Contratemos chicos

Una hermosa ejecutiva desahoga sus instintos con dos buenos chicos que satisfacen todos sus caprichos

¿Si los tíos contratan a putas por qué las mujeres no vamos a hacerlo?.

Si tienes dinero y libertad qué te impide echar un polvo sin complicaciones. Es más difícil por que no hay clubs de putos;

pero el teléfono y la sección de contactos de un diario siempre permite completar la falta de algunas oportunidades. Hay

chaperos que estarían encantados de follarse a una mujer y por una vez que no les tocara poner el culo a ellos y que

además los pagaran por ello. Buscar sexo por el placer del sexo o por dinero ya no es solo cosa de hombres. Y la mujer

también puede conseguir sexo simplemente por capricho o por complacencia en un minuto o limitarse a disfrutar de una

polla, de un cuerpo masculino, y de su propio cuerpo recibiendo caricias y cariño comprado.

Me llamo Marisa y he dedicado toda mi vida a mi profesión dejando a un lado los aspectos personales. Me he

concentrado en mi carrera y eso me permitía toda la gratificación personal que necesitaba. Pero en algunos aspectos mis

necesidades no se veian satisfechas en el mundo laboral. Mi vida afectiva era inexistente y la sexual: en el mejor de los

casos insuficiente. No soy tímida y desde luego he usado mi cuerpo para conseguir algunas ventajas, la ropa sexi en

momentos cruciales quizá me ha dado ventaja sobre algun competidor masculino o algún cliente reticente. Pero casi nunca la

situación ha pasado de miradas de admiración a no ser que la otra persona me gustase de verdad. Ahora tengo dinero a

espuertas, una bonita casa, una situación desahogada de verdad y nadie que me ame o a quien amar. Esa nunca ha sido una de

mis preferencias: el amor no me parecía una necesidad, ni siquiera ahora lo echo en falta, pero sigo necesitando sexo, el

calor de otra piel desnuda y la dureza de un miembro en mi interior. La verdad es que no es dificil utililzar un escote o

unos pantalones ajustados para conseguir alguien que me parezca atractivo incluso hombres casados y jovencitos guapos. Per

hay veces que ni siquiera me apetece tomarme el trabajo de conseguir sexo así. Y aquí viene en mi ayuda la sección de

contactos de los diarios. Cada vez abundan mas junto a los anuncios de prostitas los de chicos, y de otras cosas mas

exóticas como transexuales y parejas, que ofrecen sus cuerpos a cambio de dinero. Y ahí es donde encuentro a mis amantes

ocasionales a los que tengo que pagar pero que no ofrecen mas molestias que esa. Cierto fin de semana en el que andaba mas

cachonda que de costumbre me llamó la atención el auncio de dos amigos que se ofrecian juntos a hacer las delicias de

alguna dama solitaria. Sin dudar marqué el número de telefono que indicaba sabiendo que si no me convencian con decirles

que no y despedirles con una pequeña propina me bastaría. Los cité en el bar de un hotel que me gustaba para estos

menesteres y fui antes de la hora para no encontrarme sorpresas desagradables.

Cuando los ví aparecer me quedé impresionada la verdad es que eran más de lo que prometian en el anuncio de

prensa. Jóvenes y guapos, con los músculos bien definidos bajo unas camisetas ajustadas, mirando mas abajo sus vaqueros

marcaban unos paquetes de respetables dimensiones y una piel por las apariencias bronceada en rayos uva. Uno era rubio con

la carita aniñada tremendamente guapo y el otro un mulato de un atractivo especial. Inmediatamente los llamé a mi mesa y

ellos sonriendo de oreja a oreja con sus blancas dentaduras se sentarobn a mi lado. Parecia que yo no los disgustaba,

suponía que en su vida laboral se habrian encontrado adefesios y ancianitas hambrientas de sexo y de cariño. No me

considero expectacular ni bella aunque una talla cien normalmente atrae las miradas de los hombres e incluso las de alguna

mujer inmediatamente hacia mi pecho, el vientre bastante plano aunque definido desde luego y unas amplias caderas con un

culo respigón y firme, los muslos largos y bien torneados, la piel con un bronceado natural. Volviendo a mi rostro no

suelo maquillarme mucho y apenas lo necesito, los ojos pardos y grandes, la nariz recta que a mi me parece que tiene

demasiada personalidad y una boca de labios gruesos y generosos, sexuales sensuales, y mi cabello con una larga melena

rizada y cuidada. Todo eso me hace lucir sino como una gran belleza por lo menos no como una chica fea del todo. Yo tenia

una curiosidad y se la planteé allí mismo ante las copas de martini que tomabamos, queria saber si entre ellos se

tocarian. Contestaron que lo que yo quisiera, pero que por gusto si lo harian, se consideraban bisexuales y a veces tenian

clientes masculinos. Sin mas preambulos decidí subirlos a la habitación que había reservado previamente.

Ya en el ascensor el rubito que se llamaba Daniel me cogió de la cintura y muy dulce me beso en la boca con

suavidad, Mis pezones sensibles desde que los ví se pusieron duros y erectos bajo el negro encaje del sujetador que tenía

puesto. A mi espalda el mulato, David, se apretó a mi y rozó  sus labios llenos y sensuales por mi cuello que la ligera

blusa estampada dejaba libre. Sentia los musculos de su pecho en mi espalda y sus atrevidas manos desizarse por la

delantera de mi falda de cuero. Pero como su colega se apretaba a mi las morenas manos tambien rozaban el pene del otro

chico, demostrandome sin pudor que entre ellos habia mucho cariño.

Segundos duró pues pronto se abrieron las puertas en nuestro piso pero fue un bonito avance de lo nos esperaba en

el interior de la habitación a la que los conduje sin mas pérdida de tiempo. Ya en el interior de pie junto a la enorme

cama volvieron a acariciarme suavemente sobre la ropa, leves toques que me encendieron aun más. Se separaron un minuto de

mi y mientras David descorchaba la botella que habia tenido la precaución de pedir Daniel con mucho tacto me sugirió que

arreglaramos el asunto del dinero, viendo que iba a conseguir los servicios por los que iba a pagar le entregué la

cantidad acordada sin mas dudas, él dejó el dinero bajo un cenicero en la mesilla diciendo que si no conseguian

satisfacerme no tomarian  ni el billete mas pequeño. Ambos se despojaron de sus camisetas y por fin pude admirar sus

pectorales, sus abdominales y biceps sin mas impedimentos. Volvieron a acercarse con la clara intención de desnudarme,

esta vez David se acercó a mí y cogiendo muy dulce mi barbilla entre sus manos comenzó a besarme suave al principio, leves

roces de sus sensuales labios sobre los mios, pero en cuanto abrí la boca su lengua se deslizó incontenible en su interior

recorriendolo y enredandose con la mia. Entre los dos quedaba un espacio que su amigo aprevechó para desabrochar y bajar

mi falda hasta los pies cubiertos por unas leves sandalias de tacón. Situado detras de mi en cuanto vió mis desnudas

nalgas entre las que se deslizaba la tira del tanga de encaje, se arrodilló y sentí en ellas sus labios que las besaban y

la humeda y caliente lengua que las lamia. El mulato seguia dandole atenciones a mi parte delantera y sus manos bajaron

lentamente por mi cuello buscando mis senos, los acarició suavemente por encima de las telas pero pronto desabrochó los

botones de la blusa para liberarme de ella. Así quedé en tanga y sujetador mientras dos pares de ávidas manos recorrian mi

expuesta piel. Ahí queria ver yo algo mas de sus explendidas anatomias y comenzando por el más cercano busqué su pene por

encima del vaquero, pudiendo apreciar unas buenas medidas, lo desabroché y lo bajé. El chico no era tonto del todo y

captando la indirecta me dejó un momento para librarse de su calzado y de los pantalones. Así pude ver su miembro ya duro

cubierto por un tanga de licra que apenas podia contenerlo. Lo acaricié suavemente por encima de la tela pues no queria

precipitar los acontecimientos y dandole un suave mordisco en el lobulo de la oreja le pedí que desnudara a su amigo.

Pareció encantado con la sujerencia y tomó al otro de la mano para que se incorporara pues seguia arrodillado detras de

mí. Sin pedirselo le dio un tierno beso en la boca, gesto que disparó mi líbido. Le desabrochó los vaqueros y los bajó por

las musculosas, bronceadas y depiladas piernas, quedando a mi vista otro tanga también blanco bajo el que se insinuaba

otro miembro duro y de un respetable tamaño. Esta vez fue el morenito el que se arrodilló a los pies de su compañero para

terminar de sacarle los pantalones por los pies y sin que yo se lo pidera comenzar a acariciar su miembro por encima de la

licra con los labios y la lengua. La escena me calentaba aun mas si eso pudiera ser posible, y tuve que acercarme para

participar de ella, dejando resbalar mis manos por el pecho del rubito y besandolo en la boca de finos labios para no

estorbar mucho a su amigo. Acariciaba su suave piel lampiña me pasé a la espalda y le amasé lasduras nalgas, tiré de la

cinturilla del tanga para sacarselo sinperderme detalle de cómo el moreno al ver aparecer el pálido rabo lo besaba en el

glande y deslizaba su lengua por el tronco en busca de los depilados testículos. Me arrodillé a su lado y juntos nos

pusimos a lamerlo besandonos cuando nuestros labios y lenguas coincidian sobre su piel. Volvió a acariciarme a mí y

dejandome sola con la verga  a la que no habia dejado de besar se dedicó a terminar de desnudarme sacandome el sujetador y

liberando mis pechos acariciandolos sin mas trabas. Mis erectos pezones agradecieron las atenciones que les brindaban

dejandose retorcer y acaricar por los hábiles dedos. Dejé la golosina con la que me enteretenía y comencé a subier

lamiendo su vientre el ombligo los pectorales sin olvidarme de mordisquearle los pezones y según subía su amigo me iba

liberando de mi última prenda y él de la suya. Agarrandolos de los duros miembros los conduje hasta la enorme cama. No

sabía cómo empezar a disfrutar de tan bonitos cuerpos. Pero ellos parecian tenerlo todo muy bien ensayado así que me

tumbaron boca arriba y comenzaron a lamerme por todas partes entre los dos. Sus lenguas mojaban la sensible epidermis y mi

conejito se huemdecía por la excitación. Fue el mulato el que colocandose entre mis muslos y abriendolos todo lo posible

introdujo una experta lengua entre los labios de mi vulva buscando el ávido clítoris. Una y otra vez lograba mis orgasmos

que tragaba con entusiasmo provocando el siguiente en una rápida cadena. Su compañero seguía prestado atención a mis

sensibles pechos. Pero yo quería polla o mejor pollas y así se lo dije. Se sentó casi sobre mi cabeza dejando su pene

justo al alcance de mi boca, de inmediato me dediqué a lamerlo y comerlo. Su amigo se incorporó se colocó un condón y sin

moverse de entre mis muslos comenzó a penetrarme con dulzura. El rubio se inclinó sobre mí para lamernos a los dos

mientras follabamos quedando en un prefecto sesenta y nueve. Uno sostenía mis muslos y el otro metia sus manos bajo mi

culo, así lo levantaban de la cama y el rubio alcanzaba el cítoris sin problemas. Estaba gozando como nunca con esos dos

potentes machos pendientes de mi placer. Mientras yo seguía con la polla del guaperas en la boca, dandole un tratamiento

algo salvaje, tengo que admitirlo, por que en ese momento solo me estaba derritiendo por la vagina. Conseguí hacerles

parar un momento y les pedí algo que estaba deseando queria tenerlos a los dos dentro uno en elcoñito y otro en el ano. Me

advirtieron que no les quedaba ya mucho aguante por que estaban muy excitados y conseguí decirles que se habian ganado

cada centimo de euro. Tumbé al mulato y con prisa me lo clave en el coño mirandolo a la cara. Su amigo consiguió durante

unos segudos comerle los huevos a su amigo húmedos de mis jugos y seguir hacia arriba para dedicarle unas atenciones a mi

culito.Su lengua se intrujo entre mis nalgas bien abiertas, lamiendo la raja completa buscando el ano que penetró lo que

pudo. Ya tenia en la mano el lubricante que aplicó con largueza a mi agujerito y sobre el condón que se habia puesto.

Abriendo los muslos, detrásdemí comenzó a clavarmela lento para no hacerme daño. Agradecí el gesto pues no estaba muy

acostumbrada al sexo anal. Acompasaron sus movimientos como si bailaran y yo me sentía llena completa. No tenía que hacer

nada, cada empujón del rubio lo sentiamos los dos que estabamos debajo. Estaba lamiendo la lengua del moreno que me daba

saliva cantidad. Efectivamente en unos minutos ambos se corrieron en mi interior y a través del latex casi pude sentir los

trallazos del semen caliente. Nos derrumbamos los tres jadeando sobre las sábanas humedas de sudor. Cuando recuperamos el

aliento los mandé a la ducha y yo renqueando conseuí llegar al bidet donde me limpié. Les dije sentada en el baño quiero

que os ducheis juntos y seais muy cariñosos el uno con el otro y quiero disfrutar del espectáculo. Sin mas problemas

desnudos como estaban semetieron en la bañera uno frente al  otro, abrieron el grifo de la ducha y se empezaron a morrear

con autentica pasión. El agura resbalaba porel bonito contraste de sus pieles que sus manos acariciaban sin descanso. Las

pollas flacidas pero juntas se rozaban con el movimiento de los cuerpos. Y mientras las manos de uno recorrian y

enjabonaban el pecho del otro, las de este rozaban su espalda y culo. Yo en ningún momento habia perdido la calentura pero

la estaba gozando con el bonito espectaculo completamente gay que me estaban dando. Comencé a masturbarme