Cosas de la vida

Cosas de la vida

Se podría decir que en lo que llevo de vida, no he pasado necesidad alguna, he llevado mi vida siempre lo más liviana posible.

Me llamo Milagros y tengo actualmente 24 años, descubrí que era lesbiana con tan solo  14 años cuando creí que me había enamorado de una chica tres años mayor ella se llamaba belén.

La conocí en el colegio, mientras cursaba primer año de secundaria, recuerdo que estaba en el baño y no podía salir ya que alguien trababa la puerta, una vez que logre salir estaban dos chicas una era Belén y la otra Jimena (compañera de Belén), estaba muy enojada y quería saber porque me habían encerrado a lo cual Belén me dijo:

“perdón, pensé que eras una amiga y le estábamos haciendo una broma” _mientras sujetaba mi mano. En ese momento sentí una gran calidez al tocar su mano, no podía dejar de mirar su hermosa sonrisa, en eso me puse muy nerviosa y me fui.

Unos días después ya cursando el primer mes escolar decidí acercarme un poco para ver quién era esta chica que me había dejado tan anonadada, no podía sacármela de la cabeza, aunque mis nervios no me dejaban dar ni un paso, hasta que en uno de los recreos la vi sola y aproveche rápido la oportunidad. Apenas la salude sentí que mi cara me ardía de lo nerviosa que estaba, la vos me temblaba demasiado, y solo me salió un…”ho-la”… entrecortado. Se rio, me miro muy fijamente y tomándome la mano me dijo:

“hola, me llamo Belén, quédate tranqui que no muerdo o por lo menos por ahora…” con una vos tan tierna que hizo que me relajara inmediatamente. Luego de ese breve y eterno saludo se fue con su grupo de amigas, mientras me dejaba ahí en medio del pasillo sin saber que hacer.

Los días siguieron pasando y no le volví a hablar, después de no poder decir más que una palabra, mi cabeza no paraba de pensar…” ¿Qué pensara de mí? ¿Habré quedado como una tonta? A lo mejor ni se acuerda de mi patético saludo. ¿y si lo vuelvo a intentar? Entre algunas cosas más, decidí que era mejor dejar que las cosas sigan por si solas, si me habla le hablo sino no y listo.

Me encontraba en clase cuando de pronto me llego un mensaje de texto de desconocido que decía:

“hola, soy bel conseguí tu núm. de parte de una compa mía que es amiga tuya, pensé que a lo mejor por mensaje te salen más palabras ja…”

No sabía que hacer, estaba emocionada porque se tomó la molestia de escribirme, pensé como mil veces el mensaje hasta que por fin le respondí y entablamos un pequeño chat:

Yo_ hola, yo soy mili, va milagros perdón por no decir nada el otro día, me puse nerviosa y no me salió nada

Ella_ no pasa nada me di cuenta enseguida, por eso conseguí tu núm., tal vez así los nervios se te vallan un poco ja… y contame algo que es de tu vida?

Yo_ te tomaste el re trabajo, si ni sabias mi nombre.

Ella_ eso fue lo de menos, vi que te hablas con una compa mía entonces fui, le pregunte quien eras y enseguida me dio tu núm.…pareces simpática.

Yo_ gracias, no se mucho que decir. ¿Qué andas haciendo?

Ella_ no pasa nada estoy en el baño si podes y queres veni.

No le respondí nada más y fui a ver si me dejaban retirarme del aula, en cuanto me dijeron que si me dirigí lentamente al baño, al bajar las escaleras del instituto sentí que mi corazón latía muy despacio iba mirando el piso y al levantar la vista vi que ya venía, entonces sonrió se detuvo y me espero mientras yo terminaba de recorrer el pasillo.

Cuando entramos al baño no podía dejar de verla de arriba abajo, aun sin decir nada, entonces me tomo la mano, me volvió a mirar fijo como el primer día que la conocí y me dijo:

“sos muy bonita, pero muy tímida, deberías soltarte más si queres avanzar un poco”… mientras me dio un beso en la mejilla.

Sentí que explotaba, mi rostro me ardía, mi corazón latía demasiado rápido, y la única expresión que salió de mí fue una sonrisa pequeña. Al ver mi pequeño gesto tomo mi rostro con ambas manos y me dio el beso más lindo y tierno que jamás había recibido. Sentí de repente que bajo  sus manos lentamente hacia mi cintura, pero no pude evitar distanciarla de mí y al hacerlo decirle:

“no es demasiado rápido, para apenas conocernos”…

Ella_ “hasta que por fin escucho tu voz”

Ella_ “perdón por tu respuesta al beso pensé que no, mejor ya vuelvo porque Salí hace bastante ya. Después hablamos”…dándome otro beso en los labios.

Estuvimos varios días sin hablarnos, en realidad fueron varios días en lo que ella me saludaba y yo no podía hacer otra cosa más que evitarla. Me sentía confundida y a la vez aterrada.

Hasta que un día me encaro en la puerta del instituto y me dijo “me gustas y quiero que seas mi novia, si no queres que nadie se entere deja de ignorarme y actúa como si fueses mi amiga de siempre, yo tampoco quiero que los demás se enteren”.

Haci fue como empezamos esas relación, nos juntamos siempre en el baño, en horario de clases así nadie sospechaba nada cada vez que sentía su boca, su lengua, sus manos acariciándome sentía que mi cuerpo se estremecía.

Nuestras amistades en común nunca sospecharon nada, la familia de ella como la mía tampoco, marchaba todo perfecto o eso creí.

Pasaron varios meses, cumplí mis 15 años, no los festeje a lo grande, solo una pequeña reunión. Llegaron las vacaciones de  verano y ella me invito a pasar unos días a su casa accedí sin objetar nada.

En uno de esos días mientras dormía en su casa, al llegar la noche y acostarnos. Como casi siempre comenzó besándome sujetando mis manos, acariciándome, de repente me quito la remera mientras besaba mi abdomen y acariciaba mis pechos, yo no sabía que hacer me gustaba mucho aunque sentía una pequeña resistencia de parte mía, hasta que cuando quiso quitarme los jeans que llevaba puestos no pude evitar frenarla.

Quiso seguir con la situación intentándome besar de nuevo pero no podía seguir con aquello, entonces me vestí y me fui.

Otra vez había vuelto a ignorarla, me llamaba a mi celular o pasaba por mi cas apero no quería verla. Así transcurrieron unos días, hasta que me dirigí a hablar con ella personalmente, para decirle que no me sentía lista para eso. Al llegar me atendió la madre me dijo que se encontraba con una amiga en su habitación, cuando entre la vi a ella semidesnuda en la cama con SU amiga en la misma situación. Quede sorprendida, me fui dejando la puerta abierta y ella salió detrás mí de excusándose con:

“mili, yo tengo mis necesidades trate de avanzar con vos pero solo me ignoraste, te quiero, perdón”

Nos dejamos de hablar, el verano termino, al comenzar las clases no la volví a saludar, al igual ella. Al ingresar a mi aula no lo podía creer, mi nueva profesora era SU amiga, Brenda. Fue el momento más raro e incómodo hasta ahora pero seguiré contando este nuevo año en otro momento.