Consecuencias inesperadas

Papá me follaba casi a diario, en las noches entre semana y los fines de semana por la mañana… a veces tenía que cancelar mis citas con mis amigas, sumisa a sus deseos, o me tenía que salir del instituto antes de hora porque él tenía un rato libre y deseaba follarme

Afuera la temperatura era anormalmente gélida para ser septiembre. Debido al clima cálido por la exhalación de ambos cuerpos agitándose, las ventanas de la oficina se empañaban. El silencio del lugar era interrumpido por chapoteo del choque de los cuerpos y los gemidos que emitíamos sin pudor. Me encontraba recargada sobre el escritorio mientras detrás de mí, Germán me daba muy duro con sus recios 20 cm de verga, tan gorda como un tronco.

– ¡ahh!… noo…espe…ra… ¡ahh!… ¡no tan fuerte!… ohh… ¡Me vas a reventar el coño…!

Nos encontrábamos en la oficina de mi padre, sin embargo diez pisos abajo, se estaba celebrando le vigésimo aniversario de la constructora donde él trabaja.

–uff… que puta eres… sabes mejor cuando estas empinada… ¿A qué te entra toda así…?

Germán me tomó de las caderas y lentamente fue introduciendo su verga en mí estrecha raja

– ¡ahhh!…  noo… espera… ¡aun no estoy tan lubricada…!

El roce de su pollón con las paredes a medio lubricar de mi vagina hicieron que me agarrara fuerte del borde de la mesa de escritorio, tanto así, que mis uñas dejaron las marcadas en la madera. Me pareció eterno mientras se abría paso en mi interior hasta que por fin sentí como su falo golpeó la entrada de mi cérvix. Germán gozaba haciéndome notar su ancha verga en cada follada, le encantaba escucharme gritar y suplicar que me metiese su tranca a fondo.

Ya había pasado casi un mes de las vacaciones en el mar dentro del yate, donde caí en la trampa de la lujuria de tener el enorme pollón de mi padre en mi interior… me convertí en su puta compartida con Enzo. Por suerte ya no era tan inocente y que mi madre estuviese a favor de ser una familia unida por el sexo, aliviaba mi tortura creada por la dicotomía sobre si follar con uno u otro, mi madre soliviantó toda duda, permitiéndome follar… ¡CON LOS DOS!

Papá me follaba casi a diario, en las noches entre semana y los fines de semana por la mañana… a veces tenía que cancelar mis citas con mis amigas, sumisa a sus deseos, o me tenía que salir del instituto antes de hora porque él tenía un rato libre y deseaba follarme…, lo que me empezaba a ocasionar problemas, no podía seguir así,  estaba cansada y enfadada de ser su juguete sexual. Sin embargo, no todo era malo, mis estudios en el instituto estaban al corriente y no me faltaba nada en la vida… móvil de última generación, ordenadores, ropa de marca, disponibilidad económica… aunque odiara la forma en que me trataba en las últimas semanas, ¡¡El sexo con papá era lo mejor!!

Con él era diferente a Enzo, el tamaño importa y vaya si importaba a la hora de gozar… tenía un promedio de dos a tres orgasmos por follada y mis dolores de vagina tras follar con él, ya no eran los mismo, aunque no desaparecían por completo. También por las mañanas tenía un brillo natural en mi rostro lo que me hacía ver más fresca y mi cuerpo embarneció un poco por el esfuerzo físico que tenía al complacerlo. Aquella tarde mi padre me pidió que le acompañara a la fiesta de su empresa, dado que mi madre odiaba ir para sentirse un objeto, de tal modo que se excusó por imperativo de salir con las amigas. Ir con papá a esa fiesta con tanto hombre apuesto, me pareció buena idea…, pero con la follada tan salvaje que recibía, creo que me estaba arrepintiendo de haber aceptado. Sin decir nada, Germán sacó su verga muy rápido produciéndome un vacío vaginal notorio, me dio la vuelta y me acomodó sobre su escritorio.

Tomándome de las piernas las abrió completamente para acto seguido empezar a comerse el coñito. El placer fue instantáneo, Germán tenía una lengua habilidosa y sabía muy bien qué puntos tocar en mí para excitarme de inmediato… De muy pequeñita me lo hacía de vez en cuando, pero yo no me acuerdo, lo sé por él, solo recuerdo sus baños relajantes por sus caricias en todo mi cuerpo enjabonado. Pronto comencé a sentir como me humedecía y no sabía si era por mí o la saliva de Germán.

– ¡¡Ummm… mmmm… mmmm…!! ¡mmmmaaaahhh! No podía contenerme, con cada gemido liberaba un poco de la tensión que el placer hacía en mi cuerpo.

Poco a poco Germán comenzó a aumentar la velocidad y a torturar mi clítoris, lo que significaba que ya estaba probando mis primeros fluidos vaginales… y quería más. Poco a poco me fui excitando más y más, mi espalda se separaba de la base de mesa con cada espasmo que salía de mi clítoris, Germán estaba empecinado en destilar cada gota de mis jugos, del mismo modo que yo le ordeñada sus huevazos cada día. De pronto cambio su estrategia y comenzó a penetrarme con la lengua. Por más que odiara su manera, no podía negar cuanto disfrutaba con mi amado Padre, él lo sabía, era un veterano follador conocedor de los gustos de una hembra… no lo puedo asegurar, pero su maestría era de haberse pasado por la piedra a mil putas. En esos instantes sentía como su lengua gruesa entraba y se movía dentro de mí conducto, dándome un placer como no había sentido las primeras veces cuando me follaba en el Yate ante la mirada atenta de mi madre y mi hermano.

– ¡Ahh!… ¡ahh!... ¡aahhh!… ummm… Ya no aguantaba más, estaba súper mojada y en cualquier momento me iba a venir el orgasmo. De pronto, Germán dejó de torturarme con su lengua y teniéndome a su merced, mojada y con un orgasmo en puertas comenzó a follarme sin piedad. En un visto y no visto, se había colocado entre mis piernas enfilando su corpulento y gordo pollón en la entrada de mi enjuta vagina… – ¡ahh! ¡aahhh! ¡aaaahhhh!

Mis gemidos no se vieron interrumpidos por el cambio, sentía su polla más gruesa y erecta que antes y sus embestidas eran más enérgicas, lo que significaba que estaba listo para correrse. Después de follar tanto con él ya lo conocía bastante… se le hinchó la polla y…

– ¡aaahhh Aroa! ¡Qué rica estás cariño! Ummmmi vida… ¡Qué ganas te tengo… me voy a correr dentro de ti…!

– ¡aaaaaahhhh! ¡Aaaaaahhhhh! Mmmmmm…. Siii…. Uuuuummmm… ¡Dámelo todo papi! ¡Oh, qué dura se te ha puesto! ¡Lléname papi, llena de leche a tu putita…!

Dio un gemido fuerte descargando todo el aire de sus pulmones, justo en el instante que percibía como eyaculaba su enorme carga seminal dentro de mí… me llenaba de esperma caliente, espeso y muy abundante. A pesar de que no habían pasado ni 24 horas sin hacerlo, la cantidad que depositó en mi vagina, fue tanta que se empezó a desbordar aun con su verga dentro.

Poco a poco el duro falo se fue poniendo menos tenso y dejé de sentirla dura. Terminado, antes de recostarse en un sofá negro que había, me la metió en la boca para que se le limpiara a conciencia los restos de semen y fluidos vaginales mezclados de su polla. Yo por mi parte me quedé recostada sobre el escritorio tomando aire y recuperándome de una nueva y tremenda sesión de sexo con mi padre, mi amante, mi semental… mi follador. Como pude me puse de pie y sin dirigirle la palabra me fui directo al baño, ya dentro tomé papel y limpie los restos de la guerra que se había librado en mi chochito.

Me miré en el espejo y vi que estaba hecha un desastre, mi pelo estaba desarreglado, tenía chorretones de lefa en mis piernas y olía a sexo varonil como una puta. Como pude me acomodé un poco el cabello que para la ocasión lo llevaba suelto, me bajé el vestido, me metí mi tanguita de encaje y me lo acomodé cuidando que no se hubiera ensuciado con algún fluido, me puse un poco de pinta labios “red russian” en mis labios y me dirigí a la oficina de papá. Cuando salí del baño, Germán ya estaba listo también. Me dio un beso con lengua y con mis dedos le limpié sus labios, me chequeo todo el cuerpo por delante y detrás para ver si estaba bien arreglada y tras el visto bueno de mi padre, nos fuimos a la fiesta del grupo empresarial.

– Apúrate cariño, que ya llevamos una hora aquí y mis compañeros se preguntaran donde andamos. Solo nos faltaba que sospecharan que hacemos el amor y en la oficina…

– Perdona Germán, pero hace mucho que no me haces el amor… ¡Solo me usas y me follas!

– ¿Acaso no te gusta…?

– Mucho, por eso te dejo que me hagas tu PUTA todos los días… cuanto desees, papá.

Sin decir nada más salimos de su oficina, el pasillo estaba desierto así que éramos los únicos en ese lugar, entramos en el ascensor y comenzamos a bajar. Mientras bajábamos seguíamos sin decir nada, yo iba cruzada de brazos, esperando poder irme de ese lugar y Germán estaba enfrascado en una conversación por teléfono, de pronto sentí un bajón, pero no de los que me dan en mi periodo, sentí que algo estaba saliendo de mi grieta –“Lo que me faltaba” –pensé. Cuando estaba a punto de revisarme la puerta del ascensor se abrió y entraron cuatro personas que también iban para abajo. Papá y yo nos quedamos detrás de ellos cogidos de la mano… me encantaba sentir su fortaleza en mis manitas. Durante el trayecto notaba como el semen de Germán escurría lentamente por mis piernas ¡El muy cabrón había llenado bien a su hija! ¡¿Por qué sus corridas han de ser tan voluminosas?!

Mi coño se había vuelto a mojar por todo el semen de Germán, lo que me hacía sentir incomoda, miraba para ver que hacía papá, pero él seguía en sus asuntos y no me ponía atención mientras su leche me incomodaba. Por fin llegamos al piso donde estaba la fiesta y todos comenzaron a salir yo tardé un poco más y me fui detrás de Germán para no perderme en aquel edificio fantasmal. Con cada paso que daba, más se desbordaba la inundación vaginal, hasta que pude sentir que la leche de papá escurría con más intensidad… había llegado al interior de mis botines, ahí fue cuando me quise morir. Sin decir nada me fui buscando un baño pero no veía ninguno, de pronto choqué con un hombre y casi caigo de espaldas si no es porque me tomó rápido del brazo.

– ¡Cuidado niña!, ¿por qué tanta prisa? –Me dijo de manera amigable.

Cuando giré para ver quién era, vi que se trataba de uno de las tantas personas con las que me había presentado Germán al llegar…, creo que formaba parte de su equipo de trabajo.

– ¿Estás bien?, ¿Te he hecho daño…? – preguntó.

–No… estoy bien, no se preocupe… solo ando buscando un baño…

– ¿Un baño? Aquí no vas a encontrarlo. Tienes que ir al otro piso de arriba… allí hay uno.

–Ya veo, gracias…

Estaba a punto de irme cuando de pronto me tomó de nuevo del brazo… –Oye preciosa… y Germán ¿Dónde está? No deberías de ir sola sin la supervisión de tu padre, este edificio es enorme y puedes estar dos días para encontrar la salida, ya no te digo el susodicho aseo.

– Sí claro, pero él está ocupado…. no se preocupe yo puedo encontrarlo…

– De ninguna manera, yo te llevo. No me perdonaría que te ocurriese algo, menos tu padre.

De nueva cuenta me tomó de la mano, con una confianza de amigos de años, cuando solo lo conocía de unas cuantas horas y me llevó al ascensor. Ya dentro no hubo charla alguna, solo un momento incomodo interrumpido por el sonido de la música de ambiente y por el hecho de sentir el desborde de semen paterno depositado dentro de mi útero. Si esa persona u otra del edificio supiera la verdad… que estoy llena de la leche de mi padre, me moriría en el acto.

Por suerte nadie sospecharía de unos de los ingenieros de caminos más reputados dela compañía, en una situación como esa. Cuando el ascensor llegó al piso, no me preocupé por esperar al amigo y compañero de papá, me dirigí al baño, aprovechando que estaba solo, puse el seguro, me levanté el vestido y me quité el tanga, lavé muy bien mis manos y acto seguido metí mis dedos en mi rajita para sacar cuanto pudiera del semen, luego introduje el tanga que lo extraje empapado. Notaba mi vagina muy dilatada, como era costumbre… Después de limpiar mi chochete y mis piernas tiré el tanguita al cesto de la basura, ya que no pensaba volver a ponérmelo. Bajé mi vestido y salí del baño, sin embargo, el tipo aún se encontraba fuera esperándome.

–Vaya, sí que has tardado – me dijo.

–Lo sé, discúlpame… ya debe saber cómo somos las mujeres cuando vamos al baño –le contesté fingiendo pena.

Un poco más tarde de esa hora, Aroa con el útero repleto de esperma paterno y su padre con los huevos secos, se dirigían a casa. Justo en esos instantes, Amanda se encontraba de fiesta con sus amigas entrando en la discoteca “Pura Vida” en Arganda del Rey, lo que no sabía en ese momento era que su hijo Enzo, se hallaba ahí al mismo tiempo


Noche de fiesta con los amigos

El primer viernes de septiembre decidimos salir de fiesta a tomar unas copas y divertirnos un poco antes de que el curso empezará en serio, uno compañero de segundo año de la Universidad al que conocía un poco, me invitó a ir con sus amigos. Todos andábamos un poco salidos, así que si alguno se enrollaba con alguna chica, ya sabía lo que tenía que hacer. Yo era la primera vez en mi vida que iba a ese tipo de antro poligonero de Arganda del Rey. Eran como las 11:30 de la noche en la discoteca “Pura Vida”. Con el paso el tiempo mis amigos se habían liado con alguna… verdaderamente las chicas que pululaban por allí eran unas bombas sexuales, No puedo negar que algunos se llevaron a las mejores, sin embargo para mi gusto no había ninguna que me interesase lo suficiente, como para arriesgarme a pillar cualquier mierda…, me repelía solo pensar con quien habría estado follando el fin de semana antes o incluso el día anterior. Justo al marchase el último de ellos con una chica me pregunta que iba a hacer.

– Me voy a casa a dormir. Y la chica que estaba con él…

– ¿Por qué no esperas a que surja la ocasión con alguna…?

– Sabes que pasa, las mejores ya se han enrollado con alguien y os vais marchando…

– La noche es aún muy joven, a partir de las doce o la una de la madrugada, esto se anima mucho más… Si esperas, dentro de un rato te puedes encontrar con alguna sorpresa….

– Ok – le dije – Esperaré un rato más y me voy.

Me quedo solo con una botella de ron casi llena, me decidí a quedarme hasta la media noche. Bueno pasa como media hora y cuando estoy a punto de marchame, empiezo a ver que entraban algunas mujeres al lugar. Me quedé atento viendo a ver qué encontraría pasada la media noche. En un momento veo a tres chicas y una última que cruza por la puerta de ese lugar, pero solo esta me llamó la atención… me sedujo la silueta y la forma de caminar, pese a que desde donde estaba sentado, las luces me cegaban un poco la pegar de frente y no podía ver con detalle…. Entra en los aseos, espero y sale, me fijo mejor en su vestido con un tajo en la pierna y una blusa sin sujetador, riendo con las otras en busca de un lugar donde pacer para pasar el rato. La veo de espalda solamente, me acerco al lugar y tras de ella me atrevo a entrarle avivado por los copazos de ron en mi cuerpo… llevaba ese punto de “pedo lúcido” que te hace ser más atrevido.

– ¿Oye, todas tus piezas son españolas o has encargado alguna a Alemania?

De pronto la chica se gira y mi vista se enturbia del estupor. Ahí estaba la sorpresa, porque fue una gran sorpresa ver a mi madre en aquel lugar tan lejos de Tarancón. Ella, nada más reconocerme, abre bien los ojos y me coge del brazo…camina muy lento simulando un agradable encuentro hasta que nos separamos un poco del grupo.

– ¿Qué haces aquí?

Y yo le contesto con un tono muy enojado… – ¿Y tú, qué coño haces aquí… acaso no  trabajas hoy en el hospital de turno de noche…? ¿O no tienes una familia…?

– No grites ni hagas escándalo, –se me tensa pegada a mí– Vamos allá donde no hay gente.

Nos cambiamos de lugar… – Te pido por Dios y la memoria de tus abuelos que no digas nada de esto en casa, por favor te lo pido, tu padre me quería llevar a una fiesta de su empresa y estoy aquí sin su conocimiento.

– ¡No sabía que salieras de fiesta con esas amigas tuya…!

– Hijo es la única forma que tengo de escapar de la rutina. Solo he salido porque tengo motivos para esto y te lo voy a explicar, no quiero hablar aquí del tema salgamos y hablamos.

Salimos de allí, la seguí hasta que llegamos a su coche… era solo silencio no hablaba, ella solo me decía que la llevase al apartamento y…“ahora hablamos en casa”. Nada más sentarnos en el coche, mamá se pone a llorar… ella empezó diciendo que esto solo había hecho un par de veces, necesitaba desfogarse y soltar la tensión del trabajo en el hospital, que mi padre no la trataba como antes y de nada sirvió todo lo que ocurrió en las vacaciones que pasamos en el yate…, que ya era de por sí una relación pobre y no la sacaba a disfrutar, por eso buscaba con sus amigas un rato de ocio en lugares donde no la conocían. Lloraba todo el camino comentándome eso y otras cosas que no vienen al caso comentarlas. Durante todo el viaje en coche yo no hablaba, solo conducía y escuchaba camino del apartamento de Alcalá de Henares. Llegamos a casa, pasé de estar caliente a enojado por mi madre…hacía tiempo largo que no follaba y esa noche estaba dispuesto a follarme lo que fuese. Entramos al piso, mi silencio no era otra cosa que la frustración de haberme cortado el rollo mi madre.

Ella suplicaba que le dijese algo, que mi padre no debía enterarse o empeoraría las cosas entre ellos ya de por sí mediocres… – ¡Por Dios te lo pido habla necesito que me digas algo!

Yo la miraba y por la forma en que estaba vestida sabía que en esas salidas encontraba con quien follar. – Imagino que te habrás acostado con algún tipo en tus salidas con las amigas, aunque eso no me importa mucho, pero sí que te pueda contagiar cualquier mierda o estés a expensas de algún hijo de puta…

– Yo hijo… no es lo que piensas que soy… tampoco se liga mucho a nuestra edad…

– Mamá por favor… ¡¿Prometes que nunca más vas a ir a ese tipo de lugares?! No es lugar para chicas decentes y menos para madres de familia. En esos antros suele pasar de todo…,

– ¿Y tú que hacías ahí…?

– Estaba por casualidad, en verdad es la primera vez que iba, uno de mis compañeros de clase me arrastró a ir con sus amigos… ello han ligado, pero yo al ver el panorama no me atreví a irme con ninguna putita… a saber cómo tienen “el Tigre” para metérsela… por eso estaba solo a esas horas y a punto de coger un taxi para marcharme.

– La verdad que jamás iba a pensar que tú pudieras estar allí, lo hice porque… bla bla bla bla…. – me abraza una vez aparcamos – Gracias por tu compresión y perdón mi vida.

Yo desconectaba sin escucharla, notaba la polla muy dura realmente y eso me desconcentraba… en ese momento no pensaba que esa mujer fuese mi madre.

– OK, nadie sabrá esto, quédate tranquila. Puedes confiar en mí como siempre. Dije al fin.

Agarra y me da un beso en la mejilla y otro cada vez más cerca de la boca hasta que encaja sus labios en los míos. Siento su lengua mojar mi labios, los abro haciéndole notar mi lengua durante unos segundos y nos desacoplamos.

– Sabes mamá, cuando estabas de espaldas, realmente me encantó tu figura no te voy a mentir que fui a ligar contigo y a…y me quedé en silencio, le eché un flash a sus tetas.

– ¡Un hijo no debería insinuar eso a su madre! Me guiñó un ojo con una sonrisa cómplice.

La abrazo y le doy un rotundo beso en sus labios, ella se deja. La suelto y al segundo es ella quien se abalanza sobre mí, pasa de nuevo por mi boca, abre y allí mi lengua se junta con la suya, se retira un poco y a sotto voce me dice que todo lo que ha ocurrido o pase…

– Seguro que no se va a enterar papá, ¡Me lo prometes! Yo te juro que nunca más va a suceder…ya he visto que tienes una mejor visión de las cosas y de los clubes nocturnos que yo… y no te voy a negar que si algún tipo me hubiese gustado me hubiera ido con él….

– Bueno, yo no soy quien le va a decir a su madre lo que tiene que hacer, perdona por haberte hablado tan severamente ¡Lo siento! Te prometo que nadie sabrá que cuando sales con tus amigas andas buscando verga fuera de casa…

La beso nuevamente y disimuladamente de pie en el salón, la voy llevando a la habitación, enciendo la luz de la mesita y me siento con ella en la cama, acaricio su espalda sin que ella diga una sola palabra. Le empiezo a bajar el ceñido vestido… veo esas tetas que me calientan tanto… empiezo a chupárselas y con una mano le acariciaba su pierna hasta que en un momento llego hasta la entrepierna posando mi mano en su carnosa vulva.

Y allí empiezo a mandar mi mano por debajo de su tanga. Meto un dedo y empiezo a masturbarla, dándome cuenta de lo caliente que está con el coño mojado, paro y me saco la camiseta. Me empiezo a desvestir. No había palabras entre nosotros dos, solo silencio. Ella me miraba recostada con la cabeza hacia mí. Cuando me quedo sin mi slip me pongo sobre su cálido cuerpo y vuelvo nuevamente a chuparle las tetas, la polla a reventar, hasta que en un momento me dirijo a su boca, la beso clavándoseme sus empitonados pezones, tiro de la cremallera y le extraigo el vestido. Me poso sobre ella sin ser una carga pesada, haciéndole sentir mi verga en su coño… – Voy a buscar preservativos.

–  No, no te hace falta contigo, así está bien todo. Ya te dije… ¡Lo tengo bajo control, amor!

Mientras la besaba bajaba desde la cabeza a mi culo, su mano electrificaba todo mi cuerpo con sus dedos. Totalmente desnudo, ella aún tenía su tanga. Desesperado, deslizo un poco el capullo por su raja e intento metérsela. La dureza y su lubricación ayudan hasta que entra toda. En ese momento me sentí diferente porque no era mi novia, ni un flirteo de la noche loca que pensaba pasar, ella era simple y llanamente mi propia madre y me la estaba follando como si fuese ese ligue de media noche. Cuando se la meto toda, mamá larga un suspiro y empiezo a bombearla. Me pide que se lo haga más despacio…

– ¡Cariño, noto tus ganas de follarme! Las mías no son pocas, pero si eres tan duro me vas a revenar el coño…. Soy muy estrecha, sé suave hasta que mi vagina se acomode poco a poco a tu polla. Así, mi vida, ábreme despacio y sin prisas ¡No me iré hasta hacerte feliz…!

La verdad que sabía que mamá es de vagina apretada pero mis ansias por follarla no me dejaron pensar en ella. Al principio costó meterla en su coño, la sigo bombeando y al mismo tiempo le mamaba sus tetas, son firmes entre duras y suaves al ser naturales. Ella gemía solamente, no decía ni una palabra gozando de mis chupadas en sus pezones. En un momento intento sacarla y ella me engancha del culo y espalda impidiéndome hacerlo. Me encantaba su olor a hembra en celo… su tacto…y el calor que emite su cuerpo es excitante.

– Mi vida, tranquilo, deseo mucho notar tu leche dentro… ¡Puedes correrte sin miedo…! Sigue dándome fuerte… ¡¡Me vuelve loca sentir tus huevos golpeando en mi coño!! ¡Ummm!

Continué dos metidas más hasta que noto el subidón que me estresa las sienes…, aprecio la leche subir desde mis huevos, está a punto de recorrer todo el tallo de mi verga…

– Eso es, así dame duro… más, más ¡Joder Enzo, noto como se te hincha la polla…! ¡Ohh! Noto como te vas a correr dentro de mí por las pulsaciones de tu polla en lo profundo de mi coño… – Me sujeta tan fuerte que clava las uñas en mi cintura– ¡¡SÍ, LLENA A TU MADRE!!

¡Zas! Suelto el primer gran chorro de leche en el mismo fondo del coño de mamá. Sigo con vaivenes cortos lanzando un segundo chorro, un tercero y otros más concatenados. Logro inundar su útero con mi voluminosa corrida habitual. Me quedo abrazado a ella un rato notando la respiración y sosegando la mía, completamente acoplados por los sexos.

– Perdona por haber sido tan rápido, pero me excitó tanto follarte ¡Me ha dado mucho morbo!

– A mí también me avivó el morbo. Ha sido demasiado rápido pero MUY INTENSO, no imaginas cuanto necesitaba sentir tu leche cálida en mi vagina, ha sido un bálsamo para mi ardor… Creo que vendré a verte muy a menudo, mi amor… ¡Será nuestro gran secreto!

La beso y me echo a un lado de ella. Mamá va al baño, en tanto espero me reclama que le encienda un porro. Al rato vuelve y se lo paso encendido tras darle una calada profunda…

– Nunca pensé que fueras tan viril a tu edad

– Ya ves que sí lo soy…

– Me di cuenta, –y se sonríe– era un gusto notar tus huevos zarandeándose contra el coño. Me sorprende que estés tan muy bien dotado y que te guste follar a la vieja de tu madre.

Nos fumamos el “peta”, cuando lo terminamos le empiezo a besar en su cuello acariciándole la cabeza, hasta que ella se me pone encima de mí…

– Ahora me toca a mí follarte. Quiero sentir tus pelotas aplastadas por mi coño…. Me gusta mucho tu polla, cariño. Es preciosa en forma y sabor… ¡Es perfecta para el conejo de mamá!

Empieza a darme besos en la cara, cuello, pecho por mi panza, hasta que baja a mi verga y me la empieza a chupar desde el glande a los huevos y vuelta a la bola de mi capullo…

– Te voy a contar un secreto mi amor… cuando eras un bebé, después del baño me encantaba comerte los huevos. Tenías unas pelotas enormes y tan sabrosas que me recreaba minutos y minutos chupándotelos, me excitaba hacerlo y no dejaba chupar hasta que me corría tocándome el coño ¡No te imaginas como se me ponía la pepita de dura!

– ¿Y ahora te gusta comerte mis huevos…?

– Más aún… ahora saben a hombre, a macho… a semental ¡Ahora producen mi leche…! No puedes olvidar que te he parido y por eso me perteneces más que ninguna otra puta.

Aún tenía restos de semen pero así y todo empezó ella a mamármela con mayor fiereza, luego baja a una forma más suave. La pongo en la pose 69, y allí por primera vez veo bien su coño durante esa noche. El chocho de mamá tenía unos pocos pelos en el pubis, el resto es un coño pelado como tanto me gusta a mí, no se depilaba. Entonces empecé a chupárselo…

– Sí de bebé me hubieras puesto a mamarte el coño me hubieras acostumbrado a él… Estuvimos así un tiempo largo hasta que ella cambia de posición y se monta arriba de mí. Quiero hacerme con el liderazgo, y cuando la quiero penetrar me ataja en seco…

– Para cabroncete, eres medio bruto. Deja que tu madre maneje la situación.

Se acomoda la bola hinchada de mi capullo en su entrada vaginal, y va bajando lentamente. Yo estaba muy duro y le fue fácil calarse todo el badajo… cuando ella se sentó bien en mi polla, noté en su cara el placer que le estaba brindando. Subía y bajaba apoyada con sus manos en mi pecho, y yo en sus tetas. Momentos después pasaba a sujetarla del culo y horadar su ano con mis dedos, al tiempo que mamaba de sus pezones.

Gemía percibiendo mi ariete en sus entrañas, lo apretaba con la vagina y volvía a soltarla en una succión intermitente e interminable. Nunca tuve el placer follar con nadie como mamá. Cambiamos recostados sobre un costado, yo desde atrás se la enchufé elevando su pierna derecha. En esa posición la follo embutiéndole la verga hasta los huevos, le sobo y le como las tetas con total acceso… y también nos comemos las bocas con lujuria, chupándonos.

Mamá dominaba cada palo que tocaba sin pudor. Su ligereza era fruto de horas de spinning. La velocidad se aceleraba progresivamente, hasta que en un momento se dio cuenta que estaba a punto de correrme. Se saca la polla de su coño y me la empieza a chupar con glotonería…succiona el glande, lame todo el tallo y se recrea en mis huevos.

Yo estaba enloquecido de ver con qué ganas se la mete en la boca… se oye el Glup Glup de su boca. Dejaba que fuese ella quien hiciese todo el trabajo de arriba hacia abajo, que jugase con su lengua con mi glande… lo lamía sobándome a la vez los huevos con la mano que no me pajeaba el tronco. Toda ella se ocupaba de mi falo… y cuando estaba por acabar, la sujeto de la cabeza tratando de follarla como a una puta perra, de manera que trato que no se retire.

Logra zafarse… – ¡Déjame que te coma la polla como Dios manda! Me encanta tu lefa… ¡No te preocupes que me la voy a tragar toda…! ¡¡Te voy a dejar secos los huevos!

Y se lo mete en la boca con decisión…y allí me corrí como un caballo. No podía creer lo que me estaba pasando. Veo como succiona cada lechazo, se le va llenando la boca de lefa,  se queda un rato con mi tranca metida. Cuando la retira, me enseña la cantidad descargada, cual si fuese su gran premio, cierra la boca y se lo traga mirándome a los ojos queriéndome decir… soy tu puta y me encanta tu semen. Se relame antes de decirme… – ¿Te gustó?

– Me encantó mamá. Se había tragado mi leche sin ningún reparo, que mejor que eso…

– Mamá no te ofendas… pero a tus amigas se les veía un poco desesperadas y…¿esto es lo que les haces a los tipos con quien ligas en esos lugares…?

– No mi amor, estás loco, hace tiempo que esto no lo hacía. Casada, solo se lo he hecho a tu padre y ahora a ti… A partir de ahora tú y yo hemos pasado al siguiente nivel para mí.

Me confesó que cuando fornica con alguno, siempre se cuidaba con preservativos y pastillas anticonceptivas. Me dijo que si se lo permitía me compensaría el libertinaje acarreado hasta el momento, y veríamos como iba a ser diferente nuestra relación madre e hijo, lo que no sabía mi madre era que también cambiaría radicalmente nuestra vida sexual en común.

– Este piso está hecho unos zorros, parece más una pocilga que un apartamento de estudiante… creo que tendré que venir a echarte una mano los fines de semana… ¿Te parece bien? Desde que me han ascendido a jefa, tengo todos los fines de semana libres.

– Es una buena manera de compensarme, ja, ja, ja

– Eres un zalamero… Y tu mami estará encantada de poner orden en tu pisito y de hacerte cosas buenas, ya verás lo bien que te va a dejar todo, mamá…

– ¿Cómo qué…?

– Bueno, déjame pensar…. ¿¡¡Unas lentejas con chorizo quizás…!!? O un toque femenino que lo haga más agradable y por supuesto me encargaré del “POLVO” de esta casa, ja,ja,ja.

Se acuesta al lado mío le hago unos masajes y le digo en un susurro al oído que me gustaría ser su amante cuando esté en el apartamento… – El resto del tiempo me portaré como hijo.

– Enzo mi rey, ya lo eres… Lo que me has hecho, solo se lo he permitido a tu padre…

– ¿A qué te refieres…?

– Me refiero a que ya te considero con derecho a follarme sin condón y tragarme tu corrida.

– ¡¡Ya puedo decir que SOY tu nuevo esposo!!

– Sino el único, sí el principal con derecho a usarme como quieras… pero tómatelo con calma, cariño y disfruta del momento ¡Hoy me has hecho muy feliz!

– Y tú a mí mami…desde las vacaciones en el yate, mi vida sexual a dado un vuelco para bien… pero me pregunto cuándo pensabas volver a casa… has dejado a tus amigas tiradas.

– No te preocupes por ellas, saben buscarse la vida muy bien…siempre llevo yo el coche porque saben que no bebo ¡¡Lo cierto, es que tu padre se va a mosquear si no estoy esta mañana en casa para desayunar…!! Pensará que le pongo los cuernos como una fulana.

– Mándale un WhatsApp para que sepa que estás en Alcalá conmigo… ya no pensará que eres una fulana borracha que se va con cualquiera que le dé verga...

– ¡Oye, no soy así…un respeto a tu madre! Mejor le envío un mensaje con un selfie de los dos para que vea que solo es un “cornudo”… ¡Sonríe a la cámara cariño! Viéndonos a los dos en la cama, ya se hará una idea, quien le ha llenado el coño a su esposa… ja,ja,ja

– Mira que eres perversa…. A mí me da que NO ha dormido solo, teniendo a tu hija en casa.

– Lo mismo sí… porque le prometí volver temprano y aun se corta cuando está con Aroa... ¡Además está acostumbrado a dormir sin mí! Aunque sin duda se ha follado a la niña, como hace siempre que no duermo en casa y después cada uno a su cama por si aparezco…ja,ja

A esas mismas horas en el número 235 de la avenida de la Castellana de Madrid en la entreplanta donde se encontraba la oficina central de ABEINSA…

CONTINUA...