Cornudo sumiso castigo al cornudo

CORNUDO SUMISO CASTIGO AL CORNUDO

Tras la sesión de sexo en casa de la perrita, volví a casa de María, por el camino pensaba en el castigo que me aplicarían, se suponía que tenía que dejar a la perrita y volver a la casa, sin entretenerme

Al llegar, llamé y a la puerta y quien me abrió fue Ángel, continuaba desnudo, con su polla irritada y brillante, al parecer se acababa de follar a la puta, quien permanecía en el suelo, recibiendo polla de uno de los chicos

.- Mirad quien ha vuelto, el cornudo, dijo Ángel

.- ¿Qué cojones ha pasado?, ¿Por qué has tardado tanto?, me increpó María

Mirando al suelo, permanecí en silencio

¡Plas¡, un bofetón hizo que me tambaleara

.- Contéstame coño, ordenó María

Tembloroso le conté lo ocurrido en casa de perrita, sin omitir ningún detalle

.- Vamos a ver cornudo, me parece estupendo que te hayas ocupado de la perra, así estará lista para la próxima ocasión y también me parece bien lo del marido, intentaremos incluirlo en nuestro circulo, lo que no me parece bien es que te hayas corrido dos veces, ¿no tienes prohibido hacerlo?, contesta dijo María

.- Si.. si ama

.- ¿Y ahora qué hacemos?, ¿crees que mereces un castigo por desobedecernos?

.- Si ama, merezco un castigo

.- ¿Y que castigo te ponemos?

.- Lo que quiera ama

.- Carlos y Manuel, atadle del columpio, dejad su culo bien dispuesto, tendrá su castigo

Carlos y Manuel se dispusieron a atarme, mis manos y pies quedaron a la misma altura, dejando mi culo totalmente dispuesto para su uso y disfrute

La puta y el chico que la follaba, pararon y se pusieron a mirar que castigo me impondría María, quien acercándose a la mesa, cogió el látigo

.- Espera María, dijo la puta mientras se acercaba también a la mesa

.- Que pasa, dijo María

.- Creo que debemos ponerlo esto, así el castigo será mayor, dijo cogiendo las pinzas con cadenas para los pezones y las que pusieron a la puta en el coño y clítoris

.- Me parece bien, pónselo tu misma

La puta se acercó y comenzó a ponerme las pinzas en los pezones, cuando finalizó cogió la cadena y tiró de ella, haciendo que de mi boca saliera un quejido de dolor

.- Agggggggggggg

.- El cornudo se queja, parece que le ha dolido,  dijo la puta

.- Es igual, sigue poniendo las pinzas

La puta puso pinzas en mi polla y huevos, estas las que tenían adherido un pequeño peso, dejándolos colgando en medio de mi culo, asomando por debajo

.- Ya está listo, puedes empezar cuando quieras, dijo la puta

Todos se pusieron alrededor del columpio, nadie quería perderse el castigo que María estaba dispuesta a darme. Con el látigo en la mano, se acercó y comenzó a azotarme, primero mi culo, los latigazos cruzaban mis nalgas de lado a lado, el dolor era terrible pero María seguía castigándome. Alguno de los latigazos, al estar mis huevos colgando entre mis nalgas, fueron a parar a ellos, haciendo que mi cuerpo se retorciera aún más.

Mi cabeza quedaba hacía atrás y esto no pasó desapercibido para Manuel que acercándose, metió su polla en mi boca y comenzó a follarla a la vez que tiraba de la cadena que sujetaba las pinzas de mis pezones

.- Sigue así María, castiga al cornudo, decía la puta

Dios, mi propia mujer, mi ama, alentaba a María a que golpease más fuerte, ¿Cómo era posible?, ¿hasta qué punto había llegado su depravación?, ¿hasta cuanto quería verme humillado?

Tras varios minutos recibiendo latigazos, María pasó a coger una de las palas y retomó el castigo. La puta hacía rato que permanecía sentada, con las piernas bien abiertas y metiéndose la mano en su coño, mientras veía el castigo al que estaba siendo sometido, sus gemidos eran constantes, no sé si por el placer de follarse o por el de verme vejado de esa manera

.- Ohhh siiii dale asiiiii, dale duroooooo, siiiiiiiiiiii

Cuando María terminó o se cansó de golpearme, alentó a los chicos para que me usaran

.- Chicos, es todo vuestro, usadlo como queráis

Mientras seguía mamando la polla de Manuel, uno tras otro fueron pasando por mi culo, sus pollas lo perforaron sin compasión, ninguno de ellos tenía el más mínimo miramiento o compasión conmigo, sus movimientos hacían que el peso se moviese bruscamente, causándome un gran dolor en mis huevos

A cada uno que me follaba, sentí mi ano más y más abierto, más irritado por el roce y más lleno de leche. María, se dio cuenta de que gran cantidad de ella caía al suelo, fue a la cocina y trajo u bol, poniéndolo debajo para recoger toda la leche que cayese. Cuando los once pasaron por mi culo, incluido Manuel después de sacar su polla de mi donde que había permanecido todo este tiempo, la puta quiso ser la última en follar mi culo. Cogió el mega consolador, lo ajustó a su cintura y me penetro de un solo golpe, sus casi 37 centímetros hicieron que soltara un alarido tremendo

.- Ahhhhhhhhhhhhhh

.- Si cabron, así me gusta, quiero que te duela, quiero castigarte por correrte sin nuestro permiso, quiero hacerte daño, decía la puta mientras sus movimientos cogían un ritmo frenético

.- Dale duro puta, follate a la maricona como se merece por desobedecernos, decía María

.- Siiiiiii le quiero reventar el culo, ya nunca más volverá a desobedecer, respondía la puta

La puta seguía con sus embestidas, metiendo el consolador hasta que su pelvis chocaba con mis nalgas. En la posición en la que me encontraba, las muñecas, los brazos, los tobillos y las piernas me dolían terriblemente. Sentía el consolador en lo más hondo de mi, enterrado hasta mi estómago. La puta sudaba por el esfuerzo y el placer de follarme, de vejarme delante de tanta gente desconocida hasta ese momento. Cuando se cansó de follarme, sacó lentamente el consolador de mi ano, mostrando a todos el gran agujero que había quedado

.- Chicos, mirad el culo del cabrón

Los chicos se acercaron a mirar. Algunos se reían viéndolo, otros ponían cara de asombro

.- Chicos, ¿ninguno tiene ganas de mear?, dijo la puta

Los chicos se fueron acercando polla en mano, la metían de nuevo en mi culo y meaban dentro, era tal la irritación que tenía que el líquido caliente me quemaba por dentro, debía tener el ano en carne viva. Como es lógico, gran cantidad de meados cayeron al suelo y otra al bol que maría había puesto debajo, mezclándose este con el semen caído anteriormente.

Yo estaba exhausto, sin fuerzas, mi cuerpo me dolía enormemente. Me desataron y me dejaron en el suelo

.- ¿Tienes sed cabron?, dijo la puta

Asentí con la cabeza

Acercándome el bol con el pié, me dijo

.- Toma, bebe

La miré con cara de desprecio, su humillación estaba llegando demasiado lejos

.- Que bebas te digo cabron, dijo gritándome

Como pude cogí el bol, lo acerqué a mi boca y bebí un poco

.- Todo cabron, bébetelo todo, que no quede ni gota

Mirándola fijamente a los ojos, volví a beber del bol, esta vez lo tragué todo, por completo, al pasar por mi garganta quemaba, la tenía irritada de la follada que me había dado Manuel,  cuando finalicé se lo enseñé

.- Muy bien cabron, así me gusta. ¿Ves lo que te pasa por desobedecer?, ¿volverás a hacerlo?

Con la cabeza le hice un gesto negativo

.- Bien, eres un buen perrito

Ese fue nuestro último día en las islas. Al día siguiente nos marcharíamos temprano, volveríamos a casa no sin antes de que mi ama compartiera datos de contacto con todos y cada uno de los chicos, así como con María, prometiendo que nos volveríamos a ver

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