Contradicción (2)

...

Mientras llegamos, lo más separadas posible dentro de la acera, sin hablar, íbamos solas pero parecía que ninguna era capaz de dejar su orgullo de lado. Menos mal que llegamos al restaurante, la situación se hacía incomoda:

¡Eh! ¡Mica! ¿qué tal? Chica hace mucho que no nos vemos- dijo Paco - y ¿quién es esta belleza? ¿tu nueva pareja?

Que va hombre, si la quieres te la vendo, aunque no vale mucho jajajaja ella es la pija de Ana.

Encantado guapa.- todos los hombres ponían cara de tontos al verla, a veces me preguntaba si yo también la puse al verla por primera vez.

Mucho gusto, ¿cómo te llamas? Es que esta anormal de carrito no me ha dicho tu nombre.- dijo pisándome el pie, me hizo bastante gracia ese momento .

Pues yo soy Paco, vuestro cocinero, ya tengo hecha vuestra cena, ¿cenáis aquí u os la lleváis?

No, mejor cenamos aquí ¿no Ana?

De acuerdo no me importa.

Bueno pues si no os importa cenaré con vosotras, termino mi turno y os llevo el plato.

Vale Paco.- dije marchándome a una mesa que había vacía.

Se sentó cerca de mi, sin decir nada, sin duda había ganado la batalla, después de todo el tiempo que pasé sin meterme con ella seguía teniendo manejo, pero ella estaba extraña, quizá estaba siendo muy dura.

Me sentía mal, a pesar de la manía que le tenía me gustaba mucho y me sentía fatal por poner triste a una mujer así, le debía una disculpa, aunque ella nunca se disculpó, pero al fin y al cabo yo no era como ella:

Ana… mírame mujer…- me miró triste, sin querer mirarme- y o quería decirte que

Buenas noches de nuevo señoritas, aquí traigo la cena y una botella de vino a la que invita la casa.

Gracias Paco.- perdí mi oportunidad.

Estuvimos cenando con el, ella ocultó su seriedad y conversaba con el, reía, y eso me ponía celosa, de vez en cuando me miraba de reojo, me miró alegre de verme así y me dijo:

*¿estás celosa por qué hable con el?

No, tranquila, no es así exactamente.

Perdona, Mica, pero es que tú sabes que cuando conozco a alguien converso horas y horas.

No pasa nada hombre, Paco que te conozco y se como eres jajaja.

Bueno, pero que conste que no me molestaría si sintieras celos de ella por hablar conmigo jajaja*

Terminamos de cenar, un poco alegres por el vino, Paco se fue a su casa, eran las 11 y yo no estaba con el humor para ver la peli:

Bueno Mica, ¿vamos a ver la peli? ¿o no te ves con fuerzas para soportarme? Jajaja.

¿Qué no? Anda vamos a casa, que para dura tu, dura yo.- para soportarla tenía fuerzas, pero para resistir la tentación que estaba animada por el vino, quizá no tantas.

Durante el camino estuvimos hablando, haciendo bromas, estaba cambiando la imagen que me creé por la que vi en el primer momento, una chica sincera, sencilla, alegre, atractiva y graciosa, me estaba ablandando el corazón.

Llegamos a casa, ella se tiró en el sillón, yo me tiré en el otro lado de este, discutimos para ver quién ponía la película, al final gané yo, pero al ponerla nos llevamos una buena sorpresa, más que una película de acción, era otro tipo de acción:

¡joder tía! ¿qué nos hemos traído?- dijo ella, yo sospeché que cambiara ella el dvd, me parecía extraño que insistiera tanto y después no me peleara, pero no creo que quisiera ver una porno conmigo.

Pues no tengo ni idea, se ve que se equivocaron al devolverla o algo.

Bueno, la verdad es que no está nada mal, la podríamos ver.

¿estás de coña? Lo que a mi me falta es pillar un calentón contigo para completar la peor noche de mi vida.

No seas tonta, cada una en un lado sillón, después ponemos otra ¿trato hecho?

Bueno, pero respeta los limites.- solo me faltaba excitarme y no poder probarla.

La verdad es que la película no era cosa del otro mundo, dos chicos con una mujer, una mujer con un hombre, un rollo típico, con el mismo orden, cunilingus, mamada, vaginal, anal, cubana y corrida en la cara, me estaba comenzando a aburrir.

No me di cuenta de un factor, en toda peli porno, o en casi toda, suele haber un lésbico, y ese porno si que me ponía bastante, la mala pata es que comenzó la siguiente escena y era esa, yo me levanté corriendo e intenté quitarla:

¿qué haces? Déjala un rato más, o te da miedo excitarte jajaja.

Bueno, si ese es tu deseo, es que ya me empezaba a aburrir de esta película.

Ahora si me estaba comenzando a mojar, y no se como, pero me di cuenta de que ella también, la situación se me iba de las manos, estaba muy excitada, y ver que ella también me ponía aun más, debía salir de esa situación como fuera.

Escuchaba su respiración, era acelerada, intentaba contenerse, pero lo que no sabía es que eso me había desearla más, tenía ganas de irme para atrás y besarla como nadie la había besado, pero estaba ese orgullo.

No pude aguantar más, así que me levanté, la miré fijamente, la lujuria de sus ojos me llamaba, me dirigí al dvd y quité la película, ella no me replicó, al igual que yo ella sabía que no era conveniente que pasara nada.

Puse otra película, que mejor para bajar el calentón que ver tripas y sangre, puse una película de terror con un poco de gore. Me senté en el sillón, ella estaba tumbada, tan cómoda, y yo llevaba un rato en una mala postura.

Me estiré y me di un leve masaje en el cuello para relajar lo tenso que estaba, cuando escuché su voz:

Mica, no quiero que te parezca cosa del calentón, ni de amistad, pero si quieres túmbate aquí conmigo, no me importa, estamos en tu casa y deberías estar cómoda.

Gracias Ana, no si en el fondo serás buena persona y todo jajaja aun así no dejas de ser pija.

Tonta jajaja.

Me tumbé, la verdad es que me corté un poco, ambas notamos que aun estábamos excitadas por lo que estuvimos viendo antes, pero nos comportamos, yo no me pegué mucho a ella, me daba corte, pero ella cogió mi brazo y se acercó a mí.

Pasó un buen rato, la película estaba a punto de terminar, yo estaba muy a gusto y la miré, se había quedado dormida, así que la desperté:

Ana… Ana

¿qué pasa?

Mujer despierta que se ha acabado la película.

Ummm… déjame un rato así…- dijo aferrándose a mi brazo, estaba preciosa.

Bueno por lo menos levántate y ve a mi cama.

Pero vas a dormir conmigo ¿no?- me encantaría dormir con ella, abrazarla, teniendo la excusa de que me gusta dormir abrazada.

Si, tranquila, ve, te acuestas y ahora voy yo..

Se fue, recogí todo, la tapé con las sábanas, acaricié su cara y su pelo, no podía hacerle nada, estaba demasiado enarmonada como para hacer nada con ella sabiendo el odio que me tenía, aunque quizá ese odio, al igual que el mío era una barrera, o simplemente fue lo que me gané por ser borde con ella al principio.

Me fui al sillón, me acomodé con un par de cojines y me dormí. A la mañana siguiente desperté con un olor a café, tenía la espalda destrozada, y muchos remordimientos, menos mal que no hice nada, quizá los tenía por no haber hecho nada.

El caso es que la vi, me sonrió y me dijo:

hola, ¿te duele mucho la espalda? Podrías haber dormido conmigo, no prometí no morderte, pero bueno jajaja.- me quedé sorprendida, en una noche es como si hubiera cambiado el chip totalmente.

No creo que fuera necesario,- en ese momento puso una cara triste de nuevo - además deberías saber como soy en verdad.

Ya, pero una noche solo hubiera sido eso.

Ya pero yo no busco una noche, además que desayunes y te marches, antes de que sepa nadie que una pija y yo hemos pasado la noche juntas.- después de lo bien que lo pasé, me avergonzaba de lo que estaba diciendo.

Vale, veo que te importa más tu reputación que las personas, mira no quiero ni desayunar contigo, me voy

Y así lo hizo, se fue con un cabreo impresionante y yo me sentía fatal, y lo peor es que ya no se ni por qué era así con ella, estaba hecha totalmente un lío, no sabía si quería salir corriendo para evadirme de todo o para alcanzarla y besarla.

Entre dudas, café y desesperación se hizo la hora de comer, me llamaron para que fuéramos al restaurante a cenar, y me lo dijeron gritando, dijeron que Ana no iba a ir, que estaba triste y que no le apetecía, nada más, no les dijo nada más, a nadie, ni a María.

Yo acepté, sino lo hubiera hecho sería sospechoso, pero me duché, me vestí y me fui para el restaurante. Ya tenían una mesa cogida, con las sillas justas, aunque sobraba una, pedimos la bebida, todos bromeábamos pero yo estaba un poco triste por fuera, por dentro era un caos:

Mica, ¿qué pasa? Creíamos que como no iba a poder venir Ana ibas a estar como la noche de la fiesta

Tranquilos es que he pasado una mala noche jajaja, tengo la espalda destrozada.

Bueno, pero anímate un poco jajaja

Después nos fuimos a tomar café, la llamaron, ahora si aceptó, me sentía fatal, tenía que disculparme de algún modo. Cuando llegó comenzó como siempre, me dijo un par de tonterías que ignoré y todo lo normal.

Nos dieron las 9 y aun no habíamos ido a casa así que nos fuimos. Cuando llegué a casa no hacía nada más que darle vueltas al asunto y me fui a su casa, llamé y salió ella:

¡anda! Que desagradable sorpresa, la mujer que no es capaz de ser simpática .- dijo cabreada.

Mira, por favor Ana, sabes lo que me cuesta pero vengo a disculparme

Bueno pasa, ¿o te da miedo que sepa alguien más que estás aquí?

No, ya no