Constructores Felices

En nuestra construcción nos visitaron dos bellas damas que nos alegraron el dia...

CONSTRUCCTORES FELICES

Para comenzar mi historia, permítanme presentarme, soy un trabajador de la construcción soy alto y trato de cuidarme, por mi estilo de trabajo estoy en buena forma, y me llevo bien con mis compañeros, como sea estábamos en un contrato con un Edificio pequeño, pero en una zona residencial con construcciones pequeñas y casas, mi grupo ya estaba trabajando en los toques finales ya que estaba muy adelantada la construcción.

Como sea, no todo es trabajo, y me gustaba ver pasar a las mujeres bien arregladas que en la mañana pasaban muy apresuradas al trabajo, algunas al transporte publico que se tomaba dos cuadras más abajo, otras en sus autos, etc., así que por las mañanas había un desfile de media hora y a veces me quedaba por las tardes a verlas de nuevo. Siempre que pasaba alguna bien atractiva mis compañeros y yo la piropeábamos o aunque sea la silbábamos con aprobación, la mayoría ni volteaba, aunque todos sabíamos que la hacíamos sentirse mejor, ¿y díganme si no es para eso que se arreglan las mujeres?, y digo que la mayoría, porque había dos muy atractivas que hasta nos miraban y sonreían.

Cómo describirlas?, dos mujeres de mediana edad, bien formadas, Uds. Saben, con curvas para desviar las manos si las acarician y agarrarlas bien, bueno el primer día no nos hicieron caso, pero después una, la más atrevida nos empezó a mirar de reojo, otro día volteo y me sonrió, recibiendo el regaño de su amiga (aguafiestas), pero cada día hasta nos daba los buenos días, y me veía con cierta malicia, y ya su amiga no nos veía tan mal, este juego duro unos días, hasta que una mañana se acerco y comenzó nerviosa a buscarme conversación, me pregunto de la construcción, y yo muy, muy inflado frente mis amigos le di algunas explicaciones, pero aprovechando de preguntarle su nombre, -Ah! Disculpa me llamo Leticia! Y mi amiga Anabel- aunque un poco tímida le conteste, bueno ahí el capataz

Nos llamo la atención con (que extraño) amabilidad. Bueno Leticia y Anabel se despidieron y siguieron a sus asuntos, y yo me quede con la imagen de una mujer morena de 1.70 mts. Con buenas caderas, y olor excitante, y de paso las felicitaciones y las sonrisas de mis amigos.

Bueno los siguientes días fueron más amables con nosotros, y hasta Anabel se soltó un poco y no era tan antipática, un día Leticia me pregunto si el capataz estaba todo el tiempo, bueno a veces falta, le conteste y me deja a mí a cargo, por cierto creo que mañana no viene, y ella me sonrió, -Bueno será hasta mañana-, trabajamos como siempre pero como dije el pequeño edificio estaba en toques finales. así llego la mañana y el desfile de mujeres atareadas, y para mí sorpresa vinieron Leticia y Anabel, no como siempre sino un poco más relajadas y desenvueltas, y entraron a la construcción, conversamos unos momentos y me preguntaron si hoy estaba a cargo, por supuesto que si, les dije, y porque no nos muestras lo que hacen Uds.? Me dijo sonriéndome, así que entramos, con todos los chicos algo embobados, bueno que quieren?, con esos monumentos de mujeres y nosotros la mayoría sin camisa y boquiabiertos, comencé a enseñarles el edificio, subimos un par de pisos, vieron lo que hacíamos y eran el blanco de las miradas de todos, no te preocupes hoy podemos llegar tarde a la oficina me dijo Anabel (Como si me importara, pensé).

así llegamos a un cuarto donde estaba una mesa de trabajo de madera y un poco más grande donde se dejaban las herramientas, dos de mis compañeros nos habían seguido en el recorrido, sin decir mucho, fue cuando Leticia me lanzo una mirada picara

Y me dio la espalda para preguntarme una tontería sobre la pared, allí no me aguante y me le acerque por detrás y la abrace, quieto me dijo me vas a ensuciar, espera un momento, aun seguí allí y comencé a tocarla, que cuerpo, me tomo las manos y se alejo al centro de la habitación quitándose la blusa, mostrándome su ropa interior que enseguida se quito diciéndonos que nos quedáramos quietos, siguió desvistiéndose para asombro de todos

Y colocando su ropa en un rincón bien acomodada, mostrando con todo descaro su monumental cuerpo, su amiga estaba en silencio y con cara de susto, que no duro mucho, hasta que Leticia le dijo que estas esperando?,tú quieres también, ella sin decir palabra también se desnudo, aunque mis compañeros casi no la dejan terminar, yo me dirigí a Leticia y la puse sobre la mesa de madera y comencé a usar mi lengua en su vagina, estaba como loca, estabas desesperada verdad?, ella ni contesto, así que me quite la ropa y con mí pene bien erecto la penetre, y ella gimió de satisfacción, comencé a bombearla como se merece, de reojo mis dos compañeros tenían a Anabel en un rincón a cuatro patas, la manoseaban, hasta que uno la penetro de golpe, chillo pero el otro puso su pene en su boca, y ella tardo pero empezó a mamarselo, casi que se lo traga, yo seguía afanado con Leticia, comencé a decirle puta! Te hacia falta, que te dieran duro, al rato varios de la construcción notaron algo y vinieron a ver, yo les dije un momento y coloque a Leticia en el piso a cuatro patas, bueno así podemos dos a la vez, uno se acerco y la puso a mamar, ella protesto, pero la tomaron por la cabeza y le marcaron la pauta de la mamada,

Y cada vez que quería protestar la hacían callar con un pene bien erecto.

Aquella mujer estaba divina, así que la disfrute y eyacule con todas mis ganas dentro de ella, al dejarla para irme a recuperar, otro la tomo la acomodo y la penetro con ganas, elle gemía de placer, mientras mamaba, mientras Anabel en el rincón ya tenia un grupo alrededor de ella, uno la tenia clavada, y otro la hacia chupar, varios manoseaban sus bellos senos y se masturbaban esperando turno, el que se la cogía le daba palmadas para que se moviera, y ella como buena niña empezó a menearse, algo parecido le pasaba a Leticia, aunque un poco más protestona, al rato tuve otra erección, y me acerque a Anabel que ya tenia la boca libre y la puse a chupar, y lo hacia con ganas, era muy buena, siguieron llegando compañeros, bueno éramos catorce en total, y tomando turnos con ellas, así le quite el pene de la boca a Anabel sin eyacular, para ir donde Leticia, donde había solo cuatro y solamente uno la tenia chupando (parece que Anabel era la preferida), me acerque por detrás y ensalivé su ano para prepararla, la tome de las caderas y se lo metí por el culo,

Ella chillo fuerte, pero el que la tenia chupando le ordeno que se callara y puso el pene más adentro, así que primero lento para que se dilatara, y luego más rápido con los comentarios de todos, parece que les gusto la idea, porque escuche a Anabel protestando y algunas voces llamándola puta y que te vamos a tomar por el culo, con chillidos y todo, yo estaba gozando mientras hasta que eyacule, y se lo saque haciéndome a un lado, otro la tomo enseguida, la acomodo y la penetro sin miramientos, mientras pude ver al rincón donde tenían a Anabel, eran muchos, así que la pusieron sobre uno, que la penetraba por la vagina, otro la tomo por el culo y un tercero la tenia chupando.

Mientras me recuperaba a Leticia la tomo otro por el culo, y esta vez no aguanto y perdió el sentido, aunque nadie se detuvo, no se cuantas veces se las cogieron, así que me levante y salí a refrescarme, al rato volví y ya todos estaban un poco cansados, a Leticia la habían puesto sobre la mesa, y alguien la tenia boca arriba tomándola de lo más normal, y me di cuenta que había recuperado el sentido, en cambio a Anabel todavía la tenían entre dos y estaba protestando que ya tenia suficiente, nadie le hizo caso y continuaron gozándola

Uno tuvo la curiosidad y tomo a Leticia que ya estaba libre sobre la mesa y volteándola le abrió las piernas para meterle una botella de refresco en el culo, otro viendo la sostuvo para que no escapara, la verdad también yo quede impresionado con la capacidad para dilatarse y la profundidad que llego. Sin contar con la cara que puso, la muy puta, jugamos con ella un rato, mientras ya Anabel estaba tendida en el suelo todavía jadeante.

Uno a uno nos fuimos levantando, aunque a alguien se le ocurrió algo que fue pasando en voz baja, hasta que me llego, y no me pareció mala idea, entre varios las levantamos, y las llevamos todavía atontadas y chorreando semen a un baño cercano, casi terminado, las pusimos en la ducha, y de a dos o de tres les orinamos encima, mientras les decíamos putas. Luego las lleve donde nosotros nos aseábamos al final del día, para que se bañaran y tambaleantes lo hicieron, yo ordene que volvieran todos al trabajo, estamos muy retrasados, pero creo que bien valdría un regaño mañana, una vez que se vistieron se despidieron de nosotros con una sonrisa, supongo que tuvieron un cambio en sus aburridas vidas de oficina, y nos hicieron pasar un buen rato a nosotros, las saludábamos con más entusiasmo por las mañanas y estoy seguro por la mirada de Leticia que regresarían, no me equivoque pero esa es otra historia...