Contrato de trabajo a parejas en un resort (1/2)

Parejas blancas que son engañadas para que trabajen en un resort tropical donde se convierten en esclavos de los negros ricos.

Contrato de trabajo a parejas en un resort

Capitulo 1.- Un extraño trabajo bien remunerado

Era una típica mañana fría en una pequeña ciudad en el norte de Wisconsin (EEUU), Jack miró su reloj mientras miraba por la ventana disfrutando del sol de la mañana saliendo por el horizonte... Escuchó el clic de la puerta del baño al abrirse y el dulce olor del perfume de Sarah fluyendo hacia la habitación.

  • “¿Podrías traerme mi suéter, por favor?”

Jack dejó su taza de café y miró alrededor de la habitación hasta que vio el suéter de su esposa encima de una de dos pequeñas maletas... Sabía que iba a hacer frío esta mañana y se alegraba de que Sarah hubiera planeado este viaje para vivir en un lugar cálido, al menos durante unos años.

Jack sonrió mientras ella entraba de nuevo al baño y se ponía frente al gran espejo y se maquillaba los ojos de manera experta... Sarah ya iba con sus jeans ajustados, zapatos con tacones y sus grandes pechos blancos metidos en un sujetador negro bastante sexy.

Jack amaba mucho a su esposa... Colgó el suéter en el pomo de la puerta y se acercó suavemente detrás de su encantadora esposa y ahuecó sus grandes pechos en sus manos.

  • “Me encanta la forma en que lo haces, bebé”, le dijo Sarah.

Jack amasó suavemente sus pechos hasta que Sarah finalmente se dio la vuelta y plantó sus labios suaves y húmedos sobre los de su esposo... Ella le dio un abrazo mientras se inclinaba hacia atrás admirando lo guapo que era.

  • “¡Creo que soy la esposa más afortunada del mundo!”

Jack sonrió mientras ella le besaba la mejilla y la barbilla varias veces... Jack se inclinó y ahuecó las nalgas de Sarah y les dio un apretón.

  • “Mmm, bebé... No me hagas empezar... Sabes que no tenemos suficiente tiempo... Tenemos que coger nuestro vuelo en una hora aproximadamente... Así que vayamos rápidos.”

Jack le dio un último beso antes de dejarla ir a terminar de vestirse... Vio como ella cogía el suéter del pomo y lentamente se lo pasaba por la cabeza... El escote era algo grande y Jack babeaba de lujuria.

Él trató de estirar la mano y cogerle un pecho, pero Sarah le dio una palmada en broma.

  • “Ya basta... Prepara nuestras maletas, bebé.”

No pasó mucho tiempo antes de que cerrara las maletas cuando oyeron el claxon de un coche frente al motel donde se alojaban.

  • “Sarah, es nuestro taxi para llevarnos al aeropuerto.”

Jack escuchó el clic de los tacones de Sarah en el suelo de baldosas mientras salía con el bolso al hombro... Él cogió el poco equipaje que tenían que llevar y se sorprendió al ver una limusina larga y negra estacionada frente a su habitación del motel.

Se apresuraron y se encontraron con el conductor... Era un tipo negro con gafas de sol y traje... Ayudó a Jack a poner el equipaje en el maletero y luego abrió cortésmente la puerta para que Sarah entrara primero... Jack notó la forma en que este tipo estaba mirando a su esposa y no le gustó... Ya tenía bastante con ver al Sr. Burgs babeando sobre Sarah cuando él estaba cerca de ella.

Se sentaron en un amplio asiento mientras el conductor se iba al suyo... Sarah parecía más nerviosa mientras miraba por la ventana... Pasaron por su antiguo vecindario mientras la limusina se dirigía al aeropuerto.

  • “Cariño, creo que vi nuestra vieja casa hace un instante”, le dijo Jack.

Sarah tragó saliva tratando de contener las lágrimas.

  • “Lo sé, bebé... Estaba tratando de no pensar en eso.”

Jack pensó que era mejor no decir una palabra más sobre la casa... Después de todo ya no podían permitirse quedársela... Jack perdió su trabajo primero cuando el pequeño banco en el que trabajaba cerró sus puertas... Sarah trabajaba como camarera después de perder su trabajo en una compañía financiera y ahora ambos estaban luchando para llegar a fin de mes.

Fue en el trabajo de camarera donde obtuvo una pista sobre un nuevo trabajo... Uno de los clientes habituales del restaurante donde trabajaba Sarah dijo que era uno de los gerentes de un gran centro turístico en el Caribe... Su nombre era Sr. Burgs... A él le gustó Sarah casi de inmediato... Era negro y Jack supo que buscaba nuevo personal cualificado para este complejo.

Una noche, Jack y Sarah tuvieron una reunión con el Sr. Burgs y él le explico cosas sobre este complejo... Sacó fotos e información para que lo vieran.

Todo lo que Jack saco de conclusión era que se trataba de un centro turístico privado para ricos... Desafortunadamente para él, el Sr. Burgs ya había convencido a Sarah de que trabajar en este complejo de lujo los haría ricos.

Había un bono de un millón de dólares por cada pareja que se inscribiera para trabajar en el resort... Se depositaría inmediatamente en una cuenta privada donde devengaría intereses durante sus dos años de estancia laboral... Una vez completado sus dos años de estancia laboral, se les pagaría ese millón de dólares al término de su contrato.

Sarah y Jack sólo llevaban casados ​​dos años y medio... Sarah  tenía veintitrés años... Prácticamente estaban disfrutando de su luna de miel, como siempre decía Jack... Tenían planes de comprar una casa en el campo y tener muchos hijos.

Sarah estaba convencida de que trabajar en este complejo les daría la oportunidad de ahorrar mucho dinero... Incluso le dijo a Jack que podía comenzar su propio negocio, como siempre decía que quería.

El Sr. Burgs les explicó que se convertirían en sirvientes del resort y que había reglas a seguir, pero no entró en detalles sobre cuáles eran estas reglas... Les dijo que los hombres y las mujeres vivían en dormitorios separados... A Jack no le gustó la idea... El Sr. Burgs les dijo que podrían verse a veces.

Jack sólo se preguntaba cómo alguien podía tener intimidad con su cónyuge en las condiciones del dormitorio... Sarah se rio ante la idea de decir que podían escabullirse en la jungla y tener sexo allí.

La limusina se dirigió al diminuto aeropuerto privado donde habría un jet privado esperándolos.

A unos kilómetros de distancia, Ruby se estaba peinando el largo cabello rubio mientras su esposo Bill  terminaba de afeitarse en la pila junto a la suya.

Llegaron al motel anoche después de despedirse de sus familiares en su fiesta de despedida... La madre de Bill  lloró cuando los dejaron anoche en el pequeño motel... Bill le prometió que escribirían siempre que tuvieran la oportunidad de hacerlo.

La señora estaba molesta porque no vería a su hijo y nuera durante dos años... Ellos también fueron reclutados por el Sr. Burgs... Ruby conoció al hombre mientras trabajaba de camarera... Tanto ella como su esposo Bill  habían perdido sus trabajos meses antes cuando su empresa cerró sus puertas dejando a todos sin trabajo.

Ruby tenía treinta y ocho años ... Todavía era hermosa y se lo debía a sus entrenamientos diarios... Tenía una figura de reloj de arena con pechos muy grandes... Fácilmente podría confundirse con una chica de veintitantos años... Se casaron tres años después de graduarse ​​en la escuela secundaria y pronto tuvieron un hijo... Iba a la universidad en California con una beca gratuita.

Bill  siguió mirando el escote de Ruby... Él pensó que su esposa estaba mostrando demasiado, pero ella le explicó a Bill  que el Sr. Burgs dijo que usara algo excitante en el viaje al resort... Él le dijo que yendo así la elegirían para el mejor de los trabajos.

A Bill  no le agradaba mucho el señor Burgs... No le gustó el hecho de que este hombre negro pareciera tan atraído por su adorable esposa.

No había vuelta atrás ahora... El dinero ya había sido depositado... Los papeles estaban firmados y estarían de camino a su nuevo hogar durante los próximos dos años.

Bill  guardó sus cosas en el kit de afeitado y vio como Ruby se inclinaba para enganchar las pequeñas correas de sus zapatos de tacones altos... Casi pierde el equilibrio y tuvo que apoyarse en su marido con su hermoso culo redondo.

Éste la agarró juguetonamente por las caderas manteniéndola firme hasta que enganchó la primera correa del zapato... Le frotó el culo de su esposa con ganas de más pero ella le dijo:

  • “No tenemos tiempo para eso ahora, Bill ... El coche que vendrá a recogernos estará aquí en cualquier momento.”

  • “Lo sé cariño... Esperaré hasta que te tenga a solas en esa playa a la que vamos... Voy a hacer impresiones en la arena de las que estarán hablando durante mucho tiempo.”

Ruby movió su culo juguetonamente hacia su esposo antes de volver a enderezarse.

  • “Tendrás que esperar hasta ese momento.. Seguramente estaremos demasiado ocupados una vez que lleguemos al resort.

Bill  estaba decepcionado... Pensó que Ruby tenía razón... Tendrían mucho tiempo para joder una vez que estuvieran ubicados en esa isla.

La limusina de Ruby y Bill  se detuvo en la pista donde el pequeño jet privado estaba esperando para recogerlos.

El fuerte sonido de sus motores llenó el aire cuando la pareja fue conducida a la escalera portátil... Su pequeño equipaje fue puesto en la bodega mientras ellos subían al pequeño avión... Bill  entró justo detrás de su esposa y notó que había otra pareja que ya estaba sentada en el avión.

Sonrieron cuando Bill  y Ruby se sentaron en los asientos frente a ellos... El avión se había equipado para una ocupación pequeña... Sólo estaban el piloto, el copiloto y una azafata... Todos negros.

La azafata se interesó de que estuvieran cómodos antes de despegar... Pasaron casi diez minutos antes de que las dos parejas continuaran intercambiando sonrisas y finalmente se presentaran.

Una vez que el avión estaba en el aire y en su camino hacia el sur, la azafata les preparó bebidas para ayudarlos a calmar sus nervios para el vuelo que sería su nuevo hogar durante los próximos dos años.

Las dos parejas comenzaron a conocerse mejor y se explicaron sus tristes historias... Ruby y Sarah intercambiaron asientos con sus maridos para poder hablar juntas... Hubo muchos chistes sobre lo mucho que las dos esposas parecían hermanas en lugar de extrañas.

Incluso empezaron a comparar la información que les dio el Sr. Burgs sobre el complejo... A ninguna de las dos pareja se le dijo algo que fuese diferente a la otra... Lo que sabían era lo mismo.

Aproximadamente cuatro horas después del vuelo, la azafata les sirvió bocadillos y bebidas, sólo que esta vez les pidió que tomaran una pastilla que, dijo, les ayudaría a calmar sus nervios.

Aproximadamente una hora después, la azafata les sonrió a Ruby y Sarah y les hizo un gesto con el dedo para seguirla a la cocina trasera.

Los ojos de Jack y Bill  se iluminaron cuando sus esposas caminaron seductoramente hacia sus asientos... Se habían cambiado de ropa... Ellas se estaban riendo mientras sus esposos los miraban de arriba abajo.

Ahora llevaban vestidos de verano ajustados con motivos florales tropicales... Esos vestidos no sólo eran cortos, sino que eran muy escotados, mostrando sus grandes pechos llenos casi hasta los pezones... Cada mujer se puso frente a su marido y les enseñaron su nueva ropa.

Jack y Bill  estaban sentados atónitos mirando a sus esposas y lo reveladores que eran sus vestidos de verano... Sarah se volvió hacia su esposo y él no pudo evitar notar que estaba enseñando casi todas sus nalgas... Y lo mismo llevaba Ruby, quien esperó a que su esposo Bill  hiciera un comentario.

  • “¡Guau!... ¡No te había visto usar algo tan revelador en público en años!”, le dijo.

Ninguna de las dos esposas parecía avergonzada de llevar la ropa tan escasa... La azafata sonrió y habló con un profundo acento jamaicano, diciéndoles:

  • “¿A ustedes los hombres les gusta ver a sus mujeres vestidas así?”

Bill  miró a Jack y luego sonrió a la azafata, respondiéndole:

  • “Bueno... Estoy un poco sorprendido, pero a mi esposa la veo muy guapa vestida así.”

La azafata pareció complacida por la respuesta y dijo:

  • “Estoy contenta de que le guste... Cuando lleguen a la isla se les pedirá que sus esposas vistan de esta manera e incluso quizá que muestren aún mucho más... Normas del resort.”

  • “¿Y nosotros?... ¿Tenemos que vestirnos de cierta manera en la isla?, preguntó Jack mirando a la azafata mientras las esposas se sentaban.

  • “Los hombres visten uniformes en la isla... Depende del trabajo que te asignen... No es necesario que te veas sexy para los clientes”, le respondió la azafata riendo.

Las parejas parecían interesadas por esto mientras hablaban sobre el posible trabajo que iban hacer.

  • “Tal vez seamos camareras de cócteles y tengamos que vestirnos así para los clientes”, dijo Ruby.

La azafata escuchó a Ruby y la interrumpió diciendo:

  • Oh, no... Vosotras no tendréis que preocuparos por servir bebidas a los clientes... Los hombres hacen todas las tareas del complejo... Todo lo que tenéis que hacer es lucir bien guapas.

Ruby y Sarah se miraron con una sonrisa y ésta última dijo:

  • “Creo que ya me gusta este lugar.”

Fue un vuelo largo, pero ahora volaban ya cerca de la isla.

Ruby hizo un comentario sobre lo relajada que se sentía y Sarah dijo lo mismo... Mientras, los hombres miraban por la ventana mientras se acercaban cada vez más a la isla.

Fue un aterrizaje suave... La azafata les ayudó a llegar a la puerta y luego bajaron a tierra firma por una escalera portátil.

Había un hombre negro alto y delgado con una bonita sonrisa esperándolos al pie de las escaleras... Junto a él había una mujer negra que sostenía un bloc de notas... Las dos parejas le devolvieron la sonrisa mientras descendían los escalones.

  • “Saludo y bienvenido al resort”, les dijeron.

Estrechó las manos de Ruby y Sarah primero, dándoles una cálida sonrisa y les felicitó cuando pisaron el suelo.

  • “Ambas son muy guapas... Mi nombre es Frank y ella es la señora Kathy.”

Ruby y Sarah le estrecharon la mano... Bill  y Jack también fueron recibidos, pero Frank siguió atendiendo y hablando con las dos esposas.

  • “Os llevaremos a nuestra cabaña de invitados... Es donde llevamos a todos nuestros nuevos empleados para su primera noche en el resort.”

Las parejas siguieron mirando alrededor de la isla mientras caminaban hacia una camioneta... Su equipaje estaba siendo cargado por un par de hombres cuando subieron a la camioneta... Una vez en la furgoneta, Frank empezó a explicarles:

  • “El edificio principal está a un kilómetro a su izquierda... Puedes ver la parte superior del edificio sobre esos árboles... Es el principal hotel y casino... Hay varias piscinas y canchas de tenis que rodean el complejo.”

El camino se convirtió en tierra y los alrededores comenzaron a verse muy tropicales... Llegaron a un claro con varios edificios bastante grandes en dos plantas.

  • “Estos son los barracones de los empleados varones... Como ya sabrán, se le mantendrá separados de las empleadas del complejo... Lo traeremos de regreso aquí mañana, una vez que haya sido revisados por el doctor y sus asistentas.”

Se dieron cuenta de que algunos hombres iban y venían en carritos de golf.

  • “Los hombres van y vienen a sus trabajos en el resort en esos carritos que veis.”

La camioneta siguió su camino donde la carretera volvió a convertirse en pavimento... Se estaban acercando de nuevo a una zona más cuidada... Había hombres podando arbustos y cortando el césped en un área... Frank los señaló y dijo:

  • “Estos hombres están trabajando cuidando los jardines... Es posible que a veces se os asigne este tipo de trabajos.”

  • ¿Sarah y yo tendremos que trabajar en jardinería?, preguntó Ruby con una risita.

Frank sonrió y le aclaró brevemente:

  • “No, querida... Ahora vamos a pasar por la vivienda de las mujeres en un momento... Mirad hacia la derecha y podréis ver una de las muchas piscinas que tenemos alrededor del complejo.”

Sólo podían ver la piscina desde la distancia... Había palmeras y arbustos que bloqueaban la mayor parte de la vista... Bill  estaba en el lado derecho y tenía el mejor vista de la piscina.

  • “Creo que vi caminando a un par de mujeres desnudas” dijo Bill.

  • “Sí, a las mujeres les está permitida ir desnudas en nuestras piscinas si así lo desean”, respondió Frank.

  • “Creo que lo disfrutaré!, respondió Bill.

Frank no hizo ningún comentario de esto... Y señaló hacia adelante.

  • “Estamos llegando al complejo donde residen nuestras empleadas.”

La camioneta giró hacia una carretera circular pavimentada donde la pareja pudo echar un vistazo a los edificios... Había arbustos bien cuidados que bloqueaban la mayor parte de su vista, pero la camioneta se detuvo un momento para que las esposas pudieran echar un vistazo.

Sarah sonrió... Miró a Ruby y le dijo:

  • “Puedo ver los edificios.”

Frank le sonrió a Sarah y les explicó:

  • “Vosotras, compartiréis un apartamento durante la estancia en el resort... Tendréis todas las comodidades del hogar y más, a vuestra disposición.

Tanto Ruby como Sarah sonrieron deseando ver ya su nuevo apartamento.

La camioneta se alejó y tomó otra calle... Pasó por delante de otra piscina y se detuvo en un camino de entrada donde había una pequeña cabaña enclavada en el bosque.

  • “Hemos llegado... Aquí es donde os quedaréis esta noche.

Todos salieron de la camioneta... El conductor descargó su equipaje mientras Frank y la Señora los llevaban a la cabaña... Era pequeña pero bonita... Del tamaño de un apartamento tipo estudio con dos camas tamaño gigante y una zona de estar... Había un bar con una pequeña pila fregadero y un gran baño que todos tendrían que compartir.

Frank estaba mirando a Sarah mientras ella se sentaba en una de las camas tamaño gigante... Su pequeño vestido corto se había subido revelando gran parte de sus muslos de color blanco crema a su vista.. Su mente comenzó a divagar sabiendo que esta joven y atractiva esposa iba a ser muy popular una vez que la liberaran en el sistema.

También prestó mucha atención a Ruby, que además de ser un poco mayor era muy atractiva y con un cuerpo bien cuidado... Quizás ella pueda enseñarle algunos trucos a la esposa más joven.

Su mente volvió de nuevo a centrarse en su trabajo.

  • Bueno, sentiros como en casa y usad ese teléfono para pedir cualquier cosa que os guste del menú que está en esa mesa... Los criados traerán la comida con prontitud.

Ruby le sonrió a Frank y le dio la mano, diciéndole:

  • “Muchas gracias... Estoy segura de que me gustará trabajar aquí en el resort.”

Frank le devolvió la sonrisa pensando en lo populares que iban a ser estas esposas mientras salía de la cabaña y dejaba a las dos parejas solas.

Se estaba haciendo tarde... El sol estaba a punto de desaparecer detrás de los árboles cuando el frescor de la noche comenzó hacerse presente.

Jack y Bill  estaban fuera de la cabaña mirando hacia las luces a poca distancia de donde estaban... Sus esposas estaban dentro hablando y revisando su equipaje.

  • “Bill , ¿qué te parece si damos un paseo por ese camino y miramos la piscina aquella que vimos?”

Bill  miró a Jack sabiendo que se suponía que no debían dejar la cabaña, pero pensó que no estaría de más echar un vistazo y acepto.

  • “De acuerdo... Voy contigo.”

Había algunas luces tenues de la calle cerca de la cabaña, pero una vez que llegaron al camino de tierra, comenzó a oscurecer mucho... Caminaron y siguieron las luces hasta la piscina más cercana... Al acercarse escucharon voces.

Se acercaron hasta una línea de arbustos altos y bien podados con una cerca en el lado interior que daba a la piscina... La zona estaba tenuemente iluminada... Las luces estaban encendidas dentro de la piscina... Jack miró entre unos arbustos mientras Bill  lo seguía. Podían escuchar a la gente hablando y una leve risa.

Los hombres escucharon lo que sonó como si alguien estuviera follando... Era un sonido fuerte de piel desnuda golpeándose... Miraron a su alrededor hasta que Jack vio lo que estaba causando los sonidos que escucharon.

Había una hermosa rubia acostada en un sillón con las piernas abiertas todo lo que podía... Sus manos se aferraron a sus tobillos mientras un hombre negro golpeaba su coño... La oyeron gemir de placer y decirle que se la metiera mas profunda y mas fuerte.

Los ojos de Bill  estaban fijos en la pareja interracial mientras el hombre negro se esforzaba por correrse... Estuvieron mirando hasta que el hombre negro gruñó y gimió en voz alta.

  • “¡Aaah, perra... ¡Me corrooo!”

Todavía podían escucharlos gemir mientras el hombre negro bombeaba su semen dentro del coño de esa hermosa rubia.

Poco después, el negro se retiró y se puso de pie mirando a la rubia.

Algo le habría dicho porque la rubia deslizó su cuerpo hacia abajo con las piernas aún abiertas, levantó la cabeza y parecía estar hablando con otra persona.

Jack y Bill  vieron a otro hombre ponerse de pie a sólo unos dos metros de la tumbona... Era un tipo blanco vestido con traje de baño o algo similar por lo que podían ver... El negro cogió una toalla y se secó la cara mientras el otro se acercaba a la tumbona.

La rubia le señalaba entre sus piernas... Jack y Bill  pudieron escuchar claramente a la rubia, mientras levantaba la voz hacia el hombre blanco, decirle:

  • “¡Baja y cómetelo!”

Bill  y Jack estaban en estado de shock cuando vieron al hombre arrodillarse al pie de la tumbona y asomar la cabeza entre sus muslos... La pierna de la rubia les bloqueó la vista, podían imaginar que la estaba lamiendo y limpiándole la corrida en el coño.

El hombre negro se rió entre dientes mientras estaba cerca mirando.

La rubia le estaba diciendo otras cosas al hombre blanco, pero Bill  y Jack no podían oírlo.

Ese pobre hombre finalmente se puso de pie y se secó la barbilla mientras el negro le tendía la mano a la rubia y la ayudaba a bajar de la tumbona.

Ella se puso de pie y el negro le rodeó la cintura con un brazo y le dio un beso apasionado mientras el hombre blanco se quedaba ahí mirando... El negro se rió mientras miraba al blanco que en voz alta le dijo al blanco.

  • “Ya puedes irte.”

El hombre blanco se alejó de ellos y se dirigió hacia donde se escondían Bill  y Jack.

Mientras tanto, la rubia se estaba poniendo un bikini y luego se calzó con zapatos de tacones altos y caminó en la otra dirección con el negro.

El hombre blanco se acercó a ellos y Jack le susurró:

  • “¡Oye!... ¡Ven por aquí!”

El hombre miró hacia donde se escondían y se detuvo... Parecía estar teniendo dificultades para ver a los hombres, pero finalmente los vio... Se quedó ahí parado tratando de no llamar la atención:

  • “¿Qué están haciendo ustedes aquí?”

  • “Sólo vinimos a ver la piscina”, respondió Jack.

  • “¿Quién eres tú?”

  • “Soy Jack y este es Bill ... Llegamos en avión esta mañana.”

  • “¿Estáis alojados en una de las cabañas?”

  • “Sí... Se supone que nos revisarán mañana... Oye... ¿Qué pasa contigo y esa pareja?”

  • “Esa es mi ex... No puedo hablar en este momento... Tienen cámaras instaladas en todas partes alrededor de este lugar... Procurar que no os capten”, dijo el hombre.

  • “¿Por qué?”, preguntó Jack.

El tipo se quedó mirando asustado mientras fingía ajustarse los pantalones cortos.

  • “Escuchad... Será mejor que volváis a su cabaña... Tengo que irme.”

Con eso, se alejó alrededor de la piscina y se metió en un edificio.

-  “Será mejor que regresemos a la cabaña”, le dijo Jack a Bill .

Ambos no dijeron nada sobre lo que habían visto en la piscina a sus esposas.

Esa noche antes de quedarse dormido, Jack se preguntó si era demasiado tarde para cambiar de opinión acerca de trabajar en el resort... Iban a comenzar su proceso de registro para su trabajo en el resort por la mañana.

Continuará......