Cornudíssimo y orgulloso I

Os comparto mi experiencia como cornudo. Cómo me inicié, las diferencias entre "cornudo" y "hotwife" y lo mucho que disfruto compartiendo mi mujer con auténticos toros sementales.

Ser un cornudo, un cuckold, es una eleccion que algunas parejas compartimos. Se trata de hacer realidad la fantasia de que tu mujer se acueste con otro. En el acto, a veces, suele haber un pellizco de jugar al rol de la humillación. Hay gente que le gusta más, en algunos casos el rol del cornudo es el de dominado, y otros, como el mio, en que el rol es mas de hotwife, es decir mujer caliente y marido al que le gusta que le hagan cornudo.

Yo, lo tengo que confesar, tengo la inmensa suerte de compartir mi vida (también la sexual) con mi media naranja. A ambos nos ha gustado desde siempre el sexo y las relaciones abiertas, por lo que el "juego cornudo" nos da un immenso placer a los dos.

Para situaros, os diré que llevamos juntos casi 15 años y no tenemos hijos. Vivimos en Castelldefels, cerca de Barcelona, en una casa cerca de la playa que nos compramos a los dos años de salir. Tanto ella como yo nos ganamos bien la vida y, la verdad, vivimos acomodadamente.

Fue precisamente al poco de tener la casa que, un dia, estabamos los dos tomando el sol, desnudos, en la terraza, cuando nos pusimos tontorrones. Mi mujer se acercó a mi, me miró a los ojos y se puso mi miembro en su boca para empezar una felación de escándalo. Así estaba ella, con el culo en pompa chupándomela con avidez, cuando observé que en el jardin de casa del vecino, el jardinero estaba observándonos. Bueno, no sólo observándonos : tenía en la mano un cipote descomunal que se estaba sacudiendo arriba y abajo, al ritmo de la mamada de mi mujer.

  • Lidia, no pares de chupar, y sé discreta, pero que sepas que tenemos un espectador.

  • Donde? - dijo mi mujer sin sacárse la polla de la boca.

  • Shhhh, disimula - le dije. Yo, con gafas de sol, podía ver que el jardinero no se daba cuenta de que le había descubierto.

Lidia, al saberse observada, poco a poco abrió más las piernas y, mientras seguía chupandomela, se empezó a masturbar.

Cuando ví que estaba a punto de correrme me levanté, para correrme en su cara, pero me puse casi dándole la espalda a nuestro "mirón", de tal manera que Lidia, cuando se puso de rodillas para recibir mi leche, podía ver, disimuladamente (ella también llevaba gafas de sol) a nuestro espectador.

  • Joder, qué pollon! - soltó Lidia. Y no se refería, claro está a mi pene, que es más bien pequeño...

Ver cómo se masturbaba y excitaba viendole la polla a otro hombre me puso loco y me corrí de immediato. Mi corrida, aunque poco abundante (mis corridas nunca lo son) le sirvió a Lidia para jugar un poco untándose de mi semen como si de crema solar se tratase.

Miré hacia abajo y a los pies de mi mujer habia un charco transparente. Entonces me dí cuenta del corridón que se había pegado ella, con  eyaculación incluida. Pero al mirar su cara de placer y su vagina encharcada y enrojecida lo supe de immediato. Ella tenía que tener ese pollón entre sus piernas y yo tenía que verlo.

  • Verte masturbándote para el jardinero me ha puesto a mil- le dije- me he corrido imaginando su polla dentro de tí.

  • Y yo, imaginandome que él me cabalgaba frenéticamente, he orgasmado como nunca!

  • Tenemos que conseguir que se cumpla nuestra fantasía.- le respondí.

Lidia me miró, me dió un beso en los labios y me dijo : "déjalo en mis manos".


Unos días despues, estaba yo en el trabajo (y, la verdad, ya no me acordaba del tema) cuando veo que me suena el móbil. Era Lidia, mi mujer.

  • Hola, cariño.

  • Buenass, tienes un minuto?

  • Claro. Dime, le respondí intrigado.

  • Nada, un par de cosas. Primero, que hoy me he ido al victoria's secret y me he comprado un body de lenceria rosa claro y unas medias y ligueros a juego, preciosos.

Estoy en casa poniéndomelos y la verdad es que me quedan de lujo, aunque claro, no sé si me cabrán bien mis tetas. por mas que intento, se me salen los pezones! Aunque, de hecho son casi transparentes, así que se ven igual... jejjejeee

-Uau! No puedo esperar a ver como que quedan. me has dicho dos cosas, no?

  • Ah, sí, por cierto! Ya que llevo este conjunto tan sexy, he llamado al jardinero del vecino que vendrá ahora a podarnos el seto y en principio, me lo voy a follar en la piscina. Lo digo por si quieres venir a ver el espectáculo, que no tardes porque llega en media hora!

El corazón me dió un vuelco.

  • Has... has quedado con él ahora?  - ella sabía que yo no podía hablar mucho porque mi oficina era openspace y todos nos podíamos oír los unos a los otros.

  • Sí, he quedado con él y me he rasurado el pubis completamente para que me pueda comer bien el coño antes de follarme con esa polla que tanto nos gustó a los dos el otro dia. Tu crees que me cabrá su polla en el culo, cariño? La tuya sí que me cabe, pero claro, la suya es mucho más grande...

Me estaba poniendo como loco de caliente, por lo que le respondí.

  • Es cuestion de probarlo, no? A ver, cuando llegue mira a ver si puede ser, y sinó, que haga lo que pueda. Yo intentaré venir cuanto antes, a ver como va el tema.

  • Sí, por favor, ven que quiero que veas mi cara de placer cuando me follan bien follada.

  • Ok, miro de salir un poco antes. Nos vemos, un beso..

  • Igualmente, amor mio!

Intenté recoger con discreción pero supongo que se me notaba nervioso porque mi secretaria me preguntó :

  • va todo bien, sr Alfonso?

-sí, sí, no es nada. Que tenemos a los jardineros en casa y voy a ir, que no me hagan un estropicio...

Estaba completamente empalmado, pero afortunadamente, una de las cosas buenas de tenerla más bien pequeña es que en casos como éste no se nota la ereccion.

Llegué a mi casa al cabo de media hora. Entré en silencio y me colé por el lateral del jardín. El jardinero, visto de cerca, era alto, bastante joven (unos ventitantos) y debia haber llegado hacía poco rato. Mi mujer, como si nada, le estaba explicando los setos, como los quería, le enseñó donde estaba el sistema de riego, todo...

Digo "como si nada" porque auque le estaba explicando el tema con toda naturalidad, iba vestida efectivamente con el conjunto que me había prometido y un pequeño batín a juego que dejaba muy poco a la imaginación.

Le mandé un whatsap con sólo 4 palabras : "ya estoy en casa" y el emoji del besito. Ella miró el móbil, sonrió, miró hacia donde estaba y dejó el teléfono en la mesa. Empezaba el espectáculo.

  • Bueno, emm... Iván, me has dicho, verdad? -  no te entretengo más, cualquier cosa me dices, ok? Yo estaré aquí tomando el sol, pero cualquier cosa que necesites, lo que sea, me lo pides, ok?

  • Eehh, de acuerdo, gracias... - al pobre se le salían las cuencas de los ojos al ver a mi mujer que iba medio desnuda y con las tetas que se le salían del vestido...

El chico se acercó al primer seto, con las herramientas y todo, y mi mujer se acercó a una de las tumbonas que tenemos al lado de la piscina y, ni corta ni perezosa, se empezó a quitar lo poco que llevaba para quedar, ahora sí, completamente en pelotas. Bueno, de hecho, sólo llevaba las gafas de sol...

El pobre Ivan no paraba de colocarse bien el miembro que, con aquellas vistas, estaba claro que debía estar a punto de estallarle.

  • Ivan, - interrumpió mi mujer - te importaría ponerme crema en la espalda?

  • Ehhh, sí, sí, claro - El joven se acercó nervioso, y le empezó a poner púdicamente crema por la espalda.

Cuando terminó dijo :

  • Está bien así?

  • A ver, Ivan, te cuento : cuando una mujer en pelotas te pide que le pongas crema en la espalda, lo que te está pidiendo es que te la folles bien follada, me explico? Por lo tanto, si eres tan amable, sácate el pantalón y metérmela de una vez, te va bien?

Esto sí que lo entendió : se sacó la camiseta, el pantalon y finalmente el slip. Sus más de 20 cms de polla gruesa salieron como un resorte. Desde donde estaba yo no podía verla bien, pero mi mujer, que la tenía delante, soltó un "madremía" que no dejaba posibilidad a error.

No hacía falta chupar mucho porque aquél chico tenia ya una erección de escándalo por lo que se tumbaron al suelo, en el cesped, encima de una toalla, y al cabo de nada mi mujer estaba trotando en aquella polla como si no hubiera un mañana.

Quise darle una sorpresa, así que dí unos pasos atrás y desde unos 20 metros grité :

  • cariñooo, ya estoy en casa....

El jardinero supongo que no se lo esperaba porque intentó salir pero mi mujer, que estaba encima le dijo :

  • tranquilo, es mi pareja, relájate !

Salí al jardín donde el pobre Ivan no sabia donde mirar mientras mi mujer seguia trotando encima de él.

  • Hola, amor, le dije a mi mujer, dándole un beso en los labios mientras ella seguia con la polla de Ivan dentro. Tu debes de ser el jardinero, verdad?

  • Ehh, si, si...

  • Vale, seguid con lo vuestro, yo me voy a dar un chapuzón.

  • Gracias amor, - me dijo mi mujer, - ah, y traenos algo de beber por favor. Que estamos acalorados!

Lo bueno de aquella situación tan morbosa es que a Ivan se le había frenado un poco el ímpetu, algo normal, teniendo en cuenta la situación, por lo que a mi mujer le duraría mas el polvo.

Como si nada, me desnudé, entré a la cocina y salí, con una bandeja con tres cocacolas.

  • Gracias, amor, - me dijo Lídia - ves, Ivan? Mi marido no tiene tu polla. Por eso necesito que me monten sementales como tu.

Y sin mirarme, se acercó a él y le dió un tremendo morreo. Cómo estaban disfrutando los dos. Era maravilloso.

Yo me tumbé en una de las tumbonas y me empecé a masturbar viéndoles a los dos follando de aquella manera.

Lidia no perdía la oportunidad de ponerme cachondo.

  • Uuaaaa, cariño, lo que tiene este chico no es una polla, es un cañon. Me va a partir por la mitad.

  • Qué suerte tienes, cabrón,- me soltó Ivan, que hasta el momento no había abierto la boca- tu mujer folla como los ángeles! Y qué tetas!!!

Por mas que lo intenté, no pude aguantar más y me corrí. Solté mis tres o cuatro gotitas de leche y mi mujer me miró, y dijo :

  • te ha gustado, eh, amor? Es una lástima que ya te hayas corrido porque te vas a perder lo mejor.

Y mirándome, se sacó la polla de Ivan y se la puso en la entrada del culo. No me lo podía creer: centímetro a centímetro, aquella barra de carne fué desapareciendo en el culo de mi mujer. Desde donde estaba podía ver su coño enrojecido y su ano abierto y lleno de carne.

  • Estás preciosa, le dije.

Ella me sonrió, a pesar del esfuerzo, y me dijo :

  • Hazme una foto.

Cogí su teléfono móbil y empezé a hacerle fotos y videos. Finalmente, Ivan se sacó la polla del culo de Lidia y entre bufidos, empezó a correrse en las tetas de mi mujer. QUé cantidad de leche! Cinco, seis, siete lecharazos le atravesaban de punta a punta sus inmensos pechos.

Una vez terminó aquella abundante corrida. Lidia le dió un beso en la boca a Iván, un beso largo y dulce y le dijo :

  • pegate un remojon, si quieres, en la piscina. Y ponte a arreglar los setos, que sinó se te hará tarde!

Y luego se acercó a mi y me dijo :

  • Ohhh, no sabes lo bien que me ha follado el chico, por dios. Pero mira como me ha dejado las tetas. Me las quieres limpiar, amor mio?

Aquella invitación reanimó mi pene, cosa que no me había ocurrido nunca. Que se me volviera a poner dura cuando hacía tan poco que me había corrido ya indicaba lo caliente que estaba!

  • Se te ha puesto dura? me dijo ella- ostras, pues ahora no te voy a follar, lo siento. Piensa que si ahora me la metes ni la notaria, cariño mio.

  • Lo sé, amor, -le respondí. - no te preocupes, acercate y dejame limpiarte los pechos para que te puedas relajar.

Ella se acercó, se tumbó al lado mio y yo empecé a chuparle la leche del semental que se acababa de follar y que le había dejado las tetas cubiertas. Cuando terminé, le dí un beso que sabía a la leche de su amante, y le dije :

  • Soy muy afortunado.

  • Ella sonrió, me miró y me dijo : Los dos lo somos.


Aquél fue el dia en que me salieron los cuernos. Ha habido muchos más, pero esto ya es otra historia...