Conversaciones con Vieri32
Longino se adentra en los dominios de Vieri32 para conversar con él. ¿Será bien recibido?
Las sandalias claveteadas permitían cierta ventilación de mis doloridos pies. El mayor problema lo ocasionaba el pesado pectoral de escamas que hacía sudar la gota gorda en aquella impenetrable jungla. Los calambres en el brazo se sucedían uno tras otro sin tregua. Llevaba más de tres horas cortando maleza con el gládius sin que el menor claro se vislumbrase. El herrero me iba a crucificar por hacer tan mal uso de uno de sus estupendos filos.
Por fin llegué al sitio indicado en el mapa. El pequeño claro y la suave quebrada que nacía en su extremo opuesto, coincidía con las instrucciones que me habían dado. La gran roca redondeada también se encontraba allí. Con cautela, avancé hasta rodear el peñasco. Efectivamente allí estaba. Tras unas zarzas se podía ver la pesada puerta de madera reforzada con remaches metálicos.
“Tú que entras aquí, pierde todas las esperanzas”, rezaba un cartel sobre el dintel de la puerta. Con amenazas a mí, pensé mientras observaba mi lanza perfectamente afilada.
Empujé la puerta con decisión. La oscuridad más absoluta se cernía tras ella. Cuando di un paso hacia el interior, un extraño hongo redondeado se iluminó en el techo. “Por las pelotas de Marte”, pensé ante aquel acto de magia. Aquellas extrañas estrellas iluminaban durante un corto periodo, justo en el momento que pasaba por debajo de ellas. Tras mi paso todo quedaba en la más absoluta negrura. El pasillo descendía suave pero constantemente hacia las entrañas de la tierra.
El interminable corredor finalizó frente a una enorme puerta metálica. Cuando me disponía a asir el pomo de la misma, esta comenzó a abrirse lentamente impulsada por una fuerza desconocida.
La amplia sala estaba completamente vacía a excepción de un sillón del cual tan solo se podía ver su alto respaldo, sobre el cual había bordada una gran V.
–Los he visto más rápidos en llegar. Has estado dando vueltas dos horas por ahí –dijo una dulce voz femenina tras el alto respaldo–. Aunque no soy quien para juzgar las decisiones de mi señor, no pareces muy listo.
Apreté con fuerza el asta de mi lanza, aquella impertinente iba a tragarse sus palabras, por muy bonita que fuera su voz. Mis violentas intenciones se desvanecieron cuando el sillón comenzó a girar. Una hermosísima pelirroja completamente desnuda me devolvió una mirada divertida. Con sus largos dedos acariciaba el lomo de un gato blanco, mientras este se entretenía en juguetear con los rojos rizos de su pubis.
–Ya que has hecho el esfuerzo de llegar hasta mí, se te concederá la gracia de preguntar cuanto desees –dijo aquella preciosidad con una voz más propia de un hombre joven.
–¡Hostia Vieri!, ¿eres travelo?, ¿travelo ventrílocuo?, ¡que cosas más raras pasan aquí! –dije convencido de hacer mía a aquella muchacha, fuera un tío o el mismísimo diablo.
La mujer negó con la cabeza y con una sonrisa de medio lado fijó sus preciosos ojos verdes en el juguetón gatito.
–¡Vamos no me jodas que el gato habla! –dije pellizcándome con fuerza una mejilla, para ver si todo volvía a la normalidad. “¡Joder!, necesito un rasurado pronto, como le dé un beso a una fémina le voy a lijar toda la cara”, pensé mientras analizaba aquella situación tan extraña.
–¿Qué le pasa a este, colorada? Los españoles sí que son raros…
–Vieri, ¿es usted un gato?
–¿Un gato?, no, no, para nada. Realmente soy un sátiro con un pene de cuarenta centímetros. ¿No habrás comido setas blancas con motas rojas?
–Setas… no para nada –pensé recordando las bayas silvestres que me había comido a puñados–. Debe ser la humedad de la jungla o la opresión de esta caverna.
–¿Jungla, dices…?, ¿caverna…? No sé de que carajo me hablas —dijo el gato moviendo ligeramente sus bigotillos–. Bueno da igual, comienza de una vez con tus preguntas.
–Vaya mierda de anfitrión. Por los lares domestici ofrecedme algo para refrescar el gaznate. Un buen vino de campania por ejemplo.
La mano que acariciaba el cuello del gato se detuvo y acto seguido chasqueó los dedos al aire. Repentinamente, una hermosísima joven completamente desnuda apareció delante de mí, portando una bandeja con una gran jarra del más fino cristal, llena hasta el borde de aromático vino.
Otras dos preciosidades aparecieron en escena portando un confortable triclinio sobre el que no tardé en acomodarme. Me las ingenié para poder beber de la copa de vino con una mano y acariciar el firme pecho de una de las jóvenes con la otra. Una de ellas descalzó mis doloridos pies y comenzó a darme friegas con delicadas esencias.
–Comienza, legionario. No tenemos toda la eternidad.
–Por Saturno, permitidme disfrutar un poco de este buen vino y estas hermosas mozas. Tiempo habrá de preguntar y responder. Pero veo que os impacientáis y vuestro gato me mira desafiante. Bien, como queráis, comenzaré pues. Por cierto, ¿quien os ha dado permiso para tutearme? Y soy centurión no legionario.
–¿Qué comenzó antes: vuestra pasión por las letras o el descenso a los infiernos de la degradación y la lujuria? –pregunté tras llevarme media copa de vino al gaznate.
–Hubo un Vieri inocente, hace mucho, pero que mucho tiempo, hubo un Vieri que cursaba secundaria. En el primer curso de aquellos estudios nos dieron dos trabajos prácticos muy peculiares: escribir una carta romántica y luego una historia.
Ambas experiencias, la carta y la historia, fueron muy gratificantes: planificar, desarrollar, borrar, caminar en la acera y pensar cómo podía evolucionar la trama.
Tarde o temprano habría que repetir.
–Vaya, vaya. Así pues, el degenerado Vieri fue un inocente adolescente en alguna ocasión, interesante… ¿Cuándo se perdió esa inocencia? –continué preguntando mientras sentía cómo el pezón de la más bajita de mis acompañantes se endurecía bajo las atenciones de mis dedos.
–Comenzó todo con “Justine” del marqués de Sade. Tras esta novela busqué “120 días de Sodoma y Gomorra”, y sin saber bien cómo me encontré en la sección de sadomaso de TodoRelatos. La verdad es que ni sabía que la tendencia se llamaba así, obviamente en honor al Marqués de Sade –el gatito reforzó su gusto por el sado tironeando con sus afiladas uñas del vello púbico de la pelirroja.
–Es decir, que en aquellos comienzos las letras y las indecencias iban cada una por su lado. Tan solo se adentró en la depravación para leer ¿no? Y se puede saber, ¿qué autores inspiraban sus pajillas literarias? –pregunté con dificultad pues la joven que masajeaba mis pies había ascendido hasta aplicar sutiles atenciones a mi entrepierna.
–No recuerdo a quiénes leía, pues no me fijaba en los autores, solo leía relatos de vez en cuando. No comentaba, no tenía interés en registrarme. Luego descubrí a una autora muy prolífica de esa categoría, llamada “JP”, hoy se llama “Jorja”. Su primer relato tiene ya once años en esta web, la puta, cómo pasa el tiempo, pero bueno, me registré hace nueve años para valorarle porque me parecían magistrales.
–Así pues a Vieri le iban los relatos de azotar jovencitas.
–¿Cómo que me iban? Me van. Como a ti te van las rubias y te gusta piropearme por correo sin venir a cuento, rogándome luego que no se lo diga a nadie y que si lo revelo en internet, lo negarás –el gato mostró su lengua entre los amenazantes dientes. Inclinó la cabeza y tironeó del abultado clítoris de la joven. Por el suspiro que profirió ella no debía de serle muy doloroso.
–No cambiemos de tema, por favor –respondí sintiendo la carnosa boca de la jovencita sobre mi endurecido miembro– ¿Le han traído algún problema esos gustos tan retorcidos?
Una vez una lectora me llamó la atención, dijo que yo estaba zafado por tener relatos publicados en sadomaso y que debería dejar de escribir y buscar ayuda. Me pareció cuanto menos curioso.
No sé dónde andará pero le mando un besito igual. Hoy maté a dos personas con un bate de béisbol, cada día me atajo más, lejos estoy de las masacres de antaño –“¿Cómo agarrará el bate con las zarpas?”, me pregunté al tiempo que observaba los mordiscos y lametones del felino a la expuesta vulva.
–Parece que le gusta ir de tipo duro por la vida, mas he podido verificar ya desde sus primeros relatos, una vena romántica muy acusada. ¿Qué tiene que decir al respecto? –Me recliné sobre el triclinio para calmar los incipientes mareos que el vino y la excelente felación estaban causando en mi ánimo.
–Creo que ese romanticismo del que hablas surgió un poquito después de publicar guarradas y tonterías. Cuando vi que en la página también apreciaban el romance, experimenté con ella.
Cuando decidí escribir al menos un relato en cada categoría de la web, vi el romance como una herramienta útil para sortear categorías muy difíciles como Gays, Bisexuales y Transexuales.
–Entre nalgadas a jovencitas, ¿también había lugar para historias tórridas entre dos mujeres? –“vaya tipo más peculiar”, pensé mientras acariciaba la sedosa melena de la jovencita que saboreaba mi miembro.
–Allá por el 2007, una de mis categorías preferidas era lésbicos. Antes de que se convirtiera en lo que es hoy, había un montón de historias autoconclusivas muy bonitas y románticas. Sus autoras me motivaron a escribir y ahondar esa vena romántica –Vieri había abandonado el coño caoba y se había tumbado panza arriba.
–¿Quién es la musa que despertó el romanticismo de Vieri?, ¿esa profesora madurita de opulentas nalgas?, ¿esa colegiala de coletas?
Tengo un par de inspiraciones pero eso sí que prefiero mantenerlo en privado –dijo entre ronroneos debido a las caricias que la joven administraba a su pancita.
–Ya en Amor de jovencitas se dejaba sentir esa vena romántica –pregunté más interesado por la dureza de los pezones de la joven que me servía el vino que por la posible respuesta.
–Cuando vi que la respuesta de los lectores fue buena, sí, dejé en un segundo plano aquel estilo con el que comencé. Pero nunca lo abandoné.
–¿Es usted una persona romántica? –pregunté haciéndome oír entre los opulentos pechos de una de las jovencitas.
–No me considero una persona muy romántica ni tampoco muy sensible. No lo demuestro a menudo con la gente de mi entorno, y creo que las letras me han servido para desahogarme. Soy más de los que ríen y tratan de levantar el ánimo en las horas bajas, soy de los que prefieren escuchar el problema ajeno antes que soltar los míos. Por eso, si alguien de mi entorno se leyera uno de mis relatos cómicos, me reconocería. Pero si leyera uno romántico, me preguntaría de dónde lo plagié, que esas cosas no las podría escribir yo… Y ya ni cuento si leyeran mis relatos sádicos. Llamarían a la comisaría con la frente perlada de sudor… –la mujer descendió con sus largos dedos hasta masajear la entrepierna del felino, el cual maulló de placer.
–¿Ese estilo con el que comenzó, se refiere usted a su primer relato, la parodia del videojuego Resident Evil?
Bueno en realidad no es mi primer relato, sí es uno de los primeros que envié, pero el primero se titulaba Los monjes, para la categoría sadomaso. Fue el primer capítulo de una serie que escribí con mucha ilusión, ilusión tan grande como los errores garrafales y fallos sintácticos que tenía, y que más tarde me llevaron a borrarlo. Pero en líneas generales fue bien recibido a pesar de ser muy largo.
–Desde esos comienzos que según dice fueron guarradas y tonterías, existe una marcada evolución hacia lo oscuro y atormentado. ¿Es compatible con el romanticismo? –pregunté ahondando en las profundidades de la entrepierna de una de las muchachas.
–Un corazón roto, un amor perdido, una promesa olvidada, hay un montón de maneras de crear personajes sufridos cuyo motor interno sea ese amor que les marcó. Lo realmente jodido es que no salga pasteloso. Y me jode porque a veces me salen muy pastelosos. Si no, lean mis dos relatos en “Lésbicos” o el último en “Gays”. Vomitarán arcoíris, les juro… –de entre el pelaje blanco había emergido un pene tieso el cual enseguida fue apresado por los diestros dedos de la pelirroja.
–¿Entonces le gustan los personajes sufridos?, ¿cómo llegó a dotar a sus personajes de ese trasfondo atormentado?
–Los personajes atormentados nacieron simple y llanamente porque me enamoraron las letras de grandes como Caronte, Moonlight, TheCrow, tenchu, lou wild y Sasha entre otros. Nunca más volví a leer los relatos de la misma manera que antes.
–La acción tal vez sea el aspecto menos explotado en tus relatos. Tan solo en el primero de ellos y en la saga dogmas sagrados se encuentra acción. ¿Es algo a trabajar en un futuro?, ¿Qué facetas tiene pensado abordar en breve?, ¿más humor?, ¿introspección? –mis dedos chapoteaban en el interior de aquella estrecha cavidad al tiempo que mi pulgar frotaba frenéticamente el hinchado clítoris de la sirvienta.
–Soy un completo desastre describiendo como tan bien lo hacen la mayoría de los autores. De hecho, a veces pienso que soy el único con este problema. ¿Pero por qué mierda me estás entrevistando? Ja ja ja, que el cabello, que la ropa, que el color de la pared, que la luz que entra por la ventana, que la textura del sillón. ¡Bah! Pero peor soy narrando una escena de acción, probablemente porque, justamente, la descripción no es mi fuerte.
He tratado de enfrentar como mejor pude a dos grandes debilidades mías: relatos históricos y escenas de acción; la publiqué en “Grandes Series” y se llama “Legión”.
–Cuando Vieri escribe, ¿se inspira en experiencias propias o en deseos inconfesables?
De todo un poco. Supongo que hay algo de mí dentro de cada personaje. Supongo que hay algún suceso que me marcó o me llamó la atención que quise recrear de una u otra manera.
No creo que haya deseos inconfesables. Tengo clara mi sexualidad, así que lo siento por ti. También tengo claro mis gustos pese a que disfruto con todo tipo de relatos –la joven se había inclinado sobre el peludo, permitiendo que este clavase sus zarpas en sus delicados pezones.
–¿Cuál es el relato del que guarda un mejor recuerdo o que recomendaría leer a quien no le conoce? Bah, te dejo que elijas tres –comenté perdiendo por completo la compostura y derramándome en la boca de la joven que había estado dándome un tratamiento bucal exquisito.
¿pero ahora por qué me tuteas, cabrón? Pues los relatos de cuando yo era estudiante son muy distintos a los que me salen ahora. Me divertí mucho escribiendo “ Deliciosa Venganza ”, sacando mi lado cómico y sádico al mismo tiempo, así como “ Emputecimos a la hija de mi jefe ” porque la experiencia fue muy entretenida y sentí que volvía a mi antiguo yo.
“ Mi dóberman viola a mi hermanita en el baño ” también es de mis preferidos. Lo publiqué como anónimo para evitar la masacre, pero hasta hoy día me descojono leyendo el relato y los comentarios que recibí. Es la primera vez que lo digo “en público”, ja ja ja.
Hoy te saco estos tres recomendados. Mañana podrían ser otros. Qué cosas.
–¿Modificaría algún relato del que no esté muy conforme con su resultado? –pregunté al tiempo que observaba a la muchacha relamerse unas gotitas de leche que habían ido a parar a la comisura de sus labios.
Modificaría prácticamente todos los más viejos. Se me cae la cara de la vergüenza ante la demostración de pobreza de vocabulario y terrible sintaxis que demostré en mis primeros relatos. Pero, tras un rato, sonrío de lado cuando me doy cuenta de cómo he seguido luchando contra mis limitaciones. Y no fue una lucha que la batallé (y que sigo batallando) solo –la pelirroja abría su boca de par en par a cada violento tirón de su pezón, el cual se encontraba atravesado por una afilada uña. Juraría que su expresión no era de dolor, sino de profundo placer.
–En una ocasión logró publicar en todas las categorías. En la actualidad parece que lo esté intentando de nuevo. ¿Qué categoría le gusta más a Vieri para escribir? –las fuerzas me abandonaban a toda velocidad y tuve que apoyar la cabeza en los tiernos pechos que más a mi alcance se encontraban.
–Sí, vamos a ver si en esta ocasión podré lograrlo, a priori se ve harto difícil pero nada me apura, así que ya veremos en qué queda. Es bueno contar con compañía, sé que tú y otros autores como Ana del Alba, Doctorbp y Silvade lo están intentando. Es un reto interesante.
–En sus primeros relatos recibió muchos elogios y alguna crítica en particular de Kalashnikov y de Cerecita. ¿Qué tal acepta Vieri las críticas?
–A Kalashnikov (Caronte) y Cerecita los considero amigos, perdidos en el tiempo ambos, pero amigos de la web. Si recibí elogios fue porque había camaradería, para qué mentir, y si había críticas es porque ellos estaban al tanto de que yo quería mejorar mis formas, quería superar mis limitaciones como el vocabulario pobre, tiempos verbales y la sintaxis en general –arqueando la columna el gatito logró introducir su pene en la boca de la calenturienta muchacha y todo ello sin soltar el tierno pezón.
–¿Las críticas sirven para intentar hacerlo mejor y motivarle?, ¿en algún momento le han frenado temporalmente?
–Las críticas siempre las tomo como mejor puedo, jode bajar de la nube, ¿eh? Pero hay que hacerlo. Hay quien te cede una escalera para bajar, hay quien no.
Nunca me jodió tanto una crítica como aquella que me hizo el gran Ginés Linares a mi relato “Hotel California”, publicada en la cuenta “Ejercicio”, ¡ja ja ja! ¡Voy a vengarme un día! Pero lo importante fue bajar de la nube, no importaba cómo, había que bajar. No me frenó aquello, sí me dejó quejándome del dolor en el culo debido a la caída, pero no me frenó (tampoco es que fuera su intención).
Silvade es el comentarista más duro de la web. Si logras apreciar el mensaje que hay tras la saña de sus palabras, encontrarás oro. Claro que hay que tener fuerza para aguantar los golpes que propina. Yo puedo con él porque soy sádico.
Raymundo es uno de los pocos grandes comentaristas que quedan en la web. Emana e inspira respeto. Sincero como pocos, desgranador como ninguno. Tal vez conozca el relato más de lo que su propio autor…
Lo que quiero decir es que hay formas y formas de comentar, pero el objetivo de la mayoría siempre es que crezcas. “Sigue insistiendo en esa idea, trata de evitar aquello para la próxima”.
–Muchos autores tan solo se leen a sí mismos. ¿Vieri suele leer a otros autores? –Pregunté esforzándome por contener un incipiente bostezo.
–Claro, siempre que puedo entro en TodoRelatos para ver qué novedades hay. Comprobar si un conocido publicó algo, descubrir joyas en ese mar de relatos, conocer a grandes autores. Generalmente no leo las series salvo que sea el primer o segundo capítulo, pero si veo la decimoséptima parte… –entre los comentarios a mis preguntas el gatito mordisqueaba el pezón que no había anillado con su zarpa. La joven emitía sonidos guturales con la boca completamente llena de la dura polla del gato.
–¿Vieri lee relatos eróticos para buscar ideas para los suyos propios, para lograr una pajilla rápida, para entretenerse simplemente?
Hay momentos para todo. Hay veces que entro y escribo guarrerías en el buscador de relatos (salvo que haya un buen par de títulos guarros en la lista de novedades). Hay días que leo las entradillas de los relatos para ver si hay alguna trama elaborada que descubrir.
De una u otra manera, buscando guarradas o historias elaboradas, terminas encontrando una idea que preferirías desarrollarla de otra manera. O porque el autor no se enfocó en ella o porque no la trató como tú desearías. Así nacen las ganas de volver a escribir, supongo. En mi caso lo es así.
–¿Qué debe tener un relato para que le guste?
Una buena historia, personajes interesantes y morbo a tutiplén.
–¿Qué categorías le gusta más leer? –pregunté mientras la sala se llenaba de un maullido gozoso.
Bueno, “Sadomaso” es una categoría preferida pero se publican relatos muy esporádicamente y solo raras veces te topas con textos de buen vuelo. Pero en líneas generales no tengo muchas preferencias en cuanto a categorías –dijo Vieri recobrando el aliento por la tremenda corrida que ahora saboreaba la pelirroja.
Tal vez lésbicos y Gays no sean santo de mi devoción a la hora de leer relatos. El primero porque me parece que ha degenerado demasiado con las historias interminables, y el segundo porque no es una temática que me interese. Mas a veces me pongo a leer a algunos como Machirulo y me doy cuenta de que no todo es como pensaba.
–Jorja, uno de los autores que primero siguió, comenta en uno de sus relatos que un relato erótico más o menos se debe cocer a fuego lento porque para ir al tajo duro desde el principio es mejor un video porno. ¿Qué opina Vieri al respecto? –pregunté mientras observaba cómo lentamente iba girando el sillón de mi entrevistado.
–Coincido plenamente. No quiero leer a dos muñecos de trapo follando. Aunque se trate de una puta que abre las piernas al dos por tres, necesito un poquito de introspección.
Jorja, si mal no recuerdo, solía transformar lentamente a sus personajes. De casada recatada a puta sumisa que come a hombres y mujeres por igual. El cómo lo hacía es delicioso, creo que a eso se refiere con cocer a fuego lento. No emputece a sus personajes de un día para otro, hay un proceso, hay una cocción. Algunos son maestros en eso.
La desventaja de un vídeo es que no me suelen gustar los prototipos de mujeres que a mí me gustarían ver en acción. Con un relato me imagino la mujer ideal para la historia, de esas que no serán precisamente la portada de una revista.
Hablando de eso, confieso que suelo saltarme las descripciones de los personajes. Prefiero imaginármelas yo mismo. Así es, la rubia ciega de ojos azules de tu relato lésbico en realidad era una pelirroja de ojos verdes en mi cabeza.
–Si las descripciones no le llaman mucho la atención, ¿qué rasgos debe tener un relato para que le impacte: Credibilidad, ambientación, personajes interesantes, acción, romanticismo, originalidad? –comenté aturdido mientras observaba cómo el gatito saltaba del sillón y se dirigía hacia donde yo estaba.
–Yo creo que los personajes son lo más importante. Si tienes personajes creíbles o entrañables, ya puedes ambientarlo en el espacio sideral o en la casa de la vecina, que mi lectura estará asegurada. Son el motor de una historia, así que desde luego lo que más me llaman la atención son los personajes.
–¿Es necesario que al prota le mida más de veinte centímetros para que el relato triunfe? ¿Ella debe tener una talla de sujetador imposible y ser ninfómana? –pregunté al tiempo que una de las chicas acariciaba sensualmente mis brazos.
Claro. Mientras más cercanas a la realidad mejor. Las mujeres deberían comenzar siempre los relatos limpiando la cocina. Imprescindible agregar un dóberman que hable y que los protagonistas se corran al mismo tiempo mientras el hombre se la mete en el fondo de un envión.
Mientras más onomatopeyas, más rica es la corrida, oiga.
–Un saludete para Álex el webmaster. Mejoras críticas etc. –un fuerte tirón de mis muñecas y un chasquido despertaron todas mis alarmas. Me habían colocado unos grilletes inmovilizando mis brazos. Una risa lúgubre se escuchó desde el fondo de la sala.
Hola Alex.
Yo a Alex le tengo mucha estima pese a que no le conozco, ¿es esto posible? Me ha ayudado en cada tontería y me ha perdonado cada metida de pata. De ese lado un diez. Un nueve, mejor, que a veces me deja en pelotas.
Pero a ver, me puedo explayar mucho aquí, y seguro que la mayoría de los autores también.
Me gustaría que volviera el webmáster de antaño, que estaba más comprometido con la web, que te respondía las dudas más sensibles (hoy reclamas un relato borrado, que no puedes publicar tu relato, que no puedes valorar, etc., y no obtienes respuesta). Hasta publicaba textos para pedir opinión a la comunidad. Sé que ahora tiene que ocuparse también de su vida en familia como todos, pero no puede ser tanto silencio, no hace nada bien a su comunidad.
También me gustaría una versión móvil más decente. Estoy seguro que un gran porcentaje de las lecturas provienen de allí, y si esa versión tuviera la posibilidad de valorar y comentar, la participación de los lectores aumentaría. Lo digo porque, en el foro de autores, suelo rescatar las mil y una peticiones de los autores al estilo “Siento no publicar a menudo, la falta de comentarios me desmotiva” o “Dejaré de escribir ya que nadie me comenta”. Se supone que esta es la web de relatos de habla hispana más movida de la web, ¡pues a moverse, amigo!
La comunidad hace lo suyo. Tenemos a grandes comentaristas y muy activos en la web. No serán legión, pero están ahí alentando y compartiendo opiniones. Tenemos una gran comunidad de autores que aportan calidad a la página muy regularmente como Golfo, Shadow, gatacolorada y Machirulo, espera que me remojo la lengua un rato, ok sigamos, así como otros que esporádicamente hacen apariciones como doctorbp, cuartodecimano, Leonella, Martinalem, IgnBcn, Cantydero, Ginés, Rocío, Carmelo Negro y eyaculadorferoz. No me olvido del Ejercicio y su amorosa administradora. Estoy seguro de que hay más autores, de hecho cada día descubro un autor nuevo; a veces vuelven para seguir compartiendo, a veces solo dejan su aporte y nunca más regresan, pero están ahí. Nosotros los usuarios ponemos lo nuestro para que este oasis de internet siga siendo un oasis, y espero que el webmáster también aporte con lo suyo –el gato, tumbado ahora sobre el triclinio me miraba de forma divertida.
–Ya que comenta sobre el Ejercicio de autores, la pregunta se hace obligada. ¿Qué ha supuesto el Ejercicio para Vieri?
–Me ha supuesto muchos cambios positivos en mi escribir. Hoy, con una nueva camada de autores, y con los de la vieja escuela retirados, esos que tanto me ayudaron, trato de impulsar y dar a conocer el proyecto como mejor puedo, además de emular el gesto que los grandes de antes hicieron conmigo al ver que tenía margen para mejorar.
–¿Qué puede aportar el foro Trovadores a los autores y lectores? – las tres jóvenes al unísono blandieron sendos látigos de cuero. Una de ellas tiró con fuerza de la cadena que unía mis grilletes arrastrándome hacia lo que parecía un potro de tortura. Lejos, en el centro de la sala, quedaban mi gladius y mi amada lanza.
–Aporta mucho más de lo que parece para quien gusta de escribir. Descubrir nuevas formas de expresión, recibir y dar consejos y opiniones. Es un buen lugar para pasar el rato. No es nada serio, al contrario, tiene un ambiente muy distendido que invita a volver. Mi participación allí consiste más que nada en recopilar rarezas de TR, relatos recomendados, comentarios extravagantes y claro, compartir con la comunidad que tenemos allí. Estiro aquí mi invitación para quien guste.
Mis muñecas y tobillos quedaron fuertemente amarrados al potro. El lindo gatito se acercó con su sigiloso caminar hasta que de un brinco saltó a una plataforma repleta de botones. Se rascó una de sus orejas con semblante pensativo hasta que se decidió por el botón rojo. Un fuerte tirón luxó mis hombros haciéndome aullar de dolor.
–No se les ocurra leer ningún relato de este majadero –fueron las últimas palabras que pude articular.
Por si no desean hacer caso al centurión Longino y quieren leer los excelentes relatos de este autor, no duden en visitar: http://tinyurl.com/VieriTR
Si también desean conocer sobre el Ejercicio de autores esta es su dirección: http://tinyurl.com/EjercicioTR
Para concluir quedan todos invitados al foro Trovadores donde no se tortura a nadie, que no lo desee voluntariamente, por supuesto: http://trovadores.mforos.com/
Si alguien está dispuesto a ofrecer un mejor trato a Longino y desea ser entrevistado, se escuchan ofertas. Sé que no os consideráis dignos de sus sabias preguntas mas estad seguros de que la entrevista desagradará profundamente a vuestras madres y a vuestro párroco.