Convenciendo a mi mujer

Os relato como convenci a mi mujer para practicar sexo con otras parejas.

CONVENCIENDO A MI MUJER

Cuando conocí a mi mujer era yo muy joven, apenas tenia 15 años, de siempre me ha gustado, mas que el que ella le gustara a los demás, el notar que la deseaban, no le concedí importancia pues pensaba que a casi todos nos pasaba lo mismo, hasta que al poco de casarnos empecé a comprar revistas eróticas y darme cuenta al leerlas de que me ponían muy caliente sobre todo los relatos en que la mujer era seducida y follada en presencia del marido.

No tarde en empezar a pensar en como conseguir que nos pasara a nosotros, mi primer problema era el comentarlo con ella sin que se enfadara y lo conseguí comenzando a leer junto con ella las revistas, esto le encantó pues nos poníamos los dos muy calientes y acabábamos siempre follando con unos resultados muy gratificantes.

Empezamos a comentar las diversas historias que leíamos, y como era siempre yo el que lo sugería y cuando terminábamos de leerla nos poníamos a joder, siempre los comentarios versaban sobre intercambios, tríos o similares.

Ella siempre me decía que aunque leyéndolas se veía como la protagonista y por eso se ponía tan caliente, si le empezaba a suceder algo parecido a ella, se sentiría tan cortada y se pondría tan nerviosa por mi presencia y por las consecuencias que pudiera tener en nuestro matrimonio, que cortaría en seco el intento de aproximación.

Yo le contestaba que lo que podía afectarle a nuestro matrimonio era que hiciera algo a mis espaldas sobre todo si me lo ocultaba y yo me enteraba por terceras personas, pero que si era flor de un día y me lo contaba de inmediato no creía que le afectara a nuestro matrimonio y que si en mi presencia pasaban pequeñas o no tan pequeñas cosas, luego lo íbamos a celebrar cumplidamente en nuestra cama.

Empezaba a pensar que nunca podría llegar a verla en brazos de otro, cuando cayo en mis manos una novela, en la que a la protagonista, le metían mano en el cine estando al lado del marido, ella iba advirtiendo al marido disimuladamente y le pedía que le cambiara el asiento, pero el no quiso cambiárselo y le quitaba importancia al asunto llamándola exagerada.

Como llegó el momento en que a poco que se fijara el, era notorio que era verdad que le estaban metiendo mano y a ella le estaba gustando terminaba por dejarse meter mano a fondo sin disimulos.

Decidí guardarla y no enseñársela a mi mujer pues pensé en nuestros tiempos de novios y en las veces que había dejado que le vieran las bragas, las tetas y el culo en el cine y me quede extrañado, pensándolo ahora, de que al menos no le hubieran intentado meter mano y decidí llevarla al cine a recordar los viejos tiempos e intentar allí ahora que le metieran mano.

Esa misma noche la lleve al cine de improviso, un cine de barriada de sesión doble que estaba al otro lado de la ciudad donde difícilmente íbamos a encontrar a alguien conocido, habíamos ido a saludar a unos amigos que yo sabia perfectamente que hacia tiempo que no vivían allí.

Ella estaba perfecta para la ocasión, pues le sugerí un vestido mini de cuando era soltera que realzaba su ya de por si bonita figura, pero que tenia además una doble cremallera delantera que hacia que pudiera abrirse tanto por arriba como por abajo y con el que habíamos disfrutado mucho de novios.

A pesar de estar el cine medio vació hice que se sentara en las ultimas filas al lado de un chico de unos 30 años que estaba solo. Ella extrañada me preguntó con un susurro porque lo había hecho así y yo le contesté susurrándole del mismo modo que quería recordar los viejos tiempos y presumir de su cuerpo mientras le metía mano, ella se sonrió halagada.

Cuando se apagaron las luces empecé a besarla y a meterle mano como cuando éramos novios al mismo tiempo que le iba subiendo la falda descubriéndole las piernas, ella al principio se resistía seguramente porque le daba vergüenza dejarme hacer después de lo que habíamos hablado, pero termino cediendo e incluso me ayudo a dejar que le vieran bastante el culo. Yo notaba que ella estaba ardiendo y que él no le perdía ojo, ella cuando estaba acabando la primera película salio al baño seguramente para que él no la pudiera reconocer.

Ella no volvió hasta que la segunda película estaba empezada y yo aproveche para preguntarle a él, si mi mujer le gustaba, él se extrañó por la pregunta pero me contestó que si, que mucho, le pedí que avanzando poco a poco intentara meterle mano, que no se cortara por mi presencia y avanzara todo lo que pudiera, pero que no forzara excesivamente la situación, prometiéndole que si hoy no podía conseguir demasiado que a los tres días volviera y podría disfrutar de ella. Supongo que pensó que la estaba convirtiendo en puta.

Me miró extrañado pero no hizo ningún comentario, en cuanto ella se sentó yo volví a besarle en el cuello y en la boca y a meterle mano sin que ella ahora ofreciera ningún tipo de oposición, mas bien al contrario, pues contando con su ayuda el culo lo tenia todavía mas al aire que antes, pues al sentarse se subió un poco su ya de por si corto vestido y se había abierto un poco la cremallera de abajo, vi como el rápidamente alargaba la mano hacia ella, de todas formas supe que la había llegado a tocar por el pequeño respingo que dio ella, aunque no me hizo ningún comentario.

El también había notado el respingo y había retirado la mano rápidamente, ella estaba reclinada sobre mi recibiendo mis besos y mis caricias, el no tardo nada en volverlo a intentar, ahora ella no dio ningún respingo, supongo que porque no la había cogido de sorpresa como antes y lo esperaba.

Ahora si me susurro al oído que la estaban tocando, le dije si no serian figuraciones suyas y ella me dijo que era la segunda vez que lo notaba, le pregunte lo que le hacia y me dijo que rozarle el culo, igual es involuntario aventure yo, puede ser pero no creo, creo que la cosa ira a mas si no la cortamos, le pregunté para hacerle creer que lo consideraba involuntario lo que sentía al creer que la estaban tocando y me dijo que su sexo estaba palpitando violentamente.

Se quedo callada y expectante entonces le susurre que me gustaría que fuera verdad porque esa menudencia sin importancia nos aclararía muchas cosas a los dos sobre las historias que leíamos, ella me dijo que no quería que sucediera nada, que tenia miedo de lo que pudiera pasar en nuestro matrimonio y yo le contesté que lo que pasaría es que nos conoceríamos mejor, nos tendríamos mas confianza y nos querríamos mas.

Al momento me dijo que ahora ya estaba segura de que era voluntario que antes había notado roces discontinuos y suaves con el dorso de la mano, pero que ahora la acariciaba sin cesar suavemente con las yemas de los dedos.

Le pedí que lo dejara hacer, me dijo que no, que quería marcharse, le dije que si el coño le continuaba palpitando que le dejara al menos un ratito, me dijo que su sexo iba a mil por hora pero que ella no quería, pero como al mismo tiempo se daba cuenta de que yo lo deseaba mucho no sabia que hacer, le pedí que hiciera caso de su cuerpo y que nos quedáramos un rato, ella se quedo callada yo continuaba besándola y para ponerla mas caliente todavía le baje un poco la cremallera de arriba y le empecé a acariciar los pechos.

Al momento me dijo que le estaba apartando la braga y acariciando la regata del culo y que iba bajando, no dijo nada de marcharse, le pregunte cuan caliente se encontraba y me contestó que al máximo, pero que como pensaba que estaba muy mal lo que estábamos haciendo que quería que tomara yo las decisiones y que le dijera hasta donde dejaba que la tocara.

Lo pensé un momento y le pregunte que si estuviese sola y en ese estado que le dejaría hacer y me contesto entre jadeos que no creía que hubiera llegado a ese estado, pero si hubiese llegado, pensaba que le abría consentido todo absolutamente todo lo que el quisiera hacerle.

Pues si quieres que decida yo, quiero que pienses que estas sola, que te olvides de que estoy aquí y que le permitas lo que me permitías a mi los últimos meses de festeo. No, eso no, no quiero que me penetre me dijo rápidamente estremeciéndose.

Los susurros en que manteníamos nuestra conversación, a los que se añadían ahora los casi imperceptibles jadeos de ella hacían la situación más excitante si cabe todavía, la conocía lo suficiente para saber que por su forma de hablar y de comportarse a poco que la empujara podía conseguir incluso que se dejara joder allí mismo en el cine e incluso llegue a mirar alrededor para ver si seria mucha la gente que se iba a dar cuenta, pero rápidamente pensé que ahora ya estaba lanzada y que el dejar que la jodieran en un lugar tan poco discreto lo podría estropear todo para siempre.

Y le contesté que me refería a lo que hacíamos en el cine, que no pretendía que hoy se dejara joder ni allí, ni en ningún otro sitio, quería que disfrutáramos de cada paso que diéramos y que no nos precipitáramos.

Cuando la empuje suavemente para que se separara de mi y se entregara a sus caricias, tuvo un momento de lucidez y dio una mirada general al local, se dio cuenta de que estaba prácticamente vació y supongo que eso la dejo mas tranquila, durante un momento se quedo sentada apoyada en el respaldo de la butaca, yo le anime a él con un gesto imperceptible y en cuanto él le puso la mano entre las piernas ella se reclino sobre el, "había cambiado de novio".

Realmente hizo incluso más de lo que yo le había pedido, como él desconocía el vestido, ella misma subió un trozo mas la cremallera de abajo para que a él no le molestara la falda para tocarle el coño, él se dio cuenta de cómo funcionaba aquello y apoyándola en el respaldo de la butaca, le bajo la cremallera de arriba para besarle y acariciarle los pechos con comodidad, la apertura de la falda dejaba ver las bragas, pero el mirándome, todavía le subió mas las cremallera, creo que quería que yo viera perfectamente todo lo que le estaba haciendo a la que suponía acertadamente que era mi mujer, ella se dio cuenta de esa mirada y cuando el se puso a comerle los pechos, mientras mantenía una mano bajo de la braga pajeándola, le retiro suavemente la cabeza y procedió a desabrocharse el sujetador que era de los que se abren por delante, quedándose con los dos pechos al aire.

A pesar de la poca gente que quedaba en el cine, hubo dos hombres que se dieron cuenta de lo que allí sucedía y se acercaron y se sentaron en la fila de delante mirando el espectáculo girados descaradamente hacia atrás, ella se dio perfecta cuenta de ello, pero no se inmutó, es mas cuando el pretendió bajarle las bragas, le ayudó levantando el culo, las bragas quedaron a media pierna y como por lo visto no estaba cómoda ella misma se las quitó y me las dio para que se las guardara.

Los jadeos y estremecimientos de ella me indicaban que estaba manteniendo un orgasmo continuado, disfrutaba y se dejaba hacer con la cabeza apoyada en el borde del espaldo, las piernas abiertas al máximo y el culo en el borde del asiento, así no dejaba nada para la imaginación de los dos hombres que se habían sentado en la fila de delante.

Cuando el por lo visto no pudo mas le susurro algo al oído, ella asintió con la cabeza e inclinándose sobre el se tragó toda su leche, luego mientras el se levantaba rápidamente saco un pañuelo del bolso y se limpio la poca leche que había rebosado y le había manchado los labios.

Sin taparse se giro hacia mi y me susurro si nos marchábamos o invitábamos a alguno de los mirones, le pregunté si a ella le apetecía y me contesto que si, que continuaba con ganas de mas, yo le hice un gesto significativo a uno de ellos que se vino a su lado rápidamente.

Como ella no se había tapado en absoluto el nuevo entro en materia rápidamente, por lo visto ella apenas se había enfriado con el cambio pues me di cuenta que enseguida empezaba a orgasmar de nuevo, este viaje explotó del todo y como por lo visto se quedó satisfecha fue ella la que después de susurrarle algo a él se agacho y le sacó la leche en cuanto le dio dos chupadas.

En cuanto se marchó me dijo, ya no me apetece nada mas, pero me sabe mal dejarle así todo desilusionado refiriéndose al otro mirón, fue ella misma la que le indico que se acercara con un gesto de su mano, en cuanto se puso a tocarla oí como le decía que la tocara si quería pero que ella le iba a hacer una paja rápida para dejarle tranquilo pues no podía mas pero le sabia mal dejarle así y así lo hizo acabando con el rápidamente mientras el le sobaba los pechos.

Luego se cerró el sujetador, se ajustó las cremalleras y cogiéndome las bragas que aun conservaba yo en las manos se marchó al baño, no tardo en salir. Ya en el coche cogió una toalla que llevábamos detrás y en la puso en el asiento explicándome que nos se había puesto las bragas por lo mojadas que estaban.

Nos pasamos la noche follando y hablando, una y otra vez repetía de cien formas diferentes que nunca había disfrutado tanto como en ese cine, que estaba muy mal lo que habíamos hecho, pero que si se encontraba otra vez en una situación parecida no creía poder evitar el repetirlo aunque yo no quisiera, que a pesar de que a mi me había dicho que de ninguna manera quería joder, había estado apunto de sentarse encima de el primero para sentirla bien adentro y que lo había impedido la presencia de los mirones.

Cuando estábamos a punto de dormirnos me dijo que esperaba y deseaba con toda su alma que no afectara negativamente en nuestro matrimonio la que había hecho. La hice incorporarse otra vez y le dije que no lo había hecho ella sola, que realmente lo había provocado yo y como máximo admitía que lo habíamos hecho los dos y que se preocupara pues pronto se daría cuenta de que si que nos afectaba pero muy positivamente.

Llevábamos más de un mes la mar de calientes, recordando detalles y disfrutando de nuestros cuerpos todos los días, cuando después de una fiesta en la oficina a la que fui solo y en la que había estado toda la dirección de la empresa, fui llamado a dirección por el gran jefe, estuvimos hablando largo rato, se intereso por mi vida privada y me hizo muchas preguntas personales.

Al final y previniéndome de la discreción que tenia que tener dada la confianza que el iba a depositar en mi, asegurándome que la decisión que yo tomara no influiría negativamente de ninguna manera en mi carrera profesional, pues esta conversación quería que quedara entre nosotros, me dijo que su mujer que era la dueña de la empresa y el practicaban el intercambio de parejas con un grupo muy reducido y selecto de parejas y que en la fiesta ella se había fijado en mi y deseaba que fuéramos mi mujer a la que no conocía y yo ese fin de semana a su casa de Madrid, sin ningún compromiso por nuestra parte, que se lo explicara a mi mujer y que le contestara lo mas pronto posible.

No sabia como decírselo a mi mujer, y opte por ser lo mas directo y sincero posible, contándoselo con pelos y detalles tal y como había sucedido, ella me escuchó atentamente y cuando acabe me dijo que la solución era muy sencilla, puesto que con la dirección que llevaba nuestro matrimonio mas bien pronto que tarde acabaríamos jodiendo con otros, porque no empezar aprovechando la ventajosa ocasión que se nos ofrecía. Le pregunte si estaba segura, y ella me dijo que como nosotros no buscábamos al parecer sexo sino morbo a ninguno de los dos nos importaba mucho con quien acabáramos acostándonos.

Pasamos dos años en Madrid, maravillándome yo de lo bien que se lo tomo ella desde el primer momento, como si hubiera sido toda su vida la mujer mas liberal del mundo, metiéndonos en las camas de todos y todas las del grupo sobre todo ella que tuvo que tocar en muchas ocasiones los dos palos y cuando por lo visto ya estábamos muy vistos fui trasladado a Barcelona a un buen puesto de dirección, muy bien considerado y relacionado sobre todo porque nos introdujeron rápidamente en el discreto, amplio y restringido grupo de ex.

Un saludo espero que os guste.