Consuelo Inesperado

Mi cachonda amiga me hizo olvidar que el amor a veces duele.

Consuelo inesperado.

Nuevamente sean bienvenidos, y espero que disfruten leyendo éstas líneas así como yo disfruté cuando las viví y ahora que las escribo para ustedes.

Bueno, pues mi historia comienza hace tres años aproximadamente cuando mi relación con mi antigua novia Paulina andaba como que desbalanceada, y el viernes que llegué temprano a la escuela ella estaba sentada en la jardinera como siempre, bueno, no igual porque ahora tenía una carota del tamaño del mundo.

---Hola amor!, ¿Cómo estás hoy?---E intenté darle un beso, el cual rechazó.

---Qué bueno que llegas, no puedo soportar esta situación.---Dijo en un tono que cualquiera que lo escuché intuye que esto ya valió para puras "chiches de burro".

---¿Qué pasa Pau?---Pregunté sintiendo en el cuello algo raro, no sé si fueron las ganas de llorar o mis pobres huevitos ahí atrapados.

---Las cosas no están bien, y necesito tiempo para mi, para pensar en lo nuestro, además ya sabes que mi papá no quiere que te vea, es más, me dijo que si sigo contigo, me mandará a guerrero a estudiar, y como ves, tengo mucho que perder y tú no---

Recuerdo que debí poner cara de "Pinche vieja mendiga" porque solamente me dijo: "Espero que en estas tres semanas de vacaciones estés bien", y se fue rápidamente...Claro que no hice nada, en ese momento el mundo se cayó para mi, cuando reaccioné ya estaba rumbo a mi casa...

Cuando llegué, me encerré en mi habitación, desconsolado...así pasaron tres largos e interminables días para mi...y entonces el lunes como a medio día que me levanté en bermudas y una camisilla, escuché que llamaron a la puerta y que mi hermana salió a ver quien era. No le di importancia hasta que tocaron en la puerta de mi habitación, abrí y era una antigua amiga mía.

---Hola bonito, ¿Cómo estas?, pasaba por aquí y decidí visitarte---

---Hola Tina (se llama Ernestina), pasa, pasa---Le dije a la alta mujer.

Escuché el grito de mi hermana que iría a alcanzar a mis padres que habían ido de compras al centro...

---Vaya, nos quedamos solos---Me dijo con una sonrisa pícara y caliente.

---si verdad, nunca habíamos estado solos tú y yo---contesté sin ánimos, lo que menos quería era hablar, debido a mi estado de ánimo.

---Ay, pero que apático, no te voy a hacer nada que tú no quieras---Contestó mientras se sentaba en la orilla de mi cama. Yo me senté en el sillón frente a ella.

Comenzamos a platicar de infinidad de cosas, de la escuela, de su vida que seguía sin cambios, pero mientras hablábamos me di cuenta que sus pechos se asomaban por la delgada blusa blanca, sus blancas piernas suaves apenas estaban cubiertas por una corta falda color gris y pude adivinar unas pantaletas blancas de algodón, seguí hacia abajo y sus pies estaban protegidos por unas zapatillas abiertas. Fue entonces que comencé a reaccionar, y ella lo notó por mi evidente erección.

---Oye bonito, que guardadito te lo traes---Me dijo, y se acercó a mi.

---Tú no te quedas atrás---y señalé sus pechos ahora con los pezones erectos.

---Sabes que nunca he tenido sexo con nadie, y no conozco una verga, ¿Me dejas verla?---

---Claro---contesté inmediatamente.

Ella se acercó y me indicó que me levantará, así lo hice mientras ella se agachaba hasta quedar a la altura de mi bulto, bajó la bermuda y tomó mi pene con una mano, mientras que con la otra tocaba mis huevos.

---¿Puedo probarla?---Preguntó, y sin darme tiempo a contestar la metió en su boca, primero la cabeza, luego un poco más, y cuando menos lo esperé la tenía toda...

---mmmmhhh, que rico---y siguió masajeando mi verga con su boca que la engullía toda, y con su lengua tocaba mis huevos.

No pude contener más y eyaculé en su boca, ella no se apartó al contrario, chupaba con más ganas, mientras golosamente se comía mi semen.

---aaaahhhh, que rico lo haces, ¿Estas segura que nunca lo habías hecho?---le pregunté por su gran habilidad.

---Bueno, una también ve películas y mi favorita es "Garganta Profunda"---contestó.

---Ya me di cuenta, pero ahora va tu turno---Dije mientras la levantaba y comenzaba a desnudarla.

---¡Hasta que se me va a hacer!---y me ayudó a terminarla de desnudar.

Rápidamente me hice de un condón y me lo coloqué, al mismo tiempo que le daba una rica lamida a su clítoris, su vagina dejaba ver una delgada tela color nacar, sentí como un orgasmo inédito llegaba ella gemía y respiraba muy rápido.

---¡Házmelo ya bonito!, quiero sentir tu verga dentro de mi---

Me coloqué y puse mi pene en la entrada, comenzé a empujar despacio, poco a poco.

---AY, duele, arde, pero síguele---y seguía roja, roja, super excitada.

---Espera, con calma---Y yo sentía como las carnosas paredes iban abriendose mientras mi enfundada verga caminaba.

---Ya muévete, ya no duele, ¡Qué rico!---sus caderas ya habían empezado a moverse.

Tomamos un buen ritmo, mi cadera y la de ella se movían en coordinada cachondéz, y sentí nuevamente otro orgasmo femenino, su cadera se contoneaba más fuerte y nuevamente uno más...

---Ay bonito, pero como me estoy estrenando, mmmmhhhhh, ahora métemela por el ano, mmmhhhh---calientemente me lo pedía y como por ahí dicen al cliente lo que pida.

---Ponte de a perrito, para lamerte el ano---

Se colocó y le lamí el ano hasta sentirlo bien lubricado, ella se movía bien caliente, así que bastó con que sintiera la puntita para que ella misma lo metiera con sus movimientos.

---aaahhhh, ¿Sientes como entra, bonito?, ahhhh, más, maaaaas---

---Mueve las nalgas tina, así, así,---

---aaahhhh, me muero de placer, dame más, más, aaaahhhh---y su culo abierto atrapaba y expulsaba mi verga que estaba por estallar.

---Me vengo, yaaaaa, aaahhhhh---y solté mis líquidos.

---SSSIIIIiiiii, aaaaahhhh, que rico siento en mi culito----y no dejaba de moverse hasta que terminó mi orgasmo.

Cuando el asunto terminó, me dijo:

---Espero que tengas tiempo en estas vacaciones porque aquí estaré...---Tomó sus cosas y se fue prometiendo que serían unas deliciosas vacaciones.

¿El asunto de Pau?, bueno ese será motivo para otro relato.