Conociendo el placer por venganza (1)

Una joven mujer casada, se entera de la infidelidad de su marido y piensa pagarle con lo que mas le duele, serle infiel con un hombre mayor y sin ningun atractivo.

CONOCIENDO EL PLACER POR VENGANZA (I)

La siguiente historia tiene como principales protagonistas a Carlos mi esposo y Yo, Marcela, fórmanos un matrimonio joven de clase alta. El trabaja junto a sus hermanos (él es el menor) y su padre en la administración de las 3 empresas que posee la familia en la cuidad. Creo que somos una pareja que es la envidia de todos, jóvenes, atractivos y con una situación económica de lo mejor. Nos conocimos cuando él estaba por ingresar a la universidad, así se inicio nuestro noviazgo y que termino en el altar, Yo había tenido algunos novios antes pero solo cosa de adolescentes, y Carlos fue y era el único hombre que había conocido en la intimidad, basta decir, que llegue al matrimonio virgen a la edad de 23 años (cosa rara en estos días), pero esto se debía a la formación estricta que había recibido de mi familia, por lo demás esta decir que es soy una dama muy recatada y seria.

Dado que no quiero entrar en detalle de nuestras características físicas, voy a continuación mostrar unas fotos que no son nuestras, pero que son muy similares a nosotros. Siempre he creído que una imagen es más poderosa que mil palabras, además también va en estas fotos, un hombre mayor quien voy adelantar que es casi igual a un tío de Carlos (y quien será muy importante en esta historia)

Pero no todo puede ser miel sobre hojuelas, habitualmente Carlos almorzaba en casa conmigo, dado que Yo siempre me encontrada dedicada a mi pasión que es la pintura, y que realizó en forma libre. Pero un lunes del mes de junio, Carlos me llamo cerca de las 11:00 hrs. excusándose de almorzar conmigo, debido a la gran cantidad de trabajo que tenía en la oficina, la excusa presentada por Carlos no tenía nada de raro pero había algo me decía que no todo estaba bien o tal vez mi sexto sentido femenino me hacia intuir una cosa distinta, sentí la voz de él algo extraña como con cierta ansiedad o nerviosismo, y dejándome llevar por mi intuición me dirigí a la oficina de Carlos, no sin antes pedir prestado el coche a mi mejor amiga Alicia (para no ser descubierta tan fácilmente). Espere fuera del edificio de la empresa de la familia donde Carlos tenía su oficina, pasaron casi 45 minutos hasta que vi salir el coche de mi marido en dirección hacia donde Yo me había estacionado , y tuve que esconderme para no ser descubierta, y luego rápidamente reaccione para intentar seguirlo antes de que pudiera perder el rastro de él y su coche.

Al cabo de unas 4 cuadras logre dar alcance al todo terreno de Carlos, solo gracias a que era un coche exclusivo pude seguirlo dada la ventaja que llevaba, después de casi unos veinte minutos de persecución muy disimulada por mi parte, Carlos ingreso a un edificio que estaba ubicado una de las zonas residenciales de la cuidad, me estacione frente al edificio y dudaba en que debería hacer si entrar al edificio o esperar a que Carlos saliera, tomando valor me dirigí al edificio, pero al llegar a los ascensores me dí cuenta que no tenía ninguna idea de donde podría estar Carlos, y mientras pensaba en que podría hacer, sentí una mano en mi espalda que llamaba mí atención, al darme vuelta me encontré un señor mayor de unos 55 años, era el conserje del edificio, y me pregunto si necesitaba algo, Yo casi sin pensar le dije: si, necesito saber a que departamento va el hombre que llego en el deportivo rojo, ante lo cual el hombre se quedo callado un momento y luego me respondió: Lamentablemente no puedo entregar información respecto de la gente que vive en edificio, y Yo un poco fuera de sus casillas le respondí, ¡pero él no vive aquí!, pero el hombre volvió a responder lo mismo, en ese momento tratando de pensar en que podía hacer para obtener la información que necesitaba, no se me ocurrió nada mejor que intentar probar con un pequeño estimulo económico, así que extraje de mi cartera dinero eran cerca de US$ 50, y se los puse en su mano diciéndole, si me da la información que necesito lo que tiene ahora en su mano se podría duplicar, él miro el dinero y habiéndome una seña me indicó que le siguiera hacia las escaleras de servicio, y no sin antes hacerme prometer que nunca revelaría la fuente que me había dado la información, me indico que el departamento donde venía en forma regular el hombre del deportivo rojo era el 675, allí vivía una mujer sola de alrededor de unos 40 años y se llamaba Claudia. Casi no lo podía creer Carlos me engañaba con una mujer mayor, y para peor lo venia haciendo hace más de un año, ¡maldito hijo de puta!.

Le entregué los otros US$ 50 al conserje, me dirigí a casa de Alicia a entregarle su auto y luego a casa me sentía muy mal, pero no se por que motivo no tenía ganas de llorar, solo de pegarle una buena bofetada al maldito de mi marido, pero me asaltaban muchas dudas, ¿Por que Carlos me era infiel?, ¿Por que con una mujer mayor? , ¿Como sería esa tipa?, etc. llegue a casa me duche y tómela guía de avisos comerciales, busque una agencia de detectives privados y concerté una cita para las 5 de la tarde, mientras me dirigía a la cita pensaba por que estaba haciendo esto, realmente no lo tenía claro, y cuando ya sentada frente a Sr. Bermúdez el detective privado con el cual me había citado, y este me pregunto para que requería sus servicios, tuve que pensar nuevamente en que realmente quería hacer, ya sabia que Carlos me era infiel, y solo se me ocurrió contarle toda la historia al señor Bermúdez y este al final de mi relato me volvió a preguntar, ¿usted ya sabe que su marido le es infiel, para que requiere mis servicios?, y casi sin pensar le dije quiero una foto de esa mujer, quiero saber quien es, que hace, y todo lo que usted pueda averiguar, y realmente sentí como un alivio, y después de haber pasado varias horas desde que había descubierto la infidelidad de mi marido, creo que me sentí un poco aliviada, pero seguía muy dolida. Luego acordar la tarifa por sus servicios con el señor Bermúdez y de entregarle todos los antecedentes necesarios, me fui a casa nuevamente.

Carlos llego a la hora de costumbre, y me había preparado para controlarme y no hacer un escándalo, lo logre y todo fue de lo más normal, solo que no me acosté cuando él se fue a dormir, excusándome que quería seguir pintando, esa noche creo que pinte lo más horrible que nunca hubiese pintado en mi vida, me fui a dormir cerca de las 5 de la madrugada y no sentí a Carlos cuando se fue al trabajo, desperté cerca del medio día, y rápidamente llame a Carlos a su oficina para decirle que no estaría en casa a la hora de almuerzo, que me juntaría con Alicia a almorzar, en verdad quería que el señor Bermúdez pudiera captar a Carlos consumando su infidelidad.

Ese día no me levante de la cama y tampoco probé bocado alguno, y solo una llamada cerca de las 18 horas me despertó, era Carlos para recordarme que teníamos invitados a comer su hermano mayor Diego y su esposa Angélica, ellos eran muy simpáticos y siempre nos estábamos visitando y realizando salidas los cuatro juntos. La idea no me gusto en un principio, pero después pensándolo bien me gusto dado que así no tendría que estar sola con Carlos. Cerca de las 20:30 hrs. llegaron Angélica y Diego, la velada estuvo de lo más normal y yo trataba de que mi estado de ánimo no me traicionara y alguien se diera cuenta que no estaba bien, no quería que nadie supiera lo que estaba sintiendo y pasando en esos momentos. Luego de cenar seguimos tomándonos unos tragos, en eso Diego le comento a Carlos si se acordaba de Francisco, aquel amigo común que tenían ambos de la infancia, a lo que Carlos de inmediato dijo por supuesto, y agrego hace un tiempo supe que se había casado con una modelo profesional, y que era la enviada de todos los demás, por haber tenido tanta suerte al momento de casarse, ante este comentario Angélica le reprocho a Carlos que si acaso ellos habían tenido mala suerte con sus esposas, Carlos me miro y dijo, perdón solo repito lo que se comentaba en ese entonces, y puso su voz más sería y me dijo, Marcela tú sabes que eres lo más importante y bello que tengo , se me acerco y me besó, en ese momento tenía una ganas de tomar la botella que estaba en la mesa y habérsela quebrado en la cabeza, pero otra vez más me contuve.

Diego volvió a la carga con la conversación que había iniciado, bueno te cuento que Francisco, no fue tan afortunado como todos podían pensar, hace una semana lo encontré en una tienda y nos pusimos a conversar y al preguntarle por su matrimonio, me contó que se había terminado, y me confeso que se debió a que ella le fue infiel, y para peor lo había engañado con el tipo de hombre que más rabia y dolor le causaba, Carlos rápidamente le pregunto a su hermano, ¿que tipo de hombre había sido?, bueno hermano dijo Diego, eso es lo que no me contó y lo que hasta ahora me tiene muy intrigado. En ese momento todos emitieron opiniones excepto Yo, y paso algo que sin querer cambiaria las cosas para siempre. Angélica tal vez un poco molesta aún con el comentario de Carlos sobre la esposa de Francisco, le pregunto lo siguiente ¿Carlos, cual sería el tipo de hombre que más te molestaría que Marcela te pusiera los cuernos?, Carlos la miro con los ojos llenos de furia y le contesto casi gritando, ¡ Marcela nunca me engañaría !, Diego un poco tratando de calmar la situación y aclarar un poco las cosas, le indico a Carlos que solo se trataba de una simple pregunta bajo una supuesta infidelidad, y Angélica le increpo mostrando su molestia por su respuesta airada, al parecer no eres capas de contestar esa simple pregunta, Carlos agrego, esta bien disculpen pero lo que pasa es que nunca me ha imaginado una situación como la planteas, se quedo unos segundos en silencio y dijo: esta bien si Marcela me fuera infiel, el tipo de persona que más me desagradaría sería un tipo mayor, poco atractivo, tal vez gordo, un tipo parecido al tío Fernando, y también si fuera un mocoso, un adolescente sin experiencia ni atractivo, las palabras de Carlos quedaron grabadas en mi cabeza, el muy cínico, le molestaría que le pusiera los cuernos con un viejo, y el muy desgraciado me los estaba poniendo a mi, con una mujer mayor. Diego y Angélica hicieron ademán de reírse pero se aguantaron pensando tal vez en que Carlos se volvería a molestar, Yo me quede callada casi, haciendo como que no había escuchado nada, por suerte en ese momento sonó el teléfono, era mi madre que necesitaba hablar conmigo, fue mi tabla de salvación en ese momento, por que de hacerme a mí la misma pregunta, ¡no se que habría pasado!.

Luego de terminar de hablar con mamá, Diego y Angélica se marcharon y nosotros nos fuimos a dormir, Carlos apenas puso la cabeza en la almohada, se quedo dormido, y Yo por mi parte no podía dejar de pensar en lo había escuchado, un hombre como el tío Fernando, sería para mi marido lo peor que le podía hacer su mujer, traje a mi mente la figura del tío, es un hombre bonachón, creo que debe andar por lo 58 años, es un poce calvo y tiene su barriga que no deja de ser despreciable (para graficar mejor su figura, si lo desean vuelvan a ver la fotografía). Esa noche casi no pude dormir pensando en que debía hacer si enfrentar a Carlos o intentar otra cosa.

Pasaron los días y seguía con no poder dormir en las noches, y la mañana de ese día viernes, el teléfono me despertó cerca de las 10:30 hrs., era el señor Bermúdez quien me informaba que tenia lo que Yo le había encargado, así que me levante casi corriendo y me dirigí a su oficina, me entregó un sobre, el cual me indico que contenía fotos de la mujer en cuestión y un resumen acerca de su persona, no tuve la valentía de abrir el sobre en su presencia, me despedí de él no sin antes pagarle, y me dirigí a casa nuevamente, abrí el sobre y vi la foto de la mujer, de la vieja que se acostaba con mi marido, su cara representaba cerca de unos 37 años, era rubia, y su cuerpo no estaba mal para su edad, pero no era ninguna Top Model, como para perder la cabeza (pensaba yo), que le habrá visto Carlos, luego de repasar las fotos, donde se veía claramente a Carlos abrazado a ella, y en una hasta casi la estaba besando, luego leí la hoja que venia con las fotos, en ella decía lo siguiente: Su nombre era Claudia, tenía 43 años y era estilista profesional, además venía más información acerca de ella pero que en este momento no recuerdo y creo que no vale la pena mencionar, lo que si recuerdo es que no podía creer que mi marido me engañara con una mujer tan mayor y que fuera menos atractiva que Yo, guarde muy bien las fotos y todo, no quería que Carlos las fuera a encontrar.

Esa tarde recostada en la cama, tome una decisión, le pagaría Carlos con la misma moneda y con lo que más le dolería, lo engañaría con el tío Fernando, la decisión estaba tomada y no echaría un paso atrás hasta lograr lo que me había propuesto, hacer que el tío fuera mi amante. Pero en verdad no sabía como hacerlo, nunca había engañado a mi marido, ni tenia ninguna idea de que debía hacer en este caso.

Al llegar el domingo, mi cerebro logro generar un plan que debía dar los resultados que Yo esperaba, como era costumbre todos los domingos la familia se junta a almorzar en la casa de mis suegros, y casi siempre asiste tío Fernando y su la tía Clara y mis cuñados con sus familias, y si quería realmente hacer lo que me había juramentado realizar debía comenzar ese mismo domingo, así que me vestí para la ocasión, me coloque la única minifalda que tenía y que solo la usaba en ocasiones muy especiales y una blusa que resaltada mi excelente delantera, Carlos al verme me dijo que estaba guapísima, pero no le molesto en lo absoluto que me vistiera así para ir a la casa de sus padres, de hecho es el siempre me alentaba a colocarme cosas provocativas pero yo nunca le había hecho caso. Cuando llegamos a casa de mis suegros ya todos habían llegado, y al entrar pude sentir las miradas que casi me desvestían mis cuñados, mi suegro, el tío Fernando y hasta de mi sobrino mayor Hernán hijo de la hermana mayor de Carlos, Sonia este era un adolescente de tan solo 16 años.

Nadie realizó ningún comentario solo bastaba con verles las caras para saber que realmente me veía muy bien, y en ese momento comencé a sentir algo que nunca antes había sentido, una excitación exquisita de sentirme deseada por todos los hombre que estaban allí, quizá el morbo de saber que eran parientes míos, o tal vez, el hecho que venía preparada para algo muy distinto que compartir un almuerzo dominical, me senté frente al tío Fernando y en forma muy disimulada comencé con el juego de cruzar mis piernas, y pude ver en forma inmediata la reacción del tío que no dejaba de mirarme, el espectáculo debía genial, que casi note como mi sobrino, estaba con la boca abierta mirándome, solo ellos dos me podían ver desde la posición en que me encontraba sentada y estaban realmente disfrutando de mis piernas y mi ropa interior, que en forma especial había elegido para esta ocasión eran unas braguitas blancas y no llevaba medias, por lo tanto se veían perfectamente desde donde estaba sentado el tío y mi sobrino, luego nos sentamos a la mesa y el almuerzo fue de lo más normal, después de la sobremesa típica, me dirigí al baño, al volver me di cuenta que tanto el tío Fernando como mi sobrino Hernán, no estaban en sentados a la mesa, así que decidí buscarlos, Yo sabía donde se encontrarían, estarían en la sala de juegos practicando billar que es la pasión del tío Fernando y siempre estaba en compañía de Hernán, al entrar a sala los dos se sorprendieron mucho dado que nunca iba allí, me senté frente a ellos y les comente que quería aprender y que en esta ocasión solo me dedicaría a observarlos mientras ellos jugaban, así que le insistí para que continuaran en lo que estaban, de nuevo comencé con mi juego de cruzar las piernas solo que esta vez un poco más descarado que antes, y los dos se ubicaban de manera estratégica para poder observarme mejor, a cada instante sentía que más me agradaba esta nueva sensación que estaba sintiendo, ver como aquellos dos debían estar tan excitados viéndome que me estaba poniendo a mil, también a mí.

Sentí unos pasos por el pasillo y en forma automática termine con el jueguito de las piernas, era Carlos y el resto de los hombres que también venían a jugar, así es que me quede un rato a allí y viendo que ya no podía continuar con mis oscuras intenciones, me dirigí hacia los jardines de la casa, esta estaba ubicada en las afueras de la cuidad, debía tener alrededor de unas 5 hectáreas, detrás de la casa había una plantación de árboles frutales de todas las especies, era como un bosque frutal, siempre que podía salía a recorrer esos lindos parajes en una vieja motoneta de mi suegro, realmente era un paseo fantástico, y estaba pensando en realizar uno.

En esos momentos siento que alguien se acerca, era tío Fernando quien me llama y me pregunta si me puede acompañar, excelente pensé, lo invito a dar una vuelta en la motoneta, estaremos lejos de los demás y tal ves podré avanzar más en la tarea de seducir a Fernando, que ya debía estar bastante excitado con las dos exhibiciones que le había dado anteriormente y que también me tenían con sensaciones que nunca antes había experimentado.

En un principio no le agrado mucho la idea pero insistiendo en que no quería ir sola me acompaño al Garaje, donde estaba guardada la motoneta, allí la inspeccione solo haciendo un poco de teatro inclinándome para que el tío pudiera ver más de mi anatomía, en un momento me di cuenta que estaba tan excitaba con la situación que casi me arrojo a los brazos del tío Fernando, casi no me reconocía a mi misma, quería hacer el amor con un hombre que no tenia nada de atractivo, pero deseaba que el me hiciera suya en ese mismo lugar, logre ordenar un poca mis ideas, ya que el objetivo era que él debía dar los primeros pasos y además no podía mostrarme tan fácil.

Entonces invite al tío Fernando a subirse conmigo en la motoneta, en realidad creo que en cualquier otro escenario él no lo habría hecho pero estaba tan loco por mi que termino por subirse. Casi no me tocaba, entonces le dije que me abrazará más fuerte para que no se fuera caer, y al hacerlo pude sentir su bulto en mi trasero, eso me descontrolo un poco, me dirigí hacia lo más lejos que podía de la casa, el tío Fernando me estaba apretando cada vez más, y yo lo estaba disfrutando, y lo mejor era la sensación de morbo de estar con otro hombre y en aquel lugar.

Ya habían pasado cerca de 30 minutos cuando me dirigí de regreso, el paseo había estado fenomenal, había conversado como nuca antes con el tío y además ambos disfrutamos de ese primer contacto, luego de guardar la motoneta y volver al salón donde estaban casi todos, me senté junto a Carlos, y continué con mi juego de piernas, que por supuesto tío Fernando y mi sobrino Hernán.

Finalmente llegó la hora de volver a casa y debo reconocer que me sentía muy bien, de hecho creo que comenzó una sensación de atenuar la rabia y molestia que sentía por la infidelidad de Carlos, es tanto así que como el día había sido muy distinto para mi, casi podría asegurar que fue muy excitante, que apenas llegamos a casa me lleve a Carlos a nuestro dormitorio e hicimos el amor, fue algo espectacular ya que mientras lo hacíamos, me recordaba de los hechos del día y fue como estar haciendo el amor con tres hombres, estaba con Carlos, sentía a tío Fernando y además hasta mi sobrino era parte de mis fantasías, y termine con un orgasmo delicioso, hasta Carlos noto que había sido algo especial, ya que me lo comento, a lo cual solo atine a responder, que era fruto de que hace días que no pasaba nada entre nosotros, con eso Carlos reacciono y me pidió disculpas por haberme dejado de lado, pero se excuso con que en los negocios estaba teniendo que tomar muchas decisiones que eran realmente importantes y que hasta estaba recurriendo a ayuda no tradicional, Yo simplemente lo bese y luego nos quedamos dormidos.

Los siguiente fueron muy normales, el tema se me había quitado de mi mente y con lo que había pasado estaba volviendo a hacer mi vida normal, de hecho Carlos estaba almorzando todos los días conmigo y llegaba temprano a casa, lamentablemente el fin de semana, tía Clara estaba de cumpleaños y como el fin de semana anterior todos nos reuniríamos en su casa para celebrarlo.

La celebración sería con una cena el sábado cerca de las ocho, esa mañana me dirigí a comprar el regalo y como no tenía una idea fija de que comprar, estuve en varios locales de un centro comercial intentado buscar algo que me agradara darle de regalo a la tía de Carlos. Estaba en eso cuando dos tipos que venían de frente hacia mi, comenzaron a lanzarme piropos, debo destacar que no fueron groseros, si no por el contrario, eran adulaciones muy corteses, que no pasaron a más. Pero a mi me dejaron con una sensación extraña similar a la que había sentido ese día con tío Fernando y mi sobrino, cuando me miraban, entonces entre a una tienda donde un señor se me acerco para atenderme, era muy gentil y cortés, tanto así que además de comprar el regalo de tía Clara, compre algunas cosas para mí, y cuando ya estaba por irme, me regalo una flor, acotando que era la clienta más linda y simpática de la semana, ese gesto más su trato me gusto mucho, me estaba sintiendo muy bien, antes de irme me despedí de él con un beso en la mejilla y un pequeño abrazo, realmente me fui feliz y creo que excitada, es más al llegar a casa pasado el medio día, Carlos estaba en el living leyendo, y prácticamente lo violé.

Hicimos el amor en sofá, con las ventanas abiertas y con unas ganas espectaculares.

Como a las 17:00 hrs. comenzamos a arreglarnos para asistir al cumpleaños, y para despistar un poco le pedí a Carlos, que me ayudara con la elección de mi ropa. Lo primero que hice fue mostrarle unos pantalones con unas blusas y también unas faldas, a lo cual me aconsejo, que me pusiera una falda café y una blusa blanca, que según su opinión me veía divina. Carlos al verme lista, acoto que esas piernas debía lucirlas.

Ya en casa de los tíos y tomando un aperitivo en el living junto a todos los invitados, nuevamente pude ver como mis admiradores tomaban posiciones para ver mis piernas y un poco más, así que con bastante sutileza comencé con mi espectáculo, y Yo lo estaba disfrutando una enormidad, veía como sus ojos se agrandaban cada vez que cambiaba de posición mis piernas y también creo estar segura de que sus bultos aumentaban a medida que Yo seguía dando marcha.

Luego pasamos a la mesa, donde por supuesto estaba sentado al lado de mi marido y en frente estaba mi sobrino Hernan. Tío Fernando no podía ahora tomar posición dado que su puesto por ser dueño de casa era la cabecera de la mesa. Durante la cena todo estuvo muy entretenido, con recuerdos de anécdotas y muchos chistes, y fue en ese momento que a mi sobrino Hernán, se le cayó uno de sus cubiertos y cuando bajo a buscarlos, estaba segura que estaría mirando entre mis piernas, así que casi sin pensarlo abrí mis piernas para que pudiera tener una buena visión de mi intimidad, se demoró mas de los necesario para tan solo recoger un cubierto, que por eso creo que debe haber quedado con la boca abierta mirando lo que Yo le estaba ofreciendo.

Después de cenar y una larga sobremesa, nos dirigimos nuevamente al living donde por supuesto seguí con mi exhibición, que tío Fernando no se perdió. Mi esposo con mi cuñado, comenzaron a despejar el living para poder bailar, mi marido rápidamente puso música y saco a bailar a tía Clara y por supuesto tío Fernando me pidió que lo acompañara a él. Tío Fernando puso su mano en mi cintura y sentí que abría sus dedos tratando de abarcar algo más que esa parte de mi cuerpo, luego cambiamos de pareja y queda bailando con mi marido, y después mi sobrino le pidió a Carlos que lo dejara bailar conmigo, creo que su juventud, lo hizo ser un poco más atrevido ya que repitió la maniobra de tío Fernando con la Mano y además cada vez que podía trababa de colocar su pierna en mi entrepierna, a la vez que me apretaba hacia él, esto me estaba gustando para me dio un poco de susto que todos se dieran cuenta de lo que estábamos haciendo, y por mi parte hacia como sino me diera cuenta de nada. Cuando termino la canción que estaba bailando con mi sobrino Hernan, le dije que quería parar y que necesitaba ir al baño, realmente era una excusa para no seguir bailando con él y que todo se me escapara de mis manos producto de la excitación que estaba siendo presa mi cuerpo y mi mente.

Cuando salía del baño, me encontré con tío Fernando y me pidió si lo podía ayudar, ya que iba a buscar los regalos de tía Clara para que ella los abriera, nos dirigimos a su dormitorio que estaba en el segundo piso, como todo un caballero me dejo que Yo subiera primero, lo cual estaba claro era para disfrutar de mi trasero y piernas. Ya en la habitación me indico que por favor sacará algunos regalos, que no se porque los había dejado en la parte alta del closet, y por ello no los podía sacar ya que según él le dolia la espalda y se podía caer al sacarlos, por lo tanto acerco una silla para que me subiera y pudiera bajar los paquetes, no soy ninguna tonta y por supuesto que él había preparado todo esto para tener mi trasero y mis piernas a su disposición. Así que aprovechando la situación que me estaba provocando una nueva excitación, al subir tambalee un poco, así que le pedí que me sujetará para no caer. En forma automática llevo sus manos a mis caderas, mi excitación seguía por lo que comencé tomando solo un paquete me agache para dejarlo más cerca del suelo, con ese movimiento mi trasero quedo casi justo en su boca, y para avanzar algo más volví a tambalear, con lo cual él tuvo que abrazarme y sentí como sus manos se apoderaban de mi cuerpo y su boca estaba en mi trasero, lentamente me volví a la posición recta, pero él no me soltó y seguía pegado a mi cuerpo, estuvimos repitiendo la bajada de cada reaglo y cuando me dispuse a bajar él no me soltó, por lo que restregó todo su cuerpo con mi trasero, y cuando me dispuse a otmar un regalo se desprendió de mi. En todo esto ya llevamos cerca de unos 10 o 15 minutos y volvimos al living. Al regresar con los regalos, mi comportamiento era como si no hubiera pasara nada y él también hacía lo mismo, eso me gustaba y me volvía a subir la temperatura.

Tía Clara disfruto cada uno de sus regalos, Yo me quede al lado de mi marido y cerca de tía Clara, por lo tanto tío Fernando aprovechando la situación se coloco entre nosotras, poco a poco comenzó a colocar su mano en mi cadera y comenzó a dirigirla hacia mi trasero, por mi parte celebraba cada regalo que se abría y no me daba por aludida con lo que estaba haciendo su mano. En un momento su mano casi extendida estaba sobre mi trasero y comenzó a realizar movimientos circulares, como una especia de masaje, luego comenzó a bajarla llegando hasta mis piernas y la empezó a colocar hacia delante, tratando de llegar a mi entrepierna, la falda no le dejaba llegar directamente a su objetivo pero, siguió bajando hasta donde terminada esta y comenzó a subirla, esta vez si lo iba a conseguir, pero en ese momento se terminaron los regalos y Yo avance hacia tía Clara para felicitarla, con eso él tuvo que sacar rápidamente, por suerte creo que nadie pudo vernos, dado detrás de nosotros no había nadie y ademas estaba solo una pared.

La situación ya estaba con mucha temperatura, la última acción de tío Fernando me había dejado en grado de excitación casi indescriptible, imagínense me había manoseado a su antojo y justo al lado de mi marido. Sentía como me miraba ahora tío Fernando, no dejaba de seguirme con su mirada y se notaba que estaba como acalorado y sus ojos tenían una mirada que no era la normal.

Cuando íbamos despedíamos para retirarnos, tío Fernando llamo a Carlos ya que quería tratar un asunto con él, no pude escuchar lo que conversaban paro me asuste un poco, luego Carlos de despidió muy agradecido de su tío, por que recobre la calma, luego me toco a mí despedirme de él, situación que aprovecho para disimuladamente tocarme uno de mis senos, realmente desde ahora tenía que estar preparada para los avances de mi querido tío.

Cuando íbamos en el auto Carlos me comento que tío Fernando necesitaba de mi ayuda, quería hacer algunos cambios en su tienda y necesitaba que lo asesorará en la remodelación de la tienda, aduciendo mis conocimientos de arte y mi buen gusto. En ese momento me di cuenta que tío Fernando no iba a parar hasta llegar al final de todo este juego, le dije a Carlos que aceptaba la oferta y que mañana llamaría a su tío.

Esa noche de nuevo Carlos tuvo que apagar toda esa excitación que había sentido en el cumpleaños de tía Clara, hasta ahora él había sido beneficiado con mis jugarretas, ya que él era el único hombre que podía poseer.

A la mañana siguiente cuando Carlos ya se había marchado, sonó el teléfono y por supuesto era tío Fernando, preguntándome que me parecía la oferta de asesorarlo en la remodelación de su tienda, le conteste que me agradaba mucho la idea, así que fijamos una reunión almuerzo para comenzar a trabajar en su proyecto de remodelación.

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