Corriendo, Capitulo 13***

Advierto, contenido de violencia considerada

Un mundo maravilloso, podría ser peor que una pesadilla, ¿entonces que es mejor? Un sueño hermoso, o una terrible realidad…

Capitulo 13: La historia de alguien que no existe

Salía el sol irremediablemente, haciendo un recorrido de luz que imprudentemente acarició una piel blanquísima, que parecía ser capaz de reflejar la luz hacia otro lado, unos ojos enormes y expresivos de un matiz muy intenso se abrieron con pereza, la chica se estiraba en su cama, sin calcular muy bien en que momento terminaba esta,  y terminó por impactar contra el tibio suelo de la habitación, lo que la hizo despertar por completo, entonces un poco  mas decidida, se puso de pie, y caminó hacia la ducha, dejó su delgado cuerpo cubierto únicamente por su blanca y preciosa piel, que  parecía mas un manto que la cubría uniformemente en cada rincón, y accionó el agua para que cayera sobre ella, la sensación era excelente, del agua fría contra ella, tomó el jabón, y se lo pasó por todo el cuerpo, luego el shampoo y masajeó con este su cabeza haciendo espuma, en ese mismo momento, un sonido repetitivo invade el lugar.

-demonios- dice la chica saliendo de la ducha con fastidio, aun con espuma en su cabeza y jabón en su cuerpo mirando por un solo ojo, puesto que el otro estaba bajo una montaña blanca de shampoo, tactó por todo el baño hasta encontrar la toalla, se cubrió parcialmente y salió directo al origen del sonido:

-¿hola?

-¡¿Lucy?! ¿Qué hora crees que es? ¡Se suponía que estarías aquí para antes de las 9!

-llegaré! Solo deja que termine de ducharme

-¿apenas te estas duchando?

-ya lo habría hecho si no me hubieras interrumpido, no tardaré en llegar, así que           relájate mujer

  • siempre llegas tarde, ya verás lo que te haré si vuelves a hacerlo…

-¿me estas amenazando?

-si, y te recuerdo que tienes 25 minutos para llegar

-ok, ok solo espera

-te espero entonces

-hem… ¿Anna?

-¿si?

-te amo, lo sabes

-y yo a ti Lucy, no te tardes ok?

La puerta de la casa, de una de las tantas casas, de un típico barrio de una ciudad típica, se abrió, de la cual salió Lucy, y un pequeño gato tras ella, cerró la puerta, y el gato tomó la dirección opuesta a la suya, ella se subió a un auto de un modelo algo desactualizado, y comenzó a conducir calmadamente, llegó al centro de la ciudad, y tras un par de calles, después de la autopista, se estacionó, el edificio había ahora era un museo, con aulas, donde se impartía clases de arte en las tardes, Lucy salió del auto, entró en el edificio, y tras caminar un poco, abríó una puerta y se incorporó en una habitación, cuyas paredes eran de un sobrio color blanco, sin muchas cosas allí dentro, sólo una mesa, y un par de sillas se sentó sobre una de estas, a los pocos segundos, la figura esbelta de una joven chica se apareció en la habitación

-profesora, Anna la está esperando en la sala común para comenzar

-iré en un momento…-respondió esta sacando algunos documentos de su portafolio,  y llevándolos con ella, comenzó su camino hacia el segundo piso, el edificio constaba solo de 4 pisos, pero contaba con un asensor, aunque Lucy tomó las escaleras, en pocos minutos irrumpió en la sala común, donde estaba Anna con otras personas sentada

-y ella es Lucy-dijo mirándola, todos voltearon la mirada hacia ella, Lucy los saludó cortésmente

Dio inicio entonces al tema de la reunión, en la que se pasaron hora y media, los tipos que estaban allí presentes se desvanecieron como humo, quedaron solo Anna y ella, pero Anna no tenía una mirada como siempre, ahora se veía algo extraña e incluso sus ojos tenían un color diferente, Lucy se asustó un poco, pero se calmó a si misma, pensando en que no podía ser nada extraño, una vez solas, la tomó por la cintura, acercándola a su cuerpo, y le sonrió estando a pocos centímetros de su rostro, Anna también sonrió, pero su sonrisa no era de felicidad como la de Lucy, sonrió con sorna, y malicia, y se soltó de su abrazo

-ven conmigo- le dijo, aun sonriendo de esa forma, la tomó por las manos sin darle ni siquiera tiempo de reaccionar, y  no dieron ni siquiera un paso y ya se encontraban dentro de una habitación mas, muy parecida a las otras, con esa pared blanca y sobria

-acuestate aquí- la lanzó con fuerza por el pecho, Lucy cerró sus ojos esperando impactar fuertemente con el solido piso, pero en vez de eso, cayó sobre una cama que apenas resintió su cuerpo, Lucy no había visto ninguna cama cuando llegaron

-vamos a hacer algo divertido hoy- esa sonrisa… esa enorme sonrisa, Lucy no sabia si acaso era su mente, o realmente se estaba anchando cada vez mas, pero la veía gigante, de un tamaño no muy normal, esa sonrisa en el rostro de Anna, que ya no parecía suya

-¿q-que haces Anna?-preguntó Lucy casi con miedo, cuando de algún lugar que ella no vió sacó unas esposas, y sin dudarlo ni darle tiempo de siquiera oponerse, las ajustó  a sus muñecas –esto no me gusta… suéltame Anna!

Una sensación de familiaridad al sentirse prisionera la embargó y de sus ojos comenzaron a salir lágrimas, movió sus manos pero entonces escuchó el chirrido del metal hacer ondas, observó con terror, que lo que ataba a sus brazos eran dos  cadenas, y ahora estaba sentada, pensó confundida, que juraba que había caído sobre una cama, y juraba que había alguien con ella, pero no podía recordar bien, aunque si había una imagen de algo en su mente: una sonrisa

Y entonces esa sonrisa, se abrió más y más, y labios y los musculos, se comenzaron a romper, la sangre comenzó a salir, y los huesos comenzaron a asomar, dejando una boca destrozada… una boca destrozada que le recordaba a alguien…

Ah si, esa pequeña a quien pudo salvar, pero no lo hizo, por salvarse a sí misma, una niña que miraba con súplica un descanso a su sufrimiento, y ella pudo dárselo, pero no lo hizo

Y entonces se preguntó… ¿para que me salvé? Si nunca pude ser feliz…

Abrió los ojos, no había nadie con ella, lo cual la alivió, pero mas que el pánico inicial de ver a la mujer que la llevaba torturando toda la vida, quería evitar ver a Anna de una forma irreconocible, movió sus manos para intentar bajarse del lugar donde se encontraba sentada, fue incapaz, habían dos cadenas sosteniéndola fuertemente, y al mirar a su alrededor, se enteró de que esa habitación blanca, se había convertido en una profunda oscuridad, pero que por lo poco que podía distinguir, observaba grietas y oxido en la pared, en el aire había un olor muy extraño, que no le agradó, y fue presa en ese momento de la claustrofobia, y de un fuerte movimiento, hizo que la cadena se cayera, creando un fuerte sonido al chocar contra el suelo, de una forma demasiado fácil de las quitó de los brazos  y se puso de pié, comenzando a caminar a oscuras, salió de esa habitación, lo único que quería era encontrar la salida, debía haber una salida de ese lugar oscuro y tenebroso del que se sentía presa, pero por mas que caminaba no lograba salir, sin darse cuenta entró a un lugar donde el olor y la energía cambiaron totalmente, estaba expectante de lo que encontrara allí, y vió algo con una forma algo extraña, a pesar de no saber que era, comenzó a tactar… huesos, sintió huesos, eran algo antiguos, pues si los tocaba con algo de fuerza sentia que se podrían romper, miró mas detenidamente por la habitación y la recibió la gratificante sorpresa de encontrar una lámpara de petróleo, justo sobre una mesa, rogó que aun funcionara, le dio vueltas a la manija y efectivamente la luz apareció, cegando un poco su vista al comienzo, iluminó las paredes y observó lo antiguas que lucian ahora, le llamó la atención ver un montón de papeles regados por la mesa, y unas letras que sobresalían en el borde de algo que parecía ser una cama, “sujeto Nº 4” habían algunas letras mas, que parecían un código, pero estaban desgastadas y no se entendían del todo, entonces reconoció sobre la cama, los huesos que había palpado antes, formaban perfectamente la figura de un ser humano, pero había algo extraño en el cráneo, no habían huesos en la quijada, ni siquiera rastros de dientes, -que familiar…-pensó Lucy- conozco  a alguien que tampoco tiene boca-

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Si te dijeran de un momento a otro, que de hora en adelante pasaras el resto de tu vida con la ropa que llevas puesta, ¿Qué ropa escogería?

Tal vez, algo cómodo ¿no? Algo que se ajuste bien contigo… algo, útil también, algo liviano y que te identifique

Ojala me hubieran dado la oportunidad de elegir que ropa quería usar por el resto de mi vida, aunque, viví tan poco, y tan desgraciadamente, que seguramente no importaría

Simplemente me tomaron, y decidieron por su cuenta, que mi cuerpo ya no me pertenecía mas, entonces se adueñaron de él, haciendo todo lo que querían, sin importar si me dolía o me gustaba, me arrebataron la vida, pero sin matarme, de verdad habría preferido haber muerto, antes de seguir viviendo en contra de mi voluntad, para eso eran las cadenas, era casi que imposible salir de ese lugar, ya ves, yo nunca pude salir, así que nos encadenaban, para que no nos matáramos a nosotras mismas, ah eso habría sido tan fácil, simplemente morir, y lamentarme por la  mala suerte que me tocó, tal vez por haber nacido en un cuerpo femenino, o  tal vez porque nacieron otras personas que hurtaron mi nombre, para reemplazarlo por “ sujeto Nº4 D8m” lo que significara que era una rata mas con la que experimentaron, y no consiguieron nada, yo era una persona comprada, valí lo mismo que una casa en el centro de la ciudad, con algunas comodidades, es por eso que ya no necesitaba ni siquiera un nombre, pero yo jamás lo olvidé, yo era Susan, así me llamó mi madre, antes de que falleciera y yo fuera a terminar por infortunio mío aquí, ella era todo lo que yo quería ver, y por eso grité día y noche, para que me rescatara, ella habría sido mi ángel, pero se encontraba en el paraíso, y yo en el purgatorio, por lo tanto no llegó, pero yo no me convencía, y grité y grité por ella, me intentaron callar de muchas formas, al principio solo me pusieron cinta industrial en los labios, pero la desgarré y aunque reventé mis labios continué gritando, luego, me amordazaron con diferentes objetos, y a cada uno de ellos, los demolí, los saqué de alguna forma, nunca funcionaba nada para hacerme guardar silencio, comenzó a llegar un tipo cada día,  golpear mi boca, para callarme, pero mi voz era inquebrantable, grité de dolor y de angustia aun mas con cada golpe, las acciones de estas personas estaban comenzando a ser brutales, fueron varias las veces en las que incluso me propinaban golpizas con objetos, y mis dientes caían fácilmente a veces con las raíces y nervios, el dolor, a veces me desmayaba, adoraba desmayarme, pero duraba poco, alguien golpeaba mi rostro regresándome a la realidad, y luego al ver que estaba consiente de nuevo, me volvían a golpear, se las ingeniaron para desencajar mi mandíbula, esta quedó en una posición anormal, las cosas comenzaron a ser cada vez peores, cada vez mas dolorosas, tragué mucha de mi propia sangre, lo que irritó mi estómago y vomitaba sangre todo el tiempo, comer obligada era lo peor, debía ingerirla, incluso cuando sentía que quemaba mis entrañas, hasta un momento en el que sin importar que tanto me golpearan, me negué totalmente a consumir mas de esa horrible comida licuada que hacían pasar por mi esófago sin ni siquiera ser tocada por mi boca, entonces esa persona enojada conmigo, me desató y me lanzó al piso, golpeé mi rostro contra el suelo, impactando de forma indirecta con la quijada y entonces un dolor intenso me hizo retorcerme como lombriz en el suelo, era tan fuerte que comencé a golpearme con fuerza para tratar de perder la conciencia, lo cual pasó a ratos, pero al regresar sentía de nuevo como si me partiera en dos, la persona me tomó del cabello y me hizo poner de pié, me amarró a algo extraño que había contra la pared, algo lleno de cables que condujo hasta cada parte de mi cuerpo, y uno que especialmente puso en ese lugar debajo de mi nariz, que ya no recordaba tener, mirándome profundamente accionó una palanca de algún lugar, y entonces comencé a sentir unos horribles choques eléctricos, sacudir mi cuerpo, era una sensación espantosa, mas porque sentía que el hueso de mi quijada comenzaba a colapsar, y se abría mas y mas, tambaleando, a punto de caerse, la persona se fue, dejándome a solas con la electricidad como verdugo, pero entonces, fue allí cuando todo ocurrió.

Escuché un grito en otra habitación, alguien pasó corriendo justo enfrente de la puerta de la habitación donde yo estaba, pero pasó tan rápido que lo único que alcancé a ver fue un reflejo rojo, supongo que de su cabello, pero entonces, tras ella, pasó una pequeña niña cojeando apresuradamente, que se detuvo justo en frente de la entrada hacia donde yo me encontraba, mis ojos, por primera vez no observaban con pesadez y desconsuelo, ahora lo hacían con… con esperanza, sentí que tal vez había una oportunidad, que tal vez todo no estaba perdido con solo mirarla, le quise gritar desesperadamente que por favor bajara  la palanca, que ya no lo soportaba mas, pero solo salían sonidos incongruentes que ella no comprendió, y entonces me miró con lastima por un solo ojo, puesto que el otro lo tenía cubierto de sangre, y tan solo se marchó.

Cada sensación de dolor en mi cuerpo se volvió odio, una ira descontrolada, me enfadé tanto que fui capaz de romper una de las correas que me sostenían, estaba segura de que si me liberaba, lo haría solo para encontrar a esa niña y matarla, asesinarla cruelmente, por haber hecho algo tan despreciable e inhumano, darme esperanzas… y luego destruirlas y dejarme solo con la lastima

Sentía que cada sensación de mi cuerpo comenzaba a volcarse en un desprecio profundo, deseé entonces, para esa niña, que todo lo que vieran sus ojos, fuera dolor.

Era difícil pero llegué a la ultima correa que tenía atrapado mi pié, y me liberé, aunque ya había alejado con fastidio todos los cables que tenia por el cuerpo, di un paso hacia el frente… y pensé con satisfacción

Por fin libre…

Continuará

Tuve unas… complicaciones, por lo tanto me tardé mucho en traerles este capitulo, espero no hayan perdido mucho el interés en esta historia, aunque  yo no puedo abandonarla, y me pregunto porque…

Hem, una cosa final, ¿parece violenta y tortuosa la historia de Susan? No se si debería decir esto, pero me basé en algo muy actual para escribirla, algo que se hace todo el tiempo con una tranquilidad muy desagradable, y pienso que es peor la realidad, ¿alguien conoce el proceso por el que pasa un toro antes de llevarlo a esa “artística” corrida? Si alguien lo sabe, le ruego que por favor no me demande por derechos de autor, aunque dudo que a los toreros les importe

Es todo, gracias por leer