Corrida con cogida

Una reunión de ex compañeros de escuela es un buen pretexto para recordar viejos amores y nuevas diversiones.

Gracias a una reunión de ex compañeros del preparatorio organizada por Manuel, uno de mis mejores amigos desde la escuela, organizó una pequeña corrida de toros con becerritos (que obviamente no se matan) y una comida en una bella Ex Hacienda. Nos volvimos a encontrar el grupo de amigos de la escuela que solíamos llamarnos "La Palomilla": Judith, Zamirha, Manuel, Roberto y Tony y por supuesto yo. Quienes habíamos convenido en quedarnos después para pasar el fin de semana.

A pesar del tiempo pasado en realidad los seis nos encontrábamos en buen estado físico, además todos nos habíamos divorciado o separado por lo que éramos libres y sin compromisos.

Cuando todos los demás se hubieron marchado los de "La Palomilla" fuimos en los hasta una casita en uno de los extremos de la hacienda. La casa era liadísima construida de troncos, adentro tenia tres recamaras que daban a un distribuidor central que tenía una cantina muy bien surtida, una cocineta con su mesa, una chimenea y los más importante un jacuzzi para varias personas. Manuel nos explicó que un socio suyo lo usaba para "relajarse" y que se lo había prestado por el fin de semana.

Rápidamente nos cambiamos y nos pusimos el traje de baño, a pesar del frío de afuera la chimenea y el jacuzzi daban calor a la habitación central. Las copas de vino que sirvió Manuel para todos también ayudaron a darnos calor.

Empezamos a platicarnos de cómo nos había ido y por que nos habíamos divorciado, yo dije que mi esposo me cambió por un modelo más nuevo, Zamhira (Zami) fue quien empezó a poner cachonda la noche. Nos platicó que cuando se enteró que su esposo le era infiel ella decidió pagarle con la misma moneda y nos describió con lujo de detalles como tuvo relaciones con su chofer, un joven y apuesto chico con un cuerpo escultural. Además Zami se veía sensacional en un bikini rojo con blanco que lucía.

El relato fue tan explícito que nos excitó a todos, Yo desde el jacuzzi me coloque entre las piernas de Roberto, baje su traje de baño tipo tanga.

Manuel, cansado de rellenar las copas de vino trajo una botella para cada uno lo cual aumento el calor y lo cachondo del ambiente.

Esa noche nos enteramos que Judith había perdido su virginidad a manos (bueno a otra cosa) de Manuel el día que nos graduamos de preparatoria, al igual que Zami, Judith nos contó ayudada por Manuel y con todo lujo de detalle como había sido aquella noche:

Judith había dicho que se quedaría en casa de una compañera quien al final decidió irse con su novio. Manuel a quien le gustaba Judith y quien había bebido mucho esa noche se ofreció a llevarla, pero al llegar al coche se decidió a confesarle que le gustaba. Ella, también un poco ebria había aceptado, Manuel la besó en el cuello y empezó a acariciarle los pechos, fueron a un parque típico para enamorados pero cuando estaban empezando a ponerse cachondos y ambos tenían los pechos descubiertos alcanzaron a ver a lo lejos un auto de la policía; Manuel encendió el auto y manejó a toda prisa para alejarse del sitio. Después del susto y como seguían excitados se metieron en un motel a las afueras de la ciudad.

Una vez en el motel la velada fue larga y según Judith Manuel hizo gala de la fama que tenía de buen amante. Judith describió como después de la desnudarla le besó sus pechos y para luego continuar hacia abajo por el abdomen hasta llegar a su raja, ahí abrió sus labios e introdujo su lengua para alcanzar el clítoris que estaba ya inflamado por la excitación. Después Manuel chupo su clítoris al tiempo que penetraba con dos dedos y Judith gritaba de placer, pero no sólo entonces sino al platicarlo había metido su mano en la tanga y se masturbaba. Nos platicó como la penetración había sido lenta y amorosa y que casi no le había causado dolor y como los dos cuerpos juveniles se fundieron en un calor inmenso y sudoroso terminando en un orgasmo repetido por parte de ella y en una gran cantidad de leche por parte de él.

Al oír ese relato de forma tan vívida y con el alcohol que bebíamos todos nos pusimos aún más calientes.

Zami y Tony habían salido del agua y también se acariciaban dejando ver sus partes privadas con algunos de sus movimientos. Pero definitivamente los más calientes eran

Judith y Manuel quienes recordaron en los hechos la historia y empezaron a repetirla, se besaban y acariciaban Manuel chupaba el clítoris de ella.

Zami ahora se había sentado sobre la bien crecida polla de Tony y cabalgaba metiéndola y sacándola de su húmeda vagina su piel ligeramente apiñonada destacaba aún mas su belleza con el coño bien depilado y los gemidos de placer que daba demostraban que realmente lo disfrutaba.

El pene de Roberto que yo chupaba como si en ello me fuera la vida crecía dentro de mi boca él me saco del agua y el bikini y haciendo un 69 me demostró que sabía como usar la lengua llevándome a dos orgasmos consecutivos. Empecé a sentir que estaba por venirse, lo hizo soltando una gran cantidad semen en mi garganta, yo trate de tragarlo pero era demasiado, una parte escurrió por la comisura de mis labios y otra parte cayo en mis pechos.

Después de una ronda en que todos tuvimos un gran sexo y para descansar un poco nos reunimos todos en torno a la pequeña cantina para beber y seguir platicando. La pausa no duró mucho Manuel me dijo que también le gustaría coger conmigo y yo le dije que no me disgustaría probar de ahí se desató toda una orgía en la que todos cogimos con todos riendo y bebiendo de los vinos que había en la casa. Cogimos en todas las posiciones y haciendo bromas cuando unos veíamos coger a otros.

Al final sacamos los colchones de las habitaciones y en ellos seguimos la orgía. Las primeras luces del amanecer nos sorprendieron teniendo los últimos orgasmos y bebiendo las últimas copas. Yo sentía semen seco en todo mi cuerpo, Zami y Judith estaban igual que yo, eso sí todas estábamos satisfechas y muy contentas además de cansadas. Nos vimos las tres y nos echamos a reír hasta que nos quedamos dormidas.

Al día siguiente nos despedimos todos muy contentos sabiendo que esa experiencia nos había unido mucho mas como amigos y con ganas de repetirla pronto.

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