Consolando a mi mejor amigo

A continuación, la historia que nuca creí poder hacer realidad.

Cristobal es mi mejor amigo desde la universidad, es un tipo físicamente normal, incluso un poco dejado en lo que a su físico se refiere, nunca ha tenido una relación amorosa estable y  de las tres novias que le he conocido, a ninguna le he caído bien, siempre hay celos ya que yo soy su prioridad. Nunca me ha querido decir el por qué a sus 25 años aun es virgen.

Los dos trabajamos en el mismo lugar, en sectores diferentes pero separados por un piso, por lo que nos vemos muy seguido, además el siempre va a mi departamento, el que comparto con mi pareja de hace 6 años.

Al principio no éramos muy cariñosos, más bien en cosas físicas nos manteníamos distantes, pero con el paso del tiempo nos abrazamos y hacemos cariños tiernos e inocentes más a menudo, pero nunca más de lo que dos amigos pueden ser.

Para ser sincera siempre lo he querido más que a un amigo, pero por varios factores, incluyendo el que yo no soy su tipo de mujer me resigné a tenerlo como mi mejor amigo.

Pero todo cambió un día lunes, en el que llegó sin aviso a mi depa, muy apenado. Ese día mi pareja había tomado   un avión al sur del país a ver a su familia, por lo que no llegaría hasta dentro de dos días. Lo recibí preocupada, me contó que había peleado con una muchacha a la cual el siempre ha querido y que me necesitaba, conversamos, lloró y luego de un par de horas se calmó, ya era tarde y  no quise dejar que se fuera preocupada de lo que le pudiese pasar, así que lo llevé a la pieza de alojados y le dije que mejor se durmiera que mañana las cosas serían mejores, a lo que él respondió tomándome del brazo y pidiéndome que no lo dejara solo, obviamente que no lo hice, y me tendí junto a él en la cama esperando que se durmiera, pero algo en mi interior me gritaba lo que lo que realmente quería….. estábamos frente a frente, una mano suya rodeaba mi cintura, y como la cama era pequeña estábamos muy juntos, conversando de pronto el me pregunta que por qué no pudimos ser más que solo amigos, que  no tendría que sufrir ahora si no se hubiese negado a la idea de quererme como mas que una amiga hace un tiempo atrás, y me acercó mas hacia el y suavemente me besó… en ese momento yo no sabía que hacer,, sentir sus labios suaves con los que mas de alguna vez había soñado era increíble, poco a poco comenzó a meter su lengua en mi boca, y a desesperarse mas y mas apretando mi cuerpo contra el suyo. Pronto comencé a sentir su polla endureciéndose, y eso me encendió haciéndome olvidar todo, poco a poco comenzó a desabrocha mi blusa, descubrió  mi hombro y comenzó a besarlo, recordé que en algún momento le conté que mi punto débil en la cama era mi cuello, por lo que utilizó eso y besándolo terminó de volverme loca, le saqué la camiseta que traía puesta, acaricié su espalda y poco a poco bajé hasta su pantalón, el mientras tanto acariciaba mi culito sobre el jeans, desabroche el cinturón y metí la mano bajo su ropa, encontrando su enorme polla que luchaba por salir, el mismo se terminó de desnudar, mientras yo suavemente lo masturbaba y miraba hipnotizada ese miembro con el que me había masturbado mas de una vez imaginando como era, luego el bajó por mis pechos, besándolos, lamiéndolos, arrancando enormes jadeos de placer, hasta llegar a  mi pantalón, lo desabrocha lentamente y lo baja incluyendo mis bragas, vuelve a subir, me dice al oído que me quiere, y que nunca ha habido nadie mas que yo para él, se acomoda entre mis piernas y mirándome a los ojos me penetra lentamente, dejando de ser ya virgen, comienza el bombeo suave su respiración se agita y se mezcla con los gemidos de placer al sentir mi vagina suave y húmeda como pocas veces ha estado, el solo verlo y sentirlo dentro de mi hizo que me corriera dos veces antes que el terminara y depositara su semen en mi interior, exhaustos y felices nos recostamos desnudos uno al lado del otro, el abrazándome me pregunta que pasará ahora… a lo que le respondo… “tenemos dos largos días para preocuparnos, ahora hagámoslo de nuevo”