Contacto internet con sorpresa
Un inesperado contacto por los relatos me lleva a una sorpresa grande y agradable
Suele ocurrir que por los relatos publicados, se reciben comentarios de todo tipo y también correos donde te encuentras de todo. Desde el que te felicita por los relatos escritos, al que te pone a parir y a quien quiere saber más de mí. A la mayoría les contesto con buenas palabras y lo dejo en eso en buenas palabras. Aunque llegan algunos que llaman la atención por algo. Con esos entablo un contacto para ver dónde quieren llegar y de estos normalmente al final me quitó de en medio en casi todos, pero siempre hay alguien que me lleva a la curiosidad. Este relato va con relación a una de esas parejas que me llamaron mucho la atención.
Recibo un correo el día 15/07/18 por el relato – “¿Primera vez de mi vecina casada? – muy correcto y les contesto con la misma corrección, me envían otro correo y ya en este me cuenta un hombre que se hace llamar “EROS” y me cuenta sus deseos, sus fantasías por ver a su mujer con otro hombre y no sabe cómo hacerlo. Durante unos meses intercambiamos correos hasta que nos pusimos a chatear para que el diálogo fuera más ágil. Ni me dijo de donde era o dónde vivía y tampoco se lo pregunté. Cogimos algo de confianza. No era solo hacer un trio con su mujer, era un cornudo en potencia, cada vez se le notaba más y ya empezó a contarme lo buena que estaba su mujer, que no lo ponía en duda, pero no lo sabía y se animó a mandarme fotos de su mujer y algún video de mala calidad, pero de buen audio, en esos juegos si entraba su mujer, en grabarse los dos, EROS me decía constantemente que su mujer no sabía nada de que hablaba conmigo.
La mujer estaba muy bien, por lo menos de cuerpo y él no estaba gordo, pero un poco descuidado, un poco fondón. Llegó la fase en la que él le contó a su mujer todo y monto en colera. Se le fue pasando y ya chateábamos los tres, ella bastante cortada y según pasaba el tiempo se animaba un poco más. El ritmo lo marcaba yo. Por esto del confinamiento EROS cometió un descuido y en una conversación de las que teníamos, supe que vivía junto al mar. Me acabo reconociendo que vivía en Valencia. A raíz de eso me pregunto por dónde vivía y le di la zona, él me dio la suya y vivíamos apartados, pero tampoco lejos. No era futbolero y era más de tapeo. Coincidíamos en sitios donde tapear y lo mismo habíamos coincidido alguna vez. El saber que vivíamos en el mismo sitio fue abrir una puerta a que él se fuera liberando más. Él estaba empeñado en que hablara con ella y tratara de convencerla, de ponerla cachonda y que así se animará a quedar los tres. Ella era dura de pelar, porque era escueta en sus contestaciones y en lo que decía. Quitaba las ganas de intentar nada.
En una conversación a solas con la mujer chateando, hablamos de todo y fue un poco más fluida que otras, tuve que dejarlo porque estaba trabajando y era hora de una reunión. Al terminar la reunión, abrí de nuevo el chat y le iba a escribir algo más, eche un vistazo a lo último que habíamos escrito y no me había dado cuenta en su momento, pero por lo que escribió EROS debía de trabajar en el mismo ámbito que yo. Chatee con él y fui por el tema del trabajo y efectivamente, trabajábamos en lo mismo. Lo que pasa que no le dije que yo trabajaba en lo suyo. No me costó mucho saber la empresa donde trabajaba y era la misma. Me salió un ¡COOOÑO! que nada más pude oír yo y la pregunta que me hice, ¿quién coño será?
--- Pues es un negocio complicado en ese que estas.
--- Más que complicado, competitivo.
--- Competitivo?
--- Si porque hace un tiempo cortaron muchas cabezas y colocaron un nuevo jefe. Con lo del puñetero virus, no se han ocupado muchos de los puestos de arriba y de los de confianza y hay jefecillos que putean para hacer méritos y colocarse.
--- Pero el jefe salvo que esté gaga se dará cuenta.
--- Que va, es un tío joven y lo que pasa que está más tiempo fuera organizando la restructuración que han hecho, que viendo lo que pasa. No te voy a soltar mas rollo sobre el trabajo.
--- No me molesta. Tú a qué te dedicas en tu trabajo?
--- YOOOO?? Un trabajador de a pie.
--- Y tú?
--- Un trabajo de lo más normal, nada que destacar, trabajo de oficina.
Ahora me frenaba conocerlos y me daba morbo conocerlos. Como en todos estos casos EROS siempre me ponía sus condiciones y como siempre contestaba lo mismo, no me gustaba que me mandasen, era un tira y afloja al que no solía jugar, cortándolo rápidamente, para que nadie perdiera el tiempo. Una mañana que me había tomado libre porque necesitaba estar en mi casa para que me vinieran a hacer unas cosas en ella y no me dieron opción a otra fecha. Esa mañana estando haciendo cosas en el ordenador, le mandé un chat a la mujer y no tardó en contestarme. Casualmente ella tampoco trabajaba ese día. La conversación fue suave al principio y fue poco a poco adquiriendo una calentura especial. Tenía dos móviles, uno el de la empresa, que era el que usaba siempre y el personal, que ya hacía tiempo que no lo usaba. Lo saque, lo conecte para que funcionase porque estaría sin batería y cuando vi que estaba funcionando le mande un chat, “Me tenéis cansado tú con tus reticencias y tu marido con sus indecisiones, este es mi móvil… llámame que te aclare muchas cosas o dame el tuyo y te llamo, pero hazlo ya”
No contestó aunque marcaba que lo había leído. Llegaron los operarios que estaba esperando, nos fuimos a la cocina y después de ver una serie de cosas, empezaron a trabajar para lo que habían venido y recibí una llamada en mi móvil de un número desconocido, les deje solos por tener que atender una llamada y me fui a una habitación. Tenía la voz nerviosa y desde que la oí, empecé a llevar la conversación, hasta que la sentí más cómoda, hablamos de muchas cosas y la lleve al terreno sexual, respondió mejor de lo que esperaba y acabe logrando que me hiciera caso, tuvo un orgasmo vía teléfono bastante brutal y luego me reconoció que nunca se había sentido de esa manera y termino la llamada nerviosa. Era difícil poder quedar en algún sitio interesante y ya que la noche estaba vetada por lo de la hora. Tendríamos que vernos más temprano o en casa de alguno pero el problema estaba si se pasaba de hora alguien y tenía que quedarse en casa ajena.
Fue más rápido de lo esperado. EROS por lo que se veía, había logrado convencer a la mujer y había llegado al mismo nudo que había llegado yo, el dónde y el cuándo. Le dije que me dejara pensarlo, que le llamaría. Mis cálculos eran 1 hora de contacto, vernos, conocernos y decidir que hacíamos. 2 horas de trajín entre los tres y 1 hora de relajarnos y despedirnos, total 4 horas. La hora para quedar a las 6 de la tarde. Donde quedar, había una cafetería con terraza cerca de mi casa, solo había estado una vez y por la tardes no había mucha gente. También estaba la opción de estar desde el principio en mi casa.
--- Eros ya lo tengo, si quieres quedamos en una cafetería a 5 minutos de mi casa, a las 6 de la tarde que es buena hora y luego si todos queremos pues vamos a mi casa. También puede ser a lo contrario, quedamos en algún sitio que queráis y luego vamos a vuestra casa y la última vamos a un hotel.
--- Las dos opciones son buenas, por mi prefiero en tu casa, déjame que lo hable con mi mujer y te lo digo, espera que la llamó un momento.
--- Espero.
--- Le parece mejor en tu casa. Cuándo quedamos?
--- A mí me viene bien cualquier día.
--- El día 31 te viene bien? Cae en sábado.
--- Pues el sábado que viene nos conocemos.
--- Nos vemos para saber cómo somos y así conocernos?
--- Mejor lo dejamos a la sorpresa, nos decimos como iremos vestidos y ya está.
No quise hacerlo porque me gustan las sorpresas y porque si me veía no iba a querer quedar, mejor que se encontrará con la sorpresa. El viernes les envía lo que llevaría, jersey de punto en tres tonos, unos pantalones cargo de color azul y unos mocasines de piel marrón claro. El iría con pantalones vaqueros y cazadora negra. Ella vestido corto de color azul, con franjas roja y blanca. Ella sería visible a la primera, él más normal. Él se había descrito siempre como normal y la mujer super maciza, esa era su expresión. Buenas tetas eso sí y las había visto. No de cuerpo entero, pero eran grandes. No tuve que coger el coche, fui andando y no tardé nada. Llegué antes que ellos, lo bueno es que habían bajado unos toldos de esos que llevan unas ventanas de plástico, para evitar la lluvia y el viento, pero que desde fuera no se distinguen bien a las personas. No me espere y me pedí una bebida, como no había lo que quería, me pedí un baileys con helado.
Los vi llegar, aunque de entrada no les pude identificar, porque él iba tal como había dicho, pero ella llevaba una gabardina hasta las rodillas. A parte su cara me sonaba, sabía que lo había visto, pero no podía ponerle nombre. Ella muy sutilmente le dijo algo de mí, él miró y se quedó blanco, parecía pegado al suelo, porque no se movía y ella no lo entendía. Me levante, les eché una sonrisa ya que estaba sin mascarilla al estar tomando mi helado y ella inició el acercamiento antes que su marido. Se sentaron después de saludarnos y nos dijimos nuestros nombres. Se quitaron las mascarillas y ella quiso tomar lo mismo que estaba tomando y él pidió una coca cola. Lo que le extraño a su mujer, porque no tomara alcohol. Digamos que él se llama Diego (43/47) 1.70, constitución normal, pelo corto. Ella Pilar (40/45) de la misma estatura lo que pasa que ese día llevaba unas botas negras altas hasta casi las rodillas y con tacones de aguja, lo que le hacían parecer más alta. La sorpresa a Diego le tenía callado totalmente, ese primer momento suele producirse una conversación del tiempo, de donde se es, etc., y Pilar se levantó mirando con intensidad a su marido, como si estuviera acordado. También algo normal, como levantarme yo para dejarles hablar libremente.
--- Qué te pasa Diego? Te veo muy mala cara.
--- Hay que tenerlos cuadrados para que me digas eso. Que me habías dicho que tenías un trabajo de oficina y pensaba que serías administrativo.
--- Aquí hay dos salidas, olvidamos el trabajo y lo pasamos bien o terminamos la bebida y nos vamos por donde hemos venido y no pasa nada.
--- Es que casi me caigo de culo cuando te he visto, si me cuesta tratarte de tu. Mi jefe montándoselo con mi mujer, QUÉ FUERTE.
--- O más morboso. Pero primero hay que esperar lo que dice tu mujer.
--- Pilar dirá que sí, porque se ha ido para que nosotros nos pongamos de acuerdo, si no, no se hubiera ido.
--- Y tú qué dices?
--- Pues no lo sé. Sobre la marcha lo veremos, que ahí viene Pilar.
La conversación se volvió más amena y más picante. Diego pidió una coca cola con vodka. Se relajaba un poco más. En un momento inesperado nos interrumpió la conversación, “nos vamos a otro sitio, a tu casa mismo” y mire a Pilar que estaba divertida después del segundo helado con bayle’s, “tu marido parece que tiene prisa” y ella sonriéndole, “vamos y ya veré si te dejo mirar, no sé, no sé, según cómo te portes, como me sorprendas” y Diego con ironía, “ya verás la sorpresa que te doy” ella se reía por ese comentario sin entenderlo y él y yo, nos reíamos porque sabíamos por dónde iba. Llegamos en minutos, Pilar iba nerviosa pero se la notaba exultante, porque no habíamos dejado de elogiar en todo el tiempo lo bien que estaba y lo guapa que era. Aunque en esos comentarios dejaba claro que no podía decirlo al cien por cien, porque la gabardina lo impedía y al llegar a mi casa y quitarse la gabardina, casi se me cae la baba, el vestido ajustado y muy corto, justo las franjas blancas pasaban por donde sus pezones y no llevaba sujetador, marcándose como si fuesen falanges de los dedos.
Unas piernas bonitas y unas botas que la hacían más follable. Diego se había quedado en pañales describiendo a su mujer. Lo normal les pregunte que querían y les dije lo que tenía. Se sentaron juntos en uno de los sillones y les lleve las bebidas, en ese momento invite a Diego a que se sentara en otro sitio, lo que hizo sin problemas y me quede junto a su mujer. Sentada y con las piernas cruzadas su vestido se le subía mas y dejaba ver sus bonitos muslos. Puse mi brazo por detrás de ella, sin tocarla, sobre la parte de arriba del sillón. Eso puso un poco más de “tensión” en ese momento. Inicie un juego suave con su cabello y al ver que entraba en mi juego dejándose hacer y roneando, me fui animando y de pronto se cortó el rollo, quiso ir al baño. No era necesario que la acompañase porque se lo podía haber indicado pero quise acompañarla. En la puerta del baño y antes de que entrase la bese y nos dimos por unos segundos un buen filetazo. Casi se le cae hasta el bolso.
Diego estaba con una intranquilidad llena de deseo. Entre me senté y le dije, “que ganas tengo de ponerla como una perra y follármela” el mostrando alguna duda todavía, “no se si no se echara atrás, no lo sé, esperemos que no” y con provocación le conteste, “pues yo creo que hay muchas posibilidades” eso animo a Diego que muy cachondo me dijo, “que sea verdad, porque Pilar tiene una puta escondida dentro de ella, que no he conseguido sacar y espero que lo logremos entre los dos” y justo entro su mujer. Nos preguntó que hablábamos y los dos a la vez la respondimos, su marido “de cosas sin importancia” y yo hablando a la misma vez, “pues tu marido que dice que dentro de ti hay una puta oculta y que hay que sacártela y estoy de acuerdo con el” aquí vino el punto de inflexión y dirigiéndose primero a su marido y luego a mí, “así que quieres ver si soy muy puta, no entiendo tus ganas de que te ponga los cuernos, pero te voy a dar el capricho, Pelayo tú te apuntas?” se puso de lado y fue ella la que me beso.
Lo siguiente fue un acto frenético, de besarnos y meternos manos, con caricias suaves y menos suaves. Aunque ella me tocaba por todo el cuerpo menos mi rabo. Al meterle una mano por debajo del vestido, me encontré con la sorpresa de que no llevaba bragas. O venís sin ellas o se las quito en el baño y se lo dije a su marido, “Diego o es muy puta ya venía preparada, sabes que tu mujer no lleva bragas?” no se lo creía y levante el vestido y desde donde estaba él le vería el culo, entonces, “serás puta se las acaba de quitar, pues ahora vas a alucinar cuando te cuente…” “AHORA NO” le dije y se quedó callado. Lleve una mano de Pilar hasta mi rabo, que toco por encima del pantalón y exclamo, “cariño, para ser los primeros cuernos va a ser por todo lo alto” y paso de ni rozarme, a desabrocharme con mucha rapidez, hasta dejar mi rabo libre.
Lo acariciaba y lo agarraba con ganas. Quería verla desnudas y le quite el vestido, el sujetador no se lo rompí pero le falto poco, le salieron botando sus grandes tetas. La apoye en el sillón y me agache para comerle el coño por detrás mientas le hacia una paja con mis dedos. La tenía a huevo para correrse y acelere todo para que se corriera a gusto vaya si se corrió a gusto. Saque de mi bolsillo un condón, me lo puse y Pilar me decía que quería comérmelo, le dije que tendríamos tiempo. Me desnude del todo y jugaba con mi rabo con su coño. Pero no me la follaba, “ahora si Diego, cuéntale lo que querías contarle” y la conversación fue surrealista entre ellos dos.
--- Pilar sabes que Pelayo es mi jefe? Pues ya te lo digo yo es mi puto jefe.
--- No te creo, si es una fantasía de las tuyas jugamos, pero hoy no hacen falta fantasías para ponerme a tono.
--- Te lo juro por mis padres.
--- [después de un silencio] Pues cariño tu jefe me está empezando a follar y…
--- Y qué?
--- Pues que me pone más cachonda saber que tu jefe es quien me folla, menudo morbazo. Al final el puto vas a ser tu.
--- Que puta que eres.
--- Pues puto metete como puedas debajo y cómeme el coño mientras me follan.
Diego se metió como pudo y le comía el coño a Pilar, que empecé yo hablando sucio, pero ella me siguio el ritmo y lo hacía muy bien, sobre todo porque Diego se ponía muy cachondo oyéndonos. El ruido que sobresalía eran los gemidos de Pilar, que se corrió dos veces seguidas y jadeaba profundamente esperando correrse por tercera vez. Se había convertido en una yegua salvaje, pidiendo a gritos que fuéramos más feroces con ella y que no paráramos. Se corrió dos veces más y se recostó con sus enormes tetas sobre el sillón. Me corrí con mucho gusto, para ser la primera vez se había comportado como una verdadera puta, nos puso muy cachondos a su marido y a mí. Se levanto del sillón, porque no quería manchar y salió corriendo hacia el aseo. Entre Diego y yo, al quedarnos solos, nos llegó el silencio y Diego para quitar el silencio, “jefe bien que follas, joder, no te cansas, la has dejado destrozada, me habéis puesto tan cachondo que no me ha hecho falta hacer nada, me he tocado y me ha salido la corrida sola” y le seguí la conversación, “ella está claro que lo ha pasado bien pero y tú?” meneo un poco la cabeza y como si fuera un secreto, “habéis logrado hacerme muy feliz los dos, porque estaba seguro de que Pilar era más cachonda y no me he equivocado”
Como tardaba mucho en venir, fui a ver qué pasaba. No estaba en el aseo y fui hacia mi habitación que se veía luz. Estaba tumbada en la cama y se estaba tocando su coño y sus tetas, mirando hacia la puerta y cuando me vio abrió mas las piernas. Me gusto su invitación y de nuevo le comí el coño y bien poco tardo en correrse, porque ya se había puesto ella sola a tono. Cogí lubricante y se lo puse en el culo, protestaba a medias, le asustaba un poco el tamaño, pero sus ojos estaban cachondos y le decía que sabía que ya se lo había follado su marido y me descubrió ya entrando su marido a la habitación, “si me lo ha follado pero no tanto como él hubiera gustado, porque en ese tipo de sexo empezamos tarde y si no se le pone lo que es muy dura, no logra entrar” y su marido regodeándose y sin mosquearse por lo que ella había contado, le decía que le iba a gustar ver como ese “pepino” la iba a dejar el culo bien abierto.
La coloque sobre la cama, recostada de cintura para arriba en el colchón y los pies en el suelo, quedaba en una posición perfecta para darle por el culo. Me puse el condón, Diego sentado al otro lado de la cama viendo la cara de su mujer. No quería ser agresivo por lo menos al principio, sabía que una vez que entrara el champiñón el resto iría sin problemas. Berreaba suavemente y se dirigía a su marido, “a este sí que no se le pone blanda, como me la va metiendo, que cornudo que eres, te gusta ver cómo le meten a tu mujer por el culo, que cabrón, pues no sabes cómo me sienta de bien, vamos Pelayo, fóllate entero el culo de la mujer de tu subalterno, que cuando te vea en el trabajo recuerde este momento, vamos mete todo YA” y aunque lo mismo lo decía para provocar y poner cachondo a su marido, no diciéndolo literalmente, le metí todo el rabo de un solo viaje. Grito y no paro de mover el culo.
Diego no paraba de jalarse su rabo, estaba tan salido como su mujer. Una cosa que habíamos quedado era follar con condón y si por cualquier causa no se usaba, tenía prohibido correrme dentro de ella, ni en la boca. Estábamos cerca de corrernos los dos, saque mi rabo, me quite el condón, ante la atenta mirada de Diego y Pilar. La mirada de Pilar me dijo que adelante y ni mire a su marido. Fue como darnos un chute de calentura, nos corrimos a la vez y me gustó mucho. Me quede sobre ella y mire a su marido que estaba con un buen empalme y le ordene que se acercara, saque mi rabo y salían algunas gotas de mi corrida, le indique que se follara el culo de su mujer y me fui a limpiar al baño. Al regresar ella le decía, “te gusta sentir la leche del macho de tu jefe en mi culo?” y él no se cortó en nada, “me pone burriiiiisimo, tienes el culo bien embarrado de su corrida y aquí va la mía” se corrió mientras acababa de decir eso.
Follamos hasta que se hizo de día. La dejamos descansar y nos fuimos a tomarnos un café. En vez de hacerlo, se nos ocurrió la idea de ir a comprar churros, porque a ella le gustaban mucho. En la churrería nos tomamos el café él unos churros y yo una ensaimada. Quisimos llevarle churros pero no quedaban, solo porras y nos entró la risa y le llevamos seis porras. Nos quedamos hablando en casa en vez de acostarnos y como ya había confianza, me conto porque se lo pregunte, las “quejas” que me conto en su día sobre el trabajo, me sorprendí en varias cosas, porque no me esperaba el trato que daban algunas personas y tendría que mirarlo. Como note que no se sentía bien con esa conversación, di un giro y hable de lo sucedido esa noche, quería saber cómo se sentía en ese instante, “me siento muy bien, ya se me paso la contrariedad al ver que eras tú, solo que puede ser un corte cunado venga pilar a buscarme que lo hace mucho, que haremos si os cruzáis?” le respondí sin dudar, “pues que va a suceder, la saludare y si alguien te pregunta, que curiosos hay muchos, que nos conocimos en una cena familiar y ya está” quedo en que nos conocimos en un bautizo al que asistieron recientemente.
Se despertó Pilar e hizo su acto de presencia, recién duchada y con una toalla enrolada a su cuerpo. Le preparamos el desayuno y cuando vio las porras en el plato le dio la risa y se comió tres de manera muy golosa, provocando y mientras provocaba, su marido le resumió nuestra conversación y mas provocativamente nos respondió, “pues el lunes he quedado en pasar por vuestro trabajo, porque he quedado con Isa para ir a comer”. Isa es una de las veteranas de la empresa, de las que más tiempo lleva y está en un departamento pegado a mi despacho. Acabo su desayuno y nos dijo que no nos moviéramos que regresaba en “nada” y no tardo mucho, se había ido a lavar la boca. Se sentó y hablamos de como habíamos “coincidido” y le contamos todo, les dije la verdad de cómo me di cuenta que Diego trabajaba en el mismo sitio y que me gusto la posible aventura.
Y.- Pues espero que cuando pases el lunes, si no te veo, te acerques a saludarme como es debido.
D.- No me parece mal, pero te refresco la memoria, no se puede hacer nada de nada, si no estamos los tres.
Y.- Yo no prometo nada.
P.- Pero yo si se lo prometo a mi marido.
Y.- Vale, vale.
D.- Igual que pasara lo que pase en un mes, luego se terminó todo, recuerda que así lo quedamos.
Y.- Y te juro que así será por mi parte, pero eso si hasta que pase el mes, ya veréis. Jajajajajaja.
Era lunes y salvo de problemas acumulados era un día aburrido y servía para preparar con detalle la semana. Estaba pendiente de la llegada de Pilar, porque dijo que se pasaría pero no dijo nada de la hora. Si habían quedado a comer, lo lógico que apareciera a ultima hora y en parte fue así. A la 13,30 llego y como la vi provoque el encuentro, nos saludamos y antes de ir a ver a Isa la hice pasar a mi despacho. Estaba estupenda con la falda vaquera que llevaba puesta, con una chaqueta vaquera también y debajo una camiseta ajustada que marcaban sus tetas y unas botas vaqueras. Con una sonrisa me decía, “que formalito que te veo, no me dices nada?” y le respondí, “que te veo muy vaquera, tanto que solo te falta un caballo donde montarte” y siguio mi juego, “es que no me gustan los caballos normales, me gustan los sementales, por ejemplo como tú” y le recordé el acuerdo con su marido nada sin estar él. “hemos hablado esta mañana en el desayuno y me ha dicho que si nos veíamos, que decidiera yo donde estaba el límite, pero que si pasaba algo, si no podía hablar que le hiciera alguna señal, imagino que para ponerse cachondo y ya sabes”
No nos pusimos de acuerdo, pero nos quitamos las mascarillas a la vez. Nos dedicamos a morrearnos y yo a meterle mano por todos los sitios. Me dijo que no teníamos tiempo, me desabrocho el pantalón y me dejo el rabo fuera, se quitó unas bragas minúsculas las tiro encima de mi mesa y me senté en una silla mientras ella se acoplaba a la perfección sobre mi rabo, le dio igual que no llevara condón y me dijo que seria nuestro secreto, pero que no me corriera dentro de ella, que quería darle una sorpresa a Diego y para ello, necesitaba que me corriera en su boca, lo entendí todo. Me preguntaba en voz baja si era buena vaquera y le decía que perfecta. Le dije que tenia ganas de follarme de nuevo su culo y ella me decía que también lo deseaba, con un dedo le hacia una paja mientras ella no paraba de cabalgar, hice que se corriera en nada de tiempo. Se quito cabreada porque decía que le sabia a poco, me hizo una mamada perfecta y mientras me la hacía, le decía que desde ese momento era mi puta y que la próxima vez me la follaría en su casa y que cuando llegase quería que me recibiera con el culo listo para follármelo y me corrí en su boca.
No le deje coger sus bragas me las quede. No protesto y avise de que llamaran a Diego y a Isa para que vinieran a mi despacho. Primero llego Isa que se extraño de que nos conociéramos y Pilar le conto donde nos conocimos, lo hizo con una credibilidad absoluta y luego llego Diego y Pila le dio un beso con lengua y el se dio cuenta, lo se porque puso cara de darse cuenta. Estuvimos hablando un rato hasta que las mujeres se fueron y cuando nos quedamos Diego y yo solos, no le di detalles, pero si le dije que me había quedado a medias, le propuse cenar juntos esa noche, puso una mueca, “es que no podemos ir a tu casa, entre semana no tenemos quien se quede con las fierecillas indomables, salvo que vengas a cenar a nuestra casa y el resto estará mas complicado, llamo a Pilar y vemos que dice ella”
Estuvo hablando con ella y no tardo mucho, me levanto el pulgar y le propuse ir a comer. Acepto diciéndome que iba a ser la comidilla de todos. No se equivoco porque al salir le miraban mas a el que a mí. Para remate comimos cerca y nos vieron otros que no nos habían visto. En medio de la comida le llego un WhatsApp de su mujer y era un poco extraño, “hacer tiempo y hasta las diez no lleguéis y cuando lleguéis, a Pelayo le haces pasar al salón y tú ya sabrás que hacer” ninguno lo entendió pero le haríamos caso. Por eso le dije de irnos a mi casa al salir de trabajar y hacer tiempo allí. Salimos y cada uno fue en su coche hasta mi casa. Mientras bebíamos en mi casa no se aguantó y me pregunto.
--- Que habéis hecho en tu despacho?
--- Jajajajaja, no te ha gustado el morreo más que otras veces?
--- Que hijos de puta que sois, te has corrido en su boca.
--- Venga no digas que te ha molestado, que se te ha puesto una cara de salido que no veas, no nos vamos a mentir ahora, después de todo lo que ha pasado.
--- No me lo esperaba, pero no me ha molestado y es verdad que me ha puesto cachondo.
--- Pues voy a tener que hacer muchas mas cosas, para que lo disfrutes, que en un mes si no, no nos dará tiempo.
--- Si lo dices para ver si cambio de opinión en lo de solo un mes, no voy a cambiar.
--- En serio, no lo decía por eso, que respeto esa decisión totalmente.
--- Y si mi mujer pasado un mes te llama para quedar los dos solos, que harías? Me lo dirías?
--- Si diera la casualidad de encontrármela por algún sitio, no te digo que no me tomara algo con ella. Si me propusiera quedar para follar, te digo ya, que no quedaría y si te contaría la propuesta, te digo que no, me lo guardaría para mí. Ni te traicionaría a ti ni tampoco a ella.
Me cambie de ropa y nos fuimos en su coche. Abrió la puerta de su casa y no salió su mujer ni nadie a recibirnos, estaba todo en silencio. La puerta del salón estaba cerrada y al abrirla entendimos todo perfectamente, estaba Pilar desnuda de rodillas en un sillón y con el culo en pompa. A mi me impresiono, porque si en vez de abrir nosotros abre uno de sus hijos, menudo palo y Diego se quedo blanco, mas blanco cuando, ella movió su cabeza para mirar hacia la puerta y decir, “soy buena puta o no? has visto como te he hecho caso. Ahora que es lo que vas a hacer?” Diego alterado le decía que hablara bajo y estaba nervioso, Pilar que estaba muy cachonda, “tranqui cornudo, estamos solos, he logrado colocar a los niños con mis padres, ahora a pasarlo bien” una vez que oí que estábamos solos, me quede en pelotas en un instante.
Me puse a buscar un condón y Pilar me dijo, “sin nada, que me he puesto un enema y estoy limpísima” me acerque y coloque mi rabo, se había lubricado y mi rabo entro a la primera y a la perfección. Era la primera vez que me follaba un culo con tantas ganas. Estaba hiper excitado y cuando me pasaba eso, no se el motivo, tardo mucho mas en correrme. Diego estaba delante de ella y se morreaban, estaba tan fuera de mí, que no me logre enterar de lo que le decía Pilar a su marido en el oído, lo que si me entere, es que el empezó dándole una respuesta de un no contundente a ir bajando su contundencia y brillarle los ojos cuando le dijo, “por ti, solo por ti” se corrió dos veces una seguida a la otra y se quito diciéndome, “eres tremendo como me has follado, eres un macho feroz, muy feroz” miro a su marido y le pidió que se lo follara el también, pero antes me senté y ella me monto, luego su marido follo su culo.
Se ponía fuera de si follándola los dos. Diego se corrió antes que nosotros y nosotros lo hicimos juntos. Sobre el sillón había una toalla grande, ella se sentó abrió las piernas y Diego le comía el coño y el culo. Con nuestras dos corridas. Si follándola los dos se puso fuera de sí, en ese momento estaba frenética de gusto, me morreaba y le decía a su marido que la estaba haciendo la mujer más feliz del mundo. Me aparte un momento, quería dejarlos solos y ver como lo pasaban. No sabia como podía respirar diego, porque tenia la boca pegada en el coño y jamás he visto a nadie comerse un coño tanto tiempo, ni tampoco las veces que se corrió su mujer. De verlos me puse en forma otra vez y por lo que estaba viendo Diego también, porque tenia un buen empalme.
Pilar me miro, con una sonrisa de haber hecho algo malo, “era una fantasía inconfesable y necesitaba saber como seria en la realidad” le pregunte que como había estado y nos miro a los dos, se tapo la cara unos momentos y nos dijo, “mejor, muuuuucho mejor a mi fantasía, gracias cari” y le dio un besito en los labios a su marido. Quiso cambiar la conversación, “bueno vamos a reponer fuerzas, sobre todo vosotros, que es temprano y como hay toque de queda, te tienes que quedar” se fue al baño y Diego de un armario saco dos toallas, que nos pusimos en la cintura. La mesa estaba puesta, lo que es los platos y cubiertos. Pilar se había colocado una bata y nos dijo que fuéramos con ella a la cocina.Había preparado una cena sin complicaciones, una ensalada, tortilla de patata, unas empanadillas, croquetas y alguna cosa más. La cantidad parecía excesiva, pero como estaríamos que dejamos todo bien limpio, no quedo ni una miga.
Nos sentamos a relajarnos un poco y hablábamos como buenos amigos, porque nos habíamos convertido en buenos amigos, aunque pasado un mes ya no fuéramos íntimos. El vino nos había sentado muy bien. Ellos estaban sentados juntos, el le pasaba el brazo por encima de sus hombros y ella me miraba con ganas. Me solté la toalla y mi rabo estaba tranquilo. Apretó sus labios, miro a su marido le sonrió, este le beso los labios y ella se levantó, dejo caer la bata y se arrodillo entre mis piernas. Se metió mi rabo en su boca y solo meneando la lengua me puso el rabo como una piedra de duro y una vez que lo consiguió nos fuimos a su habitación. No deje que ella siguiera dirigiendo, desde ese momento haría lo que me apetecía. Inicie mi ataque de azotes, se llevo una sorpresa y al final se dejaba ante los ojos de su marido. Mientras la azotaba le preguntaba por alguna otra fantasía inconfesable y ella no quería decir nada, pero se le notaba que tenía más. Trae mis pantalones le dije a Diego. Una vez que me los dio, quite el cinturón, lo doble e hice algunos ruidos y ella me miro, echo una mirada a su marido y no sabíamos que quería decir.
Le pregunte nuevamente y no decía nada, no trataba de negar que si tenía mas fantasías. Por lo que le di varias veces con el cinto, quedándole unas marcas muy bonitas en sus nalgas, al final contesto, “lo siento Diego, se lo tengo que decir. Me gustaría ver a Diego haciéndote una mamada, para ser mas clara, que compartiera conmigo una mamada” si su marido lo sabía, porque ya le había pedido disculpas, quería saber mas y le exigí, “venga sigue contándome y quiero saber lo que te dijo el cornudo cuando se lo contaste” estaba dudosa de contestar pero tenia también ganas, un solo golpe hizo falta, “que si no fueras su jefe, no le importaría probar por una vez, para ver que se sentía y que además tenias un aparato bonito” Diego la miro con cierta rabia pero no con enfado.
Hice que se pusiera de rodillas y me comiera el rabo. Pilar según se ponía mas cachonda, se volvía mas puta y le hizo a su marido acercarse, no costo mucho, me lamian el rabo los dos a la vez, Pilar intentaba que se lo metiera en la boca y el se escabullía, hasta que ella le cogió bien del cuello y le acercó a mi rabo, esta vez si se lo comió y parecía mentira que fuera la primera vez, tuve mis dudas y las sigo teniendo, porque lo hacía francamente bien. Me corrí en la boca de los dos y Diego ya estaba muy libre haciéndolo, después se morrearon bien los dos, el morreo fue con lenguas por todos los lados, a bocados y sin cortarse. Una vez que terminaron, la cara de pilar era de felicidad y la de Diego, colorada y con vergüenza pero sin arrepentimiento.
Volvimos a follar entre los tres y cuando hicimos un receso, Pilar se fue al baño y se dio una larga ducha. Se tumbo con nosotros y el siguiente fui yo. Al tumbarme en la cama, sabía que habían hablado de algo y ese algo debía ser que ella o el, o los dos, querían que nos quedásemos solos ella y yo. Diego nos dio las buenas noches, fue a cerrar la puerta y su mujer le dijo que no la cerrara del todo. Estuvimos follando como campeones, porque ella saco el resto de lo que tenia que sacar, se había vuelto la mas “puta” y su marido la estaría oyendo y seguro que paseándose como un adolescente, porque pilar no paraba de gemir, hablar, recibir por todos los lados y nos quedamos dormidos al final. Diego nos despertó, mas que nada a mí, el estaba vestido y decía que no llegaría a tiempo si no me daba prisa, me levante sin fuerzas.
Le dije que no se preocupara por mí, que me daba una ducha, desayunaba y me iba en taxi. El salió rápido porque llegaría tarde. Me fui a la ducha me metí debajo del chorro de agua hasta despejarme del todo. Al salir del baño, Pilar no estaba, me vestí y fui hacia la cocina, había preparado café y había puesto madalenas y galletas. No me lo tome corriendo, lo hice con calma y cuando iba a irme, la despedida de dos besos, se convirtió en un morreo y del morreo pasamos, a quedarnos desnudos y empezar a follar de nuevo. Llamo Diego para saber si yo ya me había ido y su mujer le contesto, “no amor, aquí está follándome, no puedo ni hablar y me esta follando el culo con los dedos, es un follador salvaje, te dejo, luego te llamo ” y nos follamos mutuamente hasta quedarnos bien satisfechos.