Control escolar, arquitectas de su propia belleza

fantasía con la cual me estaba obsesionando peligrosamente hasta que finalmente ocurrió hace algunos días.

CONTROL ESCOLAR, ARQUITECTAS DE SU PROPIA BELLEZA

Hola, ¿que tal? Es la primera vez que escribo un relato en esta página, la cual he visitado casi ininterrumpidamente desde diciembre del 2004, y digo que casi ininterrumpidamente porque mi, a veces, excesiva cantidad de trabajo me lo impide, pero cada que puedo, la visito sumamente ansioso de leer un excitante relato, la verdad miles de felicidades a todos los que planearon le realización de esta web y a todos los que han escrito por lo menos un relato… bueno, ya basta de tanto "choro", como decimos acá en mi tierra (Chiapas, México).

Bien, lo que les voy a redactar ahora es una fantasía con la cual me estaba obsesionando peligrosamente hasta que finalmente ocurrió hace algunos días.

Primero que nada voy a ubicarlos, yo trabajo como responsable del control escolar de una universidad pública, por lo tanto convivo mucho con la mayoría de los alumnos de esta facultad, lo cual me da la oportunidad de, disimuladamente, apreciar las formas físicas de las chicas de la escuela. Y ¡vaya que hay hermosas alumnas! así como nenas que realmente son percibidas solo por que existen.

Como les decía, esta peligrosa obsesión se hizo realidad hace poco.

Estábamos en período de cursos de verano y la cantidad de trabajo que tenía era bastante fuerte, por lo que poco me percataba de los alumnos que acudían a mi oficina a consultar alguna duda, y para mi fortuna cuento con una secretaría sumamente eficiente quien se encarga de atender a la mayoría de los estudiantes salvo algunas excepciones que requieren de una atención más extensa o más explícita.

Una tarde fría y silenciosa, estaba sumamente concentrado en mi trabajo que no me percaté en que momento se pararon en el umbral de la puerta de mi oficina, tres alumnas quienes a simple vista se veían bastante normales.

Ellas saludaron y me preguntaron si podían pasar; yo, que estaba frente al monitor, inmediatamente di media vuelta y me levante de mi asiento suplicándoles que pasaran y se sentaran. Me consultaron algunas dudas las cuales respondí con tranquilidad y cierta galantería, ya que poco a poco una de las tres chicas me fue llamando la atención; aunado a esto eran mis primeros días de labor y aquí cabe el dicho de que: "la primera impresión, jamás se olvida", por lo tanto necesitaba formar una imagen accesible, de confianza y mutuo respeto ante todos los alumnos, maestros y en general a todo el personal involucrado directa o indirectamente con la facultad.

Aquélla pequeña consulta, se convirtió en una charla alegre y amena, en la cual nos fuimos presentando todos y contestando preguntas como: ¿en que semestre están?, ¿cuánto tiempo lleva en el puesto?, ¿donde estudio?, ¿cuántos años tienes y tiene?, etc. La plática se torno divertida e interesante.

A eso de las 8:45 de la noche, las tres nenas (alejandra, karla y sashenka) se dispusieron a retirarse; las dos primeras me dieron la mano y el respectivo beso en la mejilla, y salieron de mi cubículo dirigiéndose a la puerta de salida de la oficina, la tercera (sashenka) se quedó al último ya que al incorporarse del asiento se le cayeron algunas copias que traía en una carpeta, por lo que inmediatamente me di a la tarea de recogerlas simultáneamente al intento de ella por inclinarse a recuperar sus notas. Esto último provocó toda esta historia llena de lujuria, pasión y desenfreno sexual que culminó (por lo pronto) en la situación motivo de esta serie. (Continuará).

Es sumamente inquietante saber si les interesa seguir leyendo mis líneas, las cuáles he escrito con mucho entusiasmo y ganas de continuarlas, espero que cualquier emoción u opinión que deseen expresar, me la hagan saber para que continúe con esta serie. De antemano, muchas gracias.