Convidado de Leche en el Prat

Una pareja de amigos me visita en Barcelona. Los llevo a la playa a una sesión de fotos para una revista X. La cosa se calienta tras la sesión, y se convierten en protagonistas de las fotos, en la playa, ante mí...al final escribiendo el artículo y viendo las fotos mi mujer se calienta leyendolo tod

CONVIDADO DE LECHE EN EL PRAT

Nunca pensé que me pudiera pasar lo que sigue, y menos con dos de mis mejores amigos como son Alfredo y Mónica. Desde hace tiempo escribo para varias revistas X, y en muchas ocasiones me invitan a rodajes de alguna película que se ruede en Cataluña o he de preparar alguna sesión fotográfica. Para muestra un botón, aquí me tenéis con mi amiga Anastasia Mayo, indiscutible reina del Porno español, por méritos propios.

En estos días, vinieron a verme a mí y a mi mujer, dos amigos de mi tierra, y pasar unos días con nosotros en Barcelona, aprovechando unos días de vacaciones que tenían y se vinieron en moto desde Asturias. Siempre he tenido mucha confianza con ambos, y con Mónica  hemos hablado siempre libremente de temas sexuales. Como precisamente tenía que acudir a una sesión de fotos X en la playa de Prat de Llobregat, les propuse acompañarme. Ni que decir tiene que aceptaron encantados.

La sesión en sí no fue nada del otro mundo. En realidad Pepe, vino a hacerle el reportaje fotográfico a la chica que entrevistábamos para ese mes. Aquella chica se pasó todo el camino protestando, pues fuimos a una zona apartada de la playa para librarla de miradas indiscretas. Nos había mandado un book de fotos, pero resultó que había cogido unos kilitos, apenas si sabía posar y su sensualidad ante la cámara era casi nula. Alguna foto de las 100 se pudo salvar.

Mónica y Alfredo, observaron con atención, las instrucciones que dábamos para las poses, los cambios de bikini, etc. Lo cierto es que el día estaba precioso, soleado, y aunque centrado en dar instrucciones a la modelo, de vez en cuando pude ver como Mónica provocaba a Alfredo, y cómo la mano se le iba al paquete de su marido, quien no perdía ocasión de sobarla a conciencia de manera que se apercibían claramente sus pezones erectos bajo la camiseta, y pude atisbar el tanga negro cuando él juguetón le alzaba la minifalda beige hasta la cintura entre risitas cómplices.

Supongo que su talante lujurioso natural, más ver a la modelo posando con el culo en pompa, y en distintas posturas les hizo subir la líbido más de lo normal. Pepe y yo, estábamos bastante cabreados por lo mala que era la modelo y las pocas ganas que ponía, deseando acabar lo más pronto posible, cosa que hicimos una hora después, emprendiendo el camino de regreso hasta el apartado claro de árboles cercano a la playa donde habíamos dejado el coche. No se me escapó que mi pareja de amigos se rezagaban y cuchicheaban entre sí, sobándose más de lo decorosamente razonable… por un momento divertido, pensé que Mónica se iba a arrodillar a comerle la polla a Alfredo allí mismo.

Entre bromas, Pepe les propuso a mis amigos hacerles a ellos unas fotos, pero Mónica entre risas declinó la invitación, aunque me sorprendió cuando añadió sonriente que tal vez para otro día sí que se animaría. Y algo pasó, porque en ese momento capté un destello en su mirada, que estaba clavada en mí, y ese brillo era de intensa lujuria. Alfredo estaba muy pegado a su espalda, y es que le pobre estaba empalmado desde la playa, y su ajustado chándal lo delataba escandalosamente, por lo que buscaba “la sombra” del culo de Mónica, quien agradecía el frotamiento de la dura polla de su novio contra su culo, aunque fuera a través de la tela, pues no se me escapa que la parte de atrás de su minifalda estaba casi por encima de sus nalgas como si de un descuido se tratara.

El 4x4 de Pepe ya dejaba una polvareda al tomar rumbo hacia Barcelona, y yo me aprestaba a subirrme al coche para que Mónica y Alfredo me siguieran en la moto hasta casa, cuando ella de repente y entre risas me agarró de la corbata y tiró hacia ella

Heyyy,¿a dónde te crees que vas?- gritó divertida-  ¿Piensas que puedes traernos aquí, dejarnos más cachondos que unas perras en celo, y que te vas a ir de rositas?.

Je,je,je, yo nos obligué a venir aquí. Pensé que os gustaría, o ¿no ha sido así?- pregunté mirándolos a ambos. Alfredo estaba sonriente, resignado a la decisión que parecía  haber tomado Mónica y que le resultaba claramente satisfactoria.

Y tanto que nos ha gustado. ¿Sabes una cosa?, siempre he querido que me hagan fotos follando con Alfredo, y hasta ahora nunca me atreví a pedírselo a nadie… te confieso que estoy más mojada que nunca. Mi coño parece una fuente. Ahora que colaboras con una revista, ¿por qué no hacernos tú las fotos, y qué mejor que este claro junto al mar?- dijo sonriente.

No me podía creer lo que estaba oyendo, aunque de otro lado era de lo más razonable. Reconozco que a mi mismo me gustaría tener una sesión de fotos posando con mi mujer, y con varias escenas al aire libre, en todas las posturas, pero que me lo pidieran dos de mis mejores amigos no dejaba de ser cuando menos sorprendente.

Saca tu cámara y borra esa cara de bobo. Mejor pon esa cara lujuriosa tuya que tanto nos gusta, y empieza a sacar fotos y darnos instrucciones como se la dabas a la modelo aquella… estoy muy, muy caliente y necesito que me follen como a una perra- dijo zalamera y sonriente mirándonos a mi y a Alfredo- y sácame primeros planos, quiero oler el sexo en la foto… sí,sí, veo que ganas no te faltan, y no te molestes en negarlo porque tu polla te delata

Seguí su mirada y efectivamente el bulto de mi pantalón del que no había sido consciente, dejaba bien a las claras que mi polla reaccionaba ante la lujuria desatada de mi amiga, con la que debo confesar había soñado más de una vez y envidiado sanamente a Alfredo por la suerte que tenía de tirarse a Mónica. Mónica es morena y con una voz tan melosa que encandila nada más oirla. Es de esas mujeres que es buena por naturaleza y te pone cachondo sólo con hablar. Por supuesto su cuerpo acompaña, pues sus tetas sin ser espectaculares son muy agradables, y coronadas por unas aureolas grandes pero bonitas y apetitosas. Su espalda marcada llama a deslizar la lengua desde su nuca hasta lo más hondo de sus nalgas. Tuve ocasión de verla muchas veces en la playa, y en una ocasión la entreví desnuda en la ducha de mi casa., con lo que sabía (porque además ella me lo había dicho que estaba totalmente depilada).

Venga campeón, hazle caso a la nena, y dispara como si te fuera la vida en ello- añadió Alfredo- alzándole la camiseta , dejando sus tetas al aire, mientras ella me miraba lujuriosa. Posaba para mi, y sus ojos me lo hacían saber. Es como si ella fuera un torero y me dedicara la faena.

Pronto Alfredo la puso contra la moto y dejándole el tanga a la altura de las rodillas, hundió su pulgar en el empapado coño, y dirigió su boca a las nalgas. Como si un chip me pusiera en marcha, les di indicaciones para que las fotos salieran bien, y procuré enfocar la maravillosa vista del coño y el ojete. Ojete que Alfredo se lanzó a lamer en un beso negro (no sé el motivo de llamarlo negro con el sedoso y aterciopelado ojete de la muchacha) el apetitoso agujero, arrancando gemidos a mi amiga.

Ahora me toca a mi- dijo mientras desnudaba a Alfredo, hacía que se sentase en la moto, y se lanzó a una felación de auténtica profesional. Fijé la cámara y logré fotos estupendas de su atracón, que lograba meterse hasta la campanilla y más allá. Lo cierto es que mi polla se removía entre mi ropa, y notaba mis boxers húmedos por mi propia excitación.

Postrada a cuatro patas y agarrándose al casco con ambas manos, mientras Alfredo la cabalgaba furiosamente apoyando sus manos en sus nalgas, ella me dirigía lascivas miradas, y divertida me increpó: ¡¡Vamos sácate la polla del pantalón que la pobre va a reventar!!, déjame vértela…¡¡ja,ja,ja, no te preocupes que no te diré que te unas a nosotros, que no quiero que nos riña tu mujer, pero sí que quiero verte la polla y su reacción a nuestro polvo!!, si tú nos ves, nosotros también…

Ahhhhh, mira como abro mi culo para ti- gimió- cáptalo bien para recordarlo así… síiiiii,¡¡¡ja,ja,ja,a, te va a reventar la polla!!!¡¡Machácala para mí, cerdo!!.

Gritó tan alto que por un momento recordé que aunque era un día de semana que yo tenía de fiesta, aún podía aparecer alguien pese a no ser temporada de playa. Como Alfredo se reía, pues decidí complacerla y mientras sujetaba la cámara con una mano, me batí la polla para ella. Casi podía sentir la leche en el glande de lo excitado que estaba

Aún hubo tiempo para una nueva postura, en cowgirl invertido, con sus playeros sobre las piernas de Alfredo quien anunció que ya estaba a punto de correrse

¿No haréis un anal?- me atreví a preguntar (bien pensado vaya imagen que debía ofrecer preguntando eso con la polla fuera y totalmente vestido).

¡Ja,ja,ja!,lo hicimos ayer en tu casa, y aún estoy dolorida- sonrió entre jadeos- pero te compensaré…ahhhh- mientras gemía se arrancó la camiseta- ¿quieres correrte?, hazlo sobre mis tetas, ahora que Alfredo está a punto, ahhhhh.

Me acerqué a ella, miré a Alfredo y me hizo un gesto afirmativo, y mi polla sin obedecerme lanzó su leche por propia iniciativa a chorro sobre las tetas.

Síiiiiiiiiiiii, empápame guarro- chilló ella.

Ya no puedo más- gritó Alfredo, levantándose, mientras Mónica se abalanzaba arrodillada ante su polla, abriendo su boca y recibiendo en ese momento el caliente chorro de leche de mi amigo en su lengua y su cara. Pude apreciar que mi leche llenaba sus tetas y a fe mía que no se me bajó la polla ni un segundo

En ese momento, Mónica se olvidó de todos. El mundo giraba sólo por ella, y pude captar en mi cámara ese instante, en que ella con la polla de Alfredo en la boca como si fuera una piruleta degustaba la leche de su marido, y se sobaba las tetas llenas de la mía… ¿qué ideas pasarían por su mente?. Desde luego por la mía, me daba cuenta de que acaba de vivir un momento único.

El ruido del motor de un coche nos hizo recogerlo todo como rayos. Yo enfundé mi polla en el pantalón, mientras ellos recogían la ropa, aunque vi que ella se demoraba un poco más de lo necesario y dejaba el culo en pompa, con el ojete dilatado y bien visible (efectivamente sí que le había dado uso la noche anterior), como para que la vieran. El coche pasó de largo, pero seguro que nos vieron; la suerte fue que no llegara antes.

Sin darme tiempo a decir nada y como si leyera mis pensamientos, Mónica se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla (no me importó que estuviera aún pringada en leche), y me dijo que podía usar las fotos en un artículo, pero que les difuminara la cara, y que por supuesto quería una copia de todas… y lo mejor es que se me acercó al oído y me susurró: Otro día tal vez te deje fotografiar mi culo, que sé que te has quedado con ganas…y tal vez hasta probarlo…me gusta tu polla

Y tanto, pero al menos alguna foto robé de ese sedoso ojete. ¿No os morís por probarlo?

Uffff, como os decía nunca pensé que pudiera pasarme esto. Ni que decir tiene que no le comenté nada a mi mujer, aunque me hubiera gustado que esa tarde no estuviera trabajando, y me hubiera hecho un trabajito mientras sacaba las fotos, aunque bien pensado mejor así, pues no habría podido centrarme en la escena. Y no os aburro con el retorno a casa y las risas al recordarlo todo. Sabía que Mónica se había liberado, y me encantó su faceta más salvaje y apasionada.

Mientras escribía estas líneas y como os podéis imaginar al revivir tantos la situación como revisar las fotografías, se me ha puesto muy dura. Tanto es así que mi mujer me sorprendió escribiendo empalmado y al decirle que preparaba una vivencia personal para la revista dijo que sería un buen remate demostrar todo lo dicho con unas fotas mías, y sin darme tiempo a replicar ya tenía la cámara en mano… yo estaba sentado, pero al verme y tirar esta foto, la que se quiso sentar fue ella… y ni corta ni perezosa, mientras leía el texto se sentó sobre mi polla, pero lo mejor es que se la enfundó en el culo hasta el fondo hasta que terminó todo el relato y yo acabé llenándole el culo con mi leche, al tiempo que ella se corría tras hacerme un movimiento de caderas tratando de ordeñar toda mi leche

De ahí nos fuimos a la cama, y aunque ella se durmió al instante y como a mí aún me quedaba algo de leche dentro, decidí que el mejor homenaje que podía hacer dado lo cargadas que tenía las pelotas de leche, era tener una explosión en honor de mis amigos, y no que decir tiene que es uno de los últimos orgasmo que más he disfrutado en mi vida. Estoy ansioso por poner punto final a este texto, y enviárselo a mis amigos y espero que los más entre nuestros lectores lleguen a una explosión final como la nuestra. Va dedicado a todos vosotros y en especial a Mónica y Alfredo, que han prometido volver pronto a vernos porque se lo pasaron muy bien….será un placer compartir experiencias, confidencias y juegos. Os espero en luisscj@hotmail.es