Cosa de edades

Esta es... una historia algo curiosa ¿será la edad un límite para amar?

Parte I

-¡espera!-tomé de su mano segundos antes de que saliera por la puerta, su rostro se giró para mirarme y en sus ojos pequeños rastros de lagrimas se encontraban brillantes y reflejantes de su dolor

-lo siento- repitió la bella chica limpiando sus pequeñas lagrimillas de sus ojos

-creo que… también te quiero-respondí tímidamente

Y entonces su mirada cambió por completo y una sonrisa esperanzada se formó en su rostro

-¿serías mi novia?-preguntó firmemente

-hem… ¿no te importa? Que tenga 28 años, mientras que tú sólo tienes 17

-te dije que cumpliré 18 en unos días y no, no me importa, yo en verdad te amo, te amo desesperadamente, así que por favor, por favor se mi novia

-¡¿y le dijiste que si?!-el té salió a borbotones por la boca de mi amiga Jane al exclamar las anteriores palabras

-bueno, es que es tan linda- dije sonriendo en modo de disculpa

-jamás pensé que Anita fuera gay... –admitió la otra chica mas calmada, de hecho totalmente tranquila, debió ser que Jane se encargó de enloquecer por ambas

-pero tu…- ahí estaba de nuevo, con sus enormes ojos curiosos mirándome- ¿eres gay?

-ham no sé… no creo

-pero estas saliendo con una chica, eso te hace gay

-no me hace gay… ¿verdad?

-creo que necesitaremos ayuda profesional….

un par de minutos después

-¿Marcelo? –gritito de jane por su móvil- ¿Cómo estas preciosa?

Si, Marcelo la preciosa

-pues fíjate que estamos aquí, Nati (mi otra amiga) y Caro (yo, aunque mi nombre es Caroline) y necesitamos tu ayuda para una cosita –rió estruendosamente- no amor, no queremos que peines a Nati- se alejó de su móvil un momento y le dijo un “lo siento amiga” a Natalie, la aludida al parecer no comprendió, tal vez estaba pensando mejor en que marca de queso comprar, seguramente se decidió por el tradicional, mientras tanto Jane siguió hablando – pues resulta que Caro tiene una novia- y se detuvo abruptamente alejando el móvil de su oído, nosotras escuchamos desde los 2 metros que nos encontrábamos el grito de Marcelo por el móvil, y una que otra exclamación como “santa madre de las vacas” y cosas similares, Jane regresó el móvil a su oído- bueno, el problema está en que… no amor, no es una chica totalmente masculina que hace sentir a Caro comprendida, espera, ¿cómo puedes saber cual es el problema si no te he terminado de contar? ¿qué?-suspiro- esta bien- se alejó el teléfono y me lo dio- te quiere hablar a ti

-¿si? Hola, Marcelo-dije tranquilamente

-mira cariño, aquí está el lio, tu no eres gay, claro que no, eres glamorosa, ultra-femenina, tienes mucho poder y convicción además de que eres preciosa, pero… estas saliendo con una chica, eso te hace gay ¿Por qué? Sencillo, pues la pasaras tan de maravilla con aquella mujer, que dirás, que nunca mas querrás otro chico, o en caso de que la pases fatal, trataras de intentar con otra, y así, aunque en caso de que no pase nada ni bueno ni malo, sea más conveniente que igual la dejes, porque significa que es terriblemente aburrida, y seguramente no te vaya a dar un orgasmo nunca

-Marcelo- apresuré

-bueno, bueno primor-enfocándose de nuevo- dentro de tu lindo y delicado corazón puede que no seas gay, pero si estas con una chica todos dirán que eres gay y se acabó, eres gay para el mundo y el mundo te tratará como gay, hasta que tu misma lo hagas y pum! Te presentarás como: Soy Caroline Márquez, una fabulosa escritora de guiones presentados en todo tipo de proyecciones a nivel internacional y soy gay, ahora ¿Quién es la afortunada? ¿es policía, bombera? ¡No me digas! Es esa chica que arregla los autos en esa enorme cosa de… de… eso de arreglar autos, ¿Cómo se llamaba? Mmm…. Serafina, vaya nombre, no es que sea feo, pero vamos la chica es masculina y…

-Marcelo deja los arquetipos, se trata de Ana

-¿Qué? ¿Mi Anny? Esa linda, encantadora y adorable chiquilla que te admira tanto y se emociona con cualquier cosilla, espera… ¿Qué edad tiene?

-ese es otro problema...tiene 17

Lanzó un grito

-hay pero que emocionante y romántico, es un amor  juzgado, aunque bueno, lo era de todos modos porque ya sabes… tu mujer, ella mujer, imagino que deben hacer un cuadro precioso

-¿no crees que esté mal todo esto?

Del otro lado del teléfono escuché una risita

-querida, para el amor no hay ninguna clase de regla, llega y se presenta y tu dices: ok y le traes una bebida para que se contente, y entonces un mes después de que se hayan ido a vivir juntos y felices, te das cuenta de unos correos electrónicos que no conocias y…

-no me digas ¿Oscar te está engañando?

-¡dice que es su hermano! Pero no le creo, ¿Cuándo le has dicho a tu hermano que extrañas tanto su compañía que por las noches la luna te recuerda a él?

-…-pensé un momento Marcelo necesitaba una respuesta para esta difícil situación- bueno, no tengo hermanos

-¡hay! En todo caso princesa, se feliz y ¡ah! Bienvenida al mundo gay… no te extrañes si de repente te da la sensación de que todo el mundo es gay, es la ley de la atracción, bueno salúdame a Jane, y dile a Nati que se peine de una vez- colgó

Ok, que conversación tan rara

-esto me ha  -si cabe- creado mas dudas- exclamé al regresarle el móvil a Jane

-bueno ¿Qué vas a hacer?-pregunta Natalie

-sólo, seguir. No puede ser tan diferente estar con una chica-

¡Estar con una chica es totalmente diferente! – exclamé para mis adentros, con los ojos muy abiertos mirando a la bella mujer que iba y venía por las tiendas emocionándose con lo que sea que exhibían los escaparates

-¡te verías realmente preciosa con un vestido así!- dijo señalando y pensé en que nunca antes ninguno de mis novios me había dicho nada semejante… creo que me agrada

-bueno tu- dije para corroborar con su juego- te verías realmente linda con ese de allá- le dije apuntando, ella no miró, sus ojos se abrieron mucho, sus mejillas tomaron un color carmín claro, y lentamente pronunció

-¿crees… que… soy… linda?-o más bien habló para ella misma

Yo me sorprendí, bueno, pensé que ya lo sabía

-creo que- tomé una pequeña pausa, comprendí que lo que estuviera a punto de decir iba a ser de vital importancia para ella y me puse seria- que eres, bueno eres… aún menor de edad para andar mirando sex shops

-¿qué?-me miró con toda la confusión en su rostro yo señalé con la barbilla detrás de ella y efectivamente había una sex shop allí, su rostro se tiñó de un carmín… realmente adorable

Me reí por lo bajo y me aproximé a ella para tomarla de la mano, con esto ella se puso tensa y a mi me pareció que no podría ser mas linda

-yo creo que… eres hermosa- le dije al fin, sus ojos me miraban sin poder creerlo, después de unos segundos sonrió

-bueno, ¿Qué película veremos?

Terminada la cita, mi primera cita, con mi primera novia, la llevé a su casa, todo había sido tan divertido, tan entretenido, agradable y genial, dentro de mí deseaba no llevarla a casa nunca, quedármela hasta que me hastiara, pero seguramente nunca lo haría, ¿Quién podría hastiarse de alguien tan divertido y adorable a la vez?  Estacioné a un costado de la calle, y apagué el motor

-la pasé muy bien- le dije sonriéndole cálidamente

-yo… te… agradezco de verdad- me dijo mirando hacia abajo

-¿porqué? No deberías, tenemos una cita porque ambas lo quisimos

-por… darme una oportunidad

Lo comprendí… ella sabia que yo no era gay, y que no estaba segura de que me gustase, pero que no la quise rechazar, y aquí estaba, tratando de probarme a mi misma que era lo que realmente sentía

Tomé valentía

-Ana- susurré, ella levantó la vista - ¿puedo… besarte?

Sus ojos se abrieron de par en par, me miró esperando a que le dijese que bromeaba, pero no era así, hablé muy en serio, ella comprendió

-puedes… hacer lo que quieras conmigo

En ese momento mi corazón comenzó a cabalgar en mi pecho, tuve ganas de tener un control remoto y ponerle “mute” porque los latidos se podían oir, o eso me pareció

Entonces Ana, ante la tenue luz de las lámparas de la calle, cerró los ojos y levantó su rostro señalándome, y dándome a entender que yo haría el resto, tragué saliva y me acerqué a ella, humedecí mis labios y entonces, acorté la distancia entre los suyos para cubrirlos suavemente, con toda la delicadeza posible.

La sensación me asustó un poco… los labios de las chicas, son suaves… pensé, profundicé un poco mas el beso, ella abría lentamente su boca y yo me estaba derritiendo, era placentero, no sólo placentero, sentía mil choques eléctricos por todo el cuerpo, abrí un poco mis ojos y su rostro tan cerca, sus parpados cerrados, todo se me antojaba tan encantador y perfecto.

Y luego, el beso terminó, ella suspiró al separar mis labios de los suyos, me deseo buena noche, y se bajó del auto, dejándome allí, de una pieza, con el corazón golpeando a mas no poder, y los labios ardiendo… de deseos, de anhelos, sentí que por primera vez había dado un beso de verdad, y oh… se sintió mortalmente bien.

-¡oh!-Exclamó Jane- ¡llegaste! ¿cómo te fue en tu cita?- ella ardía de deseos por saber

-fue-me senté en el sofá de un golpe- estupendo

Entonces se acercó Natalie

-¿se besaron?- preguntó

Yo la miré… ¿besarnos? ¿con ese nombre se le conoce a hechizar y robar el alma hoy en día?

-¡oh, lo hicieron!-se encargó Jane de responder por mí

-¿y?-preguntaron ambas

-¿Qué? –sus miradas eran inquietantes

-bueno, ¿Qué piensas? Crees que…

-¿Cuándo se van a acostar?-interrumpió Jane

-¿eh? – mi rostro era un cuadro- ¿cómo voy a saberlo?

-es fácil… si la chica besa bien… significa que tal vez sepa usar bien su boca-dijo Natalie con  malicia

El sólo pensarlo puso a mi corazón a palpitar fuertemente de nuevo, ni siquiera se me había ocurrido, ¡no! No podía pensar en eso ¡no podía! Si lo hacía mi mente no lo soportaría

-wow- exclamé con confusión

-¿qué? ¿besa mal?

-no, sólo me estaba preguntando ahora mismo el porqué somos amigas

-bueno, eso significa que no besa mal- comentó Jane aliviada

-eso es todo, me voy a dormir- me puse de pie y me dirigí a mi habitación

Esto es, ya dije anteriormente que tengo 28 años, soy de signo piscis, (Ana es Tauro) vivía sola en este departamento hasta que mis amigas Jane y Natalie vinieron a quedarse un tiempo hasta que consiguieran un nuevo lugar, o hasta que fijo alguna muriera, porque llevan buen tiempo aquí, creo que me agrada su presencia, es… confortante.

De mi vida puedo decir que ha girado alrededor de la literatura durante mucho tiempo, antes pensaba que yo vivía para leerla, y moría por hacerla, escribí algunos libros, las ganancias me subieron varias posiciones sociales, y ahora me encontraba en trabajos de guion para obras, telenovelas e incluso películas a nivel internacional, como ya se encargó de hacer énfasis mi viejo amigo Marcelo, me muevo en un circulo social mas bien pequeño, mido 1.75 peso alrededor de 100 libras (nunca paso de las 120, ni siquiera en navidad) mi cabello es castaño claro, que cae en ondas hasta la mitad de mi espalda, y ojos color miel, casi del mismo color,  tengo una madre en mi ciudad natal que adoro pero es bastante agobiante, con esto de conseguirme un marido a mis alturas de la vida, si supiera de mis ultimas andanzas… me preguntó que me diría, definitivamente enloquecería.

He hecho miles de producciones literarias en mi vida, pues empecé desde pequeña, por lo tanto también me han contratado como profesora del área de literatura en varias universidades, en una de estas fue que conocí a Ana. Fue bastante curiosa la forma en la que nos conocimos:

-¿señorita Fusco?-pregunté con tono severo, estaba algo molesta así que no iba a tratar de ocultar el hecho

-¿s-si?-respondió ella desde atrás del salón con mucho temor alzando su mano derecha

-quédate después de clases-sentencié, vi a la chica moverse incomoda en su puesto y tensarse en nervios.

Siempre he pensado que es linda, tal vez muy, muy linda, tiene el cabello negro, y perfectamente liso y simétrico hasta mas arriba de sus hombros, una mirada bastante ingenua y un rostro precioso, femenino y delicado, con labios muy rojos, y una nariz perfilada, tiene piel blanca, su forma de vestir bastante a lo hipster, era en parte también encantador, dejaba entrever su lado sensible y su gusto por el arte, era interesante y sobre todo divertida, no es que fuese bromista, la chica es muy tímida y no habla mas de lo necesario, a veces es incluso difícil saber que esta pensando, pero cuando se pone nerviosa es algo torpe, lo cual… causa mucha gracia

Al terminarse las clases, pasó ella entre los asientos y se acercó a mí, sus manos temblaban, así que las ocultó en su espalda

-¿Quería verme profesora Márquez?-preguntó mortalmente nerviosa

-así es- dije sin compasión- es sobre tu proyecto

-ah- dijo haciendo parecer que ya se lo esperaba

-no te voy a mentir- comencé- es una muy buena composición, me agrada, te confieso que subjetivamente es buena, pero no es lo que pedí

-si… lo imaginé-contestó algo triste

-¿porqué elegiste hacer algo totalmente opuesto a lo que quería que hicieras? ¿Tratabas de ponerme en ridículo?

-no profesora, no fue mi intención de ninguna forma… yo… yo la admiro muchísimo, quería hacer algo más allá

-¿pero tenía que ser literatura erótica?-exclamé con el rostro rojo, no se si de vergüenza o furia

-pero usted dijo… que nos dejáramos llevar por nuestros sentimientos

-pero no por las hormonas- contesté cortante

-yo… lo siento, lo siento mucho, lo volveré a hacer y lo traeré mañana temprano- no pude detenerla, ella simplemente salió corriendo por la puerta del salón creo que lloraba.

Tal vez eso no fuese muy curioso, claro, una alumna y una profesora, ya se lo habrían imaginado, lo que pasó después de esto, fue lo curioso:

-no me gusta escribir sobre ese tema- le contesté a mi editora, ella estaba algo agobiada y trataba de hacerme cambiar de parecer

-eres buena con cualquier tema, tan sólo inténtalo

-no quiero, escríbeles una disculpa, diles que no lo escribiré a menos que cambien de tema

-no lo voy a hacer Caroline, es la décima vez que rechazas un guión solamente por tratar de temas eróticos ¿Por qué lo evades tanto? Eres una adulta, se supone que este tema sea normal entre los adultos

-no me gusta, simplemente es eso, no escribo si no me gusta sobre lo que estoy escribiendo

-¿no te gusta el tema o no te gusta el sexo? –inquirió esta

-eso… no te importa

-esta bien, pero mira la hora- me acercó su reloj de muñeca- son las 4:30 de la tarde del jueves, para el viernes a esta misma hora, debes tener algo o…

-¿o que?

-o renunciaré a ser tu editora…-dijo con frialdad-no es nada lindo estarse disculpando una y otra vez, sin tener la culpa ni siquiera, aún si te pagan por ello- y se fue de la habitación

Yo podía fácilmente encontrar otra editora, cualquier editor cuerdo en el mundo estaría encantado de trabajar conmigo, pero con ella Sylvia, sentía una buena conexión, y los trabajos eran amenos, lo cual me hacía sentir bien, sin mencionar que esta conmigo desde hace varios años, así que decidí que lo intentaría

¿Qué tan difícil podría ser?

4 horas y medía después

-esto es imposible- exclamé con ira tirando las hojas de papel, todo lo que llevaba era basura, y por los cielos, que era frustrante

Entonces un pequeño bombillito imaginario se encendió, fui de inmediato a mirar los proyectos de los estudiantes hasta que lo encontré: “pieles en llamas por: Ana Fusco”

Lo leí minimamente 100 veces, y me convencí “esto es bueno”

-si querían una producción erótica, una producción erótica tendrían.

Al día siguiente, alguien entro estrepitosamente en la sala de maestros, era ella… Ana, traía entre sus manos unas cuantas hojas, afanadamente me las entregó… vi las ojeras en su rostro y me sentí el peor ser humano en la faz de la tierra, tomé su proyecto y lo puse a un lado, sin apenas mirarlo, ella se disponía para salir del salón y entonces la detuve

-¡Fusco!-exclamé y se giró sobre sus talones con miedo

-¿Qué vas a hacer hoy? –pregunté, la chica casi se muere de nervios en frente mío imaginándose quien sabe que cosas- vamos a comer algo, te quiero hablar sobre una cosa

-claro… claro… -respondió mirando con sorpresa todo a su alrededor, entonces la subí a mi auto y nos dirigimos al restaurante que ella quisiera, eligió un Mc Donald’s, odio la comida de allí pero igual acepté, una vez sentadas y tranquilas con comidita sobre la mesita, le solté la bomba

-¿estás hablando en serio?-su hamburguesa cayó al plato abandonada, la atención se la habían robado violentamente, pobre hamburguesa

-yo creo que tienes mucho talento, y confío en que harás algo extraordinario, olvida por favor todo lo que te dije de las hormonas y lo demás… déjate llevar por todo, y haz el mejor proyecto que haya visto, créeme que valdrá mucho la pena

Ana estaba a punto de lanzarse a llorar, pero una mordida de su hamburguesa entrada de nuevo en escena fue suficiente, yo sonreí, no es que estuviera haciendo una obra de caridad, de hecho me pareció que era la mejor forma que se me pudo ocurrir para salir del aprieto, creía en esta chica, creía en ella de verdad

-¿quieres venir a mi apartamento?- pregunté cotidianamente

Y entonces de nuevo la hamburguesa cayó, pero estaba vez al suelo

-tengo un par de… amigas-expliqué mientras conducía- vivo con ellas hace un tiempo, pueden ser algo, no sé, lo que sea, sólo ignóralas por favor.

-claro, sí, lo haré, por supuesto-respondió automáticamente, no se porque, me daba la sensación de que se encontraba disimulando un gran shock mental

Al llegar Natalie no preguntó mucho, por suerte Jane no estaba, tranquilamente subimos a mi estudio, era amplio y muy digno para el arte de la escritura

-esto es… el cielo-exclamó mirando sus alrededores

-que bueno que te guste, porque este será tu herramienta- despejé la mesa, que de por si no tenía mucho, dispuse la silla y le entregué todo el papel que podría necesitar

-oh, me acabo de dar cuenta ¿prefieres escribirlo a mano o en una PC?-pregunté sintiéndome algo mal de repente

-estoy bien, el lápiz me inspira mas

-bueno, ¿necesitarás algo mas? ¿algo de tomar? Lo siento, eso se ofrece al principio… no soy muy buena anfitriona

Ella rió un poco, me pareció una risa adorable

-estoy bien, comenzaré de inmediato

-de acuerdo… yo… estaré… por ahí, puedes ir a cualquier lugar de la casa, si deseas salir también puedes hacerlo, puedes comer, o bueno puedes hacer lo que quieras, ahí esta mi laptop no dudes en usarla si lo deseas

-te lo agradezco

Iba saliendo pero me detuve abruptamente de momento, una duda me acababa de atacar, giré lentamente, ella me observaba

-¿tu nunca dices “gracias” verdad? Agradeces pero no usas la palabra “gracias”

Ella sonrió comprendiéndolo

-es verdad

-conoces el significado de esa palabra ¿cierto?

Sonrió mas ampliamente aún (para más información ir a san-google)

-si

-que interesante- exclamé con sinceridad, después recordé que debía largarme y me largué

Y así pasó todo, lo siguiente fue que Sylvia recibió el trabajo que quedó maravilloso en sus manos como si tocara oro, y lo tocaba.

En las publicaciones que seguían, se trataba el nombre de Ana Fusco en letras gigantes seguido por “la joven escritora revelación” el artículo trataba en la forma en que saltó a la fama y se hizo conocida por sus múltiples producciones, cada vez mas espectaculares en el tema del erotismo, la chica sola se hizo una leyenda, apenas y mencionaron mi nombre por ahí, y como se suele decir “el alumno superó al maestro” así que ella se convirtió solamente en Ana y yo solamente en Caroline, donde se construyó una amistad, todo eso fue exactamente hace 2 años, tenia 26 aquel entonces, y ella increíblemente contaba con 16 increíble ¿no?

Salimos en múltiples ocasiones, y aunque había mucho por conocer la una de la otra, nos tomamos buena confianza, por razones de profesión nuestro círculo social coincide recurrentemente, así que bueno, basta decirlo, había una buena relación tanto de amistad como de compañerismo

Hasta ese día.

-Hola Ana, ¿Cómo fue esa temporada en Europa?- pregunté amistosamente cuando por fin la vi por coincidencia dentro de uno de los pisos de la editorial, tenía 2 meses de no haberla visto, cabe aclarar que ella nunca dejó su particular forma de vestirse, después de llegar de Europa parecía recargada –te ves bien-agregué, pero claro, ella siempre se veía bien

-oh… te lo agradezco Caroline, tu… también te ves muy bien- contestó

-¿y cómo te fue? ¿Alguna novedad?-inquirí ansiosa

-si bueno, conocí a alguien

-oh!- que extraña sensación la de ese momento, no estoy muy segura de que sensación se trataba, pero pensé en lo extraño que sonaba eso de las palabras de la adorable Ana, no me había imaginado que tuviera pareja o que saliera con alguien, jamás me había sentado a pensar si ella escribía pensando en alguna persona en especifico, fue rarísimo, concluí

-¿y que tal?

-no-respondió

-¿no?

-no… se quedó en Francia, fue algo pasajero, ya sabes, realmente… nada

-lo siento ¿Te sientes mal?- su cara era un lío, no tenía idea de que cosa le pasaba imaginé que se había colgado por un joven super encantador francés, y que sentía feo estar lejos de él, ella negó

-ven- me tomó de la mano y me llevó a la azotea, desde allí se veía toda la ciudad y se sentía el correr del viento, ella encendió un cigarrillo

-no sabía que fumabas- comenté

-ni yo…

-¿estas bien? –pregunté con preocupación, temiendo lo peor

-no… ¿estas… bien tú?

-¿yo?- pregunté extrañada, ella suspiró como reuniendo energías

-si Caroline tu… ¿está bien tu vista, tu escucha, tu voz, tu tacto? Yo creo que hay alguna clase de problema contigo

-¿Qué?-mi cara de confusión era digna de ser retratada

-si, hay algo malo definitivamente, sino, te habrías dado cuenta hace mucho tiempo que estoy insensatamente enamorada de ti…

Ella me miró… sus ojos se clavaron en los míos, lindos ojos oscuros, suaves y expresivos tratando de saber que pensaba, al ver que mi rostro era una sorpresa eterna se entristeció, una lagrima decidió que era el momento ideal para pasear por su mejilla y ella trató de salir huyendo hasta que mi mano se lo impidió

-creo que también te quiero.