Corazón de fuego . Capítulo 3

Orfeo cruzó varios pasillos , para dirigirse a los aposentos de su madre y soberana . Era la costumbre general , de que los reyes de los rreinos del Supramundo no compartieran estancias , sino que poseyeran las suyas , como igualmente pasaba con su descendencia , sus consortes y la nobleza .

A pesar de la revelación que Morfeo le había hecho , sus pensamientos se dirigieron a Miguel . El mortal que tanto amaba , al que prometió no olvidar nunca . El elegido para enfrentarse al Basilisco . Se preguntaba como había cambiado en esos diez años , más sabía que pronto lo descubriría .

Lo que sentía por él no había desaparecido , ni lo haría jamás . Estaba profundamente enamorado . Lo mismo le pasó con Eurídice , pero aquella eṕoca era ya muy remota ; había tarado unos siglos en superar su pérdida y ahora sólo era un bello recuerdo .

Miguel Ramos era su presente y su futuro .

`` Hijo mío , el amor que sientes se mantendrá durasnte toda la eternidad ´´ . La voz de Hécate le vino nuevamente haciendo que una corta sonrisa asomara en sus labios .

• Lo sé - respondió el joven rubio , completamente seguro de todo lo que conllevaría su viaje .

Cuando llegó a los aposentos de Calíope , no hizo falta que llamara a la puerta .

• Adelante - le dijo su madre .

Su hijo mayor entró en la estancia . Las doncellas al servicio de la reina , musa de la poesía épica y la elocuencia , procedieron a retirarse , no sin antes mirar , asentir y murmurar entre ellas sobre el heredero al trono . Es taba claro que el príncipe Orfeo era bellamente apuesto .

Al quedarse solos , Orfeo se inclinó respetuosamente , y Calíope , sentada en la cabecera de su cama , habló por él .

• Ya sabes la verdad - afirmó .

• Sí , madre . Pero estoy tan confuso - el prícipe se arrodilló ante ella - . No sé que pensar sobre Iquelo , y eso mismo me aterra .

• El destino de tu hermano no está escrito - Orfeo quedó contrariado ante esas palabras , peor ella le dedicó una sonrisa que le calmó - . No del todo . Él , en el fondo , alberga una esperanza , pero podría usarla para el Mal . Sólo eso podría hacer que cambie .

• Aristeo - pronunció el rubio con melancolía e ira a la vez .

• ¿ Cuando partirás al Medio Mundo , hijo ?

• Hoy al atardecer , madre - respondió Orfeo - . No quisiera demorarme más . La vida del elegido es vital .

• El Mal reencarnado - el rostro de Calíope se tensó - . Recé para que no llegaran nunca estos días que se tornarán tocados por la Oscuridad , pero no está en nuestras manos impedir que se produzcan .

Orfeo se puso de pie .

• Madre , amo verderamente a Miguel . Sé que él es mi destino , mi presente y mi futuro . No permitiré que muera .

Calíope le miró preocupada .

Inframundo . Territorio de Satanás .

En uno de los psadizos iluminados con antorchas , el Basilisco esperaba la llegada de su señor . Conociéndole como lo conocía , estaría expectante para recibir en privado el mensaje que le transmitiría . Sonrió con malicia , pensando en lo que recibiría a cambio .

Su perversa sonrisa se anuló cuando vio que las antorchas oscilaron y una luz rojinegra inundó el lugar .Despojó su cabeza de la capucha y la inclinó . Ante él se hallaba la Oscuridad encarnada .

• ¿ Qué averiguaste ? - le dijo con esa voz tan profundamente tenebrosa que podía hacer realidad las peores pesadillas de cualquiera .

• Como sospechabais , mi señor , el elegido es aquel mortal puro que visitó el Reino del Sueño  .

El rey oscuro gruñó .

• Ve al Medio Mundo y mátalo a él  y al hijo de Morfeo . Quiero verles vacíos de espíritu ante mis ojos .

• Asi será , mi señor - aceptó el Basilisco .

Satanás volvió a gruñir y desapareció .

• Madre , estaré bien - le dijo Orfeo a Calíope .

La reina se levantó para observarle de frente , y le dio un sincero abrazo .

• Que el amor de Hécate vaya contigo , hijo . Y recuerda que lo que más anhelas puede tornarse del lado oscuro si tienes miedo .

• No lo tengo , madre .

• Sé que no lo tienes , hijo .