Conociendo nuevas formas de sexo 3
Continúa la entretención en el campo con mi nuevo amigo y su esclavo.
Estuvimos un buen rato disfrutando en la piscina y conversando del tema de ser atado. Toño contaba como lo excitaba y lo mucho que había disfrutado. Le pregunté qué más le gustaba hacer y me dijo que le encantaba lamer los pies y aprovechó de decirme que le encantaban los míos.
-Lameselos- ordenó Nacho.
Yo estaba sentado en el borde de la piscina con los pies en el agua. Toño se sumergió y bajo el agua sentí su lengua meterse entre mis dedos, mi reacción fue sacarlos, pero Toño los sujetó y los metió en su boca. Emergió del agua con el dedo de mi píe izquierdo en su boca, metía la lengua entre los dedos lo que me excitó mucho. Notaba como lo disfrutaba y comencé con mi pie derecho a tocar sus muslos bajo el agua. Nacho, que estaba fuera de la piscina, sobre el cesped se acercó y se sentó junto a mí. Toño tomó también su pie y alternaba entre el mío y el pie derecho de Nacho. La escena era muy cachonda y mi polla comenzó a hincharse. Toño seguía metiendo nuestros pies en su boca, los lamía desde el talón hasta los dedos. Luego Nacho se puso de pie y le señaló a Toño que saliera del agua. Nos fuimos a una de las reposeras que estaban sobre el césped a unos metros de la piscina. Toño se acostó y Nacho levantó sus piernas sujetando sus pies. Luego me dijo, mejor dicho me ordenó, que me pusiera a horcajadas sobre la cara de Toño y le hiciera lamer mi entrepierna, entre el culo y los huevos, obedecí y me puse donde me dijo. Nacho me tomó de la cabeza y me besó, luego tomó uno de los pies de Toño y me hizo lamerlo. Era una sensación nueva, pero el morbo me puso a mil. Lamí los pies de Toño como lo vi a él lamer los míos. Me fijé que Nacho lamía el otro pie de Toño también, y éste gemía de placer mientras Nacho se lo follaba. Mi culo estaba empapado en la saliva de Toño que lamía mis bolas, mi entrepierna y mi culo como un maestro.
Luego Nacho se detuvo e hizo que Toño se pusiera de pie, lo tomó del brazo y lo llevó hasta un árbol que había a unos metros, trajo unas cuerdas y comenzó a atar a Toño que sonreía feliz. Los nudos eran simples y lo que quería hacer era atar sus brazos en alto. Luego abrió la palma y comenzó a darle de nalgadas. Toño gritaba pero lo disfrutaba. Entonces me dijo que yo también lo hiciera. Le di un unas cuantas y él gritaba, pero pedía que le diéramos más fuerte. Entonces Nacho me ordenó que le lamiera el culo. Me agaché y abrí sus nalgas y vi su culito rosado y mojado. Comencé a lamérselo, lo escupí y pasé mi lengua por toda su raja y luego me detuve en su orificio metiendo mi lengua lo más profundo. Toño gemía a cada lametazo y embestida de mi lengua. Nacho me tomó del hombro haciendo que me pusiera de pie, y me dijo que me lo follara. Así lo hice, lo tomé de las caderas y de un solo empujón metí toda mi polla en ese culo tragón. Toño gritó.
-AAAwww, siii dame duro , follame fuerte. Por favor!!!
-Eso , dale duro, como se merece el putito… Dale Dale…Dijo Nacho…
Nacho se puso delante de Toño y se agachó para meter su polla erecta en su boca. Se la chupaba mientras yo me lo follaba. Estuvimos un buen rato en eso pero el morbo me tenía muy caliente y estaba a punto de acabar. Nacho me dijo que me detuviera. Estaba a punto y del orgasmo. Luego me ordenó que me pusiera de rodillas y acabara sobre sus pies. Lo hice y comencé a masturbarme y a los pocos segundos solté el chorro de leche sobre los pies de nuestro anfitrión. Al momento me dijo que desatara a Toño y le dijo a éste que hiciera lo mismo. El chico tampoco duró más de unos cuantos segundos y soltó su semen en los pies de su amo.
Muy bien- dijo Nacho entonces, procurando no derramar nuestro semen de sus pies, se sentó y puso sus pies cerca de su polla para derramar ahí su lefa. Habiendo acabado, no fue necesario que dijera nada porque Toño estaba deseando hacer lo que hizo. Se arrojó sobre los pies de Nacho a lamer el semen de los tres hasta dejarlos limpios y sin rastro de leche.
Yo me quedé mirando mientras Nacho se reía, un poco por las cosquillas que hacía la lengua del esclavo y también por lo relajado y entretenido que estaba con la situación.
Luego de que dejara los pies de Nacho muy limpios. Toño se puso de pie. Se sobó las muñecas y me preguntó qué me había parecido.
-Me ha gustado mucho, estoy disfrutando esto la verdad.
-Se nota, se ve que disfrutas, además eres bastante obediente- dijo Nacho con un tono que si bien la frase era desafiante, lo dijo con tono más de simpatía que de sarcasmo- vamos a darnos un baño.