Cool Life, días para contar: (01) Coque

Me llamo Hugo, tengo 19 años y me va la movidilla grunge. Estos relatos contienen prescisamente eso: días para contar.

Hola a todos! Antes de nada quiero presentarme. Me llamo Hugo y tengo 19 años. Mido 185, soy delgadito, ojos marrones y pelo largo castaño hacia delante con flequillo y llevo un aro en el labio, en el lado izquierdo. Me va la movidilla grunge y tal, para que os hagáis una idea de cómo soy.

Estoy estudiando en Madrid, pero soy de otra ciudad, así que comparto piso con otro chico: Jorge, aunque todo el mundo le llama Coque.

Estoy en segundo de carrera, y llevo más de un año compartiendo piso con él. Le conocí por un cartel que vi en la universidad en el que buscaba compañero de piso. Me presenté, congeniamos y nos hemos hecho muy amigos. Cuando ya empecé a coger confianza con él le conté que me gustaban los tíos, lo cual se tomó sin ningún tipo de problema, dijo que éramos colegas y que eso no cambiaba nada.

Lo cierto es que Coque siempre me ha atraído. Tiene un año más que yo; es alto, blanquito de piel, con el pelo moreno corto rizado, ojos azules y unos dientes blanquísimos con una sonrisa impresionante. Le falta algún kilo de más, porque está bastante delgado y tiene también bastante vello, sobretodo por las piernas. Lleva además un piercing en la ceja que le queda de muerte.

Sin embargo jamás se me había pasado por la cabeza tener nada con el, puesto que era mi amigo y además tenía novia (Sofía) la cual se pasaba por casa frecuentemente.

Y bien, hecha esta pequeña introducción, aquí empieza la historia:

Día 1 – Lunes

Eran como las 8 de la tarde. Llevaba un día horrible, había llegado el día anterior puesto que había aprovechado el fin de semana para ir a mi casa (no a Madrid sino a la ciudad en la que vivo con mis padres), y había tenido que madrugar aquella mañana para ir a clase, había comido en la facultad y me había pasado la tarde haciendo unos trabajos con unos compañeros de clase. Y ahí estaba yo, sentado en el metro esperando mi parada. Aquel día llevaba una camiseta roja de adidas, unos vaqueros bastante bajos y mis corverse rojas. Vi un tío que estaba bastante buenillo pero desgraciadamente no me devolvía las miradas sino que no le quitaba ojo al culo de una rubia con pintas de pija reprimida que estaba de pie al lado suyo. Llegó mi parada, así que me bajé y caminé hasta casa. Entré en el portal y subí hasta el tercero. Al abrir la puerta de casa el familiar olor a porro penetró en mis pulmones y allí estaba Coque, tirado en el sofá, viendo la tele y fumándose un peta. Llevaba unos pantalones cortos anchos y una camiseta roja de carhartt.

Que pasa Coqué, descansando después de un duro día de clase...jeje –

No he ido – contestó el con voz apagada

Pero tío, no jodas, no me digas que sigues dándole vueltas a lo de sofi? –

Pues sí, no paro de pensar en ella, es superior a mis fuerzas, no consigo hacerme a la idea –

¡Pero qúe idea! No exageres, sólo te ha pedido tiempo para pensarse las cosas, no te preocupes, ya veras como dentro de nada te llama y lo arreglais todo.

No se Hugo, esta vez me parece que va en serio...estoy jodido –

Coque había tenido una fuerte discusión con Sofía hace una semana y ésta le había pedido tiempo para pensar en su relación. Coque estaba bastante colgado por ella y la verdad es que se le notaba que lo estaba pasando mal. Yo había quedado en pasarme a cenar por casa de Ruth, una amiga de la uni que vivía al lado, pero decidí quedarme para animar a Coque.

Venga, no te preocupes, ¿sabes lo que vamos a hacer?, vamos a pedir unas pizzas y bajo a alquilar una peli y nos la vemos aquí tirados en el sofa vale?–

Mmm..bueno...vale – contestó sin mucho entusiasmo

Bajé al videoclub de debajo de casa y estuve un rato decidiéndome, porque las pocas que quería ver eran más bien lacrimógenas, y lo cierto que no era plan dada la situación, así que busqué algo más bien de coña y sin demasiado contenido. Acabé alquilando la última de american pie...

Nos tumbamos en el sofá con las piernas encima de la mesa que había delante (la típica mesa baja de salón) y estuvimos viendo la peli y comiéndonos las pizzas (el repartidor que las trajo no estaba nada mal por cierto). La peli no estaba mal para pasar el rato, nos echamos unas risas y sin darnos cuenta nos bebimos una cerveza tras otra.

Cuando acabó la peli me levanté del sofá y me mareé un poco, efectos de la cerveza...:

Joder!¿ Te puedes creer que me ha subido un poco? –

Jajaja, que marica estas hecho.....- se quedó callado un momento y: - ¡huy!, perdona jajaja, no me e dado cuenta – yo sabía que lo había hecho a propósito pero era de coña, muchas veces bromeábamos acerca de eso.

Jajajaja! Que cabrón! No te has dado cuenta....jejeje. Bueno no has dicho ninguna mentira. Pero cuida tus espaldas.... – y le guiñé descaradamente un ojo a lo cual el respondió tirandome un cojín.

Fui al baño y cuando volví estaba liándose un porro.

te apetece? – dijo él

no se tío, estoy bastante cansado – contesté

¡ala venga! Ahora que estoy más animado –

bueno.. – me dejé convencer – pero sólo uno-

Ese porro precedió a otro, y a otro más, lo que junto con la cerveza que seguíamos bebiendo nos provocó un pedo considerable y acabamos descojonados viendo a las videntes y la teletienda de las pésimas cadenas autonómicas.

En un momento dado haciendo zapping apareció una porno de estas pésimas en las que una rubia oxigenada y con una cara de puta que no se la puede aguantar se la chupaba a un negro que no le debía de medir menos de 20 cms. En ese momento Coque dijo:

Joder tio!, sí que voy a echar de menos a la Sofi...- y se descojonó

Jajajaja! Que perro que eres, así que sólo la quieres para eso! –

No hombre...aunque... – se quedó callado – voy a echar de menos como me la chupaba –

Reímos los dos

Anda calla, que no sabes la de tiempo que hace que no me la chupan a mi – dije entre risas, y añadí – y que no se la chupo yo tampoco a nadie, que no será por falta de ganas jeje –

Coque rió – bueno claro, nunca lo había pensado, a ti te debe molar también chuparsela a los tíos –

Pues claro – dije yo – ¿no te mola a ti comerle el coño a una tía?, pues igual –

Jajaja, pues sí, pero a mi me gusta más que me la chupen, a ti no? –

Pues no creas, por ahí anda, que donde se me ponga una buena polla... –

Los dos reíamos. Lo cierto es que otras veces ya habíamos hablado de sexo pero nunca tan directamente, en otra situación yo no hubiera dicho tantas burradas, pero bueno, los dos sabíamos que estábamos en coña.

Y si por ejemplo, tu me ves en bolas ¿te pondrías cachondo conmigo, que soy tu amigo? – preguntó él

Jaja, pues no se que decirte, bueno, ahora mismo sí porque entre la peli y la conversación...- jajaja

A todo esto que la peli porno seguía puesta, y en esa escena estaba la tía haciendole una mamada a dos maromos. Coque se quedó mirando la peli y dijo:

Joder, lo que daría porque me la chupasen ahora como se la estan chupando a esos-

Jajajajaja, ya te veo como estas – dije señalando a su entrepierna. Llevaba los pantalones muy bajos y por la cintura le sobresalía el elástico de su calzoncillo Ck Por encima de los pantalones se marcaba un pronunciado bulto que evidenciaba su gran erección.

Mira que eres....eh? – dijo el riendo – que pasa ¿qué te pone cachondo mi paquete? – dijo en tono desafiante pero en broma

Hummmm...pues la verdad es que no - dije fingiendo – ya te he dicho que quería una buena polla –

Jaja, que hijoputa! Te vas a enterar de lo que es una buena polla –

Saltó sobre mí en plan bestia, y yo me aparte riendo y cayendo los dos en el suelo. Estuvimos forcejeando haciendo el tonto y al final él que tiene bastante más fuerza que yo me inmovilizó. Yo estaba en el suelo boca arriba y el de rodillas encima mío con las rodillas una a cada lado de mi pecho y su paquete quedó a unos centímetros de mi cara. Se desbrochó el pantalón, se bajó la bragueta y se la agarró con la mano por encima del calzoncillo

¡esto es una buena polla! Jajaja – y se levantó riéndose y se sentó en el sofá con el pantalón medio bajado todavía. - ¿qué? – dijo el - ¿a que te e puesto cachondo eh?, que te pensabas, ¿que quería tema o que? jajaja, que por muy amigo mío que seas te aseguro que me siguen gustando las tías!! –

¿ah si?- dije yo- pues ahora me toca a mí- y desde el suelo salté al pie del sofá quedándome de rodillas y abalanzándome sobre su polla, esperando que el se quitara. Sin embargo no se quito, y lo cierto es que no se que se me pasó por la cabeza en ese momento pero el caso es que se la toque tan sólo un segundo por encima del calzoncillo y me puse tan a 1000 que acto seguido le bajé el calzoncillo y me metí la polla en la boca de golpe

eh tio...que haces!!!! – dijo Coque

Pero yo no escuchaba nada, estaba absorto, lo único que pensaba en aquel momento era que tenía la polla de Coque en la boca!! Mi amigo Coque! Mi amigo hetero Coque!

Me saqué la polla de la boca y le pasé la lengua por fuera. Él ya no decía nada y se limitaba a dar un pequeño suspiro de vez en cuando. Tenía una polla impresionante, era delgada pero le mediría unos 18 cms, sin circuncidar y el prepucio no le bajaba del todo. Estaba disfrutando de veras con la mamada, bueno, estabamos disfruntando los dos porque dijo él:

Joderrrrr! Nunca me la había chupado así!! Que bien la chupas cabrón!!

Bajé de su polla y le empecé a comer los huevos, eran gordos y le colgaban, tenía bastante pelo también por ahí. Después me la volví a meter en la boca y Coque me agarró la cabeza y empezó a marcarme el ritmo bastante fuerte.

Ahhhhhhh!!Sigue, no paresss! Uffffffff, chupamela, chupamela!! Cometela entera!! – gritaba, lo cual me ponía más cachondo aun.

Aceleró el ritmo todavía más y en un gemido se corrió por toda mi boca. Se corrió muchísimo y me salpicó por la cara.

Uufffff, joder Hugo, que mamada, dios!. jajajajaj! Si vieras la cara que llevas jajajaja, pareces la puta de la peli – dijo mientras se subia los pantalones

Ja ja ja – reí sarcásticamente – te habras quedado a gusto no? –

Jeje, si.. –

Nos quedamos callados, la situación se volvió tensa de repente, porque ninguno de los dos sabíamos que decir. Coque se levantó y dándome una palmadita en la cabeza dijo:

Bueno, será mejor que me vaya a dormir la mona...hasta mañana tío – fue hacia el pasillo y hoy como se cerraba la puerta de su dormitorio tras de él

Y ahí me quedé yo, con cara de gilipollas, con la cara salpicada de su corrida y la polla a punto de estallar. Aquella noche me hice la mejor paja de toda mi vida, no tarde nada, pero me corrí como nunca me había corrido.

Y tumbado en la cama, pensado en lo que había sucedido y con un pequeño mareo fruto de lo antes consumido, me quede dormido...