Contrastes

Como nos metimos en el zoo con mi novia.

Contrastes

Me encantan los contrastes. Será por ello que siempre me encantaron las mujeres de piel blanca. Soy morocho de piel obscura que con el sol se torna un dorado intenso.

Mi pareja era una rubia hija de italianos, no muy alta, de piel muy blanca, con el cuerpo típico, buenas caderas redondeadas, pechos abultados, aureolas rosadas enormes y unos faroles azules que encandilaban. Además, era insaciable. Pasábamos horas probandotodas las formas de satisfacción posibles y buscando incrementar el placer con los juegos. Juegos que no tenían límites en lo placentero..... buscando placer y alimentando nuestras fantasías mas alocadas. Cada tanto alquilábamos una película porno para aprender y explorar nuevas experiencias. De allí salen muchas cosas pero les voy a contar una en particular que fue fascinante.

En una de esas tardes de sábado, fuimos a alquilar una peli para empezar el juego. Había pocas para elegir (habíamos visto muchas de las que tenia el video club especializado). Y entre las posibles estaba una que tenia escenas de zoofilia. Nunca habíamos encarado para ese lado ya que teníamos suficiente con otros juegos más tradicionales. Pero ese día sin mucho para elegir y con algo de curiosidad, decidimos sacarla con otra mas de nuestro estilo por si ésta fallaba.

Como tantas veces, una de las reglas de estos fines de semana era estar en bolas en el depto. Ninguno podía estar vestido. De manera que cuando quisiéramos podíamos tocar, acariciar, chupar o lo que se nos viniera a la cabeza sin pudor. Eso permitía por ejemplo, mientras ella cocinaba yo me dedicaba a acariciar o chupar su divina cola.... y sin previo aviso la penetraba desde atrás haciéndola dejar todo lo que estaba haciendo para acompañar mis embestidas.... por ello mas de una vez terminamos enchastrados con parte de la comida en preparación a lo cual debíamos pedir algo a domicilio para saciar el hambre luego de una sesión de sexo casi al estilo "el cocinero, su mujer y su amante...".

Nos tiramos entre los almohadones para ver de qué se trataba bien el asunto. Al principio no nos resultó gran cosa, ya que no era de buena calidad y la imagen no ayudaba pero a medida que avanzaba se empezó a poner mas entretenida. En la peli una rubiona madura bastante tetona se hacia lamer su sexo por un perro mediano y ella le dio una chupada a la pija del perro. El aparato del animal parecía bastante grande. Cuando entró en la concha de la tetona, el perro empezó a moverse como loco y la rubia decía de todo a su amante perruno.

Como les dije al principio la escena no era gran pero cuando el animal se la estaba cogiendo en esa posición nos fuimos interesando mas al punto que ambos quedamos algo sorprendidos y calientes por ello. Eso nos llevó a jugar a ser el perro y perra, despertó nuestra líbido y nuestra imaginación. Jugueteamos un poco como si fuéramos perros..... ella me chupeteo mi pija de costado manteniendo ambos la posición en cuatro, yo le chupé su concha y su hermoso culo desde atrás, hasta que me trepé a ella buscando emular a un supuesto perro.

A ambos nos quedó el morbo de las escenas, a ella averiguar si la sensación era tan placentera como aparecían en la película y a mí la obsesión de verla ensartada por un perro. En la fantasía que nos fue invadiendo, aprovechamos un consolador para las dobles penetraciones, e ideamos un pene que semejaba al de un perro. Buscamos fotos y pronto iniciamos el mismo juego de los perros pero cuando yo también usaba ese adminículo como si fuera un perro. Las sesiones fueron increíbles. El pene era bastante parecido al de un perro, alargado con un bulto al final que semejaba la bola. La primera vez que jugamos así fue como descubrir un mundo nuevo que nos marcó para siempre.

Jugábamos a los perros, estando ambos en cuatro patas. Nos mordisqueábamos por todas partes, las colas, los brazos y hombros, los flancos.... ese juego nos enardecía la sangre ya que se hacían muy intensos y nos poníamos como locos. Una vez, luego de jugar así, me dediqué a saborear sus orificios. Ella se ponía en cuatro, bajaba su cabeza y pechos contra el suelo y yo me dedicaba a jugar con ella . Metía mi hocico entre sus deliciosas nalgas blancas y lamía su concha, mordisqueaba sus labios su clítoris... metía mi lengua cuan profundo podía para llenarme de sus jugos en todo el rostro. También ascendía con mi lengua en busca de su culito, rosado orificio que me encantaba saborear. Mi lengua intentaba hurgar su intimidad hasta vencer su esfínter y metía mi lengua por ese estrecho canal. Sin poder usar las manos, me las ingeniaba para chupar, mordisquear, lamer toda su intimidad. Recorría con lascivia todo el surco expuesto de mi perrita, que gemía como en celo.....Era excitante por solo el echo de tener que esforzarme en esa posición para poder alcanzar su clítoris, mordisquear sus labios vaginales y degustar sus orificios de placer. Luego, su turno...... Ella se ponía a mi lado e intentaba jugar con mi pene. Hacíamos una especie de 69 perruno que ella se metía entre mis verijas para chuparme mi pija. Sin las manos ella hacía malabares para metérsela en su boca, pero mordisqueaba mis bolas muy suavemente, hacía crecer mi pene entre sus labios hasta que se le hacía difícil metérselo, pero siempre encontraba la forma de ubicarse para poder darme placer. Así fue que de tanto juguetear, mientras yo le metía un dedo en su concha (rompiendo la regla que a veces nos lo permitíamos) ella me chupaba muy fuerte la pija y me hizo acabar en su boca. Queriendo evitar eso, traté de retroceder pero ella me tomó firme con su mano hasta que era imposible evitar eyacular y me deje hacer...... mi leche le llenó la boca que casi la ahoga, pero no dejó de chuparme como buena perra que era. Parte de mi semen comenzó a caer de sus comisuras y mentón y quedó deliciosamente llena de leche en toda la boca, chorreante, blanca..... que la muy golosa se pasaba la lengua.

Pero ella estaba caliente y yo no podía retomar inmediatamente. Con lo cual decidimos empezar a utilizar nuestro invento. Me la até a la cintura y comenzamos a jugar con este nuevo juguete. Su calentura era muy grande y la fantasía crecía en nuestras cabezas. Ella se puso en su posición ofreciéndome sus caderas, tan sumisa que era irresistible. La tomé de las caderas y traté de embocarla sin manos. Con intención, fui buscando rozar todos sus rincones. Hacia que el aparato chocara contra sus labios rozando sus piernas y escurriéndose luego, golpeaba en la carne entre su orificio vaginal y anal, hacía que rodara por toda su raya desde el culo hasta sus labios vaginales, de vez en cuando simulaba una arremetida de perro haciendo presión en algún sitio y volvía a salirme, ella se empezaba a desesperar, su calentura se hacía mayor ya que los roces habían acentuado su ansiedad y me decía, - cogéme, dale, quiero probarla!!!,

De pronto apunté hacia su vagina que estaba chorreante de viscosos jugos y en cuanto la punta se acercó al orificio empujé con mi cadera para ensartarla..... Ella se estremeció y yo le hundí el aparato hasta el fondo quedando sólo afuera la bola de mi pija perruna. Intenté darle el ímpetu que he visto en las películas (luego vimos mas y mejores) pero no me fue posible, pero si estuve un buen rato haciendo un vaivén al nivel que me daban mis abdominales. Sus nalgas chocaban contra mi estómago y hacia lo más rápido y profundo que podía..... Ella jadeaba fuerte y me pedía que no pare pero yo no podía aguantar ese ritmo demasiado además me estaba excitando y el arnés me molestaba.

Con lo cual, me desabroché el aparato dejándoselo puesto en su concha. Una vez liberado, me dediqué a clavarle la pija perruna con mi mano cuan rápido podía y fue mejor que con mi cadera... Ella comenzó a explotar una y otra vez en orgasmos sucesivos pero me rogaba que no parase, estuve así un buen tiempo hasta que decidí que era momento de meter la bola. Le di una cogida muy fuerte y me detuve de golpe. Cuando ella se recuperó de la sacudida y se dio vuelta para decirme algo, hice presión con mi mano afirmándome para meter esa bola..... ella puso cara de no entender nada y me concentré en meter la bola... su lubricación hacia todo resbaloso con lo cual me permitió entrar......

Al principio no entraba mucho ya que su vagina no estaba tan dilatada pero en cuanto ejercí mas presión empujando con un envión, pude ver como su conchita rosada se iba dilatando como en cámara lenta, otro envión firme y mi perra se engullía el bulbo que poco a poco iba desapareciendo en su interior, ella pegó un grito que me asustó, dado que me encontraba demasiado metido en mi labor, pero ya había metido casi toda la bola en su interior cuando ella gritó: siiiiiiiiiiii!!! Y empezó a contraerse como una loca.......

Ella siguió miviendose espasmódicamente y me dijo seguí que me encanta!!!! Entonces me acerqué nuevamente al aparato y me lo abroché como pude y lo metí hasta el fondo de su concha casi sin piedad. Ella quedó como sin aire pero desembocó en un grito de placer que jamás se lo había escuchado...... traté de moverme pero ella dijo que no podía aguantarlo y me lo quité nuevamente pero dejándolo ensartado dentro de ella. Su posición era terriblemente invitadora. Su cara contra el piso con una expresión de poseída, sus voluminosas tetas apoyaban sobre el suelo desbordando esa hermosa carne tierna por los costados y su cola levantada con el aparato ensartado hasta el fondo..... la imagen era increíble y mi excitación me estaba matando. Sin pensarlo mucho me dirigí a su cadera y vi como el pequeño esfínter rosado estaba constreñido por tanta presión alrededor y sin pensar mucho encaré con mi pija en su culito.

Me aferré a sus caderas en esa posición que me obsesionaba, tan expuesta y tan sensual y con un poco de saliva para lubricar, me metí en su culito suave y estrecho..... Entré casi a la mitad y ella se quejó......pero enseguida me pedía que la cogiera que la ensartar hasta el fondo que estaba disfrutando mucho... Metí mi pija en su culito estrecho, sus paredes acariciaban mi glande, mi tronco y mi mente estaban en las nubes de excitación, también sentía el abultamiento del arnés metido en su concha..... ella empezó a gemir agitadamente anunciando su enésimo orgasmo..... y en sus espasmos me apretaba con las paredes de su culo de una manera que me enloquecía..... sentí como llegó a su orgasmo intenso y eso me llevó a desbocarme, sus espasmos y su gemidos-gritos me apuraron a lo inevitable sin poder controlarme me enterré en su interior...

Mi locura estaba al máximo, llenando su culo con mi leche, era una mezcla de sensaciones que no terminaban nunca, ella gritaba de placer y yo gemía intensamente mientras descargaba mi blanca leche en su culo. Mis fuerzas estaban al limite al igual que ella, sus piernas tambaleaban y se bajó quedándo casi acostado sobre su culo, como el arnés me molestaba, hice que giráramos de costado quedando en cucharita, yo dentro de su culo y la pija del perro en su concha. Cuando pude recuperarme salí de su culo y me dedique a quitarle el arnés. La bola hacia que fuera un tanto difícil por lo que tuve que hacer bastante presión. Ella estaba de costado y exhausta cosa que lo dificultaba un poco. Volví a subirle la cola y en esa posición fui tirando firmemente hasta que sus labios vaginales dejaron escapar el bulto perruno, esto produjo en ella un nuevo orgasmo que terminó por desplomarla completamente sobre el suelo. sin fuerzas, toda transpirada y desbordando leche de su culo.

En la próxima les cuento cuando probamos con el un perro de verdad!!!

Dedicado a Lore, la mas hermosa de mis perras!!!