Consecuencias Inesperadas (2)
Siguen las vicisitudes de Laura y Natalia.
Consecuencias Inesperadas II
Esta es la continuación de Consecuencias Inesperadas.
Una vez ubicadas en sus respectivas celdas, los tres hombres se reunieron a petición de Luciano para planear el futuro de las jóvenes.
Luciano: -Creo que han sido suficientes los castigos que han recibido de nosotros. No quiero que arruinemos sus cuerpos. Conviene que estén en condiciones para que podamos seguir gozando de sus cuerpos. Además podrán ayudarnos en las tareas propias de la casa. Sobre ustedes que son jóvenes podrán cogerlas más de una vez por día si lo desean.-
-Entonces, ¿no podremos castigarlas más?-
-Se las castigarán todas las veces que sea necesario y por alguna desobediencia, pero no castigarlas por placer. Ambas tienen unas hermosas tetas que sería una lástima que queden marcadas por látigos, lo mismo que sus culos. Debemos aprovechar sus agujeros.-
-¿Quieres decir que la tendremos para coger y nada más?-
-Eso es lo que propongo Nacho. ¿No estás conforme con tener dos jovencitas para usarlas cunado quieras? Si las castigamos muy duro en poco tiempo no servirán ni para coger. Hay que castigarlas solamente para que obedezcan y sientan que no son más que unas esclavas, pero hay que valorar sus cuerpos. Las dos tienen unas muy buenas tetas. ¿Las vamos a arruinar con azotes? No, no es lo que nos conviene. Esas tetas estás para gozarlas, usarlas, chuparlas, no para castigarlas, a menos que sea necesario.-
Así finalizaba la conversación entre padre e hijos. Vendrían días de mucho sexo.
Muy temprano en la mañana siguiente Pepe y Nacho se dirigieron a las celdas donde se encontraban las hermanas Pinzón. Éstas al verlos llegar se inquietaron. Pensaron que vendrían para conducirlas a algunos de los instrumentos de castigos. Sin embargo se equivocaron. Ambos hermanos lo único que deseaban por el momento mera meter sus pijas muy profundamente dentro de los cuerpos que estaban a su disposición, desnudos y encadenados.
Nacho entró en la celda de Laura.
-Te llevaré a otro lugar para cogerte. Quiero estar seguro que obedecerás mis órdenes de manera que no deba castigarte. Ahora repite: "Nacho, quiero que me coja y haga conmigo lo que desee. Estoy aquí para ofrecerme como puta para su satisfacción".
A Laura se le llenaron los ojos de lágrimas. Era la humillación más baja que había recibido. No repetiría semejante afirmación. Permaneció callada.
-Vamos, ¿Qué esperas? Repite: "Nacho, quiero que me coja y haga conmigo lo que desee. Estoy aquí para ofrecerme como puta para su satisfacción".-
-No voy a ofrecerme como puta para su satisfacción.-
Sin mediar palabra, Nacho tomó ambos pezones entre sus dedos y los apretó y retorció con fuerza.
-¿Vas a repetir o no? Puedo hacerte algunas cositas más dolorosas si te niegas.-
Laura comprendió que no tenía escapatoria. Con dificultad repitió:
-Nacho, quiero que me que me coja y haga conmigo lo que desee. Estoy aquí para ofrecerme como como puta para su satisfacción.-
-Bien, pero repítelo de corrido y con más entusiasmo.-
-Nacho, quiero que me coja y haga conmigo lo que desee. Estoy aquí para ofrecerme como puta para su satisfacción.-
Así debes obedecer. Vamos que estoy ansioso por clavártela hasta el fondo ya que te ofreces como puta.-
Le quitó las cadenas y la condujo a otra habitación. Allí le indicó que se ubicara boca abajo sobre la cama, para atarle las manos. Laura así lo hizo y puso las manos sobre el culo para que se las atara. Una fina cuerda unió ambas muñecas.
-Ahora te pondrás boca arriba y separarás las piernas.-
Todavía con los pezones doloridos, Laura se volteó y separó las piernas. Obviamente no era la primera vez que debía poner su cuerpo y más precisamente su concha, al servicio de un hombre, pero le había desagradado tener que pedir que la cogieran y ofrecerse como puta, pero era preferible eso a ser tratada como lo había sido Natalia el día anterior "festejando" su cumpleaños.
Nacho comenzó a penetrarla. La concha estaba un poco seca lo cual dificultaba la penetración pero forzando más logró meterla toda adentro. Mientras se movía entrando y saliendo, sus manos estaban sobre las tetas de la joven acariciándolas y estrujándolas.
Lo hacía sin apuro, sabiendo que Laura estaba absolutamente a su disposición y sin posibilidad alguna a rehusar a hacer cualquier cosa. Así poco después se corría en la concha de la joven. Permaneció algunos minutos sobre la mujer hasta que finalmente su pija quedó flácida.
-Ahora quiero que me la chupes hasta que quede bien dura para metértela por el culo, pero antes quiero que repitas: "Señor Nacho, permítame excitarlo para que se la meta por el culo a esta puta que está a su disposición"-
Laura quería negarse a decir esa frase y dijo:
-Señor Nacho, no me obligue a repetir eso. Se lo pido por favor. Sé que no puedo negarme a nada pero no me obligue a pedirle que me la meta por el culo y a tratarme yo misma de puta. No soy una puta.-
-Eres más que una puta, eres una esclava y si te niegas no tendré piedad en castigarte y sabes que tenemos varios aparatitos que te resultarán muy dolorosos. Vamos repite lo que te he dicho.-
Laura humillada nuevamente se resignó y comenzó a repetir:
- Señor Nacho, permítame excitarlo para que se la meta por el culo a esta puta que está a su disposición.-
-Así me gusta. Comienza a mamarla hasta que esté bien dura y pueda penetrarte por el agujero más chico.-
Nacho se sentó en la cama con los pies en el suelo y las piernas separadas dejando el miembro para ser mamado. Por su parte Natalia, que continuaba con los brazos atados en su espalda, se arrodillo frente a él y se puso la pija en la boca, pasando su lengua por la glande.
En su estancia en Las Olvidadas había desarrollado habilidad para mamarla y ahora era el momento de demostrarlo. Deseaba que se le pusiera dura, temiendo que en caso contrario sería castigada. Efectivamente poco a poco se fue endureciendo mientras Laura succionaba y la acariciaba con su lengua.
Cuando estaba suficientemente erguida, Nacho le indicó que expusiera el culo y se separara los glúteos para penetrarla. Laura obedeció de inmediato poniendo su ano a disposición. Poco después sentía que su agujero se iba dilatando por la fuerza del rollizo de carne que pugnaba por entrar.
Aunque con dificultad y algún dolor para la esclava, poco después estaba completamente enterrada en el oscuro agujero. Laura comenzó a llorar en silencio, un poco por el dolor físico pero más por el dolor moral que le provocaba ser cogida de esa manera y entendía, con desesperanza, que eso continuaría todo el tiempos que los esos hombres quisieran.
Nacho continuó metiéndola y sacándola, mientras su pija se ponía más y más dura. Luego se corría dentro del recto de la joven.
-Bueno ahora es el momento para que desayunes y te bañes. Debes estar lista para cuando te volvamos a usar.-
Laura tomó una ducha y así desnuda se dirigió a la cocina que, bajo la atenta mirada de Macho preparó su desayuno.
Mientras tanto Pepe se dedicaba a Natalia. Luego de entrar en la celda en la cual se encontraba, comenzó a masajearle las tetas y apretar sus pezones.
-Dime puta, ¿te vas a portar bien? Ya sabes que si no me obedeces, podemos continuar con la fiesta de ayer castigándote.-
-No, no me castiguen más. Mis tetas están muy doloridas todavía de los golpes que recibí ayer. Por favor, no siga amasándomelas, me duelen mucho.-
-Tienes un culo para azotarte con el látigo. Puedo dejarte unas buenas marcas.-
-Voy a obedecer, aceptar lo que quiera hacerme, pero no me torture más.-
-En ese caso quiero que comiences con una mamada para después ponértela en la concha. Déjala mojada para que entre más fácil en esa concha de puta que tienes.-
También Natalia se sentía humillada de ser tratada como puta y como si eso fuera poco debía cuidarse de manera de no ser castigada. Mientras Pepe le apretaba las tetas, debía hacer un enorme esfuerzo para soportar el dolor. ¿Cómo se les había ocurrido darle puñetazos en las tetas? Ahora debía concentrarse en excitar a Pepe para que se la cogiera. Con algo de esfuerzo cuando logró concentrarse en la tarea que debía realizar, la pija de Pepe se fue agrandando hasta lograr una buena erección.
-Ya está como para que la clave hasta el fondo. Espero que la recibas como corresponde para complacer a tu dueño.-
Calladamente Natalia de acostó de espalda sobre el edredón sobre el cual había pasado la noche y separó sus piernas dejando su sexo expuesto y listo para ser penetrado. Pepe se acomodó sobre la joven y apoyando la pija en la entrada de la concha, comenzó a empujar, abriéndose paso en la vagina.
No tuvo demasiada dificultad en meterla hasta el fondo. Lentamente se movía entrándola y sacándola mientras con sus manos magreaba las tetas algo doloridas por los golpes recibidos pero prefirió dejar hacer a quejarse por temor a nuevos castigos. Esto no le permitía calentarse y por lo menos gozar del polvo.
Pepe demoraba en acabar pero continuaba apretando las tetas de Natalia que ya le estaban doliendo tanto que apenas podía soportarlo. Afortunadamente en ese momento Pepe se corrió y dejó de manosearle los pechos.
-Ahora quiero que me chupes de nuevo y me corra en tu boca. Tienes que saborear tanto mi leche como los jugos de tu concha-
Natalia ya había mamado muchas veces pijas que salían de su vagina e incluso de otras vaginas, por lo cual sin sorprenderse demasiado, se la puso en la boca pasando la lengua por el trozo de carne y retirando los restos de corrida que tragaba con naturalidad. Así continuó hasta que estaba bien dura.
Entonces cerró aun más los labios mientras la lengua acariciaba la glande. Pepe no demoró mucho en correrse dentro de la boca de Natalia que tragó el semen y nuevamente con su lengua comenzó a limpiar los restos que quedaban sobre la pija. Luego preguntó:
-¿Algún servicio más señor Pepe?-
-Por ahora está bien puta, puedes irte a bañar y luego a desayunar, aunque ya has tenido un adelanto.-
Natalia se dirigió al baño y tomó una ducha reparadora. Luego de secarse fue a la cocina a desayunar. Por supuesto se movía dentro de la casa completamente desnuda.
Se encontró con su hermana, Pepe y Nacho. Ambas mujeres prepararon el desayuno para los cuatro. Finalizado el mismo fue Nacho el que propuso el paso siguiente.
-Ahora queremos atarlas juntas. Vengan al sótano que allí van a permanecer.
Se dirigieron al lugar indicado. A ambas hermanas se les apretó de culo de angustia. Estos dos jóvenes podían tener preparado algún cruel castigo.
Una vez en el sótano, debieron ubicarse una espalda contra la otra. Una gruesa cuerda pasó por las cinturas de ambas, muy ajustada, pegando sus espaldas y sus culos. Luego siguieron las ataduras. Los hombros también quedaron fuertemente unidos por cuerdas. Unas esposas se cerraron en las muñecas de ambas mujeres con los brazos por detrás de la otra.
Poco a poco iban quedando inmovilizadas. Luego, otra cuerda rodeó los cuellos de ambas y finalmente las piernas de ambas se unieron de a pares, la derecha de una con la izquierda de la otra y viceversa. La vista de ambas mujeres así atadas era lo más bizarro imaginable. Para completar el castigo, los pezones de ambas fueron pinzados con sendos broches, que si bien no apretaban mucho, causaban cierto dolor en los mismos.
Fue Nacho quien sugirió tomarles unas fotografías, se podrían vender a buen precio en Internet. Buscó la cámara fotográfica y sacó no menos de treinta fotos de todos los ángulos posibles.
Los movimientos de ambas mujeres eran muy limitados. El estar unidas una contra otra les impedía caminar y además debían permanecer paradas. Así quedaron en el sótano, a oscuras por un tiempo que no pudieron precisar.
Cuando llegó Luciano, preguntó a sus hijos por las esclavas.
-Están atadas en el sótano. Le hemos tomado unas fotos para venderlas por Internet.-
-Es una buena idea. Luego les diremos a los familiares dónde encontrar fotos de sus parientes. Pero tengo ganas de coger a Laura, primero por la concha y después por el culo.
-Justo igual que hizo Nacho, primero por la concha y luego por el culo.-
Los tres se dirigieron al sótano. Ambas mujeres estaban en la misma posición en que las habían dejado. Natalia lloraba en silencio. Las pinzas sobres sus pezones le dolían mucho.
-Bueno Laurita, he venido para desatarte y cogerte. Espero que te portes bien, caso contrario no tendré más remedio que castigarte.-
Laura sabía muy bien lo que era ser castigada. Una vez que se aflojaron las ligaduras, expuso su concha sin pudor para ser penetrada. Luciano que quitó los pantalones y su pija ya estaba en condiciones de usar esa conchita que se le ofrecía.
Se ubicó sobre Laura y lentamente la fue penetrando. Mientras tanto Natalia esta mamando alternativamente las pijas de Pepe y Nacho.
Sin apuro Luciano bombeaba en la vagina de la joven. Esto era como un sueño, a su edad cogerse a una joven de 18 años de muy buen cuerpo y formas y como si esto fuera poco, la hija de su ex-socio. Finalmente se corrió dentro de Laura, que esperó la orden para hacer lo que le indicara.
-Ahora va por el culo. Relájate porque te la quiero meter sin dificultad. Mira lo comprensivo que soy que te pondré vaselina en la entrada para que no te duela.-
Luego de pararle el viscoso líquido por el ano y la entrada del recto, Laura se puso en cuatro, levantando el culo y dejándolo relajado para ser penetrado. Poco después sentía cómo el miembro de Luciano se adentraba en sus entrañas.
Una vez finalizado el polvo por el culo ambas mujeres fueron nuevamente encerradas en sus celdas.
Con algunas diferencias pasaban los días para las esclavas. Eran cogidas a diario por los hombres y también recibía por lo menos algún castigo. No se enteraron que las fotos de ellas, desnudas, atadas, o siendo violadas estaban en una conocida página de Internet y todos sus familiares y conocidos podían apreciarlas en las pantallas de sus computadoras (ordenadores).
Había pasado algo más de dos meses desde que estaban en la casa de Luciano y aprovechando que Laura cumplía sus 19 años, Nacho decidió que se debía hacer un festejo especial. Cuando la joven se enteró que festejarían su onomástico, comenzó a llorar. Recordaba el cumpleaños de su hermana cuánto había sido castigada.
La joven fue cogida por los tres hombres y luego atada a una mesa con sus piernas separas y colgadas del borde. En estas condiciones su concha quedaba expuesta y sus labios vaginales ligeramente separados. Fue Nacho el encargado del castigo, que consistía en nada menos que en unir ambos labios y cerrar el paso de vagina con alfiles de gancho.
Tomó uno de ellos y mientras Pepe filmaba la escena, comenzó a atravesar el labio con la punta del alfiler. Laura gemía y trataba de moverse, pero las ligaduras, muy firmes, se lo impedían. Apenas un minuto más tarde el alfiler atravesaba ambos labios cerrándose con su traba. Así quedó también puesto el segundo y el tercero. Ahora la concha de Laura estaba atravesada por tres alfileres, mientras ella lloraba desconsoladamente.
Las cogidas y los castigos continuaron sobre una u otra hermana. Luego de algo más de un año que estaban en la casa de Luciano habían perdido completamente la personalidad y todo deseo. Obedecían a cualquier orden que recibieran ya sin inmutarse. Estaban completamente sometidas y dominadas. Fue así que un día, los tres decidieron desprenderse de las jóvenes. Se habían cansado de ellas.
Para eso llamaron a un escribano para que hiciera el acta por el cual Luciano se desprendía de la tutela de las jóvenes y les concedía la libertad. Una mañana se reunieron en la sala de la casa el escribano, Luciano, los dos hijos y Natalia y Laura. Fue Luciano quién tomó la palabra.
-El señor escribano está aquí para que se firme el acta por la cual ustedes, esclavas y putas que han permanecido aquí sean liberadas definitivamente.-
-¿Y a dónde nos van a llevar? ¿Qué van a hacer con nosotras?-
-No tenemos nada que hacer. Una vez firmada el acta se retiran de esta casa.-
-Pero, ¿a dónde vamos a ir?-
-Eso es cosa de ustedes, pero apenas termine este trámite, les hacemos una pequeña despedida y salen a la calle.-
-¿Y así desnudas, con marcas en el cuerpo saldremos a la calle?-
-¿Y por qué no? Todavía tienen unos lindos cuerpos para ser admirados desnudos.-
-No tenemos dónde ir y menos estando así.-
-Esa es cuestión de ustedes.-
Fue entonces cuando intervino el escribano.
-Yo puedo hacerme cargo de ustedes hasta que las pueda ubicar. Tengo varios amigos que pueden estar interesados en comprarlas como putas. A pesar que están bastante usadas, son jóvenes como para que pueda obtener algo de dinero. Usted Luciano, ¿Me cede estas esclavas para que las ubique?-
-No tengo inconveniente. Recuerde que podrá venderlas tanto como putas como esclavas. Están bien domadas y acostumbradas a obedecer.-
-Bueno, entonces hacemos el acta de cesión de la propiedad de ambas.-
Así luego de los trámites respectivos Natalia y Laura debieron pararse frente a Pepe y Nacho con los brazos cruzados en la espalda. Ambos jóvenes cerraron sus puños y le aplicaron dos puñetazos en las tetas y una en el bajo vientre. Ambas se doblaron del dolor.
Una vez finalizada la "pequeña despedida", partieron hasta un depósito abandonado donde quedaron encadenadas. Cuatro horas más tarde Laura había sido vendida a un prostíbulo del interior del país y Natalia sería la nueva esclava de un encumbrado político local.
Así finalizaba una parte de la historia de las hermanas Pinzón. Comenzaría una nueva vida para ambas, pero ahora separadas una de otra.
Fin
Nota: Espero que a "mamita" le guste este relato