Continuó el Viaje con mi amiga Silvia
Que mujer su juventud y su hambre de sexo
Pues como os iba diciendo en mi anterior relato, cuando terminamos nuestro polvo en La Carolina, continuamos nuestro viaje hasta Aranda del Duero que llegamos sobre las 10pm, hora de dejar nuestro equipaje en el hotel Aranda que está muy céntrico, y nos fuimos a comernos una pierna de cordero lechal.
Cuando dejamos el vehículo en el parking, me pego un buen magreo en mi bragueta antes de subir a la habitación, Silvia me dijo que había probado otra vez el follisqueo, y que le gustaba mucho los hombres ya maduritos y con el pelo blanco que teníamos un encanto especial, le dije que se tranquilizara que teníamos cuatro días para nuestro desenfreno sexual pero que me dejara recuperarme un poco.
Dejamos el equipaje en la habitación de matrimonio, que la subió el mozo del hotel, con ella y le dije que la esperaba en el Bar-Pub del hotel, yo quería evitar subir a la habitación solo quería refrescarme la cara un poco pero evitar subir a la habitación con Silvia y entre al baño del pub.
Cuando Silvia bajo, se había duchado, y se había puesto un vestido escotado, dos dedos por encima de la rodilla, estaba preciosa para comérsela, solo me dio un beso muy tierno y me dijo al oído “Cariño como estoy” yo le conteste para comerte pero vamos que son las 11,30pm y no vamos a comer cordero, todo era porque al verla la hubiera metido en el wáter y me la hubiera comido enterita, que frescura estaba radiante, salimos rápido del Hotel, bajo las miradas de los hombres que había en la barra.
Llegamos nos pedimos una botellita de ribera del Duero unos aperitivos de queso y jamón y una pierna de cordero para los dos, solo para no alargar esto os digo que con su pierna estaba acariciando mi bragueta, y me tenía a cien, estaba ya empalmado con los aperitivos.
Salimos del restaurante y nos fuimos camino del hotel, yo quería a ver si parábamos a tomar unas copas yo dando carrete a la cosa ,por lo que me esperaba yo le decía que tenía 15 años más que ella, que no podía llevar tanta marcha sexual como ella quería, ella me decía que su amiga Carmela le había dicho que para mi edad era un semental “jajá dije yo” y además tenía mujer y me contesto que para lo que follaba con ella, que se lo diera a mi Silvia que era ella.
No hicimos nada más que subir en el Ascensor de hotel y ya me la había sacado de la bragueta mi polla para sobarla ,ahí descubrí que debajo de su vestido verde de raso estampado no llevaba bragas, su culo respingón y al salir vimos por el pasillo que no había nadie y que no podía aguantar más le metí la mano en su chocho y estaba ya empapado le levante una pierna y se la metí de un solo golpe, ella a consecuencia del morbo y de mi empujón se mordió los labios para no gritar yo solo me dedicaba a darle fuerte le di la vuelta se agacho y se puso culo en pompa y se la volví a meter ella jadea como una posesa y sudaba a más no poder solo decía “ mas,mas,mas mi macho darme más, que quiero recuperar el tiempo perdido”, yo quería que ella en un par de empujones más se corriera y yo aguantar hasta que entráramos a la habitación, con una mano acariciaba su clítoris y con otra un pezón eso es lo que hizo que se corriera abundantemente tanto que me dejo en la bragueta de mi pantalón gris una gran mancha blanca, menos mal que íbamos directos para la habitación como así lo hicimos.
Llegamos y nos fuimos director a la ducha, no desnudamos rápidos y empezamos a meternos los dos en una bañera yacusi, para relajarnos cogimos dos whisky de la nevera del bar y empezamos a hablar de nuestras vidas de matrimonio, pero ella lo que quería es que me corriera yo, y empezó a echarme whisky por mi capillo y a chuparlo como si fuera un helado, con lo cual otra vez se me puso tiesa como un burro, ella se sentó sobre mí y empezó a cabalgarme despacito y a mover su caderas y me decía “chato relájate que ahora la que te va a trabajar soy yo” empezó a subir y a bajar despacio, y conforme me veía más relajado subía su ritmo, yo solo levantaba la cabeza para beber whisky, hasta que ya no pude más le di la vuelta la puse a cuatro y empecé a bombearla fuerte porque quería ya córreme y irme a la cama y así lo hice, no sé si fue por el cansancio del viaje o por lo que fue que tarde bastante en echarle mi leche lo que llevo a que ella tuviera otros dos órganos más antes de empezar yo a echar leche y llenarle el coño, cuando terminamos nos secamos como pudimos y no tiramos a la cama pues queríamos dormir yo quería salir para continuar hasta Santander sobre la 8am, fue tanto nuestro agotamiento que nos despertamos a la 9,30, bajamos a desayunar y a continuar el viaje, sobre la 10.29, rumbo a nuestro destino, ella quiso conducir un rato para que yo descansara hasta llegar a Puenteviesgo.
Los demás lo contaré en el próximo relato.-
Gracias a mis amigos los lectores me gustarían vuestros comentarios.-