Conociéndome a mi misma 3
Aquellas caricias hacían que enloqueciera de placer. Sus manos introduciéndose dentro de mi, notarle bien dentro hizo que gimiera de placer, fuerte en su oreja, se la mordía la chupaba, le comía la boca.
Aquellas caricias hacían que enloqueciera de placer. Sus manos introduciéndose dentro de mi, notarle bien dentro hizo que gimiera de placer, fuerte en su oreja, se la mordía la chupaba, le comía la boca. Mis manos hacía rato que ya no tocaban su polla, dura. Él había hecho que yo parara, quería darme placer sólo a mi.
Aquella situación se nos fue de las manos, había mucha gente en la playa, muchos niños y no pasábamos muy desapercibidos, así que nos calmamos y salimos del agua, antes de eso, el se encargó de que me corriera bien en su mano, iba a chillar como una perra así que me tapo con la otra mano la boca.
-Nos van a oír Moni, mas bajito…- Repetía una y otra vez, pero yo no era consciente de todo lo que pasaba, estaba en otro mundo. Finalmente acabé en sus manos, es sus dedos.
Cuando salimos del agua, agarré la camiseta que aún estaba en la orilla y nos dirigimos a su toalla, nos tumbamos los dos juntos, yo boca abajo y él mirando hacia el cielo.
-Gracias.- Le dije algo tímida, ahora era consciente de todo lo que me había hecho él y de como me había hecho sentir.
-No hay de qué cariño, solo quería que pasaras un buen rato conmigo.-
-Ya… Pero yo no he hecho nada por ti.-
-No te preocupes, todo a su tiempo- Se puso de lado, mirando hacia mí y con la yema de sus dedos recorría toda mi espalda, desnuda al sol, la pasaba por mis piernas y por mis nalgas.
-Tienes un culo precioso, redondo, perfecto.- Lo dijo mirándome a los ojos, su mirada, esa que me volvía loca.
-No es verdad…- Me sonrojé, él era el único que conseguía ponerme roja todo el tiempo.
-Si que lo es- Se acerco a mi hombro y me lo besó, luego subió a mi nuca, me apartó el pelo y siguió besándome la espalda. Esa situación me encantaba. Colocó su pierna encima de mi y nos quedamos un rato así, mirándonos. Estábamos algo cansados así que nos dormimos.
Cuando desperté, él no estaba a mi lado, había conseguido una sombrilla y el sol ardiente de medio día no pegaba en mi espalda, amenazando con quemarme. Me incorporé, le busqué con la mirada, pero él no estaba cerca. Tenía mucho calor asíque decidí meterme en el agua, a refrescarme. Cuando regresé a la toalla, el estaba ahí con dos vasos de Sangría y dos platos de fruta.
-Buenos días preciosa jajaja-
-Buenos… días- otra vez lo había logrado, estaba roja como un tomate.-¿de donde has sacado todo eso?-
-Un regalito para ti, pensé que podías tener hambre. No es mucho pero es lo único que me ha podido dar mi amigo, no traía ni un duro.- Miente, se le nota- Bueno… Vale jajaaj la Sangría la he pagado, pero la fruta es un regalo-
-jajajaj Muchas gracias- Le dije sonriendo, me gustaba mucho estar con él.
Empezamos a comer y el alcohol de la sangría iba subiendo cada vez más, eran las 5 de la tarde, había dormido un montón y la gente se iba de la playa.
Después de comer la fruta deliciosa que había conseguido y de acabarnos la sangría, apenas quedaba gente a nuestro alrededor, sólo un chico solo, que parecía dormido y una pareja a unos 200 metros de distancia.
-Tengo una idea- Dijo con cara maliciosa, nos habíamos estado poniendo cachondos, debido al subidón de la bebida y el calor de la playa, estábamos cachondos.
Agarró la sombrilla y la tumbó, de forma que quedabamos mas escondidos de la gente que había en la playa, la puso detrás de mi y me indicó que me colocara de lado, de espaldas a la sombrilla. Él hizo lo mismo, pero mirando hacia mí.
-Ahora me toca a mi darte placer- Sonreí y dirigí mi boca hacia la suya, nos besamos apasionadamente, mezclando saliva, presionando las lenguas, ahora era yo la que le mordía el labio besaba su cuello, bajaba por su abdomen hasta llegar al borde del bañador.
-Moni… ¿estás segura? Si no quieres lo entiendo, eres virgen.-
-Tranquilo, sólo relájate- Dije convencida, me estaba dejando llevar y tenía que devolverle el placer.
Le bajé el bañador y observé su polla. La tenía dura y para mi era enorme, estaba depilada y tenia el capullo fuera ya.
-Mira como me tienes preciosa-
Decidida le agarré la poya con una mano, sobre la base, le toqué los huevos y me la metí en la boca. Fue una sensación extraña, sabía a sal. No me entraba entera en la boca, he intenté hacerlo lo mejor que pude. Él iba diciéndome como le gustaba más y así ayudándome. Nos pasamos un buen rato en esa posición, cuando el me avisó de que se corría, me la saqué de la boca corriendo. No quería que me llenara con su leche la boca, me provocaba cierto asco, pero cuando lo hice fue demasiado tarde, su leche entró en mi boca y resbalaba por mi barbilla. Estaba caliente muy caliente, pero me puso mucho, mucho mas de lo que pensaba.
-Uffff niña, me ha encantado, me pone mucho ver mi leche escurrir por tu cara mmm-
No quería tragármela así que la escupí en la arena, me limpié la barbilla con dos dedos y me los chupé.
Sobre las 7 y media de la tarde, recogimos las cosas y nos dirigimos hacia la moto, había pasado un día genial con ese chico, nunca pensé que llegaría a hacer cosas como las que había hecho en esos dos días con alguien al que no conocía de nada. Después de correrse, nos bañamos en el agua juntos, abrazados todo el tiempo y conociéndonos un poco mas.
-Me ha encantado pasar este día contigo Moni- Dijo mientras me agarraba de la mano y me sonreía.
-A mi también, me has ayudado a conocerme a mi misma y a saber hasta donde puedo llegar.-
-Aún te queda mucho camino por recorrer, solo acabas de empezar.- Se divertía hablando del tema conmigo. Era perfecto, precioso.
-Ya bueno…-
Porfin habíamos llegado a la moto, sacó los cascos y un objeto calló al suelo, estaba metido en una bolsa negra así que no puede verlo, me acerqué a cogerlo y…
-Espera! No lo cojas!- Me agarro de la muñeca y tiró de mi.-Aun no puedes verlo, es una sorpresa.-
-Bueno Bueno… menudo susto me has dado chico.- Estaba intrigadísima, ¿porqué tenia un paquete para mi?-
Nos subimos a la moto y pusimos rumbo a casa. Disfrutaba ir subida en esa moto, agarrándome a su cuerpo y apretándolo contra mí. Ese chico me encantaba. Llegamos a casa de Sofi, me bajé de la moto y él conmigo.
-Bueno… Gracias por llevarme en la moto, y por el día tan genial que me has hecho pasar- dije algo tímido. Me puse roja y él lo vio.
-Me encanta que te sonrojes- Mis colores fueron en aumento.- Y a mí también me ha gustado pasar el día contigo amor- Se acercó a mi y me besó, me abrazó.- Espera, ha llegado el momento.- Metió la mano en su mochila y sacó la bolsa negra que se le había caído antes. La cogí y decidí abrirla, el me miraba con cara de satisfacción, sabía que me iba a encantar, pero… ¿Cuando me lo había comprado? y ¿Cómo sabia lo que me gustaba si no nos conocíamos?.
Cuando por fin abrí la bolsa, mi sorpresa fue en aumento. Era mi teléfono!!!!
-Anoche cuando te fuiste tan deprisa, se te calló en el pub. Yo te lo he guardado desde entonces, pero espero que no dejemos de vernos ahora que has recuperado tu vida social jajaja. Te he guardado mi Mobil- Me dio un beso fugaz y se subió a la moto. Yo le observaba ponerse el casco, es tan guapo…
-Muchas gracias Pau! Y mañana tendrás noticias mías, lo prometo!-
-Jajaja eso espero amor. Ah! tu madre muy maja, me dijo que la llamaras cuando puedas.- Diooooos no podía ser, había hablado con mi madre!
Aquella noche no dejé de pensar en él y en el día tan especial que pasamos, me había corrido como nunca y me había sentido genial. Tumbada en mi cama decidí mandarle un mensaje:
“Espero hacértelo mejor la próxima vez. Gracias de nuevo por todo. Un beso Moni.”
Esa noche no obtuve respuestas suyas, pero no tardaría en hacerlo. Lo nuestro fue especial y con él llegaría a descubrir cosas inimaginables. Pero eso ya es otra historia.
FIN