Yo estaba penetrando a Mikel con las envestidas de el me daba, pues no me dejaba moverme.

Pasado un tiempo, siento que acelera el ritmo y noto como algo caliente invade mi interior. Ian se estaba corriendo a gusto dentro de mí y le debía de estar encantando pues no dejaba de gritar de placer. Cuando acabo de soltar los trallazos de leche calentita, la dejo dentro por un ratillo y cuando vio oportuno la saco y se tumbo a nuestro lado. Me había “preñado” y se había quedado muy a gusto.

Yo no podía más, empecé a follar el culo de Mikel hasta que no aguante más y también correrme dentro de él. Uno tras otro iba llenando su culo de mi leche caliente, en cada trallazo no dejaba de gritar, en ese momento entendí a Ian.

Espere un rato para sacarle mi pene de dentro, cuando se lo saqué me tumbe al lado de Ian. Mikel se quedó viendo para nosotros e hizo un gesto de que él también quería acabar.

Ian y yo hicimos lo posible por levantarnos, lo tumbamos boca arriba y le empezamos a comer el pene hasta que se corrió sobre su pecho.

Los tres quedamos exhaustos, pero lo disfrutamos mucho a pesar de los primeros contratiempos y resquemores.

Cuando fuimos capaces de movernos, nos levantamos y volvimos al baño. Nos dimos una ducha rápida para quitarnos el olor a sexo y nos metimos en nuestras camas.

Ian y yo dormimos juntos y desnudos esa noche.

Fin.