Cosa de edades. Parte II

Si no es la edad... ¿entonces que será?

bueno, quiero agradecer sinceramente vuestros comentarios, los he leido uno por uno, y me han alentado mucho, espero esta segunda parte pueda cumplir sus expectativas.

Parte II

Cuando consumía helado, procuraba ser variada al escoger sabores; a veces vainilla, o chocolate, fresa, coco, café, frutos rojos, y de vuelta a empezar, ignoraba algunos sabores, no porque pensara que no me gustaran, sólo creía que no me llamaban la atención, como el helado de pistacho, ¿a quien se le habrá ocurrido el helado de pistacho? Me imaginaba un hombre muy particular despertando y pensando al instante: ¡voy a crear un helado con sabor a pistacho!… y lo llamaré…bueno ¡helado de pistacho! Ok, basta. La situación es que nunca lo escogía, por motivos curiosos, no es que no me gustase el pistacho en sí, me parecía… interesante. Pero no lo suficiente.

Entonces, salí una vez con esta persona, fuimos por un cono, y entre toda la gran variedad, escogió el helado de pistacho, y yo le dije asustada “¿porqué?”

-¿Por qué, qué?- creía que hablaba de algo mas serio, seguramente por mi tono de gravedad

-¿Por qué pistacho?

-bueno… sabe bien- y me ofreció un poco de helado y lo probé

Y entonces me gustó… y jamás imaginé que me fuera a gustar tanto.

Entonces me vuelve a pasar, no con helado, ¡al demonio el helado!

Yo, Caroline Márquez, jamás pensé que podría amar de esta forma a una mujer.

Y me acabo de dar cuenta de que me tiene loca, total e irremediablemente loca, ella… me tiene bajo una especie de hipnosis deliciosa que no deseo que se acabe nunca, es perfecta, para mí lo es, y un pensamiento se ha alojado en mi mente, continuamente, creo que yo también me he enamorado insensatamente de ella.

Besar sus labios es delirante, me hace suspirar, me hace desear tomarla con fuerza por los brazos y fundirla con mi cuerpo.

Y… también me excita.

Terrible.

Terrible que de un momento a otro me encienda como… como… un… encendedor, ¡joder! O lo que sea que se encienda, y a cada momento estoy pensando en ella y planeando algo infalible para tenerla conmigo nuevamente, y besarla, y besarla aún más.

-apresúrense y tengan sexo- recomendó Jane mirándome con gravedad

-¡cállate! No quiero tener sexo, ¡no es sexo! Quiero… quiero hacerle el amor

-¡oh si! Hacérselo hasta dejarla inconsciente- comentó  Natalie desde la cocina

Jane rió

-son… -me traté de contener- ¡las peores amigas de la vida! ¿No se dan cuenta de que alguien ha encontrado los comandos de mi delicada y frágil base de datos?

-¿Qué?-

-creo que significa que alguien enamoró a la gran Márquez de Fusco-aclaró Natalie

“Quiero estar contigo” decía el mensaje de texto que me llegó en la mañana a mi móvil, el remitente hizo que  mi corazón decidiera bailar tap en mi pecho

“¿Qué esperas?” contesté con otro mensaje

“Que me invites”

“¿Por qué? Lo que llega sin invitación se disfruta más”

“entonces estaré sin invitación a la 1 en tu casa”

“perfecto” y lo era.

-¡Hola Jane! ¿Qué harás hoy?-pregunté sentándome inmediatamente a un lado suyo en el sofá donde leía una revista, la apartó para mirarme con desdén

-¿Qué quieres?

-que se larguen, tu y Natalie, hoy

-me iría- comentó Natalie que pasaba por ahí- pero no tengo dinero–su tono me dio a entender de inmediato que quería

-aquí tienes- le puse buena cantidad en su mano, le repartí un poco también a Jane como si fuera confites – por favor, regresen muy tarde

-¿Quién era la peor amiga de la vida?-preguntó irónicamente Natalie

-La que te quitará el dinero si no te vas ahora mismo a pasar un rato realmente agradable por ahí afuera

Ella quiso asegurarse y tomó su bolso para largarse de inmediato

-¿sabes?-dijo Jane antes de abrir la puerta- igual tenía que salir hoy

Seguida de esta, salió Natalie.

Y me quedé sola… con la casa y con ese ser no identificado del closet abandonado en quien prefiero no pensar

En media hora llegaría mi bella novia. Maravilloso.

Y en cuarenta y cinco minutos llegó.

-estas guapísima- exclamé con sinceridad, mas para mí que para ella, quien sólo me abrazó con fuerza, y entró en la casa

-le traje algo sumamente divertido a Jane

-¡ah! Déjaselo por ahí, yo se lo entregaré

-¿Qué? ¿Dónde están?- preguntó confundida

-salieron

-¿salieron? Pero si nunca salen, son como… parte del mobiliario

-pues si, pensaron que sería magnifico salir hoy y salieron

-ya veo… -la noté pensativa, se sentó en el sofá, y yo la seguí

-ham…-inicié

-sí, un poco de té -terminó

-claro- salí en dirección a la cocina, hoy era un día frío, hacía un par de horas llovía, y en el ambiente el aire estaba algo húmedo, Ana traía una chaqueta grande, bajo esta vi un bello vestido hasta las rodillas, y unos botines, al regresar con el té caliente, la vi quitarse la chaqueta, para quedarse sólo con un delgado y lindo sweater negro sobre el traje.

-aquí- le entregué el té, ella sonrió en agradecimiento y entonces nos quedamos en silencio… en ese silencio

-¡está bueno!-comentó rompiéndolo momentáneamente

-¿si?

-si

Silencio.

-¿sabes?- dijo ella hablando muy bajito- aún no puedo creer que esté realmente saliendo contigo

-ya han pasado 2 semanas…

-lo sé… ha sido genial

-si…-suspiré, realmente genial

-soy muy feliz- y diciendo esto se recostó suavemente a un lado de mi hombro y algo en mi se encendió, me puse en frente suyo, y quité de sus manos la taza de té… me acerqué a ella felinamente, mientras me esperaba como una presa que se ha resignado a ser devorada, me lancé a sus labios, a enloquecerme besándola, y deshacerme entre esas suaves caricias, quería tanto, y anhelaba más, ni siquiera puedo clasificar cuanto la deseaba, su piel, su perfecta e increíble piel, se estremecía bajo la mía, con el suave roce, electrizándome de una forma alarmante y progresivamente, la sensación fue escalando, más y más arriba, ella jadeó un poco y un ápice de conciencia se paseó por mi mente y yo le miré hacerme señas a lo lejos, señas muy obscenas, entonces me vi a mi misma encima suyo, le había quitado su sweater sin ni siquiera darme cuenta, y me encontraba aferrándome a su cuello desesperadamente, caí en lo que estaba haciendo y me alejé alarmada, ella tenía su vestido un poco movido hacia un costado, y el aludido sweater reposaba sobre el sofá, su piel blanca quedó al descubierto, esa deliciosa porción de piel que va desde un poco abajo de la clavícula hasta la mandíbula, era realmente femenina, suave y delgada.

-¡lo siento!-le dije sentándome con compostura en el sofá mirando al frente y no a ella

-¿Qué? ¿Por qué?

Antes de que por su mente pasara el pensamiento de que me habría arrepentido o de que no estaba segura interrumpí

-me siento como abusando de ti… tan pequeña, frágil e inocente

Ella rió un poco

-¿Qué te causa gracia?-pregunté confundida

-bueno… escribo sobre erotismo y tu piensas que estas abusando de mí

-yo… lo siento

-está bien- concordó y se sentó a la par mía organizando su ropa- vamos a hacer algo divertido-sugirió

-H5-dije

-fallaste, mmm A10 –respondió

-demonios…

-ja! Si-y se puso de pie haciendo un baile extraño, algo lindo, y luego se sentó con aspecto de triunfo

Se nos ocurrió hacer jugar astucia naval, no es el mejor juego de mesa… pero, con tal de ver sus bailes de triunfo cada vez que asesta a un barco, es soportable

De repente escuchamos una llave entrar en el cerrojo, me enteré de que se había hecho de noche, habíamos hecho muchas cosas, vimos una película de Harry Potter la cual criticó hasta el cansancio, porque según ella apenas coincidía con el libro, yo decidí no comentar ya que parecía una experta en el tema, luego cocinamos, hicimos algo con sabor raro, y diagnosticamos que en caso de vivir juntas, moriremos de hambre, o bien de intoxicación tratando de evitar la primer muerte, todo fue muy divertido, excepto la parte donde ella revisaba mi habitación y encontraba una que otra cosa vergonzosa, ¡nada raro! Sólo uno que otro juguete de Max Steel, y algún experimento misterioso.

Y al parecer nuestro día había llegado al fin, mis compañeras habían regresado

-¿y si están en la sala desnudas y sudorosas?-sugirió una voz totalmente audible desde el otro lado de la puerta, yo decidí odiarla, era Jane

-¿Caroline haciéndolo en la sala? Nah, su libido no alcanza para eso

-tal vez tenga un aspecto lujurioso que nadie conoce y explote repentinamente con Ana

-no hablemos de explosiones por favor - ¿cada cuanto les daba por hacer conversaciones perfectamente audibles desde afuera de la puerta?

-vamos a mirar- invitó Jane

-claro que no podríamos verlas haciendo una posición realmente incómoda… como un columpio, esa te deja con dolor de cuello una semana

-justo por eso-

-¿el dolor de cuello? ¿te das cuenta de que si le duele se quejará con nosotras?

-que no, a Caroline ni se le ocurriría hacer un columpio, apenas pensará en “la mantis religiosa”-dios mio, espero jamás saber en que consiste.

Mi rostro no podría estar más rojo…

Ana me miraba a ratos desconcertada, yo optaba por estar sentadita esperando la muerte por exceso de vergüenza

Y entonces finalmente abrieron la puerta estaban entre risas y alegrías, hasta que nos vieron ahí sentadas, en la mitad de la sala observándolas con cara de “lo escuchamos todo”

Ellas se pusieron realmente nerviosas, y volvieron a salir. Tal vez se muden.

-B5- dijo Ana después de un momento, revisé mi tablero

-creo que… mejor te llevo ya a tu casa- comenté

-¿acerté verdad? –preguntó con una sonrisa de triunfo, tenía razón pero no quería decírselo

-tengo las compañeras mas inútiles de la vida

-¿en serio? Yo estoy esperando a estar sola para soltar una carcajada que me está reventando los riñones

-¿te causa tanta gracia ganarme en astucia naval?

-si te sirve de consuelo… yo había traído mi ropa interior de encaje-termino esto ultimo con una pícara sonrisa, yo enloquecí internamente por todo el tiempo que me quedé mirándola sorprendida.

Y entonces después de un rato, la lleve a su casa

Todo el camino estuve conduciendo pensando en que había sido una boba.

Como dice una sabia filosofa de por acá “una boba cara de empanada”

La dejé en el portón de su casa, y apagué el auto

-lo siento Ana… yo… también quería hacerlo, sólo que debo ir poco a poco para que mi corazón no tengo un sobre estímulo fatal y me asesine

-yo lo sé… esperaré pacientemente a que tu corazón se adapte al ritmo, el mío parece que ya esta aprendiendo- en ese momento sonrió e hizo ademan de que quería bajarse del auto

-Ana- ella se giró

Y entonces me lancé a besarla suavemente, lentamente, lo habíamos hecho varias veces en mi casa, mientras cocinamos, mientras Harry Potter nadaba por… ya no recuerdo porqué… y mientras buscábamos el juego de mesa pero besarla bajo las artificiales luces de la calle, se me hacía mágicamente urbano, pero increíble…

-te amo-susurré después del beso mirándola fijamente a sus bellos ojos, que se consternaron con mis palabras, o se espantó o se encantó, pero salió del auto a tropezones y torpes equivocaciones con la palanca de apertura y la de la ventanilla, así que después de subir y bajar el vidrio tres veces antes de encontrar la palanca y no el control del aire, salió

-lo siento… mentí cuando dije que mi corazón se estaba acostumbrando, acaba de tener una recaida-y entonces se fue en dirección a su casa, pero regresó de inmediato y se asomó por la ventanilla del auto

-tambien te amo… -añadió-mucho, mucho…

Y entonces se redirigió a su casa, comenzó a abrir la puerta y me miró durante unos segundos con una sonrisa, yo se la devolví, y entró a su casa.

Me recosté en el auto suspirando, lo encendí y entonces escuché una sorprendente risa incontrolada y desaforada salir de la casa.

-En verdad estaba esperando a estar sola.

-ja, no me lo creo- exclamó Sylvia llena incredibilidad-¿Qué clase de maldición cayó sobre ti, para hacerte escribir esto?

-la maldición del amor- quise decir.

-¿crees que es malo?- pregunté sinceramente

-no, no podría pensar jamás que algo tuyo sea malo, sólo que es tan… inusual ¿Qué pasó?

-bueno… yo-

Sylvia sonrió ampliamente de un momento a otro y se quitó sus lentes dejándolos sobre la mesa, oh no… nos vamos a poner personales

-¿Quién es?- preguntó definitivamente

-¿Qué? ¿Quién?

-El ser humano que te ha inspirado a escribir sobre erotismo después de evitarlo durante… ¿18 años?

-No hay nada aparte de mis deseos de trascender

Ella rió sentándose en un sillón contiguo al mío, me miraba muy divertida, cómo si fuese una prometedora obra de comedia, giró sus ojos por la habitación hasta que finalmente me miró

-Caroline-

Oh no.

-siempre he comentado dentro de mí, la mucha falta que te hace tener sexo-

Y apenas empezó.

-no lo tomes a mal, nunca afectó en absoluto tu trabajo, era asombroso, pero te faltaba soltura, el dejarte llevar más por tu cuerpo que por tus emociones, pero ahora que leo esto, parece un perfecto equilibrio entre ambas cosas, se ven tanto tus deseos físicos como espirituales, no puedo pensar por mi misma, que no se deba a alguien que te ha despertado ese aspecto tuyo, y está bien si no me lo dices, no tengo derecho, pero déjame comunicarte que siento una alegría…no propia…  como si a mi hija le hubiese venido su primera menstruación, pero al fin y al cabo una alegría.

-ok-respondí algo aturdida por la última parte- en realidad si conocí a alguien

-oh… ¿deseas contarme?

-¿deseas saber?

-evidentemente lo deseo

-es una mujer

Sylvia parpadeó varias veces, y después sonrió como si nada

-genial- respondió después de un momento- debo confesarte que no es muy usual… ni me lo esperé… bueno, tú… no pensé que, olvídalo. Me parece maravilloso.

-le salí a Sylvia

-¡vaya! ¿Murió?

-¿Qué? ¿Cómo se va a morir?

-¿Cómo voy a saberlo? Tal vez se lanzó por una ventana, o se electrocutó en la tina con tostador- Jane parecía pensar en otras posibilidades de muerte, antes de proponer otra Natalie interrumpió

-yo le apuesto la mitad de mi salario a que se va a cortar verticalmente las venas

-eso es ilógico- observó Jane-es una muerte demasiado lenta, la mitad de idiotas que lo intentan quedan vivos, y endeudados

-esta conversación es ilógica, yo estaba hablando acerca de salirle a Sylvia, no sé en que momento confundieron eso con la tasa de suicidios adolescentes del país

-bueno, tal vez Sylvia comience a formar parte desde ahora

-¿porqué en el mundo?- la conversación comenzaba a exasperarme locamente

-¿Qué? Pues es evidente, ella estaba enamorada de ti, y ahora resulta que estas con una mujer, y ella perdió su posibilidad de hacer esa sexy relación autora-editora

-si, seguramente piensa en que si lo hubiese hecho, habría pasado ¿Por qué no le explicas que Ana es un caso inusualmente especial? Tal vez llegues antes de que termine de atar la soga del teléfono a su cuello

-ustedes- balbuceé- están muy mal… Sylvia nunca ha estado enamorada de mí, incluso comentó que estaba feliz y todo eso

-pues es obvio, es pura resignación de fracaso

-eso es un preámbulo del suicidio- Natalie sugirió

-no…de ninguna maldita manera.

Conozco a Sylvia desde que mis escritos comenzaron a publicarse, no sólo eso, ella ha sido mi primer y ultima editora, me lleva 8 años de edad, cuando la conocí era la mujer mas agraciada y amable que había conocido, la había admirado mucho tiempo y ella había estado guiándome incansablemente, con una dedicación especial, gran parte de la prosperidad de mi carrera se debe a ella, pensar ahora mismo en que Sylvia pudiese estar enamorada de mí, es como…

Comienza a sonar mi móvil

-habla Márquez-

-no puedo creer lo que estoy leyendo-escuché del otro lado de la línea perteneciente a una bella voz

-¿El gobierno le regresará su dinero a los pobres y romperán lazos con estados unidos para restaurar la economía interna del país?

-Dios, tampoco tan increíble, sólo llamo a pedirte que tengas algo de piedad y no me bajes mucho en cuanto la literatura erótica

-mmm… no sé, he decidido volverme realmente avara y apoderarme de todos los temas

-iré a pagar un seguro de vida ahora mismo

Reí abiertamente en el móvil

-¿Qué tanto me psicopateas?

-no, en realidad, estaba mirando mis publicaciones semanales y no pude evitar ver tu nombre en un tema con un título muy pretensioso

-no te preocupes, es un fenómeno de la naturaleza, te dejaré esa categoría a ti solita- dije muy despacio

-eso espero

-oye, ¿trabajas este fin de semana?-pregunté

-tu sabes que trabajo cuando me da la gana

-ok, entonces ¿te dará la gana de trabajar este fin de semana?

-no lo sé ¿me dará?

-vamos dime… quiero llevarte a mi casa de campo, está un poco abandonada

-oh, entonces no me dará la gana en absoluto

-¿Qué? ¿no quieres?

-me refiero a trabajar, iré contigo

Una gran sonrisa se instaló en mi rostro

-desde eso pienso que las sandías son terriblemente peligrosas- terminé de contar mientras conducía, ella estaba en el asiento contiguo mirándome fijamente

-es la teoría mas completa que haya escuchado nunca- comentó

-¿verdad? Por cierto, en ese lugar están las películas que traje, ¿quieres mirar y ver cuál te gusta?

-claro- las alcanzó y  comenzó a ojearlas –dios ¿Qué es esto? “Resident Evil” “Resident Evil II” “Resident Evil III” “Resident Evil IV” “Resident Evil V” y “La Era de hielo”

-¿Qué? La ardillita es graciosa- justifiqué

-¿y cómo justifica las otras 5?¿amas los zombies?

-no… la chica… es interesante

-Oh!! Sonrió juguetonamente- te gusta Milla Jovovich jajaja nada mal, si, es sexy, aunque yo soy mas del estilo Megan Fox

-¡no me gusta la chica! Sólo me parece que pelea bien

-bueno, mi mamá piensa que Jackie-chan pelea bien y no por eso se mantiene viendo todas sus películas, cree que es muy poco sexy como para soportarlo, admítelo

Reí un poco antes de contestar

-si, lo admito, Jackie-Chan es poco sexy

-admite que te gusta Milla Jovovich

en ese momento di un giro con el auto, ella me picó el brazo apresurandome a hablar

-cállate… es sexy

Ella rió un rato- lo sabia… ¿es más sexy que yo?

Y yo me ruboricé en ese momento…

-¿más sexy? No-ella me miró decepcionada- mas sexy que tú no puede ser nadie

Y ahora fue ella quien se ruborizó

-trajiste toda esta comida- exclamó ella una vez llegamos a mi linda casa de campo, estaba realmente sorprendida-¿la donaras al pueblo?

-créeme, la necesitaremos- contesté

De inmediato noté que hacía frio así que fui a encender la chimenea, ella estaba cargando las cosas hasta la cocina, un rato después estaba ella en frente mío sentadas en la sala, comíamos una de las tantas cosas que traje conmigo

Yo la miraba fijamente, ella siendo tan bella y adorable se me hacía difícil de creer que realmente estuviese conmigo, al percatarse de que yo la miraba sonrió, y de nuevo ese reflejo en mí se activó, me acerqué a ella y me senté en su sofá, cubriéndome con su manta, aparté el chocolate caliente de sus manos, y la abracé

-¿vamos a dormir juntas hoy?- pregunté despacio, ella sonrió aunque miraba para los lados un poco incomoda

-claro… aunque-

-aunque ¿Qué? –apresuré mientras me lanzaba sobre su cuello, lo lamí y mordí un poco, su respiración comenzaba a agitarse, traté de desprenderla de su chaqueta, pero me detuvo

-lo siento… estoy en el segundo día- dijo esto en una voz muy baja mirando hacia el suelo

¿segundo día? ¿oh? ¡oh!

-ah, ya veo- entonces me senté de nuevo en el sofá

-aún así ¿puedo dormir contigo?

-c-claro- exclamé

Un par de horas después nos preparábamos para dormir, la cama era amplia, y ella se había acostado primero

ah!! esto es una cruel tentación

-¡ven aquí!-exclamó sonriente, yo me acosté a su par

-buenas noches-dijo mientras me abrazaba y comenzaba a dormir suavemente en mi pecho, yo… estaba a una temperatura imposible, y era incapaz de dormir, y por lo tanto incapaz de moverme para no molestarla, era… terrible.

Esa noche no dormí nada en absoluto, por repetirme mentalemente miles de veces el “por favor, controlate… ¡controlate!”

continuará en la tercera y última parte.