Copas para tres (4ª parte y última)
Una noche donde los ojos de Conchi eran totalmente desconocidos, sus ojos vivos se convirtieron en ojos sumidos en el más puro placer que le dimos sus tres machos.
Después de 14 meses en aquel pueblo Segoviano que al principio se hacía insoportable, evidentemente hasta que apreció Diego que todo se entornó de otro color, llegaba la hora de irnos. La obra había sido entregada y nos quedaríamos unos días para hacer unos trámites administrativos.
Al decírselo a Conchi cuando llegue a casa, a ella no le sentó nada bien y arrugó el ceño, yo pensaba que acabaría en Mayo según me dijiste, pues ya ves cariño, todo se ha adelantado y la abracé. Conchi no se adaptaba al principio hasta tal punto que los fines de semana tenía necesidad de ver a su familia y nos pegábamos más de 1000 km para visitarlo, pero la llegada de Diego a nuestras vidas no le hizo pensar tanto en ellos. Ella se encariñó con el chico que le hizo no pensar en otra cosa, y no era porque falláramos mucho con él, era porque raro el día que no nos visitara y era la persona de confianza que teníamos en este lugar para todo.
Organizamos una cena de despedida para los tres, pero a la tarde siguiente Diego nos dijo que si podía venir también Oscar su follaamigo, nosotros nos quedamos sorprendidos. Cómo? le pregunte, el con una sonrisa me dijo hay algún problema? Yo le contesté este chico sabe lo nuestro? El calló en un principio, y pasado unos segundos de una forma categórica dijo Si!!!!!!. Conchi, reaccionó, nos hubiera gustado saberlo desde un principio, no hubiera habido problemas. Diego nervioso, bueno le digo que no!!!! y punto. Conchi le contestó seria nooo!!! que venga a cenar y a follar. Cenaremos en mi casa dijo Diego lo tengo todo preparado que os parece. Me parece bien dije, pero Conchi dijo de eso nada cenamos aquí y tú prepara la cena aquí en esta casa. Vale, contestó Diego.
Al irse Diego, Conchi se empezó a reir a carcajada, se ha asustado, a mí la idea me encanta, y hacer un buen bucake, y tener tres pollas que ricura. Estos se van a enterar y volvió a reir a carcajada Conchi.
Diego se presentó una hora antes de la cena para prepararlo todo, que iba a ser de canapés frío y algo de jamón y queso, Conchi había preparado por la mañana unas natillas buenísimas y yo me encargué del vino, un buen vino de la Rioja. Todo preparado esperando la llegada de Oscar, mientras ella fue a maquillarse y a vestirse para la ocasión. Al salir nos quedamos impresionado Diego y yo, Conchi estaba guapísima, para comérsela.
Lucía un blusón blanco transparente por encima de las rodillas, dejando ver su tanga blanco, sus ojos pintados de verde con ribetes negros y unos labios bien perfilados en rojo. Al andar contoneaba su culo para provocarnos, estaba dispuesta a pasar una noche loca con tres hombres. Pero advirtiendo una cosa a Diego y a mí, que luego también se lo diría a Oscar. Escuchar aquí quien manda esta noche soy yo.
A la hora concretada apareció Oscar , yo lo conocía de haber tomado algún café junto con Diego, pero Conchi y Oscar no se conocían de nada, a él le impresionó Conchi y no le quitaba ojo, pero Conchi le mostró indiferencia. Él era un chico normal, mayor que Diego, muy moreno, que se daba por hecho que tendría una polla negra, como así fue.
La cena transcurrió con normalidad pero con miradas pícaras y deseosas entre nosotros de que acabara pronto para empezar nuestra orgía. Conchi se veía distinta a otras veces, más loca, más provocadora, con deseo de todo y de ser ella la auténtica protagonista. Recogimos la mesa entre todos y la apartamos, dejando libre todo el salón, acercamos los dos sofás uno en frente del otro y entre media tendimos dos mantas, para darle aquel habitáculo comodidad y confort.
Chicos!!!! Exclamó Conchi quiero que os desnudéis y os sentéis los tres en este sofá, os quiero ver como tenéis sexo entre vosotros. Obedecimos como sumisos, los tres desnudos viéndonos nuestras pollas aún cerullonas y sobre saliendo como siempre la de Diego, más grande y más gorda. Oscar con una polla normal pero muy negra, y empezamos nosotros a pajearnos, a engullirnos cada uno la polla que deseábamos.
Yo empecé por la de Oscar que se le empalmó en mi boca, y Diego empezó a comerme la mía, empezamos a calentarnos los tres, mientras que Conchi destapó una cajita de color rosa y sacó una crema que se la untó por el ano, apartándose el tanga para meterse después un consolador, mientras se abría de piernas para nosotros.
Seguid maricones así, disfrutar entre vosotros nos decía Conchi entre otras cosas obscenas que hacía que nos subiera a todos la temperatura, mientras ella se metía su juguete por el culo y se tocaba su clítoris. Estaba claro que ella estaba dilatándose su ano para ser penetrado por nosotros. Mientras tanto nosotros seguíamos mamándonos las pollas que ya las teníamos empalmadas y lubricadas con nuestras salivas, a Oscar le encantaba que se la mamara escupiéndole en su capullo para luego entrar mi boca hasta su tronco.
Diego nos hizo poner de pie a Oscar y a mí, para ponerse él de rodillas y meterse las dos pollas en su boca, Luego invertimos, el de pie y Oscar y yo arrodillados mamándole su gran polla, un ratito cada uno le agarramos su pene y nos lo tragábamos hasta darnos arcadas mientras que otro le pasaba la lengua por sus testículos grandes y suaves.
Oscar ya no pudo más, se levantó y empujando a Diego al sofá le agarró el culo y lo penetro dándole cachetadas en sus glúteos, entrando y sacando su polla negra en el culo blanquito de Diego, como gozaban cerrando sus ojos inmersos en un placer infinito. Yo le metí la polla a Diego en su boca le agarré la cabeza y le obligaba a que se la tragara entera hasta la garganta.
Conchi tenía todo el sofá lleno de fluidos de haberse corrido con sus dedos y su consolador al vernos disfrutar de lo lindo. Se levantó y se tendió bocarriba en las mantas que separaban los dos sofás. Y nos llamó, venid chicos!!! Le retiré la polla que se la tenía introducida en la boca de Diego, me tumbe en lo alto de mi mujer y empecé a follarla abriendo sus piernas por completo, Oscar nos miró sacó la polla del culo de Diego y se la metió en la boca de ella, Diego en cambió se sentó en el sofá suspirando de la follada que le había dado su amigo.
No quiero que os corráis exclamó Conchi sacando de su boca la polla de Oscar, en esos momentos yo me retiré de follar a mi mujer, y continuó Diego introduciéndole su gran polla que ella la recibió con deseo, la bombeaba sin compasión gimiendo como una hembra en celo y con la polla negra de Oscar en la boca. Conchi se corrió de gusto al momento que Diego la sacaba de su coño, para luego empotrarla Oscar que se la saco de la boca a mi mujer, le abrió las piernas y empezó a follarla primero despacio y luego cogió un ritmo mejor sincronizado que el nuestro, este chico sabe follar pensé.
El aguante de Oscar era increíble hizo que Conchi se corriera dos veces, gritando de placer. Se apartó de ella para no correrse y le obligó que cambiara de postura, ella obedeció sin rechistar y se puso de culo. Oscar le echó saliva en el ano y empezó a comérselo e introduciéndole un dedo, sabía que estaba dilatado y se la metió por el culo. Buffff!!! Exclamó Conchi cuando fue penetrada por Oscar y empezó a follarla analmente. Diego se puso debajo de ellos, su boca y lengua lamia los genitales de Oscar y el tronco de la polla que se quedaba al descubierto cuando bombeaba el culo de Conchi, Diego con su polla erecta bien gorda y al aire empezó a mamársela Conchi y yo empecé a ayudarla.
Conchi empezó a reclamar polla para su coño, con lo que Diego cambió su postura y penetró a Conchi por el coño tendido debajo de ella, mientras que se comían la boca los dos. Que doble penetración le estaban haciendo mas rica, yo arrime mi polla entre las bocas de Diego y Conchi para que no callera mi erección.
Al rato le dije a Oscar que se retirara que iba yo a follarla por el culo, me miró un poco despistado, pero accedió y empecé yo a follar a mi mujer por el culo mientras Diego la tenía penetrada por el coño desde abajo. Unos momentos inolvidables de placer y lujuria. Mientras la follaba empecé a darle cachetadas en el culo, gozaba como una perra y tenía los ojos vueltos cuando me miraba al girar su cara. No correros por favor, exlamó Conchi otra vez, mucho aguante teníamos los tres para conseguir el deseo de mi mujer.
Diego se quitó de follar a Conchi, de una manera rápida, porque no quería correrse obedeciendo a ella, yo me quedé solo follando a Conchi por el culo, hasta que me retiró Diego y me dijo ahora me toca a mí. Le obedecí y vi como su enorme polla penetraba el culo de Conchi, Ayyyyy Dios!!!! Exclamo pero empezó a bombearla por el culo disfrutando los dos, además cuando entró su capullo de inmediato entró esos 19 cm por 8 cm de grosor. La va a reventar el cabrón pensé. Oscar se metió debajo para follarla por el coño, ummmmmm otra doble penetración le estaban haciendo, como gozaba la muy perra, y estos cabrones no encontrarán otra mujer como la mía en su vida seguro, pensé.
Conchí se había corrido por lo menos cinco veces, ya no aguantaba más las embestidas nuestras, y se quitó las pollas de los dos, quedándose tendida en las mantas con los ojos cerrados y las piernas flexionadas y abiertas.
Pero poco descansó se puso de rodillas y exclamo las tres pollas en su boca, Diego y Oscar se quitaron los preservativos dándole de mamar a mi mujer que las recibió con mucho deseo, yo me acerqué para que me la mamara también a mí. Consiguió hacer ese bucake que tanto le gustaba. Chicos!!! Ahora quiero que os corráis en mi boca, no tardamos mucho, el primero fui yo que le eche toda la leche en su boca que se la trago toda limpiándome bien el capullo de leche mientras tenía en cada mano la polla de Diego y Oscar.
Luego fue Diego que le lleno toda la cara de semen de que el mismo le ayudaba a introducírselo con su lengua en la boca de mi mujer, luego Conchi le limpió bien la polla a Diego que seguía estando erecta, como le pasaba la lengua y luego la engullía hasta la garganta provocándole arcadas a Conchi.
Y por último a Oscar le fue mamando esa polla negra, que la escondía en su boca y la sacaba de sus labios rojos, mientras que con la otra mano le acariciaba los testículos para ayudarle a eyacular hasta que lo hizo tragándose toda la leche sin desperdiciar ni una gotita, luego abrió su boca para que observemos por donde se ha introducido la leche de los tres. Me habéis hecho gozar maricones de lo lindo, dijo Conchi.
Me guiño un ojo y me dijo que sirviera tres copas de ron, lo cual yo le dije no son cuatro cariño, y ella contestó yo no quiero, prefiero mantener el gusto de vuestras pollas en mi paladar, y nos echamos a reír los cuatro.