Conozco a la secretaria del papá de un amigo

Mi amigo y yo nos cogemos a dos empleadas de su fábrica y remato con la secretaria de su papá

18.CON LA SECRETARIA DEL PAPA DE LEOPOLDO EN LA FÁBRICA.

Entré a un colegio en la calle de Sadi Carnot en la colonia San Rafael, ahí hice muy buena amistad con un compañero, su papá era dueño de una afamada fabrica de dulces y chocolates, compaginamos tan bien que seguido me invitaba a su casa, comíamos hacíamos la tarea, visitábamos la fábrica, o tocábamos la batería o guitarra que tenía,, la pasábamos muy bien y ya al anochecer el chofer de su papá me llevaba a mi casa. Cargado de dulces.

Nos dejamos de ver por varios años, de hecho tres porque el se fuera estudiar por Lomas verdes y yo al sur por rio Mixcoac pero en la prepa nos reencontramos y como si el tiempo no hubiera pasado, seguimos con nuestra amistad iba a su casa seguido, su mamá cada día más guapa parecía que por ella no pasaba el tiempo, me gustaba verla en su traje de baño porque conservaba una hermosa figura unas nalgas muy bien puestas y unos senos sin ser grandes muy bien firmados y nada colgados, además como dicen: lo que no cabe en la boca es desperdicio jejeje.

Al salir de clase nos fuimos a casa de Leopoldo y estuvimos recorriendo la fábrica que en realidad son dos interconectadas y nos fuimos a su oficina, un privado apartado con un solo acceso por seguridad pero con una pared espejo por el que se podía observar prácticamente toda la fábrica y áreas administrativas sin salir de la oficina. A la hora de la comida me dice: quieres verle la vagina a ésa secretaria? Era una de las secretarias de su papá llamada Nora.

Me quedé con cara de what, jajaja y le dije no manches que tienes cámaras en el baño de damas?

No cómo crees, sería un delito, ven y verás..

Nos fuimos en el auto dos calles atrás de la fábrica, a un callejón cuyas tres paredes colindantes eran de la fábrica y ahí es dónde el velador estacionaba su auto un Renault 8 color naranja.

Entramos por una estrecha puerta de servicio y nos fuimos hacia los vestidores de empleados y ahí se escuchaban voces a bajo volumen, nos acercamos y ahí estaba Nora la secretaria con la falda subida hasta la cintura, sus panty colgando de su tobillo y abierta de piernas, una posada en el piso y la otra sobre el hombro del velador, un hombre de unos 70 años quien le daba sexo oral a la secretaria, la cuál gemía y se retorcía sobre la banca por el placer que el señor le daba con su hábil lengua, acariciaba uno de sus senos sin dejar de mamar su vagina, en el rato que estuvimos escondidos viendo lo que el viejo le hacía por lo menos tuvo dos buenos orgasmos.

Al retirarse el velador, ella quedó un rato tendida inmóvil con sus labios vaginales inflamados por la excitación y brillando por el exceso de fluidos que salían de ésa rica vagina coronada por un vello púbico color castaño que hizo qué tanto Leopoldo como yo tuviéramos una fuerte erección, nos dimos media vuelta y por dentro de la fábrica nos dirigimos a su oficina dónde llamó a dos de las obreras con las que ya habíamos tenido relaciones y ahí nos las cogimos para aliviar nuestra excitación.

Entraron a la oficina con sus overoles puestos y muy atentas le dicen a Leopoldo: nos mandó llamar señor?

Si, mi amigo y yo tenemos un problema que ustedes pueden resolver…. Y diciendo esto se levantó de su asiento mostrando y señalando su paquete que presentaba un buen bulto, yo estaba de pie recargado en el escritorio de manera que se apreciaba muy bien la carpa en mi pantalón.

Ellas con una amplia sonrisa y viendo nuestros paquetes comenzaron a quitarse sus overoles, quedándose en ropa interior, y acercándose a nosotros ponían su mano sobre nuestro bulto y buscaban nuestros labios.

Leopoldo sentó a su chica en la silla y acariciando su seno se desabrochó el pantalón y se los bajó junto con sus calzones acercando su pene totalmente erecto a la boca de ella que sin ningún reparo lo tomó con su mano y pasaba su lengua por la punta del miembro de mi amigo.

Mientras me besaba con Mari que así se llama la chica que estaba conmigo, la otra se llama Lisa que por cierto su nombre difiere bastante de su curvilínea figura, le desabroché el brassier quedando a mi vista unas deliciosas chichis de muy buen tamaño y erguidas como pocas desafiando la ley de gravedad!!

Comencé a besarlas y pasando mi lengua por sus duros y erectos pezones y con mis manos recorría su cuerpo hasta llegar a sus nalguitas, no muy grandes pero con bonita forma, se las apretaba y acariciaba provocando sus gemidos que eran callados por mis besos, ella desabrochó mis pantalones que cayeron al suelo y metiendo su mano en mi bóxer agarraba y apretaba mi erecto y grueso miembro, recorría con sus dedos mi pene y llegando a mi escroto jugaba con mis colgantes huevos.

Se puso en cuclillas y bajando mi bóxer en lo que yo me quitaba la camisa quedando completamente desnudo, se quedó viendo mis testículos que por lo holgado de mi escroto cuelgan bastante, cosa que a muchas mujeres las excita mucho y les gusta observar… los ponía en su mano como sopesándolos y jalando aire comenzó a besar mi glande pasando su lengua alrededor de él y se lo fue metiendo en la boca y así me lo estuvo mamando por un rato, la levanté y recosté en el escritorio y le quité su pantaleta, acerqué mi boca a su vagina que ya brillaba por su lubricación, puse sus piernas en mis hombros y comencé a lamer su vagina, besaba sus carnosos labios vaginales y pasaba mi lengua a todo lo largo de su vagina moviendo mi lengua sobre su clítoris haciéndola vibrar y gemir de placer.

Seguí lamiendo su clítoris y metiendo dos dedos en su vagina la masturbaba hasta que tuvo su primer orgasmo gimiendo y chillando sin ningún recato aaahhgggyy qué rico hummm!!!

Sentí una mano que acariciaba mi muslo, volteo y era Lisa recorriendo mi muslo hasta alcanzar mi erguido pene y huevos, diciendo uuuff que grandes huevos tiene!! Y que rico cuelgan!! Me giré quedando frente a ella que estaba inclinada mientras recibía el pene de mi amigo por su vagina.

Lamía mis huevos mientras me masturbaba para después meterse mi pene en la boca y comenzar a moverse de atrás hacia adelante conforme las embestidas de Leopoldo la meneaba, él la cogía de las caderas penetrándola una y otra vez y ella mamaba mi pene al mismo ritmo haciendo entrar y salir mi miembro de su boca; mientras yo acariciaba la vagina mojadisima de Mari.

Cuando mi pene ya estaba a punto de eyacular en la boca de Lisa se lo saqué y volteándome hacia Mari puse sus piernas sobre mis hombros y se lo metí de una sola estocada provocando que gritara al sentir cómo se abría su vagina para dar paso a mi grueso pene, aahgyy me llenas todaaa.. lo tienes más grueso que mi marido aaahhh y mordía su dedo para mitigar sus gritos y gemidos.

Me quedé quieto un momento para que su vagina se acostumbrara al grosor y tamaño de mi pene acariciando sus senos apretando sus pezones con mi dedo índice y pulgar y empecé a moverme de atrás hacia adelante entrando y saliendo de su mojada vagina una y otra vez, ella movía su cintura en círculos acompasando mi mete y saca, así me la estuve cogiendo por un buen rato para después volteándola y recostándola sobre el escritorio quedando sus senos en contacto con el escritorio y se la volví a meter vaginalmente acariciando sus piernas y nalgas.

Separaba sus nalgas para ver cómo entraba y salía mi pene de su vagina y pasar mi dedo por su fruncido esfínter y así me la estuve cogiendo muy rico, ella comenzó a empujar sus nalgas hacia mí para que la penetrara con más fuerza y profundamente y aceleré mis movimientos embistiéndola completamente.

Ella gemía y me pedía que le diera más fuerte y rápido que ya casi llegaba a su segundo orgasmo del día. La tomé fuerte de sus caderas y aceleré mis movimientos diciendo: dónde los quieres?

Dámelos adentro quiero sentirte plenamente no hay problema y comencé a eyacular copiosamente dentro de su rica y caliente vagina, le saqué mi pene y los dos últimos chorros se los eché sobre su esfínter tratando de metérselo por ahí pero estaba muy apretado, se lo volví a meter por la vagina y ahí se lo dejé hasta que ella después de normalizarse su respiración se fue incorporando saliendo mi pene de su vagina.

Nos besamos apasionadamente y acariciando sus nalgas le decía que se volteara que se lo quería meter por atrás, me dijo que no, porque nunca lo ha hecho por ahí, pero Lisa escuchó nuestra conversación y así como estaba sentada sobre el pene de Leopoldo me dijo: por mi no hay problema si quieres participar y se recargó en el pecho de mi amigo levantando las nalgas.

Pasé la mano por la vagina de Mari mojando mis dedos y embarrando mi pene con los fluidos que cogí para lubricarlo me acerqué a ellos y colocando mi pene en la entrada de su culito se lo fui ensartando haciéndole una doble penetración.

Besaba su espalda y cuello mientras la penetraba hasta metérselo completamente y comenzamos a acoplar nuestros movimientos, cuando yo se lo sacaba dejando solo unos pocos centímetros dentro de su culito Leopoldo se lo metía hasta el fondo de su vagina y así estábamos sucesivamente entrando y saliendo de sus dos orificios. Era una sensación especial el sentir cómo entraba mi pene y salía el de él tan sólo separados por una ligera membrana.

Al estar ocupada por sus dos orificios hacia que el roce en su apretado ano fuera mayor y eso me acercaba a mi próxima eyaculación a pesar de tener pocos minutos de haberme vaciado dentro de la vagina de Mari; seguimos cogiendo isla en esa posición hasta que Leopoldo con un agudo gemido descargó sus huevos dentro de la vagina de Lisa al mismo tiempo que ella gritaba y apretaba aún más mi pene al cerrar su culito alrededor de mi miembro mientras tenía un intenso orgasmo, me quedé quieto para que ambos disfrutarán su clímax.

La cargué poniendo mis brazos alrededor de su cintura y girando me senté en el sofá con ella arriba de mí y acariciando sus senos movía mi cadera de atrás hacia adelante y en círculos, ella recargada en mi pecho y apoyando sus pies en la alfombra comenzó a subir y bajar ensartándose todo mi grueso pene en su apretado culo y comenzamos a coger de esa manera.

Cuando miré alrededor de la oficina vi a Leopoldo de pie haciendo que Mari limpiará su pene con su boca lamiéndolo completamente hasta dejárselo limpio mientras yo seguía recibiendo los sentones de Lisa ensartándose mi pene una y otra vez hasta hacer que me corriera dentro de su culo. Tres fuertes disparos inundaron sus intestinos y ella gemía y volteaba su cara besándome mientras abría y cerraba su esfínter alrededor de mi pene exprimiéndolo por completo!!

Reposamos un rato en ésa postura y después nos vestimos y ellas se fueron a su área de trabajo no sin antes acariciar las nalgas de Mari diciéndole: la próxima lo estrenamos nena…

Nos tomamos un café Leopoldo y yo comentando la experiencia y después nos fuimos por el auto, viendo como el velador subía con otra de las empleadas del administrativo en la parte de atrás de su auto aprovechando la oscuridad del callejón y Leopoldo riendo dijo: otra a la que le van a dar su buena mamada!!!

Nora era una chica de cabello negro a la altura de los hombros que movía con gracia al girar su cabeza ojos negros brillantes, una boca en forma de corazón, delgada con un busto no muy grandes pero firme, unas nalguitas deliciosas bien curveadas y unas piernas delgadas pero muy bien formadas y por lo que pude apreciar una vagina muy rica con labios vaginales delgados con un vello púbico rizado muy negro que contrastaba muy rico con su blanca piel.

Me enfoque en halagarla cuando iba le daba algún chocolate o una flor, platicaba mucho con ella la hacía reír con mis ocurrencias o bromas que le hacía en doble sentido nos llevábamos muy bien, sabía que no le era indiferente, de hecho una vez me dio a entender que le gustaba por eso un día la invité a salir pero me dijo que tenía novio y que sólo podíamos relacionarnos en la oficina porque era muy celoso, le dije que una persona celosa no era buena para ella y me dijo que pronto se casarían que a fin de año pediría su mano.

La miré extrañado y ella me preguntó: no me crees, acaso estoy tan fea?

No al contrario eres muy guapa, por eso te invité a salir para conocernos más y tal vez tener algo entre nosotros…

Oh sí y ser una conquista más en tu haber de las mujeres de la fábrica no?

Sólo me reí y le dije: pues ahí nos vamos, tu no cantas mal eh?

Se me quedó viendo con ojos de sorpresa, d de qué habllaas…?

Ven tomemos algo en el privado de Leopoldo, y la conduje hacia la oficina tomándola del brazo.

Al entrar le dije a Leopoldo: dice tu papá que cheques con los choferes las rutas de mañana. (Era la clave acordada para que no regresara hasta que yo le buscara).

Entramos y Nora se sentó en el sofá, yo me serví un café y a ella le serví un anís y me senté a su lado en silencio; ella con voz insegura y nerviosa me preguntó: a qué te referías con qué no canto mal?

A que tú también tienes tus conquistas aquí y sin embargo no quieres salir conmigo, acaso no te agradó? Le dije poniendo mi mano en su muslo.

Claro que me gustas y mucho pero ya te dije que tengo novio y no puedo arriesgarme a que alguien nos vea….

Mira, siempre nos hemos hablado sin tapujos así que te lo voy a decir sinceramente… sin que te ofendas o molestes ok?

Le dio un buen trago a su copa y me levanté a servirle otra. Ya sabes que no me ofendo siempre nos hemos dicho las cosas como son, así que dime lo que sea sin preámbulos.

Me pare frente a ella acariciando su cabello muy cerca de su cara para que viera el bulto formado en mi entrepierna y luego me senté a su lado con mi brazo alrededor de sus hombros y mi mano sobre sus muslos. Mira Nora tú también me gustas mucho y me gustaría hacerte el amor, desde hace tiempo te deseo y acariciaba su pierna recorriendo levemente su falda hacia arriba según avanzaba mi mano.

Ella detuvo el avance de mi mano cuando ya estaba su muslo completamente descubierto y se veía el borde de su media y el inicio de su liguero. No sigas, esto no puede seguir, es cierto que me gustas mucho y en otra situación también me gustaría estar a solas contigo pero.. Teengoo novioo.

Yo mientras besaba su cuello y el lóbulo de su oreja haciendo que se pusiera chinita y moviera su cabeza hablando entre cortado y su respiración se iba acelerando. Pegando mis labios a su oído y subiendo mi mano por su talle acaricié su busto percibiendo su erecto pezón y le dije: te ví cuando don Julián el velador te hacía sexo oral, déjame darte al menos el mismo placer y seguí besando su cuello y acariciando su pezón, ella hizo su cabeza hacia atrás y suspiraba agitada.

Mi mano avanzaba por su muslo hasta llegar a su panty y acariciaba su vagina primero sobre su prenda recorriendo sus labios vaginales de arriba abajo y haciendo su panty a un lado metí mi dedo medio en su vagina aprisionado con mi mano su clítoris, sin dejar de besarle en el cuello.

Ella gimió al sentir mi dedo entrando en su cálida vagina, me abrazó fuerte buscando mis labios y se dejó llevar, nos dimos un ardiente beso enlazando nuestras lenguas, y con mi mano fui desabrochando su blusa y subiendo su brassier acariciaba sus senos fui descendiendo paulatinamente besando su cuello sus senos, su vientre y mientras le quitaba la falda y deslizaba sus panty por sus piernas hasta quitárselas completamente ella se quitó la blusa y el brassier.

Puse sus piernas en mis hombros e hincándome entre sus piernas comencé a besar el interior de sus muslos uno a uno, besé su vagina recorriendo sus labios vaginales mientras acariciaba con mis manos sus senos apretando sus pezones excitándola aún más, ella apretaba mi cabeza acercándola más a su vagina, separé sus labios vaginales con mis dedos en introduje mi lengua en su caliente cuevita, regresé a acariciar sus senos mientras mi lengua entraba y salía de su vagina y la recorría hasta llegar a su clítoris succionándolo una y otra vez.

Rodeé su clítoris con mi lengua dándole un gran placer mientras dos de mis dedos entraban y salían continuamente de su húmeda y cálida cuevita, cuando sentía que ya iba a llegar a su orgasmo cambiaba de ritmo o simplemente de lugar y en vez de seguir lamiendo su vagina acariciaba su vello púbico y besaba sus piernas haciéndola desesperar y gimiendo me decía: sigue ya casi llego….

Así estuve yendo de su vagina a su ano y luego a sus piernas mientras liberaba mi erecto pene que estaba tan hinchado y erecto que hasta me dolía de lo cargado de sangre que estaba!!!

Me incorporé y poniendo sus piernas en mis hombros, apunté mi pene a la entrada de su vagina, lo pasé de arriba abajo varias veces motivando en cada roce su excitado clítoris, ella movió su cadera hacia adelante buscando mi penetración, jugué un par de veces más así enardeciéndola de tal forma que gemía y chillaba pidiéndome: ya no me tengas así… y levantaba su cadera hacia mi encuentro y fue entonces cuando le metí de una sola estocada más de la mitad de mi grueso pene haciéndola gritar tanto de dolor como de placer aaahhh hummm.

Fui avanzando lentamente dentro de su ajustada vagina que se expandía a cada centímetro que le entraba hasta que mis huevos quedaron pegados a sus ricas nalgas, bajé sus piernas y la abracé sintiendo sus senos restregándose con mi pecho, ella rodeó mi cintura con sus piernas e inicié un continuo y profundo mete y saca, ella acopló sus movimientos a los míos y nos empezamos a coger con mucha pasión y lujuria.

Besaba su cuello acariciaba sus piernas apretaba sus nalgas sin dejar de embestirla una y otra vez profundamente, mis huevos rebotaban en medio de sus deliciosas nalgas plap plap plap ella buscaba mis labios, los besaba metía su lengua en mi boca, mordía mi cuello, estaba descontrolada por la pasión y el placer que sentía al tener mi grueso pene entrando y saliendo una y otra vez de su mojadisima vagina, no se cuántas veces ya había llegado al orgasmo pero por momentos se quedaba quieta apretaba mi pene con los músculos vaginales y gemí diciendo: uuuff que rico!!! Aahhh sigue, que grueso es!!!! Me abres todaaa!!!

Yo seguía embistiéndola a buen ritmo, la puse encima de mí y ahora era ella la que subía y bajaba disfrutando la penetración, después de unos minutos la puse en 4 sobre la alfombra y la penetraba cogiendo sus senos que se balanceaban al compás de mis penetraciones abrí sus nalgas viendo su fruncido culo y cómo entraba y salía por completo mi pene en su vagina y mis huevos se balanceaban golpeando su vulva una y otra vez.

Aceleré mis movimientos para llenarla con mi esperma, ella disfrutaba bastante que medio desfallecida se apoyaba en sus antebrazos empinándose más facilitando la penetración y mi pene se deslizaba libremente hasta el fondo de su vagina topando una y otra vez con su cuello uterino hasta que empecé a eyacular día fuertes chorros de espeso semen salieron disparados hacia su matriz, ella al sentirlos movió su cadera para zafarse y me gritó: saltee!! Adentro noo… por favor!!

Me salí y otros tres chorros bañaron su espalda y nalgas, las apreté rodeando mi pene mientras moviéndome entre sus ricas nalgas soltaba las últimas gotas de semen, el cual embarre por sus nalgas y senos al acariciarlos mientras me recargaba sobre su espalda en lo que me recuperaba y nuestras respiraciones se normalizaban.

Se fue deslizando hacia abajo quedándonos acostados sobre la alfombra yo encima de ella por unos segundos después me puse a su lado acariciándola en medio de sus nalgas.

Ella volteó a verme y besando mi mejilla y mirándome a los ojos sólo dijo: valió la pena… me gustó mucho.

Reposamos un rato más y después vistiéndose salió del privado, yo me vestí y fui a buscar a Leopoldo para que me llevara a mi casa.