Cornudos y bisex por mi mejor amigo parte1
Tanto es el deseo que no veo el día en que se cumpla, no se si seré o no capaz o si algo así ni siquiera puede llegarse a dar y que salga bien, pero la mente si me lo permite así que doy rienda suelta a mi sentir.
Buenas, mi nombre es Andrés, tengo 44 años y llevo casado 14 años con mi mujer Carla pero juntos casi 20, yo soy de Zaragoza ciudad y ella de Huelva, aunque vivimos desde hace mucho años cerca de Blanes - Girona, en un pueblo costero. Tanto ella como yo llegamos de muy pequeños a este pueblo, nos criamos y crecimos juntos, aunque íbamos a distintas escuelas, ya más mayores habíamos coincidido en algún que otro sitio.
Carla, para que os hagáis una idea de cómo es ahora, tiene 40 años, los hizo el pasado mes de noviembre, ella mide 163cm con curvas sin estar gorda, para nada, debe pesar unos 65kg es muy morena, media melena, ojos grandes y marrones, un pecho grande y notorio, de esos que con una mano no tienes suficiente, unos pezones grandes, marrones oscuros y una aureolas grandes de un color mas clarito. Tiene carácter y genio cuando quiere sacarlo, pero de igual manera es cariñosa y morbosa en la misma medida, eso sí, en la intimidad, en el día a día quien la conoce no creería que es como es Carla en la intimidad, pura pasión, os lo digo yo, insaciable. Ahora lleva todo depilado, con laser, desde hace unos años y digo todo, no le encuentras un solo pelo, me costó años de insistirle pero se lo hizo por mí, ya que ella jamás le gustó de verse así, para nada, pero a mí sí, mucho. Ella ha sido siempre muy natural, en sus expresiones en su manera de hacer y decir, amantes del nudismo siempre que ha tenido ocasión también, quiero decir con eso que es de esas mujeres orgullosísimas y confiadísimas de ellas misma y de su cuerpo, cabe mencionar que tiene devoción por llevar sus manos y pies siempre, siempre perfectos, el resto también lo cuida pero eso lo que más y bien, descrita ella, continuo.
Cada uno tenía y seguimos teniendo más o menos a su grupo de amigos desde entonces, aunque sí es cierto que quizás desde que empezamos a salir con 19 años ella y yo 23, se hizo más al grupo mío, por lo que hasta ahora , a día de hoy seguimos, no tan frecuentemente, en contacto con la mayoría, todos ellos casados/as, algunos de ellos casado con otra mujer de aquí del pueblo también, el resto sus mujeres son de fuera y algunos con hijos, nosotros no tenemos, pero porque ni a ella ni a mí nunca hemos querido, estamos bien así como estamos.
Hemos sido siempre un grupo de chicos de entre 5 o 6 amigos que nos conocemos desde enanos, también nuestros padres son amigos/conocidos entre ellos, un grupo un poco alocado aun hoy, hemos tenido lo que se llama una juventud intensa, pero si es cierto que dentro del grupo hay personalidades muy distintas. Todos muy amigos eso sí, hay el típico fumeta, ahora ya se le pasó y trabaja de contable, el friqui callado que nunca salía, que ahora es programador de informática, luego el rocabili, que aun hoy le dura un poco esa venta del rock y se dedica a la pesca y luego esta quien fuera o siempre se mostro el líder del grupo, el gracioso, el más ligón, el más macho Javier.
Es quien considero yo mi mejor amigo, tiene mi misma edad 44 años y trabaja en una empresa de seguros y era y es el popular, con el que te tronchas cuando sales o nos reunimos todos, el que no se quita el “follar” de la boca cuando habla, hable de lo que hable, casado con Carmen y con un hijo. De todos es sabido, ya de la época de salir por ahí que le iban mucho las tías, es el típico que aun hoy le vale cualquier excusa para irse de putas.
Pues bien, la cosa empezó hace unos años años… unos 7 tal vez, creo que de alguna manera mi sexualidad empezó a cambiar, empezó a notar cosas que antes no había sentido ni si quiera pensado.
Para que os hagáis una idea, yo como he dicho tengo 44 , mido 179cm de alto, castaño, normalito de complexión aunque útilmente quizás algo de barriguilla, ojos marrones, piel blanquecina y un vello mal repartido por todo el cuerpo. Soy una persona educada, por lo menos intento serlo, tranquilo y calmado, soy reservado y muy tímido, siempre lo he sido, algo retraído también puede, he tenido épocas mejores y otras no tanto, quizás de más joven lo pasaba francamente mal ya que siempre me he considerado un hombre poco dotado, tengo un miembro poco notable, cuando esta erecta me hace unos 10cm y delgada, flácida unos 3cm creo más o menos. Cuando estoy desnudo se me ve descompensado o eso creo yo, ya que ella siempre intentó quitarle importancia, al principio.
El hecho es, que siento algo que quizás haya llevado dentro durante estos años y hasta hoy no me había salido o surgido del todo o no me había dado cuenta yo de ello y lo que es más importante para mí, es aceptarlo y aceptarme pensar así. Pues en estos años de casados que recuerdo, la cosa en muchas ocasiones con Carla, a la hora de tener sexo no siempre nos ha ido bien, muchas de las veces por nervios, por cómo estaba ella o mil cosas no iba bien, ella se enojava mucho o nos enfadamos. Confieso que mi primera experiencia sexual la tuve con ella, nunca he tenido con nadie más, por lo que tampoco no soy o no me considero un virtuoso del sexo extremo, ni del normal tampoco. Y hasta el día de hoy ella ha sido y es mi única mujer, la quiero con locura, siento devoción por ella y me pone muchísimo sexualmente, solo que llegado el momento…parece que ella no estaba del todo contenta con lo que teníamos, ni yo de verla así.
Y me refiero que, queriendo o sin querer, algunas veces se le ha escapó el hecho de tener poco, que depende que posturas nos pusiéramos o hiciéramos le era difícil de que sintiera placer o de que notara ni siquiera nada, eso dice ella, es difícil que después de jugar durante un buen rato sea en la cama o en el sofá u otro sitio, me disponga , por poner un ejemplo, a ponerme encima de ella en posición misionero que se le llama y ver que su rostro no emite emoción ninguna, fría, distante y esquivando las miradas…es cuando aqueja ella el que no le está gustando, y digo que es un ejemplo porque no solo de esa manera nos pasa, nos pasa en más de una y más de una noche.
Pues hubo un momento que se puso mal la cosa, tensa, a los 5 o 6 años de casados, buscamos ayuda ya que sentimentalmente estamos muy unidos y eso empezaba afectar un poco. Entonces encontramos un centro en Sabadell especializados en relaciones matrimoniales, íbamos 1 vez al mes durante un año más o menos, se trató de cómo un entrenamiento a los sentimientos y poder explicar los porqués de todo y poco a poco buscar soluciones y mejoras, el hecho de tener que abrirnos más el uno al otro, hablando de sexualidad de lo que le gusta a ella, en que piensa porque , que siente con ello, de mi , de mis miedos que me pasa, que significaban distintas cosas, distintas situaciones,…pues bien eso nos llevó que algo mejor nos fuera el sexo, fue a partir de entonces que empezó a tener juguetes y consoladores como parte del descubrir según nuestra pedagoga en la clínica, parecía la cosa encaminada a funcionar pero, a los meses de dejar de ir a las sesiones estas…alguna vez pasó que aparecía el miedo o el día que no terminaba de ir bien. Pero bueno mas allá de esos días, mejor si no iba.
El hecho es que en estos años, yo se que ella a veces tiene fantasías y pensamientos con otros hombres, porque así un día me lo dijo, en pleno ejercicio de la terapia esta, empezó a decirme que los tenia, que le ayudaban a estimularse más y mejor cuando se tocaba y que los tenía también cuando jugábamos en la cama con los juguetes. Eso me dolió durante un tiempo, no supe que decir y me enfadé, pero ella no dejó de comentarlo, yo pasé a vigilarle si utilizaba a solas los juguetes por lo que los colocaba de una manera que sabía cuando los cogía o no. Eso, me fue calando poco a poco, fui aceptando que fantaseara con ello, yo veía que ella disfrutaba más en el momento de hacerlo así, que llegaba relativamente fácil y poco a poco me fue gustando el hecho de verla y oír que deseaba ser follada por otro hombre. Empezamos por tener un juguete (bala vibradora de unos 5cm) que nos dio Sara, nuestra médica en la clínica, la verdad que fue una experiencia para ella y para mi ya que nunca habíamos utilizado algo así, de ese pasamos en un par de años que se quiso comprar otros, tubo dos más que venían en un pack metálicos, unos más grande (16cm) y otro más pequeño (12cm), vale decir que los dos eran férrea competencia para mi llegado el momento, puesto que me decía que sentía más usándolos a cualquiera de ellos que a mí, de pende de cómo. Pasó el tiempo, jugamos abiertamente a ello, yo deje de controlarle si los cogía a solas o no, porque sabía que si lo hacía y me gustaba, alguna vez ella me lo decía: “cariño” hoy me he tocado como una loca a la hora de comer.., nos gustó mucho tomar esos roles pero un día medio en broma medio en serio, nos pusimos en el sofá a ver consoladores que eran réplicas de actores famosos porno y quiso uno, me propuso de comprar uno que tuviera forma de polla de verdad y buscamos y buscamos hasta que dio con uno de un tal Charles …no se que, parece de verdad, tiene los huevos en la base con una ventosa que lo puedes pegar donde quieras, ponía que era grande de 21X6 pero lo cierto es que cuando nos llegó a casa daba miedo, no me tubo que insistir mucho para comprarlo , recuerdo que costó una pasta y que llego en 3 semanas, en ese tiempo ninguno sacó el tema del juguete hasta que llegó. Me llegó la carta al buzón a mí y fui a correos para cogerlo, se lo deje tal cual al lado de la cama. Por la noche lo vio y en seguida lo quiso abrir, los dos sentados en la cama viendo como desenvolvía el paquete, fue cuando constaté que realmente eso es grande. No le quiso llamar Charlie como ponía en la caja, dijo que era demasiado yanqui, por lo que lo llama, aun hoy, Carlos, nuestro amigo, su amigo mejor dicho.
No tardó esa noche en ducharse y ponerse algo bonito y lo probamos, no lo recuerdo con detalle lo que realmente hicimos esa noche, pero sí que fue toda una experiencia.
Día tras día, normalizamos el hecho de usarlo para tener buen sexo, a veces yo se lo proponía a ella o a veces era ella quien lo tenía preparado encima la mesita de noche, jugábamos de cualquier manera con él, tanto por la vagina le gustaba como algunas veces pedías de hacerlo por el culo, eso sí, hubo que tomarse su tiempo, aun hoy hay que hacerlo, porque aunque nosotros lo hacíamos algunas veces así, con Carlos la cosas cambiaba y hasta que se le quedaba bien dilatado, bien con el metálico pequeño o yo usando los dedos había que ayudar, pero el hecho de masturbarla con eso, es lo que más me ponía y ella lo sabía, empezó a notarlo, solo se me ponía firme cuando ella me la chupaba o bien cuando la veía follarse con Carlos o haciéndose lo yo, metiéndole ese pedazo de juguete y viendo como le entraba y desaparecía todo el trozo de polla de goma dentro de ella, se volvía loca y yo con ella, gimiendo fuerte o diciendo obscenidades, yo me empecé a sentirme bien por ella, por verla feliz , satisfecha… más mejor fin y al cabo.
Un día por querer hacerle una sorpresa a ella, después de que ella accediera a quitarse todo el vello que tenia, que no era poco, porque siempre fue y ha sido muy peludita ella, un día, sin decirle nada, me rasuré todo también yo, pasó por la noche que la busqué para jugar y dispuse todo para el momento ese, aceites, un antifaz, Carlos en su mesita de noche…la tumbé, le puse el antifaz, le di masajes hasta aburrir, le chupe todo, tan nervioso estaba esa noche que sin que ella supiera aun de mi afeitado genital, me corrí encima de sus nalgas, cosa que la molestó un poquito, porque quería decir que ahora conmigo ya no podía contar para nada durante un tiempo, porque me cuesta remontar. Volví del baño limpio, ella tumbada boca abajo aun con el antifaz puesto y seguí tocándola, pase a coger a nuestro amigo Carlos y a follarla con él, se giró tumbada boca arriba aun con el antifaz puesto y manteniendo las piernas dobladas y abiertas en alto, yo haciéndole entrar todo el bicho aquel a lo que ella respondía contorsionando todo su cuerpo por el placer que le producía, en una de esas a larga la mano, yo de rodillas a su izquierda de ella y me coge mi pene flácido, lo nota raro por lo suave que estaba y se levanta un poco el antifaz …:
-te gusta le pregunté ¿?-, ella me respondió tajante con un: -NO¡¡, para nada, parece que aun tienes más picha de niño pequeño así, no me gusta nada-, mientras se volvía a poner el antifaz, al poco noto que se me ponía dura …se quitó el antifaz de golpe y me preguntó :- porqué?? , como es que te excitas diciéndote esto??-, que había pasado, yo sin saber que decir porque no sabía, no dejaba de follarla con Carlos que veía como le entraba y salía por completo de su coño mojado y brillante. -Se te ha puesto dura con lo que te he dicho cariño? tienes tu piruleta dura porque me ves así? Follada por tu amiguito Carlos? Es eso lo que te pone?
No supe que decir. Me puse como un pimiento rojo y me corrí en su mano mientras noté que ella también lo hacía en ese momento pidiéndome que la follara duro con el juguete.
Quedó ahí la cosa, me preguntó que había pasado, yo me excusé que solo era una reacción al momento…pero la verdad es que calentó mucho, como hacía tiempo que no… ella quiso hablarlo en algún otro momento pero le decía que no.
Con el tiempo y las veces que jugábamos así, salían los comentarios de este tipo, ella me tenía ganas, empezó a chuparnos al juguete y a mí a la vez, nos comparaba y me decía que lo prefería a él, medio en broma, pero sabía que me ponía burro con eso, me lo hacía aguantar con mis los muslos, como si fuera la mía y poder así follarla con él, era la manera decía ella : -poder hacerlo de pie sin que se te salga todo el rato- cosa que conmigo si pasa y eso la fastidiaba mucho.
El hecho es que poco poco, yo iba notando cosas distintas a lo que iba pasando, por aquel entonces llevábamos unos 13 o 14 años juntos y con los años nuestra manera de tener y hacer sexo había cambiado, pero también mi manera de sentirlo. En un par de ocasiones, que lo hacíamos solos yo y Carla sin usar ninguno de los juguetes quedaba patente que no le gustaba ni a ella ni a mí, y no sé cómo le salió a ella el comentario, que luego yo me enfadé tanto, que me digo:-no serás homosexual?, no te ponen a lo mejor los tíos?-, puesto que sin hacerlo de la otra manera que no sea usando al imperioso Carlos, no me excitaba, …como os digo, monté en cólera, eso era el súmmum que me lo dijera, como siempre decía lo que penaba. No supe ni quise darle una explicación a eso.
Buscamos la manera de seguir a delante, lo de homo o bisex no volvió a salir durante un tiempo, pero yo, de la misma forma que me impactó en su momento usar juguetes, esto me quedó ahí y poco a poco fui teniendo fantasías sobre ello, no sé si lo haría aposta ella o qué, pero sin querer me imaginaba así algunas veces, mas de las normales diría yo, durmiendo se me empinaba soñando con tios…Empecé a pensar en ello y poco a poco a experimentar. Chupaba a Carlos a escondidas, cuando me quedaba solo en casa, me gustaba tocarlo y tenerlo cerca, aunque a ella no le gustaba nada que me afeitara todo, no me volvió a decir nada si lo hacía alguna vez, así que de vez en cuando me lo hacía, si coincidía que estaba solo en algún momento en casa, porque ella se iba donde sus padres o marchaba algún día por cualquier cosa, pues me empecé a poner cosas de ella, me sentía mal durante tiempo cada vez que me daba por eso pero, ….aun no sé cómo, me vino a la mente en alguno de esos momentos de intimidad mía, Javier, mi mejor amigo.
Carla cuando siempre le había preguntado en quien pensaba cuando pensaba en otro, me decía que no les ponía cara o que eran desconocidos, cosa que nunca le creí , fui incapaz de hacer que me lo contara, yo por mi parte, cada vez que utilizaba a Carlos con ella, imaginaba que era Javier, que era él quien se follaba a Carla, me empezó a venir esa idea de él como sin quererlo, pero notaba que cada vez recurría más a su persona cuando jugaba con Carla, también a solas empecé a fantasear con él, a recordar cuando íbamos juntos todos al futbol, cuando empezamos a ir algún gimnasio, intenté recordar eso, como yo tímido, me metía en la duchas individuales con los calzoncillos puestos por vergüenza a que me vieran el pene, pequeño, y ellos ahí tonteando y a lardeando , sobre todo Javier, de lo gorda y grande que la tenían, recuerdo que en aquel entonces para no parecer menos y “normal” en ese ambiente justo antes de salir de la ducha con la toalla enrollada me la tenía que tocar un poco para que se pusiera por lo menos algo mas y no pareciera tan pequeña cuando hacían comentarios, todos ahí desnudos , de una manera entiendo que natural, pero eso para mí era una tortura. Intente recordar cómo era Javier desnudo, no como Carlos que es de un color carne muy blanquecino si no que es más oscura, se la recuerdo en reposo que ya así hacia un palmo más o menos, con el glande descubierto, con mucho vello y gorda. Siempre estaba que si esta tía se la chupó a noche, qué si se tiró a tal otra…tías que conocíamos y que realmente era así, era el triunfador del grupo.
Se casó y parecía que sentaba cabeza con eso pero, siempre hemos sabido que alguna que otra vez, siempre que podía de putas se iba, una fama que llegaba a oídos de todos, incluso creo que Carmen su mujer, sabía algo, no de ahora pero si de más joven, y creo que también Carla se olía algo, y francamente no le caía nada bien ese aspecto de él, según decía ella.
Carla por otro lado, lo nuestro, lo había normalizado mucho el jugar de esta manera y era recurrente el rol descarado que tenia conmigo, como ya os dije antes, una noche que habíamos salido, quiso probar a Carlos por el culo, me lo dijo mientras volvíamos a casa, que hacía días que lo deseaba pero que no sabía encontrar el momento y quería probar. Fue como siempre jugando jugando que me pidió de hacerlo justo en el momento que estaba ella más excitada, no hizo falta mucho lubricante ni tocarla mucho, ya que de hacerlo con el pequeño o conmigo delató bien, más quizás por las ganas de entrega que tenia ella ese día dispuesta que estaba.
Eso mismo, todo en mi cabeza me daba vueltas, Javier con Carla, así cuando esta tenía fantasías con otro, me imaginaba yo con él, tocándole la polla, chupándole, dejándome a su voluntad, aunque nunca fue de tíos él, porque siempre fue muy machito…supongo que por sus dotes me vendría esa fijación…me tuve que aguantar muchas veces las ganas de contárselo en cada momento a Carla, que yo fantaseaba en nuestro amigo de esa manera.
Los días pasaban, notaba como mis gustos, los puntos de placer que tenia o que sentía, se me desplazaban de una manera diferente, por un momento me vi delante del espejo del baño de arriba de casa, con las bragas y medias de Carla, con todo depilado y chupando el consolador metálico pequeño de mi mujer, tocándolo, deseándolo, cogí el lubricante de usaba con ella, me senté en el filo de la bañera y me fui metiendo poco a poco un dedo en el culo, luego otro, notaba un gusto diferente, me veía en el espejo sentía esa ropa suave que apenas apretaba en mi cuerpo y como por un lado me salía la picha empalmada. Me tocaba y me miraba mientras con la otra mano cogía el juguete algo frio y lo chupaba con ganas. En ese momento me invadieron una ganas locas de probar que se sentía, que debía sentir Carla cuando le follo el culo ¿? , no tardé en lubricar con gel un poco el consolador pequeñito que entró rápidamente, sin casi esfuerzo en mi culo, un placer extraño sentia, mientras no dejaba de vibrar, de meterlo y sacarlo suavemente…fue justo en eso momento, cuando me vino a la mente Javier, un escalofrió me recorrió el cuerpo, lo pensé 2 veces pero finalmente me levanté corriendo a la habitación y cogí a Carlos, cerré la puerta del baño con muchos nervios y fijándome en la pared donde lo iba a poner, con el reflejo de la luz, vi unas ronchas redondas de la medida de la ventosa de este consolador, eran marcas que habían quedado de cuando Carla lo usa en el baño ¡¡¡ así, mientras, se ve a ella misma follarse¡¡¡, pensé en hacer igual mientras me la imaginaba a ella en esa postura, que es la que más le gusta , de pie. Lo pegué fuerte, me arrodillé y lo chupé con ganas, me dejé ir por ese momento entregándome al juego por completo, le puse mucho gel lubricante, mientras lo hacía no creía lo que estaba haciendo, era entre mucho morbo, nervios, humillación, excitación…todo junto. Me unté bien el ano de lubricante que el no tener nada de vello iba mucho mejor, justo igual que como ella lo tenía y lo sigue que hice es dándole la espalda al aparato, con una mano, aparte a un lado de mis nalgas las braguitas negras de Carla que llevaba y con la otra sujetando el bicho de Carlos iba haciendo movimientos suaves como si intentara que entrara, lo notaba suave, frio un poco, resbaloso, no terminaba de entrar al principio…entró, lo que era el prepucio, eso me provocó una subida de adrenalina bestial, no dejaba de mirarme en el espejo de perfil y ver como poco a poco desaprecia esa polla grande de goma en mi culo…se me quedó floja la polla por completo, recogidita, pero estaba muy excitado, sentía cosas diferentes, estaba súper salido, hacia fuerza para que me entrara bien y poco a poco fui notando que entraba, ponía más gel, más entraba, me temblaban las piernas estando de pie y mientras me separaba las nalgas con las manos para que entrara bien y no me doliera tanto, noté como un escalofrío enorme y me corrí soltando chorritos , fue…raro, me corrí sin tocarme ni nada, solo con el momento, la excitación que sentía me valieron para correrme como nunca. Supe ahí mismo que algo había cambiado, luego de hacerlo esa vez pasé un tiempo que me sentía mal por ello, lo volví hacer un par de veces más cuando Carla no estaba y el remordimiento cada vez era menor.
Disfrutando de ello, pero sin dejar de pensar en él, esa situación de que fuera Javier, quien supiera que mi mujer anda falta de sexo, de buen sexo, la idea de cederle a mi esposa, su amiga de años y que también lo es de su mujer Carmen, madrina de su hijo, que mi mujer ella pudiera llegar aceptar, querer y desear algo así, esporádico o no, someterme, a mí mejor amigo, en secreto, algo privado, algo solo para nosotros 3…esa humillación suave y privada me fue invadiendo cada vez más y más.
No paré de darle vueltas durante años al asunto de cómo sería en realidad, terriblemente complicado y algo irreal que pasara, empecé por pensar en cómo, que o cómo podría ser primero que ambos se tuvieran ganas? querrían llegar a ni si quiera probarlo? como hacer algo así, sin que sospechen que es cosa mía? Nuestra amistad, su familia? Él realmente ni se imagina esto de mi, que pienso en él de esta manera, como le sentará? Qué pensaría después de Carla y de mi? Y si lo dice? Y si se enteran?..era demasiado ni siquiera suponerlo.
Me dio por pensar en ella, en Carla primero, si es algo que tenía que podía pasar, ella tenía que estar completamente de acuerdo, nada que pudiera estropearse, comentario inapropiado o tan siquiera que supiera que pienso así de todo esto, me aterraba, que fuera complice de todo, que se sintiera sobre todo a gusto con la situación, muchos miedos me invadían cada vez que pensaba en ella, pero pensé, un día cualquiera, esperar la ocasión adecuada para soltarle algún comentario o referencia sobre Javier, que le hicieran pensar en él, pero de manera distinta, algo más sexual, más intimo, una persona más…varonil, ese machito que tanto alardeaba él siempre. Así que esperé, esperé , pasaron mese y un día viendo la tele y esperando yo el momento, daban una película erótica en el canal +, Lucia y el sexo y que el prota y la prota , naturales como era ella también, ahí me dio paso de entre risas con la peli yo y ella, de que lo que ahí pasaba no era algo tan raro, sino que se lo preguntara a Javier, ella quiso saber porqué y como mentirijilla le fui diciendo lo follador que siempre había sido, lo salido que siempre iba y lo muy grande que la tenia, que por eso era como una necesidad para él y que era cierto el que iba alguna vez de putas. Todo esto como muy por encima, entre risas fingidas mías, y ahí lo dejé. Ella preguntó un par de veces más sobre él en ese sentido a donde se iba de putas, si lo sabia Carmen, si había tenido muchas novias, cosas de esas. Pero ya está.
Por otra parte y pensando en él, que hacer o como hacer que queriendo o sin querer sienta interés por una amiga, por Carla, que tanto nos conocíamos, que había y hay tanta amistad entre todos, algo sutil , sin sospechar nada, yo sé que quizás el ya se sienta de alguna manera atraído por ella, puesto que su mujer, con todos mis respetos, no es tan guapa a lo mejor , ni de cuerpo tampoco y entonces caí, pensé en hacerle a Carla cuando nos fuéramos de vacaciones dentro de poco días entonces, unas fotos sexys por no decir guarras, desnuda en poses ahí en Lanzarote, donde íbamos a ir ese verano, hacerle unas bien cachondas como otras que ya tenemos “para nosotros”, pero estas iban a ser con otra finalidad y las metería entre fotos del móvil, que tuvieran que ver con submarinismo, Javier hacía años que iba, más que ningún otro de nosotros del grupo y pensé que por ahí lo pillaría.
Playa Blanca, Carla y Yo, era setiembre recuerdo, yo ya con el propósito en mente durante estas, hice un día de inmersión por ahí, con una empresa que te facilitaba el hotel, cámara en mano, tome fotos varias, la verdad que el sitio es idílico para eso, hay que decirlo, yo ya había hecho varias inmersiones pero no tanto como Javier. Entre otras muchas cosas y situaciones estuvimos allí 1 semana.
Volviendo de vacaciones y quedando con él un día para ver un partido de liga en un bar donde vivimos, puesto que solo viven 3 calles más abajo que nosotros y es un pueblo muy pequeño, de unos 1200 habitantes, tranquilo, muy tranquilo, antes de empezar nos contamos lo que habíamos hecho esos días en Lanzarote, que si bien que si mal, pero yo ya había metido en el móvil que a la foto nº12 o así del día de submarinismo salieran unas 5 o 6 de Carla en pelotas y haciendo poses de todo y luego mas poses, las escogí a conciencia, en todas se le veía algo de su cuerpo desnudo, completamente depilada, tumbada alguna , arqueando la espalda, por detrás, en la playa sin nada , con el bicho metido dentro.. Vamos un recital, no te dejaba indiferente verla, te guste ella o no.
Después de pensarlo y meditarlo mucho tiempo, esperando a la media parte que se fuera algunas personas a fuera a fumar, aunque no había mucha, entonces le hable que tenia fotos del día de la inmersión y en seguida me pidió para verlas, le preparé en cámara de móvil las fotos y le pase el teléfono para que las viera él solo, sin nadie cerca y excusándome de mientras para ir al baño. Sabía que si era caballeroso me diría que habría visto la fotos, que se me habrían colado habría cerrado el móvil sin más, pero como yo ya sabía que era un caliente, un salido y un putero, no me diría nada, y ya sabría lo que realmente pensaba, le habría metido a Carla en su cabeza, aparte y no es por nada, sabía de sobras que se comería el tarro con ella seguro.
Ahí lo dejé pasando las fotos y tarde un rato en salir, recuerdo salir sin mirarlo, secándome las manos y saludando a un conocido que estaba en la barra, para quitar importancia o hacer como que no sabía nada, pero lo cierto es que estaba muy muy nervioso, tenía mucho miedo de lo que pudiera pasar ahora o que supiera alguien, pero estaba hecho y la verdad me moría de ganas de enseñarle a Carla así. Él me miraba, estaba colorado como un pimiento y había dejado el móvil en la mesa, volví a sentarme a su lado le pregunté y me contestó que genial, que se veía un lugar para bucear muy guapo, poco duró el tema porque empezó el futbol, esto sirvió para hablar de otra cosa y dejar el tema de las fotos, pero ya las había visto, esa era la idea