Contactos en panamá (II)

Un trío de cachondos folladores panameños recalan en un hotel para quitarse el hambre de sexo.

Yo estaba con muchas ganas de joder. Tenía buen rato que no lo hacía, casi un mes. Llamé a mis amigos y les dije que estaba dispuesto. Ellos son una pareja liberal que gusta de disfrutar el sexo. Como anteriormente habíamos tenido un encuentro, me fue fácil pedirle al esposo que me "prestara a su esposa" por un ratito. Yo ya estaba instalado en el asiento de atrás de su automóvil y la esposa se pasó a la parte de atrás conmigo ante mi petición. Empece a besarla desaforadamente y a acariciar sus senos y sus muslos. Mi mano trepó de su rodilla a su entrepierna y empecé un suave masaje sobre su intimidad, ella me acariciaba la verga por encima del pantalón y el esposo nos observaba por el retrovisor. Los besos llegaron a un nivel de calentura tal que ella sacó mi adolorida verga de su encierro. Yo hice lo propio haciendo a un lado la minúscula tanga que llevaba e introduciendo mis dedos en su ya húmeda vagina. Ella empezó a suspirar fuerte y me masajeaba la verga con ahínco. No pude resistir ver sus labios suculentos formando una "O" perfecta y atrapé su cuello, dirigiendo su cabeza hacia mi entrepierna. Ella no opuso resistencia y por el contrario engullo mi miembro con esa divina boca. A todo esto el marido continuaba observándonos con lujuria por el retrovisor, y por su propia calentura decidió enrumbar hacia la vía transísmica donde se encuentra lo que los panameños llamamos la "vía Láctea" pues es un conjunto de moteles aptos para todas la artes amatorias. Nosotros llamamos a esos moteles "push bottom", y en el trayecto a ellos me excitaba más la idea de que como íbamos en un sedán, los buses colectivos que pasaban a nuestro lado, tenían pasajeros que incrédulos veían cómo la esposa me devoraba la verga en un rítmico y cadencioso sube y baja. Bueno el marido enrumbó hacia estos lares y mientras tanto su esposa seguía comiéndome la verga en tanto yo le acariciaba el culito que lo tiene muy rico por cierto. Cuando entramos al "push bottom" la esposa suspendió la mamada. Yo esperé a que bajara la puerta corrediza por completo y me bajé los pantalones y ropa interior hasta los tobillos pues la villana de la esposa se bajó del carro contoneando su suculento culito. Yo la seguí como un bobo, mientras el esposo pagaba la entrada, entonces me acerqué a la esposa y arrimé mi dolorosamente enardecido miembro a su culito sólo cubierto con una fina minifalda, ella se volteó, me sonrió y me dijo "ten un poco de paciencia papi te voy a dar lo que quieres" entramos y ella enfiló directo al baño mientras yo charlaba con su afortunado marido. A pesar de estar muy aseada, ella se tomó su tiempo en el baño, no sé qué se limpiaba, porque ella estaba muy limpia pero parecía muy importante para ella estar "nítida". No me percaté cuando salió del baño porque estaba conversando con el esposo sobre aventuras sexuales de él, sólo sé que la vi envuelta en la toalla saliendo del baño y segundos después estaba ella de nuevo succionándome la pinga. Lógicamente no pude continuar con la conversación que tenía con su esposo, pues el hambre de verga que tenía la esposa me enervó por completo. Ante tal mamada no podía menos que reciprocarle y no por obligación sino por disfrutar de esa suculenta "micha" como decimos los panameños, en mi boca. Nos pusimos pues en un 69 violento, ella succionándome y yo devorándola pero al meter mi lengua en su suculento culito, ella se estremeció y volteándose se clavó mi verga en su chucha. Me cabalgó por un buen rato, yo sólo sentía cómo mi verga era succionada por su experta chucha. Luego de cabalgarme un buen rato ella tuvo un orgasmo, en Panamá solemos decir "se vino". Sólo por el hecho de estar tomando guaro, alcohol, licor como le quieran decir pude soportar las violentas contracciones que tuvo su vagina contra mi miembro. Cuando levantó su cabeza sólo me dijo "es tu turno" me dio la espalda y se enterró mi verga en ese culo, poco a poco y puesto que yo me encontraba acostado boca arriba, podía observar claramente cómo se introducía mi verga en su culo e iniciaba ella un lento sube y baja de ensueños. Yo ya estaba por venirme cuando ella me pidió "quiero sentirlos como la última vez los dos juntos todos dentro de mi" el esposo me guiñó el ojo y yo accedí, ella recostó su espalda contra mi pecho, con mi pinga bien incrustada en su entrada posterior; él se las ingenió para no tocarme y la montó por enfrente, su verga, dos pulgadas más grande que la mía empezó un fuerte bombeo a su chucha. Al sentirse llena por sus dos orificios ella berreó se retorció y me exprimió la verga del gusto que sentía. No sé cómo me contuve pero ella se vino violentamente. Luego el esposo se retiró y ella se puso en cuatro yo no pude resistirme y de un solo viaje le hinqué mi verga en el culo a lo que ella protestaba, parece que le dolía . Yo la agarré por sus caderas e hice caso omiso a sus protestas pues estaba gozando de lo lindo de ese culo tan redondo, tan duro y tan apretadito. Bueno el hecho es que yo sé que le dolía, pero se corrió fabulosamente cuando yo descargué mis bolas en su interior, en su culo. Mi verga se salió de ese adorable culo, algo flácida pero ella se encargó de revivírmela y aún cuando no estaba del todo revivida ella se montó encima mío y empezó a cabalgarme. Sólo recuerdo que ella gritaba "chucha, verga cómo me gusta esa verga tuya" y ante la mirada de su esposo nos corrimos los dos yo ya le había llenado el culo de leche y ella me ordeñó hasta la última gota con su chucha...

SI USTEDES LOS PANAMEÑOS CREEN QUE ESTO ES FICCIÓN, ESTAN BIEN EQUIVOCADOS , ESTO PASÓ Y SIGUE PASANDO EN ESTE PAIS, YO LO VIVÍ Y USTEDES SE PIERDEN DE ESTA EXPERIENCIA TAN SÓLIDA POR NO ATREVERSE. YA TIENEN LA PRUEBA EN LA ÚLTIMA FOTO PUEDEN VER LA CERVEZA SOBERANA

PANAMEÑOS Y PANAMEÑAS ESCRÍBANME A patotarm@usa.net ¡AHHH! Y NO SOY PATO MI MAIL ES UN CONJUNTO DE MIS NOMBRES Y MIS APELLIDOS MALA LECHE QUE SALIO TAN FEO