Contra los moralistas trasnochados
Unas cuestiones sobre mis fantasías sexuales y sobre la realidad y la ficción, conceptos que algunas personas no terminan de asimilar por aquí...
Antes que nada, un saludo a todos y gracias a los que han leído mis relatos y a los que han apreciado mis misceláneas de imágenes.
Esta vez no voy a presentar nada relacionado con la esclavitud (mi fantasía erótica preferida), sino que voy a hablar de unos tristes hechos que, sinceramente, me parecen preocupantes y que están relacionados con todo esto.
En mi anterior muestra de pinturas, una persona me escribió un comentario (que no voy a reproducir) en el que, prácticamente, me tachaba de loco esclavista y de dictador mientras me animaba "irónicamente" a leer sobre la libertad y sobre los Derechos Humanos.
Ya le di a esta persona su contestación entonces. Sin embargo, la cosa no ha terminado aquí, porque me han llegado hace muy pocos días dos mails en los que se me acusa de lo mismo: se me tacha de nuevo de esclavista, de fascista, de pederasta, de negrero e incluso se me insulta (de buenas maneras, pero se me insulta). No veo conveniente reproducir aquí esos dos mails (de dos personas que, desde luego, son dos personas perturbadas).
No entiendo ni podré entender nunca como en nuestros días, en esa maravillosa Era de la Comunicación, pueden todavía aparecer tipejos como éstos por una página de RELATOS ERÓTICOS y ponerse a soltar semejantes paridas a autores de RELATOS ERÓTICOS.
Por favor ¿De verdad piensan que es un esclavista quien se siente seducido en sus juegos y fantasías sexuales por la esclavitud? Señores: esta página es una web de RELATOS ERÓTICOS. Y punto. Aquí no hay esclavistas. Lo que hay es mucho enfermito y moralista y mucho frustrado de todo tipo.
No seamos niños pequeños: para hablar de los Derechos Humanos hay otras webs, otros foros Firmen en esos espacios, pero por favor, a los que disfrutamos de nuestra sexualidad sin tapujos y sin complejos déjennos en paz.
He estado muy brusco, pero es que estoy indignado y considero que estas personas se merecen esta brusquedad.
Un afectuoso saludo a los seres libres que viven la vida con intensidad.
El Señor Beritt.