Conversación imposible
Esa conversación que nunca tuvimos, después de nuestra primera escapada de pasión.
Conversación Imposible
No me arrepiento de nada. El que se arrepiente
de lo que ha hecho es doblemente miserable.
Baruch Benedict Spinoza
-Realmente no estamos en la misma página. Podrías concentrarte de una vez y por todas.
-Es que no entiendo tu mal humor, tu frustración.
-No creo que quieras saberla
-Claro que sí, como puedes tu saber lo que deseo o no.
-Aunque estuvimos juntos, en ningún momento hemos hablado de cómo somos en la intimidad.
-A que te refieres.- Él de verdad parecía lejos de entender por si solo, lo que sucedía en la siempre compleja psiquis femenina.
- Tú, de verdad crees: ¿qué yo soy como aparento cuando estoy sola? ¿Quiero ser libre de todo convencionalismo social? Pero por ser tú mi pareja, me siento dulce y suave. Lo cual no está bien, pero me gustaría tener mayor libertad de maniobra
-Ahora, te pregunto qué te detiene yo nunca dije que deseaba que no fueras libre y que fueras controlada.
-El respeto, el miedo el deseo que tengo de no ser normal
-Dime.
-No es el lugar y mucho menos el momento, estamos rodeados de personas que nos estiman y a las cuales estimamos.
-Que deseas de mi, que quieres que diga por favor, se lo más clara que puedas yo no criticare ninguna de tus ideas Deseo saber que te tiene tan frustrada - Ella temblorosa se movió para quedar junto a su oído, de forma que pareciera casual, liberando un suspiro comenzó a hablar sin atreverse a mirarlo a los ojos.
-Lo qué me tiene frustrada es que te tuve en mis manos y esperaba que me pidieras bebiera de ti, yo no me atreví a pedirlo pero lo deseaba, sentir todo lo que conlleva el ser tu mi pareja de juego.- Él no podía respirar, su rostro se había enrojecido levemente, ella bajo la mirada sin poder explicar porque había dicho exactamente lo que tenía en la mente desde la noche en que habían robado tiempo al tiempo.
-Por eso bueno por eso es qué estas enojada
-Enojada no yo diría frustrada
-Yo bueno
-Y si esa era mi única oportunidad la eche a perder por no abrir la boca, por miedo a al que irías a pensar.
-De seguro no será la última estoy de acuerdo contigo debemos ser más claros uno con el otro ante
- O que bien no te has ido, por favor no te vallas que deseo hacer unas tantas preguntas sobre el programa de seguro las mismas que aquí el amigo presente.- La mujer mayor sonrió y se alejo sin fijarse en las caras frías que habían quedado atrás mirándola perplejos. -Diablos por eso es que no nos conocemos, aquí no podemos hablar de nada personal .
-Baja la voz Bueno mejor me voy tengo que trabajar y usted también. Que pase buenas noches.- Con un rostro entristecido y algo frustrado, se alejo de allí, de camino a otra estación de computadoras.
-Diablos, no le pregunte sobre el programa, ni aclare las dudas pésimo momento.